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La calle de las ideas

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El debate fue una usina de consultas, intercambio e ideas. En el Hotel BAUEN se concretó el inicio de las Primeras Jornadas de Recuperación del Espacio público. Participaron vendedores ambulantes y organizaciones sociales que pudieron hablar mano a mano con la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini; el juez contravencional y presidente de la Asociación de Magistrados porteños, Javier Buján, y el director del Programa de Violencia Institucional del CELS, Gustavo Palmieri. Claves para entender qué se juega en la calle.

La calle de las ideasBajo la consigna La calle es nuestra, el pasado jueves 13 de septiembre a partir de las 18 comenzaron en el recuperado hotel BAUEN las Primeras Jornadas de Recuperación del Espacio Público. La reunión contó con la presencia de más de cien protagonistas directos de la calle: vendedores ambulantes, mujeres en estado de prostitución y artesanos organizados en distintos espacios. También se sumaron al encuentro el presidente de la Asociación de Magistrados y juez contravencional, Javier Buján; la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini y el director del Programa de Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gustavo Palmieri.
El escenario era inquietante. Sobre un telón rojo, detrás de los funcionarios, colgaban piernas de plástico que sostenían pancartas con fotos. Si se miraba bien, se descubría que las imágenes eran de 2004, cuando desde la calle se construyó la resistencia a la reforma del Código Contravencional que hoy da rienda suelta a los abusos que a lo largo de esta jornada se fueron poniendo sobre la mesa.
La calle de las ideasLa actividad fue organizada por lavaca, en conjunto con la Asamblea Popular de San Telmo, la Cooperativa 16 de julio – que tomó su nombre de la fecha de 2004 en la que 15 personas fueron presas por manifestar contra la sanción del Código frente a la legislatura porteña- y Las Locas, espacio creativo para mujeres desobedientes. Marcelo Ruarte, presidente de la cooperativa de trabajadores que, desde 2003, gestiona el hotel BAUEN fue el primer orador. Ruarte resumió el camino recorrido en los cuatro años y medio de una experiencia que hoy da trabajo a 150 personas y que se encuentra en riesgo por un pedido de desalojo que pretende devolver el hotel a los empresarios que lo quebraron. Ruarte dio la bienvenida al grupo: «Quiero que sepan que el BAUEN es de todos. Entendemos que este espacio es para aquellos que intentan pensar una filosofía distinta de trabajo, como es la autogestión. Para ustedes, los que trabajan en la calle, no debe ser fácil sobrellevar esta carga, pero nosotros los trabajadores tenemos bien en claro que la única manera de poder satisfacer nuestras necesidades es compartir, intercambiar y debatir, respaldar y acompañar todo tipo de experiencia que esté pensando en trabajar de otra manera. Gracias por estar en nuestra casa», dijo y cosechó los primeros aplausos.
La siguiente en tomar la palabra fue Sonia Sánchez de lavaca. Como es habitual en sus presentaciones, se puso de pie y preguntó:
«¿Por qué discutir sobre la calle? ¿Por qué discutir el espacio público? Por qué es fundamental e imprescindible que las y los que estamos en la calle sobreviviendo, resistiendo, discutamos de la calle, desde la calle y en la calle. Porque es un espacio privilegiado de la política cotidiana de todas y todos, porque es un lugar no legitimado, no institucionalizado. A la calle hay que defenderla con los dientes, porque desde aquí, desde la calle, tejemos redes sociales las locas, las putas, las travestis, los vendedores ambulantes, los desocupados, para encontrarnos, para juntarnos. Y por qué vamos a permitir que nos quiten la calle, como lo están haciendo ahora. Por qué vamos a tolerar que nos digan dónde podemos y dónde no podemos estar. Pues si toleramos eso, aceptamos que la calle no nos pertenece, la ciudad no nos pertenece. Ni esa maldita esquina donde nos paramos para sobrevivir nos pertenece. Por eso es fundamental empezar a debatir entre todas y todos cómo hacemos para defenderla y defendernos».
El espacio público, un debate político
La calle de las ideasLa primera exposición estuvo a cargo del doctor Buján, un juez contravencional que sostiene que el Código que debe aplicar sólo criminaliza a los más pobres. Empezó por el principio y se preguntó: ¿Qué es el espacio público? Contestó: «En su raíz histórica, es el espacio común, el espacio de todos, la cosa de todos. Y por eso es importante tener en cuenta algo que decía Sonia: esta discusión es fundamentalmente política.” Buján, quién además dicta clases en la Facultad de Derecho de la UBA, compartió las preguntas que formula habitualmente a sus alumnos: «¿La prostitución debería ser regulada o es una de las actividades privadas que no pueden ser reguladas por el Estado? ¿Acaso cuando se pretenden crear zonas rojas no se está señalando que el Estado no hace nada con la prostitución bajo techo? ¿Por qué la única que es motivo de control es la que se ejerce en el espacio público, la que tiene que ver con la calle? Obviamente, es la prostitución de los pobres. No la prostitución de las grandes cadenas de explotación», sostuvo.
«Y esta no es la única figura del Código que ejemplifica cuál es el objeto de control. Todas parten de criminalizar al mismo estrato social y en algún sentido creo que esto es lo más rico de la discusión que nosotros podemos compartir hoy acá. Podemos plantear los grandes temas y empezar a debatirlos. Estoy a su disposición».
Avances y retrocesos
A su turno, la doctora Pierini fue más allá. Expresó primero un límite y luego un desafío.
Dijo que tenía la sensación de estar reviviendo discusiones de hace 14 años atrás, de la época de debate de los edictos policiales: «Tendríamos que tener presentes determinadas conquistas y avances en materia de derechos humanos que logramos con la derogación de los edictos. Debiéramos pensar que no se puede retroceder sobre los pasos que se van avanzando. Cuando aparecen ciertas tendencias regresivas no deberíamos retomar debates que ya fueron ganados y sí impulsar el paso sucesivo. ¿Qué quiero decir con esto? Nosotros ya discutimos el tema de la moral pública, y sabemos que nadie puede ser dueño de decidir qué es lo moral y lo no moral en el espacio público. Yo personalmente no estoy dispuesta a volver a dar esta discusión. Como no estoy dispuesta a volver a discutir si las mujeres tenemos derechos, si los chicos son sujetos de derecho o si los indios tienen alma. Porque si no, no terminamos nunca: vamos a volver a discutir la esclavitud», dijo en tono severo. Y avanzó hacia una propuesta: «Lo que no discutimos correctamente, quizás, es qué significa el concepto de orden en las democracias, que no es lo mismo que el orden de las dictaduras. Creo que nosotros tenemos que entender que para jugar partidos es imprescindible que haya reglas de juego. El tema es cómo se fijan esas reglas y quién las hace cumplir. Hay que discutir las nuevas modalidades, nuevas normas para que el espacio público no sea un espacio de tironeo permanente sino que haya reglas de convivencia que sean aceptadas por todos. Pero que se fijen desde la sociedad y no desde una minoría iluminada».
El código contravencional es el código penal
La calle de las ideasAl llegar, el doctor Palmieri pidió disculpas por el retraso y aportó una dosis de actualidad a la charla. Mencionó la gravedad de la situación en la provincia de Santa Cruz, donde el miércoles 12 una periodista fue baleada en la ruta por la Gendarmería Nacional.
Luego, continuó con el razonamiento de la doctora Pierini y retomó el tema de los debates no saldados: «Los edictos planteaban un sistema de regulación policial para todos los que eran vendedores ambulantes, el tema de la oferta de sexo, el juego, etc. Los funcionarios que decidían sobre esto eran funcionarios policiales y muy celosos de esas facultades con las que podían regular a una población objetivo de esa institución. Ese sistema era un pequeño Código Penal inquisitivo. Cuando llegó la reforma, hubieron distintas corrientes que coincidieron en la derogación. Pero tuvo más peso la que planteaba hacer un pequeño Código Penal de la ciudad, que incluía temas tales como el rol de la policía, si iba a estar más controlada y cuáles iban a ser las sanciones que podía aplicar. Es verdad que la reforma sirvió para disminuir la violencia en la población que era víctima de los edictos, pero se reguló como un pequeño Código Penal. Y si hay una característica que tiene el Código Penal es que no resuelve los conflictos. Puede sancionar o no, decidir si es inocente o es culpable, pero el conflicto no lo resuelve. Sigue ahí.” Luego, el doctor Palmieri repasó los engranajes de la máquina contravencional de acuerdo a cómo funcionan en la práctica cotidiana. Dijo: “La justicia contravencional que tenemos hoy incluye a:

  • Defensores, que usan la herramienta de la probation en lugar de definir la inocencia o no de una persona. Usan la probation porque es un modo de no discutir;
  • – Fiscales que construyen casos a partir de nimiedades, como lo es la vulneración de centímetros de un vendedor ambulante, si se corrió o no se corrió de la zona asignada, etc».

Todos estos vicios, sostuvo Palmieri, son vicios de la justicia penal cuya característica principal es que no permite negociaciones porque sólo hay una parte que acusa y la otra que se defiende. No hay dos partes presentando pruebas. «Y en el debate de hoy, que nos permite reflexionar sobre qué peleas nos quedan por dar, seguramente tenemos que pensar cómo construir un mecanismo que permita estas negociaciones, estas mediaciones, cómo resistir los avances de quiénes quieren hacer más penal, más punitivo y más violento el Código que hoy se usa y por otra parte como reducir los abusos, las violencias.” El doctor Palmieri citó, a manera de ejemplo, el caso de la periodista de lavaca Claudia Acuña. “Es una muestra sobre cómo piensan estos actores, como actúan en la resolución de estos conflictos. El caso se origina por una pintada en una plaza. Uno podría debatir a partir de este hecho si pintar o no una plaza es una contravención o se trata de un ejercicio libertad de expresión, por ejemplo. Pero la fiscalía contravencional no se detuvo en estos debates. Lo primero que se hizo fue ordenar una identificación de la persona a la cual se le había labrado el acta y para hacerlo, ordenó que la policía identifique a todas las personas que entraban y salían del domicilio declarado en el acta. Impulsar una investigación de este tipo… («algo que no hacen para cosas más graves», completó Pierini)… nos está indicando algo sobre cómo piensa los actuales actores. Por eso creo que parte del debate y del desafío de hoy es cómo construimos un espacio de mediación serio».
Zaffaroni, y lo que le hacen a los vendedores
Tras las exposiciones, se leyó una carta que había enviado el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni con su adhesión a las jornadas. Se abrió entonces la ronda de preguntas e intervenciones:
Carmelo, vendedor ambulante: «Estoy de acuerdo en que este es un debate político, pero creo que aunque se pueda crear la mejor ley del mundo, si no cambia el modo de controlar, el resultado es el mismo, porque en la calle no te encontrás con los fiscales: los ojos de ellos son los de la policía. Y ésos ojos ven sólo lo que les interesa. Entonces ¿de qué justicia podemos hablar, de qué ética podemos hablar, de qué cambio podemos hablar?».
Oscar, vendedor ambulante: «¿Cómo se hace para que los casos de secuestro de mercadería -que ordena el fiscal, sin hacerse presente en el lugar- lleguen hasta un juez y que sea él quién decida?
Fue el juez Buján, el encargado de responderle:
«Es cierto que las medidas cautelares son dispuestas por el Ministerio Público Fiscal. Acá nos encontramos con un vicio, que es el de tratar de parecernos al régimen penal. Se confisca la mercadería como una medida cautelar con la que se intenta interceptar o detener el objeto del delito. Pero en los casos de la venta ambulante, en donde muchas veces las mercaderías secuestradas son perecederas, hay que sopesar otras cuestiones. Por ejemplo, la venta por mera subsistencia no es una contravención. Por lo tanto, hay jueces que consideramos que primera hay que analizar muy bien la conducta antes de disponer una medida de ese tipo.”
La doctora Pierini intervino levantando el tono:
«A mí me tienen que explicar, no sólo los jueces, sino todo el sistema, por qué razón se secuestra la mercadería. ¿Qué es lo que están protegiendo cuando secuestran la mercadería? La mercadería que hay que secuestrar es la que está en mal estado, la que no pasa la inspección bromatológica, por ejemplo, por ésa constituye una medida cautelar que previene un daño. Esa es la que hay que secuestrar».
Hubo aplausos.
En el fondo, apareció una mano levantada y una nueva inquietud:
«El secuestro de mercadería representa en los hechos una extorsión del Estado. Al sacarle a la persona aquello que permite su subsistencia le impiden esperar los dos o tres meses que demora llegar al juicio. Así, sí o sí tiene que agarrar la probation o el juicio abreviado. Es decir, lo obligan a aceptar culpas para recuperar su medio de subsistencia, con lo cual, le quitan la opción de defensa.”
Una vez más fue el juez Buján el encargado de confirmarlo:
«El propio secuestro ya es una medida de coerción. En los hechos, los jueces no tenemos anoticiamiento del secuestro que se ha producido. Recién intervenimos cuando la defensoría pide la intervención del juez y la devolución de la mercadería»
El doctor Palmieri expresó algunas opciones para impedir estas extorsiones: «Si se comprueba que en la mayoría de los casos de decomisos hay un uso abusivo de esa medida cautelar, la Fiscalía General debería instruir a los fiscales para evitarla, ya que produce un daño mayor: lesiona derechos».
El final de esta primera jornada se extendió con decenas de preguntas que los participantes le hicieron a cada uno de los expositores, sobre temas puntuales, abusos concretos. Y un reclamo en común: ¿a nosotros quién nos defiende?

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

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Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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