CABA
De qué hablamos cuando hablamos de ajuste: testimonios y datos de trabajadores estatales en lucha
La pérdida de soberanía en ciencia y tecnología. Las vacunas que ya no llegan. Los métodos anticonceptivos que ya no están. La renuncia del director del área de Sida, ETS y Tuberculosis por la reducción a la mitad de su presupuesto. La salud desde una perspectiva asistencial. El vaciamiento de la Agricultura Familiar a la medida de la Sociedad Rural. La destrucción de procesos organizativos. Trabajadores poniendo plata de su bolsillo para continuar los conciertos de orquestas. El desfinanciamiento de las casas de cultura barriales. Postales en primera persona de qué hablamos cuando hablamos de ajuste en el Estado.
1) Secretaría de Agroindustria: “Buscan destruir procesos organizativos”
Tatiana, Lorena y Silvia son tres de las 400 personas despedidas de la subsecretaría de Agricultura Familiar, en el exministerio de Agroindustria. Fue el área más afectada tras los 567 despidos de la cartera que maneja el ex presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevere. Las tres son técnicas que trabajaban hacía una década desde los territorios:
“Al no estar las técnicas de terreno, los agricultores familiares no van a tener la asistencia técnica que muchas veces terminan recurriendo a un ingeniero agrónomo. Son sectores muy vulnerables y esas familias, al no estar el Estado, quedan desamparadas sin políticas públicas para ese sector. Eliminaron dos herramientas fundamentales como el Monotributo Social Agropecuario y el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (ReNAF). Las sacaron, y eso también es desprotección.

Foto: Lina Etchesuri
Es un claro recorte a lo que significan las políticas públicas que buscan construirnos soberanos en nuestros alimentos. A la hora de poder elegir qué comer y cómo producirlo nos estamos viendo afectados todos, no sólo técnicos y agricultores, sino personas que consumen estos alimentos, que son los que luego llevamos a la mesa.
¿Por qué el ajuste cayó de forma tan brutal en Agricultura Familiar? Es que así buscan destruir a procesos organizativos que trabajan desde lo social y hacen arraigo en la gente del campo, que ahora queda excluida y se va a vivir a las ciudades. El Estado busca así excluirlos, porque lo maneja un Gobierno que prioriza la Sociedad Rural y los grandes productores. El desguace es un traslado de dinero hacia Etchevere y sus amigos”.

2) Secretaría de Ciencia y Tecnología: “El Gobierno demostró que no tiene interés en tener un proyecto soberano de país”
Gabriela, 57 años, hace más de 30 que trabaja como administrativa en el Conicet.:
“Pasé el ajuste en los ´90 y sobrevivimos, pero ahora tuvimos un gran retroceso al perder nuestro Ministerio y convertirlo en una Secretaría: eso significa menos presupuesto para investigación y desarrollo de de ciencia y tecnología. Y más hambre en nuestro país”.
Nuria Giniger, investigadora adjunta del Conicet, se dedica a la antropología social del trabajo:
“Desde que asumió, el Gobierno nacional demostró que no tiene interés en tener un proyecto soberano de país. Esa subordinación y subalternización a los capitales internacionales y los países centrales se demuestra cotidianamente, entre otras cosas, desmantelando el Ministerio, que era poner en algún punto el futuro de nuestra patria. Tenemos una situación complicadísima porque los subsidios que se mantienen están en pesos, pero la producción científica mayoritariamente es en dólares. Los insumos se compran en dólares, por lo que quedaron muy achicados por la enorme devaluación y especulación financiera. Hoy estamos hablando de tres mil dólares anuales en un equipo de investigación. En insumos para equipo de biología: un reactivo sale 500 dólares. Entonces imagínense un equipo de 20 compañeros desarrollándose en cualquier área del conocimiento: no alcanza en lo más mínimo”.
3) Secretaría de Cultura: “Estamos en emergencia cultural”
Rosi, coordinadora de la Casa de Cultura en la villa 21-24 de Barracas, delegada de ATE:
“Prácticamente lo que hacemos es sobrevivir manteniendo el espacio con talleres culturales que los mismos vecinos buscan y quieren dar para bancar el día a día de la Casa. Estamos bancando nosotros el material con el que tenemos que trabajar, haciendo fotocopias, y abasteciéndonos entre nosotros porque no baja nada del ex Ministerio, hoy Secretaría. En limpieza, por ejemplo, nos bajaron el presupuesto. Imaginate que ponemos un papel higiénico por baño. Para todos. La Casa es un espacio para chicos y chicas del barrio, pero está totalmente abandonado por el Estado sin contenido barrial ni social”.
Marcos Antúnez, técnico de la Orquesta Sinfónica Nacional:
“Ya desde la asunción de Pablo Avelutto como ministro, pero ahora aún más con el rango de Secretaría, se afectó la programación de organismos como orquestas, coros y ballets, que siguen adelante porque somos los propios trabajadores quienes ponemos el hombro, y muchas veces de nuestro bolsillo, para hacer traslados de partituras y elementos para que los conciertos se puedan seguir llevando adelante. De todas formas, los organismos han menguado de forma exponencial dado que la función se redujo al ámbito de la Capital y del conurbano, dejando de hacer presentaciones en el resto de las provincias”.
Martín Rosetti, delegado en el sector administrativo:
“Trabajamos con programas de fomento de producción cultural e industrias culturales: vemos de primera mano cómo el ex Ministerio redujo presupuesto. Lanzamos una campaña que es ´emergencia cultural´, para que toda la sociedad se haga carne de este reclamo: con la reducción a Secretaría, lo que ocurre es que el pueblo argentino tiene menos derechos”.
4) Secretaría de Salud: “No vamos a permitir que destruyan la salud pública”
Luciana Angueria, trabajadora de la Dirección de Sida, Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), Hepatitis y Tuberculosis
“Hace días que renunció nuestro director por el brutal recorte. Hoy estamos acéfalos. El ajuste en nuestra área llega a un 50 por ciento si contemplamos la suba del dólar. Y hay que aclarar algo: el programa es para las personas que tienen cobertura y las que no. ¿Cómo va a impactar en los pacientes esto? Va a impactar, sobre todo, en la medicación, que no se consigue en farmacias: el Programa de Sida compra la medicación para toda la población que habita este suelo. Y la compra venía saliendo con mucho esfuerzo del ex director del programa que amenazaba con renunciar si le tocaban el presupuesto. Y renunció.
El Ministerio tiene una función rectora con todas las provincias. ¿Qué va a pasar ahora como Secretaría? ¿Cómo van a seguir impartiendo las políticas? El Ministerio imparte normas, protocolos, pero lo único que tenemos son recortes: se cayeron los contratos de universidades, que eran quienes trabajaban en salud territorial. Y eso no sólo son personas sin trabajo, sino una ausencia de políticas públicas en lugares donde el Estado estaba y ya no va a estar más, porque se va a privilegiar una mirada de salud de corte caritativo y asistencial”.
Carlota Ramírez, trabajadora del Programa SUMAR: “Pensamos que el nuestro es un programa protegido porque es financiado por un préstamo internacional del Banco Mundial que representa el 0,5 por ciento del presupuesto nacional. Su función es gestionar y asegurar la calidad de las prestaciones de otros programas, pero al estar debilitados en su mayoría, corremos el riesgo de que se convierta en un programa de prestaciones básicas dirigido a los sectores más vulnerables desde una lógica asistencial.
Y lo que nos preocupa, más allá de si va a haber despidos o no, es la función del Ministerio de Salud: su jerarquía es porque tiene una función rectora con un rol de elaboración de políticas públicas como vigilancia epidemiológica, relevamiento de datos estadísticos, etc. El mensaje que nos están dando es que todo va a seguir igual, pero sabemos que en ese caso no tendría sentido entonces la reorganización. Si desaparecen funciones, claramente las políticas públicas van a desaparecer en términos de salud, y sólo van a quedar políticas asistencialistas con algunas prestaciones para los más vulnerables y que el resto vaya al sector privado”.
Camila Lim, trabajadora de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva: “El ajuste ya venía sucediendo. No es de ahora. Siempre nos pedían que recortemos, que dejemos de viajar, que no nos capacitemos. Hace dos meses que venía muy presente la palabra ajuste, que implicaba un recorte del 30 por ciento. En nuestro caso, con el estallido del dólar, nosotros compramos métodos anticonceptivos: todo se multiplicó por dos. Ya llegábamos a cubrir hasta junio, pero nos espera un 2019 sin métodos anticonceptivos, después de la discusión sobre el aborto y tanto que se habló de educación sexual.
El recorte es tan claro que lo hace terrible.
Todo se agudiza cuando perdemos la jerarquía de Ministerio. No se tiene dimensión: ahora que pasó a Desarrollo, hay despachos que van a estar multiplicados como recursos humanos, planteles de tesorería, espacios de entrada. Estamos muy preocupados por los puestos de trabajo y en lo que eso significa en la continuidad presupuestaria de nuestros programas. Ni que hablar de las reuniones de Gabinete donde haya no haya un ministro de salud sentado o de las reuniones del Consejo Federal de Salud (COFESA).
Pero estamos organizados, esperando sacar a la calle todo lo que venimos defendiendo.
Y no vamos a permitir que destruyan la salud pública en Argentina”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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