Sigamos en contacto

CABA

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La segunda edición del ciclo de MU Trinchera Boutique convocó a tres nuevas intervenciones que hicieron bailar la Plaza de los Dos Congresos. Con el hilo sonoro del acordeón de Nahiel Dornell, las propuestas combinaron presente y futuro: el baile desde el placer de Trama, los cuerpos híbridos de Prefiero ser una cyborg que una diosa, y los tangos y el vogue de Mano a Mano. “Un cuerpo que baila es un cuerpo que lucha. Muchos cuerpos que bailan son la revolución”, sintetizaron les artistas. La crónica, las fotos y el video.

Video: Bruno Ciancaglini.

Cerca de las siete de la tarde de un sábado franqueado por el viento, arrancó la segunda edición de “Bailar la vereda”, el ciclo de danza al aire libre organizado por MU Trinchera Boutique, que propone habitar el espacio público con música y movimiento. El escenario fue también esta vez la construcción en semicírculo de la Plaza de los Dos Congresos bordeada por columnas, con estética de balcón. Allí, se sucedieron tres intervenciones performáticas que calentaron la pista, imprimieron ritmo a la tarde y apaciguaron el viento. Espectadorxs sentadxs en las sillas que formaban dos hileras y otrxs de pie, algunxs llegaron especialmente y otrxs fueron transeúntes ocasionales que pasaban caminando o en bicicleta y se quedaron a ver el show.

La actriz de la Compañía de Teatro Ver Llover, Virginia Silva Finguer, inauguró la función con la lectura del texto de bienvenida:

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

“Un cuerpo que baila es un cuerpo que sueña. Muchos cuerpos que bailan pueden desatar la catarata del sueño colectivo.

Con zapatillas, zapatos de taco, calzado lustroso, raído o descalzos, los pies portan la información del ritmo y ese registro es tan antiguo como el fuego.

Los pies conectan con la tierra y sus historias. Y así, levantan vuelo y sacuden el aire.

Un cuerpo que baila es un cuerpo que lucha. Muchos cuerpos que bailan son la revolución.

Abrimos los ojos, sacudimos las penas, sentimos la música y a bailar la vereda”

El músico Nahiel Dornell recorrió el escenario con su acordeón, mirando a los ojos a lxs espectadorxs y nos ofreció “La Noyee” de Yann Tiersen. Las copas de los árboles meciéndose por el viento como escenografía natural, la emoción del encuentro y el dulce sonido del acordeón conspiraron para que fuera un momento de ensueño. “Es una de las primeras veces que me lanzo a tocar como solista en vivo, pude interpretar mi instrumento de una manera nueva: caminando y mirando al público. Esta propuesta da vida al cuerpo e invita a la gente a mostrarse a través del movimiento, fundamental en estos tiempos de encierro y miedo”. Nahiel es acordeonista y pianista, estudió en el Conservatorio Astor Piazzolla y forma parte de La Criolla Engalanada, una banda de folklore.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

El placer compartido

La primera intervención fue “Trama” y estuvo a cargo de las bailarinas Melina Boyadjian, Nayla Altieri y Mavi Ribera. Vestidas con pantalón, campera metalizados y de zapatillas, las chicas espaciales transitaron la pista y sacudieron los restos de inercia de lxs presentes.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Torsos meneándose, pies marcando el compás y aplausos. Ganas de bailar que se traspasaban de un cuerpo al otro. Melina, Nayla y Mavi se conocen del ambiente de la danza desde hace tiempo, se enteraron de la convocatoria por Instagram y crearon la obra para esta ocasión. ¿Por qué bailar juntxs? “Es importante que los cuerpos estén cerca y con placer alrededor, encontrarse en la calle de otras maneras. La danza tiene algo de compartir el placer, el erotismo, y eso también hace al espíritu de fiesta, hace que nos sintamos más cerca. Sirvió para vernos en carne y hueso. Simple y agradable”, coinciden.

Nahiel y su acordeón vuelven a caminar por el escenario y nos acarician con otro tema: “Que nadie sepa mi sufrir”.

Realidad cyborg

Luego, es el turno de la obra “Prefiero ser una cyborg que una diosa. El tiempo desaparece igual que yo”, de Mijal Katzowicz y Sofía Rypka, con la mezcla de sonidos a cargo de Camilo Ortiz. Mijal y Sofía emergen detrás de los ornamentos de la construcción semicircular devenida en anfiteatro al menos durante una hora. Vestidas con pilotos beige y rojo y con máscaras metálicas, inician una danza por momentos mecánica, eléctrica. “Soy el protocolo de una autómata. ¿Quién soy? El tiempo desaparece igual que yo”, se escucha una voz, inserta en la música. Más tarde: “¿Qué miran? Pónganse esas máscaras de mierda que están usando y por lo menos bailen una coreografía”.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Continúan con sus movimientos, ríen juntas, con una carcajada que resuena desorbitada, irreal. “Soy una cyborg”. El organismo intervenido por la tecnología para optimizarlo. La mixtura de lo natural con lo artificial. En “Manifiesto Cyborg” Donna Haraway se refiere a “lo cyborg” como la blasfemia ante un mundo dominado por lo masculino. Lo define como “un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción”. Estamos rodeadxs de realidad y de ficción y no distinguimos cuál es cuál. “Todos somos quimeras, híbridos teorizados y fabricados de máquina y organismo, en unas palabras, somos cyborgs”.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Mijal y Sofía trabajaron juntas en la obra de teatro “Ultimo round” que tuvo como escenario el ring de la Federación Argentina de Boxeo, en el barrio de Almagro. Mijal dirigía y Sofía actuaba. “Este año empezamos a investigar la temática y el universo cyborg, con otros formatos, con trabajo virtual y plataformas vinculadas a las nuevas tecnologías y un trabajo más visual de proyecciones. Vimos esta convocatoria y como estábamos muy manijas de bailar, hicimos especialmente este trabajo para Bailar la vereda, con esta temática”, cuenta Mijal.

Las cyborgs danzantes detienen su baile, miran al público y con un movimiento repetitivo del dedo índice invitan a traspasar los dos escalones y subirse al escenario. Varixs aceptan el convite y los cuerpos se funden con la música. Dos viejitas -a juzgar por sus atuendos-, disgustadas por tanto ruido, irrumpen en la escena. “Una paga los impuestos para esto”, comentan enojadas, sentadas a la mesa y escuchando la radio. Suena una milonga: “El carnet de solterona en el barrio ya me han dado y yo siempre les contesto ¿quién me quita lo bailado? Andar siempre de milonga es bueno pa´ la salud. Todavía quedan vacantes, que se pasen pa´ mi club”. Se van arrancando cada una las ropas de viejitas y aparecen las medias negras de red, el plush color rojo y los tatuajes.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Congreso is burning

Les bailarines Solmi y Laurent bailan tango primero y luego desatan una ovación al pasar al vogue, un estilo de danza inspirada en las glamorosas poses que aparecían fotografiadas en la famosa revista “Vogue” y que la canción de Madonna del mismo nombre ayudara a ser más conocido. Nacido en los 80, en Harlem, barrio marginado de Nueva York, más que una danza, es un movimiento cultural que perdura. El documental “Paris is burning” retrata en detalle los orígenes del vogue.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Cuenta Laurent, bailarine profesional de tango y folclore, baila voguing y otros estilos urbanos: “Apenas nos enteramos de Bailar la vereda empezamos a construir parte de la obra para esto, un poco pensando en los lenguajes que manejamos nosotras en nuestra corporalidad y queriendo fusionar con nuestra cultura popular por eso incluimos el tango en la propuesta”. Agrega Solmi, bailarina de waacking, vogue y twerk: “Mezclar tango con vogue que por ahí no es tan conocido y traerlo a este escenario fue como para que se conozca también”.

Laurent: “Es parte de visibilizar a partir de todo lo que sucede con nuestro colectivo LGTBIQ+, esta pieza tiene el lenguaje potencial del vogue que es de nuestro colectivo, apoyando también todo el camino que vienen haciendo, tanto Fifi Tango, que lo utilizamos en nuestra perfo, como también los poemas leídos en la vidriera por Susy Shock y acompañar todo el movimiento del colectivo. También es importante tomar la vereda porque es el espacio público que merecemos” Solmi: “En este contexto, la gente necesita encontrarse estas situaciones en la calle, vi un montón de gente en el público que pasaron y se quedaron, muy agradecides”.

Tal como sucediera el sábado pasado en la primera edición de “Bailar la vereda”, una vez finalizadas las intervenciones, lxs espercatdorxs dejaron de serlo y transmutaron –apenas subidos dos escalones- en bailarinxs. Con mayor o menor (o nula) técnica, los cuerpos se dejaron llevar por la música como, en las alturas, las florecidas copas de los árboles por el viento. El semicírculo de cemento que parece un balcón-terraza edificado sobre el suelo, cumplió la función de balcón y nos permitió asomarnos a otro mundo, el de las cyborgs que bailan y el de la osada batalla en la que lxs soñadores son lxs vencedorxs cada vez que se visten de gala y se animan a imaginar con sus pies el mundo en el que quieren vivir.

Los cuerpos tienen mucho para decir.

La vereda sabe escuchar.

Entonces, a bailar.

Cyborgs, tango, vogue y la catarata del sueño colectivo: segunda edición de Bailar la Vereda
Foto: Martina Perosa.

Portada

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas de cada miércoles llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro.

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro.

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El dispositivo incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería» de la Policía de la Ciudad». El organismo también observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!”.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro.

Seguir leyendo

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
Seguir leyendo

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.723