CABA
#FueraBullrich: una foto con la ministra en medio de dos pedidos de renuncia
Dos conferencias de prensa exigieron hoy la renuncia inmediata de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, luego de la brutal represión en Congreso. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires denunció la cacería contra los reporteros gráficos. “Todo el discurso del diálogo no se corresponde con los balazos que recibí”, sintetizó el reportero gráfico Pablo Piovano, con once agujeros en su cuerpo producidos por las bolas de goma que le disparó un policía. Organismos de derechos humanos y diputadxs nacionales expusieron su preocupación por estas violaciones al Estado de Derecho. En el medio, una foto desató la polémica: muestra a la ministra Bullrich en un evento organizado por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). lavaca habló con su presidente, Néstor Sclauzero, que explicó: “Fue un evento ligado a la recaudación”.

El titular de Medios Públicos, Hernán Lombardi, el presidente del Foro de Periodismo Argentino, Néstor Sclauzero, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich
El Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) brindó una conferencia de prensa junto a representantes de la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y algunos de los fotógrafos heridos ayer durante la brutal represión estatal frente al Congreso. “Exigimos la renuncia de la ministra (Patricia) Bullrich como responsable política de la brutal represión contra los manifestantes y trabajadores de prensa”, dijo el secretario general de SiPreBA, Fernando Tato Dondero. “También repudiamos el cinismo del jefe de gabinete Marcos Peña, que adjudicó las heridas de los reporteros a los manifestantes. Las balas de goma salieron de las armas de la policía. Esperamos la rectificación de Peña”.
El secretario de Derechos Humanos del sindicato, Tomás Eliashev, nombró a algunos de los heridos en la represión policial:
- Pablo Piovano, reportero gráfico, a quien le dispararon once balazos de goma en el cuerpo. “Todo el discurso del diálogo no se corresponde con los balazos que recibí y que recibieron tantos compañeros ayer”, dijo Piovano. “El riesgo a nuestra seguridad, a nuestro derecho a comunicar está siendo lacerado. Se están apagando voces y de esa manera nos quieren disciplinar como fotógrafos, como reporteros gráficos”.
- Federico Hauscarriaga, corresponsal de ANRed, integrante de la Red Nacional de Medios Alternativos. “Estaba filmando cómo avanzaban las columnas por calle Rivadavia. Estábamos en un lateral de la línea policial, y una moto se salió de la columna, se bajó un policía federal y nos disparó. Le exhibimos nuestra credencial de prensa y nos volvió a disparar. Ahí me pegó un impacto en el pecho y en el pie. Le volví a exhibir la credencial de prensa, y nos volvió a disparar. No hay forma de buscarle la vuelta: no se confundió”.
- Leandro Teysseire, fotógrafo del diario Página/12.
- Guido Rodríguez, camarógrafo de la emisora de tevé C5N.
- Pablo Cuarterolo y Marcelo Silvestro, reporteros gráficos del diario Perfil.
- Nicolás Fiorentino, periodista de Letra P, quien fue agredido por un empleado de seguridad de la Cámara de Diputados.
“Fueron víctimas de una represión brutal”, sintetizó Diego Morales, director del área de Litigio y Defensa Legal del CELS. “Nosotros habíamos identificado que una de las herramientas que se estaban utilizando para afectar la libertad de expresión y el ejercicio de la protesta tenía que ver con la detención y criminalización. Lo que vimos ayer tiene que ver con el ejercicio directo de la violencia. Es un hecho muy grave”.
Organismos de derechos humanos: “El fuego no se apaga con nafta”
Tres horas después, en otra conferencia de prensa se exigió lo mismo: la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Fue en el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) donde confluyeron organismos de derechos humanos, diputadxs como Victoria Donda y Leonardo Grosso (dos de los reprimidos el miércoles) y Sergio Maldonado, hermano de Santiago: «Esto es una locura, ya pasó con Raúl Godoy cuando le tiraron en la pierna (diputado provincial del FIT por Neuquén, herido en un reclamo por despidos). El día que enterramos a Santiago mataron a Rafael Nahuel. No puedo creer las barbaridades que están ocurriendo. Hoy no estamos lamentando muertos porque hay un Dios. Creo que Bullrich transmite inseguridad y busca infundir el miedo. Vengo a repudiar esto y a pedir la renuncia de Bullrich y justicia por Santiago», dijo Sergio Maldonado. Otras voces:
- Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora: «Se terminó el Estado de Derecho. En las comisarías no dejan entrar a los abogados a ver a los detenidos. Todas cosas que nos recuerdan otros tiempos que no queremos vivir. Este gobierno le quiere sacar a los jubilados para pagar una deuda infame».
- Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente del Serpaj: «Bullrich debe ser apartada. Es un persona totalmente represiva, no es democrática. Y quiero denunciar que hay un entrenamiento de las fuerzas de seguridad en territorio de Israel. Esto no puede ser. Lo importante es la unidad en la diversidad. Tenemos objetivos comunes para avanzar en la construcción de un país libre y soberano. Está en riesgo la soberanía del país».
- Victoria Donda, diputada de Libres del Sur: «Convocamos a una gran movilización para este lunes ( a las 14 habrá sesión, ya que el gobierno vuelve a intentar aprobar la reforma jubilatoria) y nos llamamos a un estado de alerta permanente».
- Myriam Bregman, legisladora porteña del FIT y abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh): «Fue un operativo brutal. Desde 2001 no veíamos cuatro fuerzas militarizando la ciudad. Es una represión deliberada a la gente que se moviliza. Si los gobernadores quieren entregar a los jubilados y a los pibes que cobran la asignación universal por hijo, volveremos la calle».
- Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. «Hago responsable de lo que está pasando a Macri, que está empujando al Estado democrático a un terrorismo de Estado. Pedimos que se llame al diálogo, no más violencia. El fuego no se apaga con nafta».
- Hugo Godoy, secretario general de ATE Nacional: «Este es todo un paquete de leyes que transfiere recursos de los que menos tenemos a los que más tienen. Cuando el sentido profundo de la democracia se ataca y ofende, el pueblo tiene derecho a reclamar leyes más justas».
Néstor Sclauzero, presidente de FOPEA: “La ministra nos dijo que se iba a investigar”
Mientras ambas conferencias se desarrollaban, por redes sociales se viralizaba una foto de la ministra Bullrich y el Secretario Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, abrazados al presidente del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), Néstor Sclauzero, horas después de la brutal represión en Congreso. La imagen impactó por el peso y el mensaje que provocaba que la máxima responsable del operativo brindara con un organismo de defensa de la libertad de expresión el día que ordenó una represión que terminó con periodistas heridos.
lavaca habló con Sclauzero.
¿Cómo evalúa lo que ocurrió ayer?
-FOPEA tiene un monitoreo de libertad de expresión que se encarga cuando se dan cuestiones de violencia o de violación a la libertad de expresión. Ese monitoreo ayer se disparó. Lo que se hizo fue trabajar en la constatación de las personas que estaban involucradas. Dio lugar a un comunicado que salió ayer a última hora donde se repudia lo sucedido, se le pide a las autoridades competentes que expliquen el porqué de estos hechos, que se sancione a los responsables y se garantice el trabajo a los periodistas en todos los ámbitos y situaciones como ésta que hemos registrado una cantidad importante de colegas afectados por violencias que muchas vienen de fuerzas de seguridad.
¿Cómo se explica la gravedad de la situación?
-Es el hecho más grave respecto a la situación que involucra a periodistas en manifestaciones en los últimos tiempos. Y el número de gente que ha quedado herida lo demuestra.
¿Qué hacía la ministra Bullrich en FOPEA horas después de la represión?
-Fue un evento que no era cerrado, ligado a la recaudación. FOPEA, en su financiamiento no puede recibir dinero de terceros, sólo mantenimientos para el pago de la cuota mensual y los congresos. Este año decidimos iniciar un camino para los 15 años de creación de este Foro que nos permita, en un futuro no lejano, organizar una cena para que empresas y organismos puedan donar dinero apoyando una organización como ésta. Con esa lógica organizamos este evento que no era cerrado, pero tampoco público, sino vinculado a quienes aportaron a hacerlo, para eso se invitó a representantes de empresas, jueces, ministros, gobernadores, etc. La ministra (Bullrich) también estaba invitada, por el vínculo que tenemos entre FOPEA y su ministerio: un acuerdo de protocolo de seguridad que tenemos junto a ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) para periodistas que están en etapa de investigación, cuando ven peligrar su identidad física. En principio no iba a estar, imagínese que todo lo que sucedió fue a media tarde y el evento comenzaba a las 19. Y cuando llegó, a las 20.30, 20.45, era prácticamente el final.
¿Pudieron hablar de lo que pasó?
-No sólo hablamos, sino que le comenté lo que estábamos haciendo en el monitoreo. Pedimos que se actúe con dureza y firmeza en buscar a los responsables y saber por qué esta reacción contra los hombres de prensa. Nosotros pedimos a la ministra y autoridades correspondientes que dé una respuesta e investigue qué fue lo que sucedió, con tantos trabajadores de prensa que fueron víctimas de disparos de balas de goma. Por supuesto lo dijimos tanto en lo formal como informal, porque ella no estuvo en los discursos: exigimos a la ministra puntualmente que den garantías para quienes trabajan cubriendo estos hechos.
¿Qué respondió la ministra?
-La charla fue sobre el final, dijo que se iba a investigar. Nosotros estamos haciendo un pedido formal de entrevista, quizá con el envío de una carta documento, para que por lo menos dé la explicación en público por la violencia que sufrieron varios periodistas el jueves.
Muchos criticaron la foto: la máxima responsable del operativo que disparó contra periodistas en un evento con el Foro de Periodistas.
-Sí, obvio, yo entiendo que esa asociación se hace, pero quiero dejar bien en claro esto: ya había terminado todo, no es que estaba acá mientras sucedía lo del Congreso. Esto fue durante la noche y la cuestión más tensa se vivió mucho más temprano. Por supuesto que es lógico que con buena o mala fe uno pueda hacer una asociación, pero era un evento que no podíamos suspender. También es cierto que hoy salimos con el diario del lunes: nosotros estábamos ahí, donde había un montón de compromisos económicos de por medio. Decidimos hacerlo porque, insisto, la motivación estaba vinculada a un evento que nos permita recaudar dinero para poder segur funcionando. No era un brindis social.
Las críticas, más allá del evento, apuntaban a la ministra.
-Insisto: ella pasó sobre el cierre, no era cena. Cuando salió de Casa de Gobierno, pasó. Incluso cuando llegó había poca gente. Es un tema que habría que preguntarle a ella.
Usted, ¿qué piensa?
-Insisto: la jornada no ayudó a que muchos pudieran venir. El tránsito estuvo complicado desde temprano. Había mucha gente que estaba comprometida, manifestó su intención de estar presente y cuando ella pasó, por ahí no impedimos que llegara. En todo caso, sí aprovechar la oportunidad para hablar y, en lo formal e institucional, hacerle el pedido de reclamo y preocupación por lo que había pasado. Y eso lo sostenemos hoy. El comunicado es explícito en la condena y en lo que pudimos reconstruir.
El SiPreBA, ARGRA y los organismos de derechos humanos exigieron hoy la renuncia de la ministra. ¿Cuál es la posición de FOPEA?
-Esa es una posición que sostienen los gremios. Desde FOPEA trabajamos con los criterios para que haya posibilidad de trabajar libremente y que no haya afectados en situaciones como esta. Respetamos que cada uno haga el pedido que más considere oportuno.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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