Nota
8M: el grito de Las Criadas
Más de 40 mujeres volvieron a vestirse como los personajes de El cuento de la criada, protagonizando otro evento conmovedor del 8M. Esta vez, cortaron la calle frente al Congreso, y luego pasaron por el Senado. Los detalles de una acción que ha ganado renombre internacional, y el texto que leyeron recordando una palabra del Himno que suele quedar relegada: ¡Libertad!
Las Criadas ocuparon otra vez el espacio público, como lo vienen haciendo desde 2018.

Foto: Martina Perosa
Salieron a la calle con sus capas rojas y cofias blancas, como los personajes de la versión televisiva de la novela de Margaret Atwood El cuento de la criada.

Foto: Martina Perosa
Cada una portaba un afiche: “Basta de torturar niñas”. Caminaron desde Mu Trinchera&Boutique, en la calle Riobamba, hacia el Congreso. Decenas de empleadas del edificio saludaron y aplaudieron su paso.

Foto: Martina Perosa
Y Las Criadas pararon: en Entre Ríos y Rivadavia, frente al propio Congreso, se detuvieron, interrumpiendo parcialmente el tránsito. Allí la periodista Miriam Lewin leyó un texto que en un momento se dirigió a los senadores y funcionarios que rechazan el proyecto de legalización del aborto, acompañado por el grito del resto del grupo: “No somos sus criadas”.

Foto: Martina Perosa
Las rodeaba el tránsito y una aguda sirena de bomberas proveniente de un camión de ese cuerpo de seguridad que había sido pintado de rosa y circulaba alrededor del Congreso tripulado por mujeres.

Foto: Martina Perosa
Las Criadas, entre las que se contaban profesionales, trabajadoras, periodistas e incluso diputadas como Victoria Donda, mostraron luego el otro lado de la pancarta, con la siguiente leyenda: “Aborto Legal Ya”. De pronto el estruendo de la calle pareció calmarse al oírse la bella y potente voz de una de las mujeres entonando el primer verso del Himno Nacional, luego rubricado por todas las Criadas que gritaron tres veces la palabra “libertad”.

Foto: Martina Perosa
Caminaron hasta la puerta del Senado. Los custodios miraban: no pudo saberse si no entendían, o entendían demasiado. Mirando a ese edificio gris mostraron sus carteles en pro del Aborto Legal, y volvieron al punto de partida, a un abrazo grupal, y al ulular colectivo que en esta época suena más fuerte que todas las sirenas.

Foto: Martina Perosa
En 2018 una de las acciones de Las Criadas, en el Parque de la Memoria, fue elegida entre los más poderosos eventos del fotoperiodismo mundial por el sitio de arte y cultura visual Artsy.net.

Foto: Martina Perosa
Aquí, el texto que Las Criadas leyeron en el Congreso a través de la voz de la periodista Miriam Lewin.
«Estamos acá para decirles a las senadoras y a los senadores que apoyan el aborto clandestino que son responsables de muertes y torturas.
Estamos acá para gritarle a este Parlamento, a este gobierno y a esta sociedad:
“No somos sus criadas”.
No estamos dispuestas a ser las protagonistas de un cuento de terror.
Estamos juntas, estamos hartas y estamos en rebeldía.
Estamos transformando todo este dolor, toda esta rabia y estas toneladas de impotencia en un terremoto que sacude los cimientos sociales.
Estamos parando este mundo horrible en cada barrio, en cada escuela, en cada casa y en cada pedacito de territorio donde nos quieren sujetar a la violencia de una vida sin derechos y sin justicia.
Estamos organizando las formas de resistir a este brutal sometimiento de nuestra subsistencia cotidiana y creando otras formas de producir lazos sociales más justos, más libres y más alegres.
Nos merecemos vivir una vida sin violencia.
Nos merecemos un futuro sin fundamentalismos.
Nos merecemos nuestras utopías.
Sabemos cómo hacerlo porque somos las hijas de esas Madres que desafiaron el terror, porque somos las hermanas de esas mujeres que torturaron, violaron y obligaron a parir en campos de concentración y porque somos las nietas de esas Abuelas que siguen buscando las niñas y niñas que robaron. Ellas nos enseñaron a no tenerles miedo.
Tenemos en nuestros cuerpos la memoria de todas esas batallas ganadas a la impunidad.
Tenemos en nuestras cabezas las lecturas de quienes con el dolor de las sobrevivientes hicieron arte para alertarnos de los peligros y para alentarnos a la rebelión.
Tenemos en nuestros corazones la furia y la razón.
Estamos acá porque hoy detenemos la producción de violencia y miseria, paralizamos el horror y silenciamos el odio.
Estamos aquí para recordarles aquello que han traicionado, lo primero y lo más importante:
¿Escuchan?
“Oid mortales
El grito sagrado”
Libertad, libertad, libertad.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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