CABA
Así fue la presentación del Partido pro aborto clandestino
Crónica de la triste presentación del Partido Celeste. Las fundaciones que lo empujan, y los endebles lineamientos que lo motivan. El hombre de pañuelo celeste que los insultó desde los pasillos del Hotel Savoy. Y la preparación a contrareloj para las PASO, en medio del ninguneo mediático que aquí pretende no ser excepción, sino consuelo.
¿Por qué darle cámara y micrófono al Partido Celeste? La pregunta queda aún más vacía al salir de la conferencia de prensa que inauguró su presentación en el Hotel Savoy, ante la presencia de unas 100 personas, si no fuera por un hombre que expone muchos de los contrapuntos de esta triste iniciativa.
Los medios presentes son escasos, se irán rápido y la charla se alargará con preguntas cada vez menos preguntas, con respuestas que se alejan cada vez más de esa especie de antipolítica inicial (se terminará hablando de “libre mercado con protección de la industria nacional”) y con un vacío de sentido generalizado resumido en la desazón de este cincuentón de pañuelo celeste, que no parará de gritar desde los pasillos (al ritmo de “shhh”): “Esto no va para ningún lado”.
El hombre se identifica a lavaca como un ex candidato a diputado del partido Tradición, Familia y Propiedad, una organización cristiana oriunda en Brasil y en Argentina asociada a los grupos ultra conservadores de la iglesia, liderada por un tal Cosme Beccar Varela. Su currículum actualizado – vocea- es ser parte de un estudio de abogados, posiblemente el de Beccar Varela hijo, que vino a “apoyar el lanzamiento del Partido Celeste”. Sin embargo, con el correr de la conferencia parecerá todo lo contrario: “Somos autoconvocados y aparecen éstos a hacer política: dijimos que no íbamos a hacer esto”, le dirá gritando a un hombre (y por extensión al resto de los presentes) de traje con un pañuelo celeste asomando del bolsillo del saco, adornado a su vez por el pin de una cruz roja que apela a una fusión entre el símbolo de salud y la cruz cristiana. Este hombre, una especie de guardaespaldas sin diploma, apartará al candidato del TFP hacia un lado para que sus quejas no se escuchen dentro de la sala, donde se intenta mostrar otra cosa.
El símbolo del Partido Celeste es una ola. Sí, una ola celeste que no deja de remitir a la “marea verde”, al igual que el pañuelo celeste y el pañuelo verde. La toma de los símbolos del contrincante parece ser una constante, y la mecánica también: vaciarlos de sentido, y colorearlos.
“Si nos atacan, tenemos que tener argumentos”, es una de las premisas que se proponen desde la mesa central, donde precisamente sobrarán premisas pero faltarán argumentos.
Otra de las frases con las que inicia la presentación del PC: “La lucha que hemos vivido estos meses” y “esta aventura de manifestarnos en la calle”. La mesa está compuesta por dos hombres que monopolizarán la palabra, y dos mujeres: una que no hablará en toda la sesión y la otra que responderá una de las (tantas) preguntas. La puesta en escena termina siendo evidente: hombres a la cabeza, y mujeres como potus.
La presentación comienza casi excusándose de que el evento sea en la Capital Federal, “ya que en la provincia hemos tenido la movilización fuerte”. La ola celeste no rebalsa ni mucho menos el Hotel Savoy, que muestra veredas y sum vacíos: “Es en el subsuelo”, indica el botones de la puerta.
Al principio, se repetirá como un mantra que el Partido Celeste es un partido “de la gente y para la gente” y luego se definirá más concretamente como un partido “para aquellos que quieran defender la vida desde la política”. Con el correr de los minutos irán surgiendo nombres propios y fundaciones desde donde claramente nace esta propuesta, a saber:
-Fundación Más vida
-Partido por la vida
-Mujeres por una Nación Diferente
-Abogados por la Vida
-Entre otras.
La palabra “vida” es la gran estrella de la mañana y cada vez que alguien la pronuncia, todos sonríen. La otra estrella es sin duda el contador Raúl Magnasco (presidente de la fundación Más Vida) y otra de las rockstar es la autora del pañuelo celeste, Marta Rodríguez (de Mujeres por una Nación Diferente). Más tarde, empezada la conferencia, llegará entre vitoreos un médico a quien alguien luego señalará ya como “el mejor candidato” del Partido.
“Es un partido de médicos y contadores”, resumirá el ex candidato de FTP, contraponiendo a “los otros partidos por la vida, compuestos por abogados”. Algo más que los rubros pareciera dividir las diferentes opciones antiderechos y son las variantes de difusión: “Hoy a la tarde se presenta otro partido por la vida”, sigue el ex candidato, “pero no se enteró nadie, circuló solo por WhatsApp”. El hombre saca su celular y muestra la oculta invitación, entre flyers de la virgen e infografías que difunden “en qué consiste la ideología de género”.
Con el correr de los minutos en la mesa la cosa va tomando tenor político. De la amplitud que da la palabra “vida” (ya que muchos asociarían, en cambio, a estas personas con la muerte) y la idea de un partido abierto por y para “la gente”, se irán perfilando análisis que hacen pie en encuestas y programas políticos algo más concretos. Raúl Magnasco habla de una “crisis de representatividad”, dice que el “70% del país está en contra del aborto” y propone “no podemos exigir seguridad o honestidad en dirigentes sin respeto por la vida desde la concepción”. La ensalada parece mayúscula y siempre adobada con la palabra “vida” y su amiga “concepción”. Luego se estirará la parábola hasta “muerte natural”.
Después de esta introducción, los expositores ventilan que hubo “reuniones previas del partido” donde definieron algunos lineamientos sobre educación, salud y economía, que circulan en una sobria carpeta. “Sin embargo – aclara Raúl- no tenemos ataduras ni lineamientos de ningún tipo”.
La estructura del partido se presenta como “inédita”: “Es una democracia directa”, se jactan desde la mesa principal. “El mandato de los representantes será cumplir lo que piden los votantes. La opinión personal está en segundo plano”.
Promediando la conferencia Raúl vuelve a tomar las riendas y alinea a la tropa, ya un poco dispersa. “Somos outsiders de la política”, asegura, y plantea la proyección futura: “Argentina es la oportunidad para el mundo, es el primer paso para que no haya abortos en el mundo”.
Llegan los primeros aplausos de la jornada.
Magnasco compara el aborto con la esclavitud y el momento en el que “la historia dijo `esto es un ser humano`”. Raúl cree que Estados unidos, Polonia y Eslovenia echarán para atrás sus legislaciones sobre el aborto y genera el segundo aplauso de la noche al decir: “Acá no tenemos financiamiento de ningún organismo internacional”.
Según surge desde la mesa principal, el Partido celeste se propone juntar las 4.000 adhesiones que le permitan competir en las próximas PASO (se presume, de Capital Federal) y hasta evalúa hacer alianzas con los otros partidos específicamente creados para contraponerse a cualquier regulación de la interrupción voluntaria del embarazo. “Lo ideal sería meter uno, dos legisladores cada uno, pero sino evaluamos hacer alianzas”.
Sus otros ejes – así, a grandes rasgos- son “las drogas” y la “ideología de género”, según repone una señora que se presenta como “una madre cristiana preocupada por las dos vidas”: “Además estoy preocupada por la ideología de género que quieren imponer en las escuelas”.
En la ronda de preguntas ante la prensa preguntará la revista autogestiva Cítrica y una corresponsal chilena. No más. Todo el resto de los medios –sobre todos la endiosada tevé- se habrán ido, y quedarán en cambio personas de más de 50 años con muchas ganas de hablar. Entre ellas se reparte estratégicamente el micrófono.
Es entonces cuando una señora dice textualmente: “Conozco gente realmente pobre que no tiene valores, o no los que tenemos nosotros, pero que tiene muchos valores”.
Es entonces cuando el ex candidato de pañuelo celeste de TFP no aguanta más y vuelve a gritar: “Qué vieja pelotuda; esta gente es la que te termina arruinando todo”.
David se presenta como enfermero a favor de las dos vidas, y es el otro que esboza una pregunta: “¿Por qué tienen una tendencia liberal en lo económico?”
El líder Raúl responde que los lineamientos que figuran en la carpeta son producto de la “opinión de los presentes en las reuniones del inicio del partido”, pero que “al momento de votar por cuestiones concretas se trendrán en cuenta las encuestas”.
A esta altura, ya nadie dice la palabra “vida”, todos miran el celular y casi nadie escucha.
“Estos están muertos”, resume el hombre del ex FTP. “Si esto sale de acá, este partido muere antes de empezar”.
Con “esto” se refiere a todo.
Antes de irse, el hombre tranquiliza: “Menos mal que se fueron los medios”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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