Sigamos en contacto

Nota

Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Miles de personas se movilizaron hoy a la Embajada de Bolivia para rechazar el golpe de Estado en ese país, presidido los últimos 13 años por Evo Morales a través del MAS. Entre los partidos políticos y los movimientos sociales hubo una fuerte presencia de las comunidades bolivianas de los barrios. La preocupación y el miedo por las conversaciones con sus familias en sus ciudades. Los enfrentamientos en las comunas. El racismo y el neoliberalismo.
Pablo Torrico camina por Corrientes con una bandera de Bolivia atada al cuello. Tiene 80 años y los ojos llenos de lágrimas: hace 40 llegó a Argentina escapando de la dictadura de Hugo Banzer Suárez, el militar que gobernó a fuego y sangre su país durante siete años tras el golpe de Estado de 1971, y que luego llegaría al poder ungido en elecciones de 1997 a 2001. Torrico, cuenta, se salvó de milagro. “Es una derecha imposible de parar. Y por eso, entre tantos militares y golpistas que pasaron, hoy estamos acá preguntándonos qué va a pasar, porque más allá de lo que digan, en mis 80 años nunca vi un presidente como Evo Morales”.

Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Martina Perosa


Acá es la Embajada de Bolivia en la Ciudad de Buenos Aires, donde la marcha convocada por organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos y organismos de derechos humanos lleva unas seis cuadras de banderas, carteles y cantos, en una expresión masiva de apoyo de un pueblo y de repudio al fascismo. Esto último se expresa en un canto:

  • “Camacho, basura, vos sos la dictadura”.

La convocatoria surgió a horas de que se consumara el golpe de Estado y que la foto del líder opositor Luis Fernando Camacho arrodillado en la Casa de Gobierno con una biblia sobre la bandera boliviana recorriera el mundo.
La misma bandera que Torrico tiene atada a su cuello, con la que resume:
-Van a vender la patria.

Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Nacho Yuchark


La etapa fascista del neoliberalismo
En medio del terror, las hordas y las peores noticias, la artista boliviana María Galindo, fundadora de Mujeres Creando, escribió para a Agencia Lavaca esta nota que explica el golpe de Estado en Bolivia, sus consecuencias y también lo que implica para el continente. Lo llama “la etapa fascista del neoliberalismo”, en la cual el fundamentalismo religioso pone el condimento disciplinador de las mujeres. Montando sobre el deterioro de los gobiernos progresistas, irrumpe con violencia, fake news, racismo y discursos de terror. El objetivo de fondo, según Galindo: el saqueo.
Lo mismo expresa Verónica, 27 años, oriunda de Cochabamba, hoy viviendo en Villa Celina (La Matanza), donde milita en las Organizaciones Libres del Pueblo (OLP-CTEP). “Estamos muy preocupados”, dice. Todos los días habla con sus tíos, sus abuelos y sus primos, en Bolivia. “Hubo un enfrentamiento en el río Waykhuli, entre la gente misma en los barrios: algunos a favor de Mesa (Carlos, otro de los líderes de la oposición, expresidente  entre 2003 y 2005), otros de Evo. Hubo muchos muertos. Así ocurre en muchos lugares y lo peor es que la cosa va para rato”.
Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Nacho Yuchark


La crisis se desató después de las denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre, por las irregularidades en el conteo del escrutinio preliminar. El estallido de violentos incidentes, incendios y saqueos llevó al gobierno y al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a proponer una auditoría sobre el proceso electoral. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, lo confirmó para “verificar su integridad”. A su vez, el propio presidente del TSE, Antonio Costas, terminó renunciando por la “desatinada decisión” de suspender la difusión del conteo preliminar.
Las huelgas continuaban, mientras Camacho se erigía como el rostro más visible de los reclamos. Los violentos enfrentamientos se replicaban por las ciudades, y en Vinto los manifestantes prendieron fuego el edificio municipal y atacaron a la alcaldesa Patricia Arce Guzmán: le cortaron el pelo, y entre insultos y amenazas la obligaron a caminar descalza por el pueblo, cubierta de pintura roja.
En medio de amotinamientos policiales, Morales había anunciado el domingo por la mañana la convocatoria a nuevas elecciones, mientras la OEA exigía la anulación de las presidenciales y la realización de nuevos comicios. Las Fuerzas Armadas y la policía le pidieron la renuncia.
Después de 13 años, Morales comunicó que dejaba el cargo, y viajó de La Paz a Cochabamba. El Golpe de Estado se había consumado.
Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Martina Perosa


“Buscaban el miedo”
Las últimas noticias dicen que México le concedió asilo político a Morales, quien entregó su carta de renuncia al parlamento boliviano en la que definió su salida como una “renuncia obligada, producto de un Golpe de Estado político, cívico y policial”. En la Embajada argentina ya está alojado el exministro de Gobierno, Carlos Romero.
En Buenos Aires, la marcha muestra que los movimientos cuentan con gran presencia de las comunidades bolivianas de los barrios. Pasan las banderas de la CTEP, Barrios de Pie, la CCC, la CTA, CTERA, Suteba, Movimiento Evita, La Cámpora, Patria Grande, La Poderosa, entre otras.
Los carteles amplían los cantos:

  • “No al golpe de Estado cívico y religioso”.
  • “No al racismo, no a la discriminación”.
  • “Queremos a Evo, no a Estados Unidos”.

Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Nacho Yuchark


Tatiana Quispe sostiene uno de ellos parada en un conteiner de basura enfrente a la Embajada. Es de Villazón, en el departamento de Potosí, y se presenta como descendiente quechua y aymara. “Mis padres están allá, mis sobrinas también. Es preocupante porque no hay salida. Quemaron los micros. Están quemando los transportes de larga distancia. Es un riesgo para el que quiera salir, sobre todo para las personas mayores, como mis padres, muy vulnerables. Recién vengo de Liniers, de la terminal, donde están cambiando todas las fechas para que no entren ni salgan micros”.
Tatiana recuerda el intento de golpe a Evo en 2008 y remarca algo clave: “Esta conspiración existió siempre. El fascismo nunca descansó. Y ahora pasó algo muy grave: agarraron a los jóvenes”.
Los mensajes que viajan de Buenos Aires a BoliviaOtra imagen de esta complejidad la aporta Celia, 25 años, oriunda de La Paz. Lleva un cartel que dice: “Evo no está solo, carajo”. Tiene a sus hermanos, a su padre, a su madre, a toda su familia en Bolivia. “Están diciendo que les van a cortar toda el agua y toda la luz. Están en una situación desesperante”. Su cartel también apunta contra Camacho y Mesa. “Camacho es el que instigó a toda la población, diciendo que estaba con Dios, con la Biblia. Ellos nacieron en cuna de oro”.
Celia llora. “Mi familia vive con miedo. Eso es lo que buscaban. Hay mucho saqueo. Y todos le echan la culpa al Evo, pero no es culpable de todo. Fallaron en las elecciones, sí. Si Evo perdía, iba a salir, no se iba a quedar. Pero fallaron ahí. Y eso desmadró todo por completo: la derecha aprovechó”.
Celia, como millones en América Latina, se seca las lágrimas con la palma de la mano.
Los mensajes que viajan de Buenos Aires a Bolivia

Foto: Nacho Yuchark

Bolivia: La Noche de los cristales rotos, por María Galindo

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.