CABA
Autogestión y coronavirus: “El sector cooperativo está siendo discriminado”
Diversas organizaciones autogestivas señalan que el sector está siendo “discriminado” en las políticas que toma el Estado para paliar los efectos de la crisis producida por el coronavirus. ¿Por qué las cooperativas no son tomadas como pymes, cuando en varios casos son unidades productivas con más asociadxs que una mediana empresa? El sentido social, frente a la especulación. Las situaciones insólitas y las propuestas para cambiar la lógica laboral: segunda entrega sobre el impacto de la pandemia en el sector autogestivo.

“Lo que está habiendo es una discriminación para con las cooperativas de trabajo llevándonos a situaciones muy insólitas. Y estamos muy mal: vamos más de un mes, las cooperativas están con facturación cero, acumulando deudas, cheques rechazados. Es una situación similar o peor a la del 2001. En ese momento no teníamos un peso, como ahora, pero estábamos arrancando: la diferencia es que hoy, además, tenemos deudas. No tenemos nada de capital de trabajo para arrancar una vez se levante el aislamiento”.
Federico Tonarelli es presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadorxs Autogestionadxs (FACTA) e integra la cooperativa del Hotel Bauen, empresa recuperada con más de 100 trabajadores y trabajadores desde 2003. Sus palabras reflejan la urgencia y la angustia que está atravesando el sector autogestivo y cooperativo argentino, que no está siendo alcanzado por ninguno de los resortes económicos que el Estado dispuso para paliar los efectos de esta crisis.
Así también se expresó la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop), que agrupa a más de 12 mil trabajadores y trabajadoras en 16 provincias e integra la confederación Cooperar. Su presidente, Ramiro Martínez, dice a lavaca: “Saludamos la política pública de cuidados, de priorizar la atención a las clases vulnerables, la tarjeta alimentaria y cuidar los puestos de trabajo en relación de dependencia, pero llega un momento en el que nuestro formato jurídico, la asociación colectiva de trabajadorxs organizadxs, está siendo postergada cuando en muchos casos tenemos mayor tamaño que alguna pyme local. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Ser autogestivos?”.
La confederación envió una carta al ministro de Trabajo Claudio Moroni con el siguiente planteo: «Saludamos la promulgación del DNU 332/20 que crea el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción para empleadores, empleadoras, trabajadores y trabajadoras afectados por la emergencia sanitaria, aunque nos preocupa la nula mención de las empresas cooperativas vinculadas a la producción y que quedamos comprendidas en el aislamiento social, preventivo y obligatorio dictado por el DNU 297/20».
O sea: se sostiene al sector privado con el llamado Repro (con el que el Estado cubrirá hasta un 50% de los salarios de los trabajadores) pero se omite de modo incoprensible al sector cooperativo, hasta ahora.
«Existe un acto discriminatorio por el cual las cooperativas de trabajo, solo por tener un formato jurídico diferente al de las empresas con fines de lucro, no fuimos incluidas» explicó Martínez.
Sobre datos & monos
Como contó lavaca en la primera parte de esta serie dedicada al trabajo autogestivo en tiempos de coronavirus, las políticas anunciadas por el Gobierno no contemplan al sector: las cooperativas cuentan que la mayoría de lxs socixs fueron rechazadxs del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por diversos motivos (desde algún ingreso mínimo en relación de dependencia, categoría del monotributo, domicilio o datos desactualizados), mientras que el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (Repro) anunciado por el Ministerio de Desarrollo Productivo para pymes, tampoco las tiene en cuenta.
Los últimos anuncios encendieron la mecha en el movimiento: el Estado anunció una ampliación de esas medidas al destinar un “salario complementario” equivalente al 50% del salario neto de un trabajador privado (no pudiendo ser inferior al Salario Mínimo Vital y Móvil) mientras que a los monotributistas ofrecieron créditos a tasa cero. A las cooperativas, nada.
Tonarelli: “Llevan a situaciones insólitas y disparatadas como pensar que cada trabajador, apelando a su condición de monotributista, tuviera que sacar un préstamo a tasa cero por su cuenta para ponerlo en la caja de la cooperativa. Imaginate el Bauen: ¿100 personas tomando créditos para ponerlos en la caja? Es una locura”.
El concepto: “Hace tres semanas venimos pidiendo taxativamente que se incluya a las cooperativas de trabajo en los decretos, porque hay un tema de derecho administrativo: si no estamos nombrados en la resolución, no podemos ser beneficiarios. Taxativamete tiene que decir que es una medida de asistencia para pequeñas y medianas empresas y cooperativas de trabajo. Si se asiste a un empleador para que se haga cargo de los salarios de sus trabajadores, tranquilamente puede asistir del mismo a las cooperativas para hacer frente los retiros de sus socios. No es muy difìcil”.
Según el último censo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), casi 28 millones de personas en Argentina están asociadas a una cooperativa o una mutual. Algunos datos discriminados según las cooperativas:
- Hay 17.818.197 personas asociadas en 8618 cooperativas.
- Los ingresos de las cooperativas equivalen a 392 millones de pesos.
- Las cooperativas de trabajo en particular tienen 115.728 personas asociadas.
Martínez, de Cornacoop: “Estamos muy preocupados por esta postergación innecesaria. Entre el programa para pymes y el IFE el Estado está asistiendo a 12 millones de trabajadores. Nosotros no llegamos a los 150 mil. Es incomprensible”.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto del Covid 19 en el mercado de trabajo argentino alerta que sólo un 26% de los trabajadores en relación de dependencia están empleados en empresas de gran escala (con más de 40 personas asalariadas), mientras que un 68% son pymes o trabajadores por cuenta propia. Según las cifras, el 55% están en pymes que emplean de 5 a 40 trabajadores.
La interpetación de Tonarelli: “Reclamamos que se nos incluya en la terminología y que se entienda que son unidades productivas, algunas más grandes que medianas empresas. Los restoranes oscilian los 40 socios, la escuela cooperativa Mundo Nuevo (Villa Crespo, CABA) lo supera, Renacer en Tierra del Fuego tiene arriba de 150. La exGattic en Pigue, Zanón en Neuquén… Todo se tiene que entender de algún modo, pero parece que no logran registrarlo. No pueden salir de la concepción entre trabajo asalariado y trabajo autónomo, y que hay una tercera opción de trabajo asociado a cooperativas. Están los autónomos como el que tiene un kiosco, algún profesional, oficios como polomería, pero estamos las cooperativas. La asistencia tiene que llegar porque son monotributistas. Y nosotros, de mono, no tenemos nada: somos 100 familias”.
Romper el estigma
Martínez apunta que el 80 por ciento de las cooperativas están paradas. “Construcción, producciones industriales. Las gastronómicas hace apenas 10 días empezaron a mover el amperímetro con servicio de delivery pero no llegan al 20% de la facturación tradicional. Y ellos van muy al día: si no dan de comer, no tienen retiro. Las editoriales: hace una semana empezaron a vender libros online, pero el parate ya es de un mes. ¿Cómo recuperás eso? Ninguna tampoco aplica en líneas de financiamiento del programa de pago de sueldos a través de asistencia bancaria porque el sistema financiero también nos deja de lado. ¿Tenés que presentar un certificado de muerte?”.
Martínez trabaja en una cooperativa de reciclado en Tigre, al norte del conurbano bonaerense. “Somos 60 asociados. Si multiplicás por el núcleo familiar, te da un número muy importante de trabajo para nuestra zona. Pero el IFE no nos alcanza: sólo el 10% intentó, pero los rechazaron a todos”.
En el Bauen, el IFE llega a muy pocos.“Nosotros decimos que el IFE está mal planteado”, expresa Tonarelli. “Es un ingreso familiar y debería ser un ingreso individual. No puede ser que alguien que tenga otro ingreso en su familia (esposa o esposo) con trabajo registrado no pueda cobrarlo. Nosotros proponemos que se vaya hacia una Renta Básica Universal para todos sin exclusión. En reemplazo de todas está políticas de asistencia focalizadas que se tornan incompatibles unas con otras”.
Martínez piensa por qué el trabajo autogestivo sigue en una nebulosa política: “El cooperativismo como concepto no tiene el valor que le asignan sus más de 170 años de historia en el país, y está atravesado por cuestiones comunicacionales de los últimos diez años: las cooperativas quedaron emparentadas a la pobreza, cuando en realidad es un sector que crece a nivel mundial. Hay más de 1.200 millones de cooperativas en todo el mundo: acá cargamos un estigma. El 65% del mercado de seguros son cooperativas. Más del 80% de los proveedores de luz y agua en el interior del país, son cooperativas. Hay una barrera estructural que hay que seguir machacando”.
La fiebre y el futuro
Tanto Martínez como Tonarelli cuentan que han llevado la urgencia a diversos funcionarios del Ministerio de Trabajo, Desarrollo Productivo e INAES. Martínez: “En algunos casos han sido buenas intenciones. Del Ministerio de Trabajo la última comunicación fue respecto a la apertura de una línea de Trabajo Autogestionado, pero que sería para junio y julio y por $6500”. Dato: el monto fue aumentado por decreto la semana pasada. “Los compañeros que hoy lo cobran siguen en $4500, su viejo valor”.
Tonarelli subraya además que la gran mayoría de las cooperativas tienen más de 15 años. “Superamos muchísimos inconvenientes, pero si esto no cambia, muchas van a quebrar, como lo están haciendo pequeños comercios. Nadie pensaba, ni en la noche más afiebrada, que iba a ocurrir una pandemia que azota a toda la humanidad. Pero ocurre, y esto obliga a hacer casi Planes Marshall en todos los países para bancar a sus trabajadores y a su economía. Ahora, vos ves que el fin se acerca, y de enserio, y aún no repararon en las cooperativas. Es desesperante. Creo que hay un sector del Estado que ha tomado conciencia de que nos estamos quedando afuera”.
Lo que el movimiento cooperativo está exigiendo es una política concreta que evite -como dice Tonarelli- políticas que se superponen y se inutilizan unas de otras.
Martínez: “Somos empresas cooperativas. Que tributariamente nos adecúen como pymes, pero la distribución de los excedentes o los retiros mensuales son totalmente diferentes a una empresa tradicional de capital. Ahí está la definición de lo que somos», dice sobre organizaciones que no tienen fines de lucro, que no despiden a nadie como suele ocurrir en el sector privado, y que sí tienen fines de generar y sostener el trabajo y la vida.

Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
- CABAHace 4 semanas
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- #NiUnaMásHace 4 semanas
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 4 semanas
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- ActualidadHace 4 semanas
Marcha de jubilados: balas y bolitas
- ActualidadHace 1 semana
Intoxicados