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Crónica: el nuevo capítulo de la flexibilización laboral de los trabajadores de prensa

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Crónica fue un diario que llegó a ser el único capaz de publicar y vender tres ediciones diarias.
Paradigma del periodismo gráfico popular, hoy es un caso más que pone en evidencia la decadencia y precarización de la profesión en manos de los lobos del mercado.
El diario está bajo la órbita de la Editorial Sarmiento, perteneciente al Grupo Olmos, empresa que maneja también la firma Diario BAE, además de la gerenciadora de la Obra Social de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). ¿Qué significa esto?
Veamos:
A fines de 2013 el Grupo Olmos comunicó a los trabajadores tanto de Crónica como de BAE un plan de reestructuración laboral: lo llamó “Convergencia”, pero sabemos que esos tecnicismos del lenguaje a veces se caracterizan más por lo que ocultan que por lo que enuncian. Hernán Zyseskind, delegado de la Comisión Interna del diaro, lo explica así: “El plan de convergencia implica que si antes escribías una nota para un diario ahora esa nota se va a usar para la web, la televisión, la radio, etc. No sabés para dónde ni para quién trabajás. Sos multifuncional: trabajas para más medios, pero te pagan lo mismo. Y ellos necesitan menos gente porque un trabajador cumple más funciones”.
El disfraz de la “convergencia”, en este caso, oculta una maniobra cuyo efecto tiene nombre propio: flexibilización laboral. Este flamante modo de producción y organización del trabajo parece perfilarse como el plan a futuro de los medios comerciales de comunicación.
Pero no fue solo eso: en el medio hubo una maniobra sospechosa. La empresa de los hermanos Olmos había comunicado a los trabajadores un cambio de redacción, que se iba a llevar a cabo de manera ordenada y bajo determinadas condiciones que habían acordado con el Ministerio de Trabajo.
Se mudaron, sí, pero a su manera: sin previo aviso, empezaron a llamar a los trabajadores para mudarlos en pequeños grupos a un nuevo edificio ubicado en Combate de los Pozos 639. Primero fueron los jefes y luego algunos redactores hasta pasar, en el caso de Crónica, al 80% de la redacción y, en el caso de BAE, a casi la mitad.
Crónica: el nuevo capítulo de la flexibilización laboral de los trabajadores de prensa
Si la mudanza fue sorpresiva, mayor aún fue la sorpresa con la que se encontraron los trabajadores al ingresar a la nueva redacción: los obligaban a firmar un contrato en el cual dejaban de ser parte de Editorial Sarmiento- empresa que gestiona el diario Crónica y de Diario Bae SA- firma bajo la cual funciona BAE- para convertirse en trabajadores de Aconcagua S.A, otra empresa de Grupo Olmos.
El mensaje era claro: “Si no firmás, no entrás”.
Ana Laura Tornaquindici, delegada de Diario Bae, explica el porqué de esta curiosa maniobra:” esto es una especie de autotercerización, porque las otras dos empresas que antes manejaban Crónica y BAE siguen funcionando. Es, también, una maniobra antisindical, porque ninguna de las comisiones internas ni los delegados estamos en esta nueva razón social, pertenecemos a las dos anteriores. Por lo tanto los trabajadores de Aconcagua S.A no tienen representación gremial”.
La comisión interna del diario Crónica publicó un comunicado que denuncia:
“Reclamamos a la empresa que si hay cambio de razón social se informe al sindicato, para poder comprobar la solvencia de Aconcagua. También reclamamos que el traslado del personal sea del 100 por 100 y que incluya a la representación gremial, como marca la ley”.
Y explican:
“La empresa ejerce un ataque mayor al exceptuar de la convocatoria a cambiar de razón social a un conjunto de trabajadores, entre ellos los delegados gremiales democráticamente electos por los trabajadores. Esta exclusión, revela los fines de la empresa con la convergencia. Proyectan un ataque y precisan que los trabajadores no tengan posibilidad de defenderse”.
El 4 de Abril hubo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo. La empresa se mantuvo firme en su postura.
“No se llegó a ningún acuerdo. Ahora tenemos pendiente una reunión con Carlos Tomada, que dijo que nos iba a atender”, explica Zyseskind y agrega. “Mientras tanto, la antigua redacción sigue funcionando. ¿Hasta cuándo? No sabemos. Hasta ahora hay solo rumores: dicen que van a pasar al piso donde estamos nosotros a la obra social del grupo olmos, y nosotros no sabemos a dónde iremos”.
“En una redacción donde antes había casi 100 personas hoy hay solamente 15. En Deportes soy el único que sigue trabajando en el viejo edificio. Estoy solo y todos los demás están en el nuevo edificio”.
Tornaquindici, por su parte, explica:” La vieja redacción de Bae está habilitada para 80 personas y hoy en día hay solamente 30 o 40. La pregunta que nos hacemos es: ¿Qué empresa quiere mantener tres redacciones, con los gastos que ello implica? Y menos esta empresa, que justamente está buscando abaratar costos reuniendo a todos en un mismo lugar . Lo que ellos quieren es dejarnos aislados para que haya un desgaste, es lo único que se nos ocurre”.
El miércoles 16 de abril habrá una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo. Mientras tanto, el panorama es el siguiente. Dos diarios partidos al medio, funcionando en edificios distintos y trabajando para empresas diferentes pero todas pertenecientes al mismo dueño.
De un lado, las antiguas redacciones, prácticamente vaciadas y con un mínimo porcentaje de los trabajadores que no saben cuánto más estarán así.
Del otro, un nuevo edificio que nuclea a trabajadores que no saben para quién trabajan ni dónde publican. Entre tanta confusión, hay una sola certeza: el plan de convergencia ya está funcionando.
Un capítulo más de El fin del periodismo.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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