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Un día prefecto

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La esposa de un prefecto, en tono emocionado, dijo a lavaca algo inquietante: “Estos hombres hacen todo lo que hacen por amor a la Patria”. Sin embargo pocos minutos después, saltando con algarabía, esos mismos hombres cantaron: “No se toca, el sueldo no se toca”, y luego fueron menos musicales pero más precisos: “Por un piso de 7.000”. Terminaron haciendo un pogo: “Hay que saltar, el que no salta, no va a cobrar”. Las cuestiones salariales pueden generar conflictos, pero las alucinaciones sobre el amor a la Patria suelen generar tragedias. Por Madero los prefectos recibían los bocinazos de apoyo salarial de los camiones que pasaban, principalmente Mercedes Benz con contendedores de China Shipping, Hamburg y Maersk, guiados por afiliados al gremio de Hugo Moyano. Desde las escaleras del edificio Guardacostas, que da espaldas al río, los prefectos saludaban a los camioneros.
Un día prefecto
Todo mientras desaparece y aparece un testigo del asesinato de Mariano Ferreyra y sigue la cuenta regresivo-mediática del 7 de diciembre, entre otros misterios. La ciudad, como casi siempre, se muestra ajena: el subte, los vendedores de calzoncillos, el tránsito psicótico, el hombre que intenta una zamba frente a una gorra con dos monedas, miles de personas volviendo silenciosas al lugar del que habían venido, y todo lo demás. Llegando a la avenida Madero, unos 500 prefectos dominaban la escena frente a ocho cámaras de televisión, e intentaron sus cantos cuando les llegaron dos bombos y un redoblante de manos de un señor de gorra azul, letras brillantes (BJ) y el escudito de Boca Juniors. Una joven –con la que luego hablaría- levantó un cartel escrito a mano: “Familiares del Ejército Argentino”, y recibió un generoso aplauso.
“Tira la corrupción”
Un grupo de manifestantes conversa. Me presento y consulto sobre la situación. Uno toma la palabra: “Yo cobro 6.000 pesos con 16 años de servicio. Tendría que cobrar 11.000 para tener ganas de salir a combatir a la delincuencia. Si no, a uno le tira la corrupción. Obligan a que el personal sea corrupto porque no se llega a fin de mes”.
El más veterano se da cuenta de mi asombro y emprolija la cosa: “ Nosotros tenemos buena imagen, impecable. Lo que se necesita es que no haya discriminación”.
¿Por qué discriminación? “A los subalternos nos discriminan mucho”. Allí está la clave de los insultos y patadas oprobiosas lanzadas el día anterior contra el director general de Logística de la Prefectura, Norberto Venerini, a quien le calculan no menos de 40.000 pesos mensuales, éxito que provoca visible irritación en sus subalternos.
El veterano dice: “Esto es por la familia. Nada contra el gobierno”.
Un día prefecto
¿Quién tiene la culpa?
El grupo sigue la charla: “El gobierno sabía lo que estaba firmando, así que es responsable. Y esta cúpula de la Prefectura que ahora se fue, también. Ganan muchísimo, 40.000, 50.000 y hasta 90.000 pesos por mes. Y nosotros no llegamos al día 20. El problema es que si el gobierno puso la plata y ellos no nos la dieron, ¿dónde está la plata? Entonces que aclaren quién es responsable, pero la ministra (Garré) y el secretario (Berni) y la Presidenta firmaron, así que se tienen que hacer cargo del problema. Pero no decimos eso por estar contra el gobierno. Esto no es político, es salarial”.
Uno de sus compañeros se acerca al grabador: “Hay una culpa compartida del gobierno y la cúpula, porque la cúpula fue elegida por el gobierno. La cúpula es responsable pero nadie desconoce lo que pasaba”.
Un día prefecto
¿Quiénes son dictadores?
Uno de los manifestantes tenía una cacerola pequeña achatada de tanto golpearla. “Nosotros somos una nueva generación. Nacimos o nos criamos en democracia. No pueden decir que nosotros somos como la dictadura, porque reclamamos lo que es justo. Los dictadores son esta cúpula que se fue ahora de la Prefectura. Ellos seguían como en la dictadura. Nos oprimían, te sancionaban, te verdugueaban. Hay gente que tiene que vivir medicada por las presiones, las amenazas permanentes y la acción psicológica del personal superior”.
Otro de los manifestantes agrega: “Estoy en el área de salud. Si usted viera los partes psicológicos, psiquiátricos, a causa de la presión que hay, se daría cuenta. Parejas que se divorcian porque el hombre no va nunca a la casa por las recargas horarias. Esta conducción de la Prefectura que se fue es gente del Proceso. Un compañero dijo un día: ‘qué lindo que vuelvan los militares’. Y yo le contesté: ‘Si estos forros ahora que están en democracia nos tratan como basura, imaginate lo que sería si tienen el poder. Nos fusilarían a nosotros. Les molesta que alguien piense diferente. Bueno, a todos los que están arriba les molesta que alguien piense diferente”.
Un día prefecto
Ejército colorado
Mara Elizabeth Gómez hizo una cartulina con la frase Familiares del Ejército, muy aplaudida por los prefectos:
-Mi hermano está en el Ejército, es sargento, este mes le bajaron de 7.000 a 5.500 pero no puede venir porque lo dan de baja. Vine yo a apoyar. El gobierno es malísimo, se tiene que ir Cristina. No se puede andar por la inseguirdad, si no hay un límite esto termina mal. Hablan mal de los militares, pero mi papá fue militar y dice que no es tan así.
-Debo ser de la edad de tu papá: lo que hicieron fue de lo peor. 
-Pero los jóvenes no son así- dice recogiendo velozmente el barrilete-. Y los jóvenes no tienen por qué pagar por los viejos, no tienen nada que ver con la dictadura. Lo que están pidiendo es sueldos dignos.
Le pregunto si tiene alguna inclinación política. Sonríe.
-Me gusta Francisco De Narváez.
-¿Por qué?
-Porque es hermoso, pero además me gusta su discurso. Lo he acompañado y más allá de lo lindo que es tiene un proyecto re interesante. Ahora me voy al acto de Gendarmería, porque también tenemos parientes allá.
Teoría urinaria
Uno de los prefectos se acerca y me dice que jóvenes de la agrupación La Cámpora se acercaron a orinar a los manifestantes. “Querían reprimirnos y provocarnos. Si mean delante de mi familia, yo tengo que reaccionar. Hubo unos empujones y se fueron”. El joven declaró, dio media vuelta y se fue. Resultó imposible confirmar la existencia de esta nueva clase de luchas.
Le pregunto a otro de los manifestantes qué opinan del tema medios, monopolios, Ley de Servicios Audiovisuales, 7 de diciembre. Contesta: “Los medios tratan de sacar provecho cuando te muestran, y tratan de sacar provecho cuando no te muestran. No se les puede creer”.
Invitación a retirarse
Me rodean 15 uniformados y me preguntan por qué hablo y saco fotos.
-Registro lo que está pasando- digo burocráticamente.
-¿Con qué intención?- se me acerca uno en plan nariz vs. nariz.
Me invitaron a retirarme sin que yo pudiese resolver del todo con qué intención hago las cosas, ni con qué intención las hacen ellos. Vi que volvían a bailar ante las cámaras de televisión, según lo que parece ser el clima de la época.
Una pregunta
Los gendarmes en el edificio Centinela pasan música de fondo desde unos parlantes ubicados junto al busto de Güemes. Ninguno parece autorizado a hablar, excepción hecha de los retirados como el suboficial mayor Hugo Rivas. Su visión: “Los jerarcas ganan muchísimo. Que traigan sus sobres y los comparen con el resto y con los que somos retirados. Ellos se pueden comprar un 0KM por mes, y nosotros son podemos comprarnos una bicicleta”.
Segunda idea: “La ministra no puede ignorar lo que íbamos a cobrar. ¿Por qué el gobierno dejó que todo siguiera así?” Pregunta llamativa, que acaso el tiempo responda.
“Esto viene de arrastre” dice Rivas, “pero si podemos plantearlo es porque estamos en democracia y estamos con la democracia. No somos golpistas, estamos con la Presidenta. Pero yo cobro 1.099 pesos como jubilado mientras los jerarcas llevan 100 veces más ¿Qué hago?” Le pregunto a quién votó. Se ríe, y dice que el voto es secreto. ¿Votó por la oposición? “¡No! Somos del gobierno para el gobierno y vamos a cumplir las órdenes que nos den. Ahora tienen que resolver esa injusticia salarial. Y todo lo demás es blablablá”.

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Litio: nace un nuevo documental

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Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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