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La situación en el Mariano Acosta: vigilar y castigar (y no arreglar nada)

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Julio Pasquarelli (foto) es el vicerrector de la escuela Mariano Acosta, puesto en la mira de la ministra Soledad Acuña a partir de falsas acusaciones de haber propiciado la toma de la escuela, cuando las cosas fueron muy distintas: se había pronunciado explícitamente contra la toma, aunque de acuerdo con el contenido del reclamo estudiantil. El docente viene recibiendo amenazas y amedrentamientos de distinto tipo, y también apoyos. Este miércoles a las 12.30 en la puerta del establecimiento (Urquiza 277 de Buenos Aires) habrá una conferencia de prensa de otras escuelas y organizaciones para brindar respaldo a este profesor que trabaja en el Mariano Acosta hace 28 años. El centro real del problema que originó los reclamos sigue siendo la falta de mantenimiento, el peligroso deterioro de un edificio considerado Monumento Histórico, viandas que aplican a las categorías de alimento vacío, o comida chatarra, según los gustos. Sobre esas y otras cuestiones de fondo no hay pronunciamientos oficiales ni tweets que digan por qué sigue sin hacerse durante años lo que la comunidad educativa y la lógica más elemental reclaman. Por Francisco Pandolfi.

En la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Número 2 “Mariano Acosta”, del barrio porteño de Once, la mayoría de los reclamos hechos este año al gobierno de la Ciudad, siguen sin solucionarse. Esto generó que en el invierno las y los alumnos hayan realizado un “frazadazo”, para denunciar que no está tan bueno Buenos Aires cuando se estudia con frío; y lo que motivó, también, que el viernes 23 de septiembre la asamblea del Centro de Estudiantes votara tomar el colegio secundario. La toma sucedió desde ese día a la noche hasta el lunes 26 al mediodía, para no perder horas de clase.

El miércoles 28, en un abrazo que la propia comunidad llevó a cabo en puerta de la institución, para solidarizarse con las familias y estudiantes amenazados por las autoridades porteñas, el vicerrector del Mariano Acosta, Julio Pasquarelli, tomó el micrófono: “Yo les he dicho que no estoy de acuerdo con la toma, pero a la toma la sostiene la falta de mantenimiento, los bajos salarios, el maltrato a los docentes, el disciplinamiento a las familias”. El martes 8 de noviembre, la ministra de Educación Soledad Acuña publicó un hilo de tweets en el que afirma que “durante la toma ilegal del Mariano Acosta, su vicerrector se paró frente a los alumnos a alentar la toma con micrófono en mano y una actitud prepotente que está muy lejos de la ejemplaridad que requiere su rol”.

Todo falso. No sólo porque la toma había terminado dos días antes, sino también porque su vicerrector se había pronunciado en contra de la decisión estudiantil. Acuña comunicó que se le iniciará un “procedimiento para ejercer las sanciones correspondientes”.

Julio Pasquarelli tiene 50 años y es profesor de psicología y sociología. Se lo nota calmo, pese a este nuevo amedrentamiento en forma de sumario administrativo, del que él aún no sabe nada. Dice a lavaca: “Hasta el día de hoy no estoy notificado de ningún inicio de sumario. Me enteré por los medios de comunicación, nada por vías formales, lo cual representa una falla ética y legal, y refleja que esto más que nada es una operación de prensa, que probablemente decante en un sumario. Una sanción por supuestas conductas inapropiadas o desaforadas en el marco de la toma, lo cual es un error porque yo no hablé en la toma. Al principio me preocupé, sobre todo por mi hijo. Lo llamé y le expliqué que no se asustara, que indudablemente me querían asustar. Hace un mes y medio, las amenazas fueron de muerte y ahora son mediante procesos legales. Acuña dice que yo incentivé la toma cuando fue todo lo contrario. De hecho, en la entrevista anterior con ustedes lo volví a aclarar (https://lavaca.org/notas/entrevista-a-julio-pasquarelli-vicerrector-del-mariano-acosta-trabajamos-en-condiciones-pauperrimas-y-degradantes/)”.

–Acuña te cuestiona haber “bajado línea” y “adoctrinado”.

–Decir eso es menospreciar a los adolescentes, subestimarlos. Los estudiantes tienen una militancia que muchas veces no coincide con la idea de la escuela, de hecho en este ejemplo se puede ver bien: no estábamos a favor de la toma y los estudiantes la tomaron igual, así que esto del adoctrinamiento no aplica. Lo que sí hay en la institución son libertades que permiten tener ideología propia, un centro de estudiantes con listas que se votan. Entonces, pienso que ellos creen que el adoctrinamiento es permitir la militancia en la escuela y la militancia es imposible prohibirla en cualquier establecimiento, porque cada cosa que uno haga siempre representa una postura, una posición en la vida. Es imposible no comunicar, es imposible no tener una práctica política… somos seres políticos. Lo que buscan es que la gente se asuste y deje de reclamar por sus derechos.

–¿Recibiste alguna otra amenaza?

–Recibo por parte del gobierno de la Ciudad muchísima violencia. Yo pensaba que trabajaba en el Acosta hace 25 años y haciendo memoria son 28. Es la primera vez en tanto tiempo que a la escuela le están llegando con bastante asiduidad pedidos de informes sobre mi situación, las horas que cumplo, los cargos que tengo. Da la impresión que se trata de un mensaje de vigilancia que se está volviendo constante.

El hombre que no estaba de acuerdo

La situación en el Mariano Acosta: vigilar y castigar (y no arreglar nada)
El frente de la escuela Mariano Acosta, que sigue esperando que se hagan más arreglos y mantenimiento, y menos amenazas mediáticas y de las otras.

“Yo no estaba de acuerdo con la toma, pero sí con los requerimientos”, dice Julio, que también es profesor de Educación Sexual Integral y de talleres de masculinidades.

Los “requerimientos” son el eje principal de la cuestión, que no deben salirse de la centralidad. “Lo único que logramos en este último mes es que empezaran a blindar los vidrios y te diría que casi nada más. La ley 25.171 del año 1999 declaró al Mariano Acosta como Monumento Histórico, por lo cual menos todavía tendríamos que hacer muchos reclamos para su resguardo. Sin embargo, seguimos sin tener mantenimiento, seguimos con las celosías que se caen a la calle o a los patios internos. Seguimos sin tener informes de infraestructura”.

–¿Hay más?

–Seguimos con todo lo que es de madera en mal funcionamiento. Los postigos y las persianas tienen muchos años y están deteriorados, por eso el peligro de que se caigan. Este es un reclamo que hicimos hace mucho para que reparen los marcos de la puerta, porque si se cambian los vidrios pero no se hace un tratamiento a la madera, al ser tan antigua y seca, se vuelve a mover y vuelve a fracturar al vidrio. Por otro lado, está todo lo que tiene que ver con la reparación de las paredes, la pintura de la escuela, la revisión de los baños. Sólo arreglaron dos aulas del nivel inicial, pero hay otras dos que no fueron reparadas. En relación a las aulas, ninguna de las puertas tiene cerradura, no se pueden cerrar; en las puertas de la planta baja se caen las varillas que sostienen los vidrios. En relación a las viandas, el nivel nutricional no se modificó, sigue siendo exactamente el mismo.

Redes y espaldas

Mañana miércoles a las 12.30 se llevará a cabo en la puerta de la escuela (Urquiza 277, CABA) una conferencia de prensa en la defensa de Julio Pasquarelli. “La convocó la comunidad educativa para exponer esta situación. Hay una solidaridad muy grande de organismos de derechos humanos y de otras escuelas. La propia comunidad lo ha tomado como propio al ataque; no a mí, sino al Mariano Acosta en general”. En las redes sociales, una campaña de estudiantes dignifica su labor: “Acá hay espalda”, se lee sobre decenas de alumnas y alumnos que lo aguantan. El lema que se hizo viral hace referencia a su discurso en la puerta de la escuela, que originó la persecución: «Este equipo directivo tiene la espalda suficientemente grande para que cuando toquen a un solo padre, a un solo estudiante, a un solo docente, vamos a salir a luchar y no lo vamos a permitir». La comunidad educativa no olvida a quien salió a defenderla. Expresa Julio: “No me hubiera imaginado nunca este apoyo; la campaña en las redes; la unidad entre hijos, madres y padres solidarizándose conmigo; los directivos de cada nivel de la escuela repudiando los dichos de la ministra. Hay una situación de persecución y de amedrentamiento muy clara, que todo el mundo está pudiendo leer y ha generado una unidad por la que estoy muy agradecido”.

–Hablamos mucho del asedio, de lo doloroso. ¿Qué sentimientos genera este acompañamiento?

–Mucha emoción. Cuando vi al primer chico de espaldas con esa leyenda que decía “Pascuarelli, acá hay espalda”, me puse a llorar. Después fue creciendo y se tomó como frase ya no solo en el Mariano Acosta sino en otras escuelas, para referenciarse directamente a la escuela pública. Dentro de todo lo malo, lo más valioso que tengo es que los chicos me preguntan cómo estoy y si preciso algo.

–En este último mes tomaste una repercusión pública que no tenías anteriormente, ¿qué reflexión hacés?

–Me parece importante aclarar que toda la primera mitad del año 2022 estuvimos con el rector Marcelo Carpintero reunidos en infinitos encuentros con mantenimiento e infraestructura para buscar soluciones a una escuela que se venía abajo. Y las respuestas fueron tan pocas que el reclamo tuvo que salir afuera, porque realmente nadie escuchaba. Yo no sé cuánto tiempo más me va a quedar en el cargo; si me van a echar, si me van a poner a disponibilidad. Lo que sí sé es que mientras sea vicerrector voy a seguir peleando por lo que considero justo. Si la escuela tiene los arreglos que necesita, si estudiantes y docentes tienen la comodidad para trabajar, yo no voy a seguir peleándome con nadie ni exponiéndome. No tengo una ambición de militancia política, nunca la tuve; ni estoy usando a la escuela como excusa de visibilización personal porque hace 28 años que trabajo acá y no salí nunca en los diarios. Lo que ocurre es que en esta función necesito ser fiel a lo que prometí a mis compañeros que me votaron: defender sus causas hasta mi último día y que el Mariano Acosta esté en las condiciones que nos merecemos.

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Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

Video: Sebastián Smok.

De la economía popular a la formal

“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
La cabeza de la marcha de este 28 S. (Foto: Sol Tunni).

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.

No con el FMI

Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Significado de la libertad

Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)

¿Por qué creés que quieren que se termine?

Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni.

¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto Sol Tunni.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sebastián Smok

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Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

Por Anabel Pomar

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

Omnipresentes

 Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Los resultados de los venenos en materia fecal.

En los hogares

Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

La mordaza

En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

La vida cotidiana asediada

En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

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Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

  • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
  • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
  • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
  • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
  • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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