Nota
Los dilemas de San Cayetano

Trabajo, fe y peronismo. Planes, pan, paz, tierra, Dios, techo, los evangélicos. Los problemas de querer hacer en esta época, las esperanzas y una agenda para ampliar derechos en esta nueva marcha que fue de Liniers a Plaza de Mayo.
Son las ocho de la mañana, es domingo y Carolina Capristo vende espigas con estampitas de San Cayetano a 100 pesos en el paso a nivel de estación de Liniers, sobre Rivadavia. El sábado trabajó hasta las ocho de la noche, se fue a su casa de Ciudadela –del otro lado de la General Paz, la avenida que divide como portal el conurbano de la CABA–,volvió temprano, y a comparación de lo que vio en la iglesia en otros años suelta un diagnóstico:
-No hay gente. Se perdió la fe. Se hicieron todos evangélicos.
Frente suyo se están acomodando tres cuadras de columnas con banderas de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Barrios de Pie, Movimiento Evita, Frente Social 17 de Octubre, Frente Popular Darío Santillán, Federación Nacional Campesina, Unión de Trabajadorxs de la Economía Popular (UTEP), CTA.
Frente suyo, como hace seis años, está por comenzar la movilización por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo que, 15 kilómetros más tarde, cerrará con un acto en Plaza de Mayo.
Carolina, sin embargo, conserva la fe. “Yo era empleada, trabajé en una tienda de ropa de cuero por 15 años, y con Macri fueron cerrando todos los negocios. Me dijeron que le haga juicio pero cómo le voy a hacer juicio al patrón si se fue a la quiebra. Quedamos hundidos y encima después tuvimos la pandemia, que fue mundial. Por eso, no es que la crisis es sólo argentina; y estamos saliendo a flote, aunque se venga el dólar a 300 o llegue a 500”.
Eso sí es fe.
La marcha comienza.

Buscar el peso
Carolina corrige: “Se le tiene fe a Dios y al peronismo. El peronismo nunca va a dejar al pobre a un lado, nunca nos va a escupir en la cara, ¿escuchaste?”.
¿Siente que también al peronismo se le está escapando esa fe? “A mí no”, retruca.
–¿Pero qué percibe en general?
–El peronismo tiene que ser unido. Lo dijo Perón: lo peor para un peronista es otro peronista que se le ponga en contra. Lo que hizo Máximo (Kirchner) que dejó su banca no me gustó: tu mamá eligió a Alberto, llegaron de nuevo y tenemos que estar unidos. A mí Massa no me gusta, pero tengo que seguir apoyando porque yo los voté.
–¿No teme el regreso de ese proceso que hundió su anterior trabajo?
-No tengo miedo ahora. Yo caí en una crisis depresiva en la era Macri. Sabía que mi trabajo iba a la quiebra y yo era una de las empleadas que iba al frente por la camiseta. Me enfermé, estuve ocho meses psiquiátrica, con médico privado porque la clínica de OSECAC (la obra social de empleados de Comercio) es malísima. Y estoy de pie. Ni en la pandemia me agarró depresión. En cuatro casas de familia llegué a trabajar. Se puede.
Cobra un Potenciar Trabajo (en agosto, por un bono de $11.000, percibió $33.770) y está agradecida. “Con eso metí 20 en la tarjeta porque tengo metido un calefón eléctrico, pude hacer arreglos en mi casa de a poquito, y siempre trabajando: siempre busco el peso para que mi hijo, que tiene 14, vea que mamá sale a flote”, dice.
Lo agradece y da su punto de vista sobre la discusión planes-trabajo: “Por mí que me den más trabajo, que pueda hacer algo más por la comunidad, que me llamen para más trabajo social”.
-¿Trabajo, fe y peronismo sería su plataforma?
-Exacto.



Política crónica
A lo largo de la marcha se irán repitiendo algunas de las consignas más urgentes, como incremento del Salario Mínimo, Vital y Móvil (el monto percibido en el Potenciar equivale al 50% del salario mínimo), generación de fuentes de trabajo dignas y Salario Básico Universal. Por allí se ve al secretario general de ATE, Hugo Cachorro Godoy, caminando junto a Juan Grabois. También al secretario de Economía Social, Emilio Pérsico. Por la calle marcha también otro integrante de ese núcleo al que se suele llamar «Los Cayetanos», el subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Menéndez, a su vez coordinador nacional de Barrios de Pie.
“Hay una variable que hoy no se analiza que es el proceso de desestabilización de los sectores concentrados”, apunta como contexto de la movilización. “Hay una búsqueda de condicionar y extorsionar muy nítida a través de la debilidad de nuestro gobierno, de una dependencia clara de los sectores que traen dólares a la Argentina, concentrados en la exportación de granos. Sin duda la pelea es porque no nos lleven puestos con un proceso devaluatorio que significaría un salto enorme en términos de pobreza”.

Entre los movimientos sociales también hay una discusión respecto de la salida por abajo de esa crisis: planes, trabajo, salario universal, con miradas contrapuestas. “Tenemos claro que hay un fracaso de la política social en el último tiempo que tiene que ver con la idea de plan social. Fracasó la idea básica que tenía que ver con subsidiar a aquel que está por fuera del mercado del trabajo hasta que pueda volver a integrarse al mercado. La experiencia de los últimos 25 años, con procesos de crecimiento en el medio, da cuenta que no se amplió la masa formal, entonces la idea de un subsidio temporal terminó siendo la de un subsidio crónico”.
Menéndez plantea como hipótesis un camino de inversión productiva: “Hay un hartazgo que se construyó, sobre todo en sectores medios, respecto a la idea de subsidiar al que no trabaja. Por eso hay que poner en valor la inversión productiva. En la actual coyuntura es importante construir respuestas que no estigmaticen la política social, porque ese es el paso previo para achicarla o desmantelarla. Hay que tener una política inteligente capaz de valorizarla”.


Operaciones y preocupaciones
Sara tiene 35 años, es referente de la CCC en la localidad de Virrey del Pino, en La Matanza, y camina de la mano con su bella hija Aimé. Lxs integrantes de la CCC tienen una pechera con el rostro de Freddy Mariño, histórico miembro de la organización, que murió en abril de este año. A los reclamos que se escuchan en la marcha, Sara además suma la criminalización a las organizaciones sociales: la CCC fue acusada de forzar a sus integrantes a aportar un porcentaje de lo que perciben desde el Potenciar Trabajo, y sufrieron allanamientos en 23 merenderos por una causa que se inició en tiempos del macrismo.
“Son todas mentiras y eso está quedando en evidencia: nuestros compañeros hacen un aporte voluntario porque así sostenemos a la organización para poder salir día a día”, explica. “Hoy los planes los necesitamos porque es la única salida para los desocupados que tenemos. Nosotros íbamos a no quedarnos en los planes, sino a generar trabajo genuino a través de cooperativas. Sobre todo pensando también en los jóvenes, que son una camada que quedó por fuera del trabajo en blanco: no los toman en ningún lado por no tener experiencia laboral. Pero hoy la situación está complicada. Por eso salimos a pedir techo, tierra y trabajo”.
Tania tiene 42 años y trabaja en una cooperativa del Frente Agrario del Movimiento Evita en el barrio 9 de abril, en Esteban Echeverría. “¿Qué me aporta la cooperativa? Trabajo y la posibilidad de ayudar al compañero”, responde. Trabaja en el rubro textil y en panificado, y de lunes a lunes está en un merendero que da de comer a 300 familias por día: “La sensación es de satisfacción por poder ayudar, pero también duele mucho”.
Por ese trabajo, también le duele cuando escucha por los medios cómo estigmatizan a las organizaciones: “Sería bueno que no pongan a todos en la misma bolsa. Lo que recibimos, lo merecemos”.



Nurit tiene 30 años y en la marcha del año pasado estaba embarazada: hoy, sobre sus brazos, lleva a Santiago, su hijo de 9 meses que ahora duerme con fuerte compromiso. Milita en el MTE en el acompañamiento de cinco centros barriales de Vientos de Libertad en los barrios porteños de Parque Patricios, Chacarita, Once, Barracas y la 31. Y subraya como urgente un Salario Universal: “Es un contexto crítico. Para nosotros el Potenciar es una política de trabajo dentro de la organización: las personas que lo cobran, trabajan, y te puedo asegurar que mucho más que aquellas personas que hablan por los medios de estas cuestiones. Y el Salario Universal es un ingreso mínimo que permita salir de la indigencia a quienes hoy no pueden llevar el pan arriba de su mesa. Discutir el hambre es una foto de cómo estamos hoy”.
Los centros de Vientos de Libertad son un crudo espejo de la actual situación: “Cuanto peor es el contexto, más trabajo tenemos. El nivel de complejidad que estamos recibiendo es dramático: se nota la degradación del tejido social en momento de crisis, porque hay compañeros y compañeras cada vez más complicados en relación al consumo, a la violencia, y a la violencia de género. La demanda es mucha”.
Y otro indicador: “Cada vez recibimos más gente sin techo. Y lo que se ve son los niveles de desidia estatal y abandono, porque los que llegan a nuestros espacios tuvieron antes un millón de derechos vulnerados. Los compañeros, hoy, están llegando devastados”.

Una agenda
El acto en Plaza de Mayo fue multitudinario. Las organizaciones leyeron un documento en el que detallaron varios puntos para recalcar: “Queremos aprovechar esta ocasión para visibilizar nuestro trabajo y romper el mito de que vivimos de un plan. Hace ya mucho tiempo que convertimos esos planes en trabajo genuino. En unidades productivas de costura, construcción, reciclado, integración urbana. En empresas recuperadas, agricultura familiar, campesina e indígena, en grupos comunitarios de cuidado, educación, deporte, recuperación de adicciones y reinserción de liberados. Hemos hecho miles de kilómetros de veredas, desagües, cloacas, tendidos eléctricos. Hemos recuperado miles de toneladas de plástico, de papel cartón, vidrio, metales. Miles de campera, calzado. Kit sanitarios y escolares. Hemos construido miles de viviendas, polideportivos. Hemos producido toneladas de fruta y alimentos para nuestro pueblo. Hemos alimentado barrios enteros durante la pandemia”.
Eso, destacan, es trabajo y es genuino: “No falta trabajo, nos faltan derechos laborales”.


Y expusieron una serie de puntos, en el marco de una Ley General de Tierra, Techo y Trabajo, que exigen al Congreso tratar de forma “urgente”:
- Ampliación de derechos: salario universal y desarrollo de la economía popular. Creación de Ministerio de la Economía Popular. Monotributo productivo. Fondo fiduciario para la promoción del crédito y la economía popular. Compras gubernamentales.
- Acceso a la tierra y protección de zonas estratégicas de soberanía alimentaria.
- Espacios sociocomunitarios y productivos. Tareas de cuidado y promotoras de género. Reconocimiento de trabajadora de cuidado y promotoras de género. Acompañamiento para víctimas de violencia en barrios. Educación cooperativa y gestión social cooperativa.
- Gestión integral de envases y reciclado social.
- Protección de humedales: inventario nacional y uso sustentable. Fondo nacional.
- Pueblos originarios. Prórroga de la ley 27160. Cronograma de finalización de relevamiento territorial indígena.
- Pesca artesanal. Registro nacional de pesca artesanal. Terminales pesqueras de proximidad. Permisos simplificados.
- Barrios populares. Prórroga de prohibición de desalojo. Plan nacional de viviendas populares y loteo social.
- Empresas recuperadas. Utilidad pública del proceso de recuperación de empresas por sus trabajadores. Proceso de expropiación de unidades inscriptas en RENACER.
- Emergencia en adicciones. Ampliación presupuestaria para casas comunitarias y convivenciales. Pauta publicitaria para prevención de adicciones.
Previo a dar la palabra a referentes de las organizaciones, cierran: “No al ajuste”.
La plaza aplaude.
Tal como dicen, en contextos con anuncios macroeconómicos inciertos y consecuencias aún más oscuras, esa agenda marca un camino: por abajo. Nurit, con su hijo de 9 meses en brazos, cierra entonces qué significa San Cayetano: “En un contexto difícil y desafiante, necesitamos motivos para juntar esperanza”.

Nota
Atlanticazo número 24 contra el loteo del mar

Las Asambleas por un Mar Libre de petroleras que ya llegan a gran parte de las costas argentinas realizaron una nueva movilización (la número 24) como todos los 4 de cada mes. En Mar del Plata, donde nació esta movida, fueron desde la Municipalidad hasta la Playa Popular, para manifestarse entrando al mar contra la pretensión de explotar las profundidades marinas sin licencia social y sin que se conozcan las consecuencias ambientales que se generarán. Luego hicieron una fogata contra el extractivismo.
La fecha es heredera y homenaje a las marchas antimineras que se producen también los días 4, desde que Esquel inauguró ese hábito social y ambiental en 2002. Este lunes hubo marchas entonces no solo en Mar del Plata sino también todo Chubut. Son las últimas previas a la asunción de un nuevo gobierno. En Mar del Plata, todo estará luego dirigido al 4 de enero, plena temporada, cuando además se cumplirán dos años del primer Atlanticazo. Como lo reflejó esta página el mes pasado, distintas localidades costeras del país se sumaron también este 4 a toda esta movida socioambiental en defensa del mar. (La revista MU está preparando una producción especial sobre el tema para la edición de diciembre, tras haber viajado a Mar del Plata).
¿Qué es el bombardeo acústico?
La asamblea hizo llegar a lavaca el mapa que refleja el parcelamiento del mar que están obteniendo las petroleras para realizar sus actividades, con notable colaboración de la política oficial y la judicial (Corte Suprema) en contra del medio ambiente. Ya son 38 «bloques» destinados a esas empresas, cuenta Silvina Álvarez, integrante de la asamblea: «Esto implica a toda la franja costera y a territorios que van a estar impactados. En Mar del Plata tenemos un sector del puerto que se le concesionó gratuitamente a Equinor, una corporación que trabaja con YPF». Se desconoce aun si los anuncios de motosierra llegarán a este gasto público.

El mapa muestra que el Mar Argentino fue sometido a una suerte de fraccionamiento: la gran zona rosada que acompaña al 70% de las costas es la que corresponde a las llamadas “prospecciones” que en la práctica implican una búsqueda sísmica mediante violentos y permanentes bombardeos acústicos para detectar áreas petroleras, causando estragos en la fauna marina, especialmente las ballenas, “destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático” explica la asamblea. “Es como si fuera todo el estruendo de cohetes de un año nuevo, pero dentro del mar y durante tres meses seguidos” explicó Silvina Ávarez a lavaca.
Esa acción sísimica de las naves de las corporaciones fue iniciada casi sin conocimiento público durante el gobierno macrista.
El resto de las zonas coloridas que se observan representa las áreas de exploración tanto en el norte como en el sur del Mar Argentino, con el nombre de las corporaciones encargadas de cada parcela.

El no cambio climático
Sobre la marcha en Mar del Plata contó Jazmín Safi a lavaca: “Tuvo muy buena convocatoria, más tratándose de un lunes, y apuntando a la acción del mes que viene, cuando cumplamos los dos años del primer Atlanticazo”.
El documento marplatense plantea un panorama sobre el presente: “En 6 días asume la presidencia Javier Milei, con promesas de más ajuste, más entrega y más represión. Los planes de la ultraderecha son profundizar el camino ya trazado por los anteriores gobiernos. Por eso es tan importante que hoy estemos en las calles, demostrando que gobierne quien gobierne seguiremos peleando por nuestros derechos y que no abandonaremos la defensa de los territorios y la vida”.
Sobre la extraña COP 28 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se desarrolla en Dubai, capital de un enclave justamente petrolero como Emiratos Árabes, plantean los asambleístas: “Esta reunión donde gobiernos y empresas se deben comprometer con acciones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar así el colapso climático que pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies incluida la nuestra, paradójicamente se está desarrollando en Dubai, demostrando el poder de la industria petrolera mundial que sigue condicionando las políticas ambientales destinadas a frenar el aumento de la temperatura global”.

Dato sobre la representación argentina: “La delegación argentina está encabezada por Cecilia Nicolini, Secretaria de Cambio Climático, quien es responsable de haber firmado cada una de las Declaraciones de Impacto Ambiental a los proyectos de exploración sísmica y pozo exploratorio presentados por las corporaciones petroleras, luego de realizar falsas Audiencias Públicas, incumpliendo así tratados internacionales como el Acuerdo de París y el Acuerdo de Escazú”.
Contaminación, negacionismo y otros
¿Cuál es la situación actual? El documento marplatense informa: “Mientras tanto, el buque BGP Prospector sigue desplazándose a su antojo por las costas bonaerenses hasta las de Río Negro y Chubut, bombardeando el mar y destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático. Por su parte, el Estado nacional a través del Consejo Federal Pesquero y la Armada Argentina, rechazaron el pedido del Instituto de Conservación de Ballenas para relevar datos sobre los efectos de la sísmica en curso, porque podrían “entorpecer la prospección”. Así se demuestra nuevamente una profunda sumisión a los intereses de las corporaciones”.

La asamblea repasa otros conflictos del presente, como el caso de la Legislatura rionegrina, que votará esta semana tres leyes pro mineras con lo que se habilitaría la megaminería y el negocio inmobiliario en zonas resguardadas hasta ahora, “intensificando el saqueo y el despojo a las comunidades”.
Sobre el poder judicial: “Una justicia que sigue operando en favor de proyectos extractivistas como la Ley de Semillas avalada por un fallo de la Corte Suprema de la Nación en el que se le reconocen derechos de patente sobre las semillas a la corporación Bayer Monsanto, y que a su vez se niega a admitir la causa contra la empresa contaminante Porta hermanos, presentada hace más de tres años por vecines de Córdoba Los mismos jueces que se expidieron contra el recurso de queja presentado por organizaciones y abogades, dando así luz verde al proyecto petrolero offshore”.

Dos lemas asamblearios cierran el documento: “Somos mares, somos naturaleza, somos comunidades costeras” y “No es no”. La próxima marcha será con un gobierno cuyos candidatos han planteado públicamente que contaminar el agua no es un problema ni un delito, que niegan el cambio climático y que agitan la amenaza de represión como su modo de entender la convivencia democrática.

Nota
297 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

De enero a noviembre de 2023 el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 297 femicidios y travesticidios en todo el país. Como resultado de estos crímenes se registraron además 233 huérfanxs por femicidios, un drama silenciado del cual es necesario hablar.


No son cifras y por eso en nuestro padrón se visualizan sus nombres, edades, dónde vivían y cómo sucedió el femicidio, entre otros muchos datos que permiten dimensionar el problema.
Solo un caso entre cientos: Evangelina, de Mar del Plata, estaba a punto de ser abuela. Sus 5 hijas presenciaron el crímen; la más pequeña, con 3 años, marchó con la foto de su mamá por las calles de la ciudad costera reclamando justicia. Fue una de las 391 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal que registramos durante el año.


Registramos además 312 tentativas de femicidios. En noviembre uno de estos crímenes fue contra una mujer de 31 años que está embarazada de 6 meses.
Este 2023 registramos 120 desaparecidas. Y llevamos 1023 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.
Todo la información que producimos es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org
Nota
Madres de Plaza de Mayo: rondar el presente

La Ronda de Madres de cada jueves como lugar de encuentro, denuncia y reflexión, desde los 12 hasta los 93 años. Elia Espen y lo que vienen pidiendo hace más de 40 años. Por Lucas Pedulla
Tiene 12 años, se llama Catalina y es la primera vez que viene. «Es hermoso», dice, con brillo en los ojos, después de tomarse un tren y un subte desde Lomas de Zamora, sur del conurbano, con su tía Daniela, para venir a la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, segunda después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
La caminata la encabezan Nora Cortiñas y Elia Espen, Madres de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora. Hay menos personas que la semana pasada, pero el movimiento sigue siendo vital para pensar esta época.
Catalina, por ejemplo, cuenta que en su colegio se discutió mucho durante las elecciones, y si bien fueron pocos los compañeros que apoyaban a Milei, lo hacían con argumentos que le parecían extraños: «Hablaban de la dolarización y pedían que vuelvan los militares».

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Zurda vas a correr
Daniela –31 años, preceptora– abre los ojos: «¿Por qué será que siendo tan jóvenes crean eso? Soy docente y he tenido problemas por tratar de frenar esos discursos. Tenía estudiantes que me chicaneaban, y aun si lo hacían para hacerme enojar, eran chicanas violentas: ‘Se te acaba la joda’, ‘viene el Falcon verde’. Mi otro sobrino, el hermano de ella, me dijo: ‘Zurda vas a correr’. Tiene 10 años».
¿Dónde vio eso? «En Tik Tok», dice. Catalina suma su visión: “Hay mucho Tik Tok y mucha violencia. Las redes sociales no ayudan para nada”. Daniela piensa que son necesarias nuevas formas de comunicar: “Trato de dar información, hablar con mi mejor tono, y enfatizar los ejemplos: los militares secuestraban personas y las tiraban vivas de los aviones. Pero no cala. En algo estamos fallando. Ahora todo son 10 segundos efímeros”.
De fondo, mientras caminamos, una voz lee nombres:
Lopez Ceferino.
López Bravo José María.
Lópes Calvo María Eugenia.
Son personas que siguen desaparecidas.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
El lugar donde se mira al mundo
Otro de los camina en ronda es Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven de 28 años que desapareció el 1º de agosto de 2017 en medio de una brutal represión de Gendarmería a una comunidad mapuche en Esquel, provincia de Chubut. Su cadáver, sospechosamente aparecido meses después, fue señalado como efecto de un “accidente”. Eran tiempos de Mauricio Macri como presidente y Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Tiempos en que también fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel en la Patagonia. Maldonado está en Buenos Aires porque el 11 de diciembre iba a tener la audiencia de apelación por el intento del juez Gustavo Lleral de cerrar la causa, pero se la postergaron hasta el 28 de febrero.
Percibe, en general, un sentimiento de retroceso: “Todas las instituciones se rompen, como un desmoronamiento general. Ya no es un negacionismo, sino desidia. Hubo una disconformidad que se manifestó, pero también es irresponsabilidad: es triste ver cómo la tercera fuerza se mete ahora a manejar el gobierno, con el discurso de rebeldía, pero el ministro de Economía va a ser el mismo que nos endeudó por 100 años (Nicolás Caputo). Hay un grupo de gente que no votó con el bolsillo, sino de manera irracional”.
No sintió miedo, pero sí preocupación: “Bullrich está coqueteando con el Ministerio de Seguridad, aunque hoy también sonó para Trabajo. Representa dos épocas nefastas, porque como ministra de Trabajo en 2001 ya le recortó el 13% a los jubilados. Y ni que hablar que ahora, si asume en Seguridad, tiene como vicepresidenta a alguien que reivindica el genocidio”.
¿Por qué, entonces, venir a la Plaza? “Quedan poquitas Madres y esto tiene que seguir. Nos encontramos con seres queridos en una misma línea. Capaz no sabés la fecha de cumpleaños, pero es un lugar de reencuentro. Desde acá se mira el mundo y también se interpela a la Casa Rosada. No hay que perder el vínculo con las Madres”.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Pensar todo otra vez
Lua tiene 16 años y Paloma 17. Son estudiantes de cuarto año del colegio porteño Carlos Pellegrini. Paloma viene por primera vez: “Estamos en una situación complicada y ahora, que se está reivindicando la dictadura, es súper importante cuidar la memoria”.
Lua ya vino varias veces: “Se cuestiona algo tan básico que siempre me pareció incuestionable. Y es importante venir para que en las casas se vuelva a hablar”. Percibió que Milei entró en el Pellegrini más silenciosamente, a diferencia de otros colegios donde el apoyo fue más colectivo, precisa: “La mayoría son por las familias; o lo toman como chiste, un meme, algo nuevo; o por la desconfianza en la política. Muchos descreen de lo político, entonces tampoco hablan, por lo general, con alguien que no piensa como ellos”.
¿Qué pudieron hablar post balotaje en el Pellegrini? “Siento que es un momento donde deberíamos hablar más que nunca, pero en mi colegio la juventud no se está pudiendo organizar lo suficiente para pensar estos cuatro años. Recién pasaron dos semanas, pero tuvimos una instancia para hablar y éramos nada más que 20 personas. Siendo un colegio tan politizado, es poco, y hay que replantearnos cosas básicas y volver a esquematizar todo”.
–¿A qué te referís con esquematizar?
–Pensar cómo vamos a salir, cómo van a ser nuestras marchas, cómo nos vamos a cuidar. Probablemente a mucha gente no la dejen ir a las marchas, porque somos pibes de 16, 17, 18 años, incluso menos. Tenemos que ser un gran volumen.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Me tienen podrida
Elia Espen tiene 93 años. El 18 de febrero de 1977, su hijo Hugo Orlando Miedan Espen fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención y tortura El Atlético. Sigue desaparecido.
«Están diciendo pobrecitos los generales, que tienen que liberarlos, mientras nuestros hijos siguen desaparecidos, fueron tirados al mar –habla, micrófono en mano, una vez terminada la ronda–. Estamos como empezamos: me tienen podrida. ¿Qué más podemos decir? Seguimos pidiendo lo mismo que pedimos hace más de 40 años: verdad y justicia. Estoy escuchando cada cosa por la radio y televisión que me espanta. Todavía no sabemos nada de lo que pasó con nuestros familiares. Ojalá se unan, ustedes, todos. Lo único que tenemos que seguir haciendo es estar juntos».
Luego, le pasó el micrófono a Nora Cortiñas, 93 marzos. Su hijo Gustavo está desaparecido desde el 15 de abril de 1977. Nora habló y dejó frases para tomar apuntes:
- “Todavía este pueblo no llegó a captar los horrores que vivimos durante el terrorismo de Estado porque, si no, las elecciones hubieran sido diferentes”.
- “Vamos a tener que seguir hablando”.
- “Como vienen días muy difíciles tratemos de estar juntas, juntos, y pensar que no queremos que se repita más lo que vivimos”.
- “Tenemos que estar en la calle todo lo que podamos”.
- «En vez de absorber el veneno que tienen les contestaremos con el amor que tenemos».
- “Hay que salir y reivindicar lo que lucharon nuestros 30 mil”.
- “Vengan acá, vengan a acompañarnos porque así vamos a demostrar que exigimos memoria y verdad hasta el final”.
- “A seguir luchando. Vamos a vencer”.
- “No pasarán”.
Voto cansancio
Rocío, 23 años, de Lomas de Zamora, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UnDAV), militante del Movimiento Evita, la escucha con atención. También, es la primera vez que viene. “Me movilizó mucho venir ahora que Milei es gobierno, ver todo el sufrimiento de las Madres, pero que siguen acá. Vine por eso. Y seguro vuelva”.
Rocío es de las que piensa que no fue un voto negacionista sino un voto cansancio: “Venimos haciendo las cosas muy mal y hay reconocerlo: en los últimos cuatro años no hubo grandes políticas que le cambiaran la vida a la gente, que es por lo que el peronismo se identifica. Hay un cansancio: no creo que el 55% sea negacionista. Espero que no”.
Le cuento que recién, en otra entrevista, una docente hablaba de la necesidad de nuevas formas de comunicar. ¿Qué piensa una estudiante de periodismo? “Las empresas de medios siguen siendo funcionales al sistema. Yo me tiro del lado de los medios autogestivos, ahí se cuenta la realidad de los hechos. Soy mamá de una nena de cuatro años y no quiero que se malinforme por Tik Tok. Deberíamos volver a lo que hicieron las Madres y contar desde ahí. Por no querer confrontar, la juventud peronista fue tibia. Tenemos que perder el miedo y dejar de ser sumisos. El Nunca Más es Nunca Más en muchas cosas”.
-¿Qué destacás en las Madres como comunicación?
-La sensibilidad. Las Madres son un gran ejemplo de cómo enfrentaron la dictadura. Hubo estrategia ahí. Cuentan un hecho terrible que vivieron en carne propia, pero desde la sensibilidad con el otro, de entender al otro, de comunicar hacia el otro. Es por ahí y es lo que nos está faltando.
Repite: “Es por ahí”.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
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