Nota
Alerta Posadas: por qué está en juego la salud pública
Trabajadores del Hospital Posadas realizaron un paro de 24 horas, un abrazo simbólico y una movilización en reclamo por los 122 despidos de enero que estuvo custodiada por un excesivo operativo de Gendarmería. Los despedidos son profesionales de hasta 20 años de trayectoria con varios puntos en común: todos estaban precarizados y muchos se habían opuesto a la extensión de la jornada laboral del sector de Enfermería a 12 horas. No los indemnizaron. Ahora, denuncian que contratan monotributistas. Testimonios de trabajadores que revelan por qué está en riesgo la salud pública.
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El enfermero Sergio Villalba estaba de vacaciones en Misiones cuando le mandaron un mensaje notificándole que había sido despedido después de 10 años de trabajar en el Hospital Posadas. El 24 de enero ya estaba de vuelta en Buenos Aires. No sólo es una de las 122 personas despedidas sino que es uno de los 15 delegados echados de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), uno de los sindicatos que se opuso a la extensión de 10 a 12 horas de la jornada laboral de enfermería. “Éramos 21: quedamos 6”, dice hoy. E interpreta sobre esa cuenta matemática: “Es político”.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
Son las 11 de la mañana bajo un sol que hierve y Villalba sostiene una bandera que dice «No a los despidos en el Hospital Posadas. Defendamos la salud pública». Es la cabecera de una caravana que en minutos marchará hacia la autopista Acceso Oeste luego del llamado a un paro de 24 horas y a un abrazo simbólico a la institución que fue una pieza más de un enero caliente: más de 3 mil trabajadores públicos quedaron en la calle. Es por eso que, desde los megáfonos, se anuncia el siguiente cronograma:
- Marchar el 15 de febrero en movilización convocada por ATE.
- Convocar el 17 a un encuentro de trabajadores (estatales y privados, despedidos y con empleo) en el Hospital.
- Marchar el 21 en la movilización convocada por Camioneros, un sector de la CGT, las dos CTA y organizaciones sociales.
La actual marcha es supervisada por un excesivo operativo de Gendarmería: sobre la autopista hay al menos 15 vehículos con cientos de efectivos que, con escudos, escopetas y drones, mira hacia abajo a un mismo punto, en dirección al grupo de médicos que reclama por los 122 trabajadores despedidos.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
El Estado gendarme
Las enfermeras del turno noche montaron un kiosco solidario en el hall central del hospital para recaudar fondos. Es uno de los sectores más vapuleados por los despidos de enero: no sólo denuncian que llevan siete meses sin cobrar más del 70 por ciento de su salario producto de una “represalia” por rechazar la extensión de su jornada laboral a 12 horas, sino que muchas de ellas fueron despedidas.
Así lo cuenta Fátima Gutiérrez, 38 años, 13 como enfermera en terapia intensiva pediátrica: “Empezó por un reclamo en el que nos querían imponer 12 horas de trabajo: es insalubre. Cuando fuimos a la Justicia y empezó la represalia: nos descontaron el 70 por ciento del sueldo durante siete meses. En mi caso pude aguantar porque soy soltera, pero imaginate los compañeros que tienen hijos, familia y deben pagar un alquiler. Presentamos un amparo y al comienzo éramos 125; luego quedamos 70. Es que es muy doloroso que te descuenten sabiendo que venís a trabajar todos los días. De todos modos, nadie se salvó: esas personas también fueron despedidas”.
-¿Por qué?
-Quieren que haya gente que obedezca y cumpla las disposiciones del establecimiento sin quejarse. Hacen esto porque van a precarizar.
Luego de los despidos, los trabajadores realizaron asambleas dentro del hospital, exigieron la participación de los sindicatos en los reclamos y marcharon hasta el Ministerio de Salud. No tuvieron respuestas. Tampoco desde algunos gremios. Todos los trabajadores consultados cuestionan la participación de la seccional Morón de ATE (a la que están afiliados muchos de los despedidos) y de su secretario general, Darío Silva: se viralizaron videos en los que se ve cómo una patota golpeó a los trabajadores echados que se habían acercado a pedir una asamblea para tratar el tema. El escándalo motivó a que integrantes de ATE Nacional acudan a las asambleas convocadas por los propios trabajadores, que manifestaron su apoyo al reclamo.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
Karina Almirón tiene 47 años y trabaja hace 15 en el Posadas como técnica de anatomía patológica especializada en inmunohistoquímica, un estudio que ayuda a diagnosticar enfermadades como cáncer. “Yo era la única del Hospital que hacía ese estudio. Para reemplazarme contrataron a cuatro personas. Por un lado, le hicieron levantar el parte médico a una compañera que me ayudaba a mí, tomaron una estudiante de primer año sin título, a una tercera que va a venir algunos días y a una cuarta persona que les va a enseñar los sábados. Todos como monotributistas. Ahí te das cuenta que no es un problema de presupuesto o de dinero, porque van a gastar 60 mil pesos cuando yo tenía un sueldo de 13500, uno de los más bajos. Sólo quieren cambiar las condiciones de los trabajadores en el Estado y dejarlos sin ningún derecho”.
-¿Cómo fue el derrotero?
-El 15 de enero nos avisaron que teníamos que ver si estábamos o no en las listas de renovación de contrato. No estábamos en ninguna. Nos informan que nuestro contrato había vencido el 31 de diciembre del año pasado, con lo que nos enteramos 15 días después. No sólo no nos quieren pagar la indemnización sino tampoco los 15 días de enero que efectivamente trabajamos. Esa es la modalidad aquí: tenemos solo un 15% de planta permanente, que son compañeros que están muy cerca de la jubilación, y el 85% restante está contratado bajo diferentes modalidades. Algunos teníamos algo llamado “Contrato Posadas”, que se renovaba automáticamente y ya no existe más. Otros el “Contrato 48”, común en todo el Estado. Pero ahora están cambiando esas condiciones y están convocando a monotributistas, ni siquiera contratados.
-¿Cómo sigue aquí?
-Estamos pidiendo la reinstalación. Muchos teníamos tutela sindical: en mi caso por haber sido candidata delegada no electa, otros porque eran delegados de CICOP (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires). Pero tenemos cuatro compañeras enfermas de cáncer, dos compañeras embarazadas, tres con hijos con discapacidad a cargo. Sobran razones para pelear: muchas de nosotras tenemos 15, 18 y 20 años de trabajo. Y ni siquiera nos indemnizaron, lo que es una particularidad, porque en otros organismos el Estado los indemnizó. Acá están diciendo que no corresponde: por donde se lo mire, es una ilegalidad. Nos están robando, estamos peleando por nuestros puestos de trabajo y mandan a la Gendarmería a vigilarnos cuando los verdaderos delincuentes, aquí, están en la Dirección.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
“No sobra nadie”
La caravana parte desde el patio central del Hospital cantando «Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode». Quiere subir al Acceso Oeste. Del otro lado de la colectora, sobre la autopista, el largo cordón de gendarmes también camina: algunos filman mientras marchan, otros lo hacen desde los puentes cercanos. De todas maneras, un drone surca el cielo, ahora más caliente que nunca.
La marcha se detiene: enfrente se topa cara a cara con un cordón de gendarmes.
Luego, otro.
Y más atrás, un tercero, acompañado de un camión.
El tránsito en la autopista se ralentiza por los propios efectivos. Los autos que se detienen y bajan sus ventanillas para cortar por un segundo el aire acondicionado y agitar sus brazos y gritar en señal de apoyo, también son filmados.
Desde la caravana surge un canto:
- “Que feo, que feo, que feo debe ser/ reprimir obreros para poder comer”.
Al frente, y sosteniendo la bandera que reclama por los despidos, avanza Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Tenemos que hacer que se reincorporen a toda la gente que fue despedida”, dice a lavaca. “Este Hospital fue y sigue siendo escuela y ejemplo para toda Latinoamérica. El Gobierno tiene que respetar la salud pública, debe respetar la educación, debe respetar al pueblo para que viva una vida digna como nos merecemos todos. No sobra nadie acá. Son todos imprescindibles”.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
Ningún trabajador nace monotributista
La tensión dura varios minutos. Luego, los trabajadores deciden retomar sus pasos y marchar hacia el centro de Ramos Mejía, localidad de La Matanza, vecina al Posadas.Y hacia allí también camina Daniela, trabajadora del área de internación de adultos, que aporta un dato cuando el grabador se enciende: no está despedida.
-¿Por qué está acá?
-Porque están vaciando el hospital de enfermeros en represalia a una lucha por querer imponer 12 horas de trabajo. De hecho, ya lo impusieron. Es un trabajo insalubre y 12 horas es muchísimo. Los compañeros se opusieron, lograron un fallo de la Justicia de San Martín que declara la resolución inconstitucional y como represalia despidieron a casi todos. Y hay que aclarar algo: estos despidos no son por ajuste, sino tendenciosos. Muchos de los que empezaron a reclamar ya se habían ido bajando porque les hicieron descuentos brutales en el sueldo, para que tengan hambre y desistan. Despidieron también gente de otros sectores y muchos delegados y afiliados de los sindicatos de CICOP, que fueron los únicos que apoyaron el reclamo, mientras que ATE Morón y UPCN no solo no acompañaron sino que dieron el visto bueno a la Dirección para implementarlo. Es una vergüenza. El secretario general de Ate Moron, Dario Silva, era enfermero de pediatría y se prestó a avalar a 12 horas cuando hace mucho estábamos luchando por reducir la jornada a 6. No solo por el cuidado psíquico y físico del trabajador, sino por el bienestar del paciente. El desgaste impacta en la atención del paciente, y después de 10 horas el enfermero no puede brindar el mismo cuidado. Entonces, ¿por qué estoy acá? Estoy en apoyo de mis compañeros despedidos pero sobre todo en apoyo al hospital. Un atropello a todos los que tenemos muchos años.
-¿Hace cuánto que trabaja en el Hospital?
–Llevo 15 años. Están queriendo limpiar a toda la gente que tiene memoria de lucha. Adentro, además, la cosa está muy difícil: metieron mucho miedo de perder el trabajo. Hay compañeros que apoyan, que estarían acá, pero tienen presión de muchos jefes. ¿Y por qué? Porque todos somos precarizados, todos somos contratados y mañana no sólo nos pueden rescindir el contrato sino también dejarte en la calle sin derecho a nada.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
Qué está en juego
La movilización avanza hacia Ramos Mejía, punto clave de acceso por donde pasa el ferrocarril Sarmiento. La caravana corta por unos minutos las vías del tren. Mirta Arceri, otra de las despedidas, con 18 años en el Hospital, comunica desde un megáfono: “Vienen por la privatización del Hospital. De su hospital. Vienen para que todos los servicios sean arancelados. Para que cada necesidadad, cada consulta que se necesite, deba abonarla”.
Pese a la marcha, psa algo curioso para este país frenético: no hay insultos ni bocinazos.
Desde los balcones de los edificios, los andenes de la estación y de los colectivos repletos de calor llegan aplausos, gritos de entusiasmo y cantos de apoyo que, bajo este mediodía hostil, son como gotas de agua que calman la sed.
Así lo entienden también dos empleados de una remisería que le convidan un vaso de agua a Carmen Lima, 48 años, enfermera en el Posadas hace 18, con una recorrida en pediatría, en adultos, en terapia intensiva e intermedia, en unidad coronaria y que hoy, con una hija a cargo con enfermedad crónica, también quedó en la calle.
Y dice: “Me echaron sin mandarme telegrama ni notificación escrita. Es injusto cómo nos han despedido, sólo para cambiarnos por monotributistas. Te prohíben hasta que te movilices. Son contratos basura, y eso en realidad va a la privatizacion de todo el sistema de salud publica del Hospital Posadas. Si cae nuestro monstruo, cae toda la Argentina”.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.
Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.


La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.
El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.
Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.
Pero falta para eso.
Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.
En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.
Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.
Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.
Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.
Fin.


Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.
Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.
Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.
Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.
Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.
Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.


Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.
Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.
Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.
Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.
Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.
¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.
¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.
Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.
¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.
¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.
Fin.

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.
Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.
Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.
De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.
Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.
Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.
Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.
Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.
¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.
Fin.




Otras celebridades que se llevan las miradas:
El Zorro con la bandera de Argentina.
Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.
Lila Lemoine vestida como playera de YPF.
Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:
- Castrá
- Adoptá callejeritos
- Educá
- No compres
- No + piroctenia
Son tatuajes.
En la cara.
Fin.

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?
Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.
La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.
¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.
¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.
Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.
Fin.


Equivalencias y bebidas.
Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.
Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.
Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.
Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.
Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.
Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.
La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.
Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.
Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.
Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.
Le han robado el celular.
Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.
El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.
Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:
-Es que está lleno de negros.
Fin.
