CABA
Espacio comunitario La Gomera: multimedio autogestivo
El menú de sueños realizados incluye radio, revista, cine, taller de serigrafía y editorial de libros. Todos emprendimientos que impulsaron los jóvenes habitantes de un espacio recuperado para los barrios de Barracas y La Boca y que ya tienen vida propia. Cómo se financian, organizan y crean.
La radio
En pleno Barracas, el Espacio Comunitario La Gomera (Quinquela Martin 1799, General Hornos, sale hacia el barrio con un nuevo proyecto fruto del esfuerzo y creatividad de sus integrantes. Boca Libre empieza a transmitir el primer viernes de enero, en el 106.1, la primera radio de y desde el barrio.
“Ya estuvimos transmitiendo hace unos meses en La Boca, como prueba piloto. No tuvo mucha llegada porque la antena estaba baja”, revela Pablo López, integrante de La Gomera. Sin embargo esta experiencia previa sirvió para que conocieran y manejaran fórmulas radiales. “De ahí nos quedaron algunos programas que van a seguir. Además tendremos música, poesía, cuentos, y también transmisiones en vivo”, aunque destaca que no quieren que la radio tenga una grilla demasiado armada. “Queremos que sea como esas radios de pueblo, a donde la gente llega y dice lo que quiere o se pasan mensajes…quizás sea muy utópico, pero algo de eso tiene que tener”.
La financiación para esta radio surgió de diferentes actividades que realizaron en La Gomera. Ahora, sin embargo, harán la primera salida al aire sin un peso. De todas maneras no venderán espacios y, por ahora, tampoco tienen pensado hacer publicidades: “ Aunque todavía lo estamos discutiendo porque hay diferentes posturas”, cuenta Pablo.
La idea para autogestionar el espacio radial es realizar eventos como fiestas y también grabaciones para vender.
Por lo pronto, el estudio está listo para comenzar a transmitir, con equipos en buen estado y con un prolijo recubrimiento de paredes con cartones de huevos.
La casa
La antigua casa de La Gomera es un espacio recuperado hace dos años que cuenta con el apoyo de los vecinos: “Mucha gente dice: buenísimo que los chicos hayan reactivado esa esquina abandonada” , asegura Pablo, uno de los más entusiastas integrantes de La Gomera que además vive en la casa junto a sus compañeros Paula, Juan y Elizabeth.
En algunos casos, el apoyo de los vecinos es tácito. Pero en otros es concreto: se acercan para colaborar con dinero o con ideas y proyectos. “Ninguno de esos aportes es más importante que el otro. Porque esos vecinos que ni siquiera se acercan, aportan con el silencio. Malo sería que estuvieran llamando a la policía todo el tiempo porque hay gente rara en la esquina”.
Pero si. Tienen que admitir que un poco raros son. En especial porque – según puntualiza Pablo/ en la zona sur de la Capital no abundan los grupos que trabajan en la forma en que lo hacen ellos.
La editorial
Uno de los proyectos que ya han logrado parir y hacer crecer es la Editorial Tierra del Sur. Lo más apropiado para contar de qué se trata es utilizar la definición que sus integrantes entregan a lavaca:
“La Editorial Tierra del Sur como cooperativa de trabajo propone nuevas relaciones laborales, donde la ganancia equitativa, la horizontalidad, el aprendizaje constante de nuevas tareas, la imaginación y la reflexión sean principios en nuestro trabajo cotidiano. De esta manera venimos trabajando desde hace tres años, autogestionándonos económicamente cada publicación, con la idea de:
1- Publicar materiales que sirvan como herramientas de discusión y reflexión para pensarnos en nuestra sociedad y a partir de ello crear propuestas alternativas y nuevas relaciones sociales.
2- Fomentar la escritura y la investigación desde los propios actores sociales.
3- Publicar textos que por su precio en el mercado se vuelven inaccesibles a la población de pocos recursos.
4- Difundir trabajos de autores que no encuentran eco en editoriales comerciales, o bien textos que han dejado de ser publicados y sin embargo son de gran importancia.
Lo más interesante de la editorial, dice Pablo, es que todos los que trabajan intentan involucrarse en todas las etapas de la producción de los libros: desde la elección del tema, hasta la distribución y la venta, con todo lo intermedio: impresión, armado,etc. “Todo lo hacemos nosotros de forma bastante artesanal. Sabemos todas las partes del proceso entonces podemos rotarnos, cambiar” , cuenta con orgullo Pablo.
Una política de la editorial es vender cada libro producido a muy bajo costo: entre 5 y 8 pesos. “El más caro que vendimos hasta ahora es “Orden, represión y muerte”, sobre la lucha de la UTD Mosconi, que tuvo mucho laburo y es grande…bueno igual para los precios de las librerías tradicionales venderlo a 8 pesos sigue siendo accesible” , reflexiona. En cuanto a la distribución, la editorial se maneja en un circuito alternativo. Pablo explica la estrategia: “En cada barrio buscamos grupos que estén trabajando, es decir organizaciones barriales, centros culturales, grupos, asambleas que hagan algo parecido a lo nuestro. Además, tenemos una mesita en el Parque Lezama y también en algunas librerías en las que nos interesa que se conozcan nuestros títulos, por ejemplo en la de Madres de Plaza de Mayo, en Liberarte, en la del BAUEN”.
La revista
Desde hace un año, La Gomera edita para el barrio una revista mensual que quizás tenga el nombre más original que se haya escuchado: “Suspira un elefante…”. Contiene cerca de ocho notas por número, algunas escritas por el equipo de La Gomera que tienen más relación con problemáticas barriales y otras que bajan de diferentes medios sociales de internet que tratan temas de política nacional o internacional. Pablo explica por qué decidieron realizar una publicación así: “Queremos que sea una opción para el barrio, que sea diferente a los medios convencionales” .
¿Y por qué ese nombre?
Según Pablo, la única inspiración fue la necesidad de ponerle un nombre que llame la atención. Y si un elefante no llama la atención…Y si encima ese elefante suspira, bueno…
El cine
Además de la editorial y la revista, en la casa hay una cine. “Es una sala de proyección que funciona tres veces por semana: jueves viernes y sabado”, comienza Pablo. Para difundir estas funciones hacen volantes que circulan por el barrio, pegan afiches en los negocios y anuncian en una enorme cartelera que está en la equina de la casa.
Para los interesados, el menú que ofrece el programa es el siguiente:
Jueves a las 17: función para chicos merienda incluida
Jueves a las 21 y a las 24: películas
Viernes a las 20 y a las 22.30: películas
Sábados a partir de las 19: documentales
Todas estas actividades son gratuitas. Para Pablo es muy importante que la relación con los vecinos no pase por el dinero. Aceptan colaboraciones y las esperan, pero no quieren que las contribuciones sean obligatorias.
El Taller
En el patio de la casa hay varias puertas y al costado de ellas, carteles pintados a mano que anuncian los sueños realizados. En una dice “Radio”; en otra “Tierra del Sur” y en la última, “Serigrafía”. Por ahora este último proyecto está dedicado a la manufactura de de las tapas de libros que produce Editorial Tierra del Sur. “La idea es empezar a hacer algo textil, es decir con ropas y que el taller de serigrafía viva independientemente de la editorial; que se arme una pequeña cooperativa”, adelanta Pablo.
La autogestión
“Cada proyecto busca la forma de autogestionarse. Por ejemplo, yo trabajo en la editorial y con eso sobrevivo y la editorial, a su vez ,vende sus libros y con eso -más o menos. hace dos pozos: uno para poder seguir publicando y otro por si se rompe algo o si hay que comprar algo. El resto es lo que hay de ganancia, que es poca, pero siempre suma algo”, sintetiza Pablo.
Todos los involucrados tienen una característica que Pablo define como “compromiso”, y eso, asegura, les permite seguir adelante. En cuanto a la colaboración, hay quienes se interesan en el proyecto y participan, otros que donan cosas. Pero lo que más cuesta dice Pablo es el compromiso. “Siempre tratamos de trabajar con otras organizaciones del barrio, es difícil encontrar coincidencias porque toda esta zona y en particular Barracas, La Boca, es una zona donde los grupos que trabajan laburan de una forma mas asistencialista, que no es nuestra forma , pero bueno… siempre intentamos sumar gente”.
Así fueron sumando, entre otros grupos, a una biblioteca barrial, a otro espacio recuperado dedicado al arte en La Boca, a pequeños grupos que hacen talleres de arte con chicos en la plaza y a jubilados que trabajan sobre la contaminación en Dock Sud. Trabajar en grupo para los Gomeros no es tan difícil: “Tratamos de juntarnos para discutir, reflexionar y accionar conjuntamente”, comienza.
–¿Cómo una asamblea?
-En realidad, salimos un poco de esa modalidad de la gran asamblea general que decide todo. Eso a nosotros no nos funcionó mucho. Así que las decisiones las tomamos en cada proyecto porque es más operativo…después cuando nos juntamos todos es para reflexionar, charlas, proyectar y pensar…”
Para acercar inquietudes, pedir más información o adquirir los libros de Tierra del Sur, la dirección de correo del Espacio Comunitario La Gomera es [email protected] y el teléfono, 4301-3028
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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