CABA
Malas noticias: cómo se precarizan día a día las condiciones laborales de periodistas
Dos encuestas de Sipreba, el tarifario “Quiero informar y que me paguen” realizado por una periodista freelance y algunas prácticas agudizadas en contexto de pandemia son la base de esta nota realizada por el joven periodista Lucio Ocamica que relata cómo el periodismo pasó de ser un oficio de prestigio y bien pago a una máquina de precarización y despidos en el sector formal. De los 4500 puestos de trabajo perdidos desde hace 5 años, hasta las cifras actuales de salarios no indexados y los tarifarios mal pagos, a las consecuencias -aún primarias- del teletrabajo: dónde va la profesión, el rol de las empresas y cómo empezar a volver noticia a quienes las elaboran.
Durante mucho tiempo tuvo la misma rutina: a las 9:00 en la oficina, para cumplir tareas administrativas y muchas veces solamente cumpliendo el horario; a las 18 manejar su auto lo más rápido que posible para llegar al estudio de Cablevisión en la localidad de Saavedra y realizar dos programas en el que oficiaba de conductor en uno y co-conductor en el otro. Durante el viaje de vuelta a su casa, promediando las 10:30 de la noche, pensaba las notas que debía escribir para la revista en la que él era el principal generador de contenidos. “Fue la época que más tranquilo estuve desde el aspecto económico, pero desde el aspecto psicológico y laboral estaba muy saturado”.
El caso de Lucas forma parte de una realidad que toca de cerca a muchos periodistas argentinos que, ante la depreciación de su salario o ante la imposibilidad de poder formar parte de una planta permanente en los medios, sienten que tienen que conformarse con trabajar freelance en varios de éstos, o peor, encontrar empleos sustitutos que le permitan llegar a fin de mes.
No existen censos en nuestro país que indiquen la cantidad de periodistas que se encuentran en actividad ni cuántos de ellos pueden vivir de ejercer plenamente un solo cargo en una empresa. Pero la tendencia parece indicar que los periodistas necesitan trabajar y colaborar con varios medios a la vez para alcanzar un nivel económico aceptable.
Según la encuesta realizada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) este año y durante la pandemia, las condiciones laborales de los trabajadores de prensa son alarmantes. Con el testimonio de más de 700 periodistas se llegó a un diagnóstico desolador: en los últimos 5 años se produjo la pérdida de 4500 puestos de trabajo a nivel nacional que incluyen despidos, jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios, además los despidos ilegales en Publiexpress y Editorial Atlántida. También aparecen los casos de medios que pagan salarios en cuotas como Clarín o Diario Popular, entre muchas otras consecuencias en su mayoría negativas.
El periodismo, asegura el informe, es una de las actividades que perdió más poder adquisitivo en los últimos años. En las paritarias del 2019 solo se recibió un 15% de aumento por un semestre y este año –entre los que quedaron- nada augura un porcentaje mejor.
Salarios y precarización
Durante el 2020 todavía no hubo paritarias para la actividad periodística y en el año 2019 la recomposición salarial fue de un 15%. Porcentaje ínfimo si se lo compara con el índice de inflación interanual dado por el INDEC el año pasado, que fue de un 53,8%.
La pérdida del poder adquisitivo de los periodistas se incrementa año a año. Si tomamos la escala de datos recabados por la página oficial del Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) es posible analizar cuánto ha golpeado la inflación al salario de los trabajadores de prensa. En promedio, el poder adquisitivo de los periodistas de gráfica se ha visto reducido en un 50% en los últimos 10 años. Una de las categorías salariales que aparece en el formulario de FATPREN es la de Jefe de Sección cuyo salario ronda hoy los 48.600 pesos, suponiendo que con todo sueldo quisiera comprar dólar solidario valorado hoy en 102 pesos, podría comprar 476,50 dólares. Si retrocedemos 11 años en el tiempo y nos vamos al año 2009 cuando el dólar costaba 3,98 pesos, el salario de un jefe de Sección según FATPREN rondaba los 3435, un total de 863 dólares.
En los últimos 6 años las paritarias han estado por debajo del nivel inflacionario del país según SiPreBA en el pasado abril el 66% de los trabajadores que se encuentra en relación de dependencia en empresas de prensa de Capital Federal cobraron un salario por debajo de la Canasta Total, estimada en 53,637 pesos por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la GCBA para un hogar tipo 1.
Otro número que parece alarmante pero es muy común indica que el 42% cobró un salario por debajo de los $41.994 indicados como línea de pobreza según el INDEC para abril.
Año 2020:

Año 2009:

Como resultado los periodistas trabajan más y viven peor.
La depreciación del salario y las malas condiciones empuja a los trabajadores de medios a buscar otros trabajos para poder llegar a fin de mes. El 39,3% afirma tener más de un trabajo y la amplia mayoría indica que lo hacen debido a que el sueldo no alcanza. El 16,2% que hace changas en otros rubros para completar su trabajo en prensa. El 39% indica que en relación de dependencia tuvo problemas para cobrar su salario en tiempo y forma durante la cuarentena.
A partir de la pandemia del Covid-19 y de la crisis económica que provocó la situación se agravó considerablemente en los últimos meses. Un tercio de los trabajadores argumenta haber recortado los gastos en alimentación cambiando por alimentos más económicos o de peor calidad e incluso el 12% afirma cortar alguna de las comidas diarias.
No tan Free
Según otro estudio a cargo de SiPreBA en septiembre del año pasado realizado a más de 300 trabajadores freelance, el 94% de los mismos cobra por debajo de la línea de pobreza que en ese entonces estaba colocada en 31.910 pesos según el INDEC basada en la canasta básica total de mayo para un hogar tipo de cinco integrantes. Un 62% del total declaró cobrar menos de 10 mil pesos mensuales y un 17% entre 10 mil y 14 pesos.
El 80% de los trabajadores free lance declara colaborar para entre 1 y 3 medios y el 11% afirmó colaborar con 4 o 5. En este sentido el 58% afirmó que trabaja en otros rubros para poder solventar sus gastos.
La gran mayoría tampoco recibe el pago de viáticos ni ningún otro ítem a cambio de su labor y el 61% afirma que las empresas deciden de manera unilateral el precio de las colaboraciones y no dan lugar a ninguna negociación.
Según datos recabados en el Tarifario del año 2020 de “Quiero informar y que me paguen” por Daniela Chueke, las colaboraciones en los medios gráficos grandes y medianos:
- Medios digitales de 3.000 a 5.000 caracteres se abona entre $1700 y $1900
- En papel o digital (documento con fotos) de 5.000 a 10.000 se entre $2500 y $3600
- Colaboraciones mensuales de más de 10 mil caracteres, se abonan sumas superiores a $4000.
Las colaboraciones suelen variar dependiendo el medio a las que van dirigidas: “Las colaboraciones de entrevistas y notas de interés, por ejemplo, están alrededor de 3 mil pesos cada una. Ese monto depende del trabajo, siempre puede ser mayor o menor en cuanto a la producción. Gacetillas de prensa y redes alrededor de 5 mil pesos. Y la investigación, 10 o 15 mil por mes, algunas incluso 20, depende la complejidad y la institución que lo banque”, asegura Melanie, periodista de uno de los 3 principales diarios del país.
Amor a la profesión
La mayoría de los trabajadores de prensa argumenta disfrutar colaborar con diferentes medios y lamenta que las condiciones laborales del sector se precaricen cada vez más.
Sigue Melanie: “En la actualidad, estoy colaborando con un medio nacional, en uno de sus suplementos ; y con una agencia de noticias del conurbano bonaerense, en las secciones sociedad, política y locales. Además trabajo en el área de comunicación de una organización internacional y en una institución de moda”. Lucas, editor de contenidos de una revista para jóvenes, asegura: “Muchas veces siento que las empresas periodísticas saben eso y se aprovechan del amor que le tenemos a la profesión”
Uno de los cambios contundentes que trajo la pandemia mundial del coronavirus fue el incremento del teletrabajo. El porcentaje de los trabajadores que realizan labores periodísticas desde su hogar se incrementó de un 10 a un 75%.
La totalidad de los trabajadores encuestados por SiPreBa sostiene que su empleador no le paga el uso de internet en su domicilio. El 74% tampoco fue provisto de una computadora para ejercer su labor y está obligado a utilizar la personal la que muchas veces se comparte con otros integrantes de la familia. La mayoría, también afirma no recibir ninguna otra herramienta que facilite el teletrabajo.
El 82% de los encuestados afirma no tener el mobiliario indicado para trabajar, tal como escritorio, silla ergonómica, almohadilla para el mouse, etc. Debido a esto aparecen en la encuesta dolores provocados por las condiciones no aptas para el trabajo que hay en los hogares.
Otra cuestión importante que aparece con la instauración del teletrabajo es el aumento de las horas de trabajo es que casi el 90% afirmó que el horario laboral se confunde con el de descanso.
¿Invisibles?
Los medios de comunicación y sus trabajadores suelen hablar y debatir sobre el salario de los políticos, los funcionarios del estado, los deportistas y los famosos, suelen también visibilizar a los trabajadores de diversas ramas cuando negocian paritarias y se movilizan para mantener el poder adquisitivo de sus salarios. Lo que los medios de comunicación pocas veces muestran son las condiciones laborales de sus propios trabajadores, los periodistas.
Hace algunos meses surgió una interesante iniciativa en Estados Unidos que consiste en que los periodistas y trabajadores de prensa publiquen de forma anónima información acerca de sus condiciones laborales. El documento en cuestión detalla cuánto ganan anualmente, por el cargo que efectúan, en que empresa lo realizan, qué responsabilidades tienen y también aparece información acerca del género, identidad étnica y años desempeñando la labor. El mismo se trata de una planilla de Google Drive colaborativa que surgió como una iniciativa anónima y nuclea cientos de trabajadores que aportaron sus datos.
Hay que tener en cuenta que las condiciones laborales y la información salarial en la lista es subida de forma anónima por los propios trabajadores, lo que impide que los datos sean verificados. Aún así, la misma no puede ser modificada por los lectores y sirve para establecer parámetros estimativos.
Los que acceden al documento pueden comparar el puesto en el que quieren trabajar (o en el que trabajan actualmente) de diferentes maneras y ver, por ejemplo, que diferencias salariales hay entre los medios y las locaciones. La lista permite saber que aspectos son relevantes para acceder a una posición, qué rasgos toman en cuenta los medios, tales como la edad, el género y la identidad étnica.
Este tipo de información sostiene victorias individuales de los trabajadores de prensa como, por ejemplo, aumentos de salarios. Y sobre todo puede inspirar a la organización de los trabajadores a construir logros grupales.
La visibilización de las condiciones laborales de los trabajadores siempre es positiva, y puede ser un puente para conectar a personas de diferentes partes del país que se sienten bajo las mismas condiciones.
En Estados Unidos este tipo de hojas de información se multiplicaron e incluyeron muchísimos rubros, desde trabajadores de Arte en los Museos hasta trabajadores Baristas. En muchos casos los grupos de trabajadores continuaron la organización y consiguieron la visibilización de sus condiciones con la base de datos como respaldo.

Dicha planilla norteamericana quizá sea una medida interesante para empezar a visibilizar sobre las condiciones laborales de los colegas de prensa en nuestro país.
Quizá así entonces comiencen a ser una (mala) noticia para las empresas para las que trabajan.
ANEXO FUENTES:
- Canasta Total, estimada en 53,637 pesos por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la GCBA para un hogar tipo 1:
https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/wp-content/uploads/2020/05/ir_2020_1457.pdf
- Encuesta SiPreBA trabajadores Freelance:
- Salarios actualizados según FATPREN:
- Encuesta SiPreBA sobre las condiciones laborales en pandemia
- Planilla de Iniciativa anónima de publicación de salarios:
- Tarifario de “Quiero informar y que me paguen”
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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