Nota
Lucio Salas Oroño, asambleista: “Lo que está haciendo Kirchner es fruto del 19 y 20”
Esta conversación con Lucio Salas Oroño, 50 años, escritor, miembro de la Asamblea de Núñez, uno de los inspiradores e integrantes de la Cooperativa La Asamblearia y un activo participante de toda esa gran movida social ocurrida en el último año y medio, refleja una mirada personal sobre los cambios en la situación política, la lucha por el poder, la horizontalidad, los intelectuales lacerados y algunos otros enigmas. Se trata de ideas nuevas sobre prácticas aún más novedosas. Y de los desafíos que se inauguran con esta etapa: “En cierto sentido -dice Lucio- ahora se pone en juego la consistencia de la autonomía. La autonomía frente a un estado mafioso, que no da espacio o que reprime, podría ser casi un deber. Con un Estado más seductor, el debate sobre la autonomía cobra otro valor”.
¿Cómo deben plantarse los movimientos sociales frente a la nueva situación política?
¿Estamos ante un cambio, o ante un maquillaje?
Semejantes preguntas no tienen una sola respuesta y resultan un disparador para debatir sobre el paisaje político argentino.
Esta conversación con Lucio Salas Oroño, 50 años, escritor, miembro de la Asamblea de Núñez, uno de los inspiradores e integrantes de la Cooperativa La Asamblearia y un activo participante de toda esa gran movida social ocurrida en el último año y medio, refleja una mirada personal sobre los cambios en la situación política, la lucha por el poder, la horizontalidad, los intelectuales lacerados y algunos otros enigmas. Se trata de ideas nuevas sobre prácticas aún más novedosas. Y de los desafíos que se inauguran con esta etapa: “En cierto sentido -dice Lucio- ahora se pone en juego la consistencia de la autonomía. La autonomía frente a un estado mafioso, que no da espacio o que reprime, podría ser casi un deber. Con un Estado más seductor, el debate sobre la autonomía cobra otro valor”.
Lucio fue militante de la izquierda revolucionaria en los 70, se exilió en Suecia. De vuelta en la Argentina, sufrió particularmente la etapa menemista como un momento angustiante, y sintió que la participación en el movimiento asambleario era una forma de resignificar su vida.
En las últimas elecciones fue uno de los que votó “Que se vayan todos”, pero ahora está en el grupo de los favorablemente sorprendidos por las primeras semanas del nuevo gobierno.
“Me produce optimismo el estado de expectativa de la gente. Sin cierta confianza, en un estado de melancolización colectiva, es muy difícil hacer cosas. Los actos simbólicos de este gobierno han resultado tan inesperados que producen un cambio de ánimo y para los que estamos con una actitud propositiva, eso es todo un patrimonio”.
Salas considera que si se está en una política de pura confrontación, da lo mismo cualquier forma o persona que adopte el Estado.
-Pero si estás comprometido con ciertos proyectos que querés realizar ahora, la actitud del Estado no es nada aleatoria. A veces conseguir una indiferencia del Estado ya es bastante positivo.
-No tenerlo de enemigo. Que no vengan a pegar.
-Por eso creo que estaban equivocados los que decían que era lo mismo Menem, cuyo programa era molerte a palos, o el “pingüino” (referencia al señor Kirchner) que al menos no prometía eso. Y lo digo habiendo votado Que se vayan todos. Pero no sé si las asambleas no tendríamos que haber sido más flexibles con el estado de ánimo de la gente. Recuerdo aquella consigna que decía “Votá lo que puedas, construí lo que quieras”. Me parece que algo así hubiera sido mejor que el boicot. Pero ya está, ya pasó. Y la nueva situación deja mucho margen para aprovechar.
-¿Por ejemplo?
-Si el gobierno deja caer la privatización del Correo, o de Aguas Argentinas, cosas tan viciadas, cambia el debate. Supongamos que el gobierno diga “hay que licitar de nuevo”. Nosotros podríamos promover una forma de gestión social de ese patrimonio colectivo. Queremos que ese servicio sea universal y que se implemente bajo control de los usuarios y los trabajadores de esas empresas. Pero que mientras tanto el gobierno deje caer los contratos, es un gran avance en esa dirección.
-¿Pero es en esa dirección, o en la que quiere el gobierno?
-Yo creo que es un avance porque te pone en situación de interlocutor político, con una condición: que tengas algo para decir. Ahora, si estás encerrado en una pura confrontación contra todo, esto te complica, y pasás a ser inoperante. Tu negocio, en ese caso, es “cuanto peor, mejor”. Los que tenemos unos años, sabemos que eso no es nada cierto. Yo creo que hay una recuperación del sentido común y de espacios para un pensamiento crítico.
Sentido común y pensamiento crítico: lo que Salas señala es que se ha ido rompiendo el contexto del pensamiento único y se abrieron muchas posibilidades prácticas de ideas y acciones.
-Son pocas semanas, pero los actos del gobierno contribuyeron a la ruptura del pensamiento único y a cierta restitución de la dignidad. Pero toda esta situación política novedosa, lo que hace Kirchner, en el fondo es fruto del 19 y 20, y todo el nuevo reclamo de transformación de las relaciones sociales. Sin eso, este gobierno no hubiera empezado de este modo.
-Según esa visión, el nuevo gobierno estaría respondiendo a aquellos reclamos.
-Creo que sí, y es lo que provoca el cambio de expectativas. ¿Hasta dónde va a llegar? No se sabe. La situación es inestable. Pero me parecería un poco tonto desde el punto de vista del movimiento social acosar a Kirchner. No veo a nadie en esa posición, ni a los partidos de izquierda. Pero todavía no estamos aprovechando suficientemente las posibilidades de juego que hay.
-Con tanto entusiasmo, más de uno podría sentarse a esperar que el señor Kirchner o su señora arreglen todo.
-Deponer el protagonismo sería lamentable. Pero eso lo podés combatir: hay que aclarar que el Estado no va a solucionar los problemas de la sociedad. Puede crear condiciones, pero lo que no hagas por vos mismo, con tu auto organización y tu autonomía, no lo va a hacer nadie. En cierto sentido, ahora se pone en juego la consistencia de la autonomía. La autonomía frente a un estado mafioso, que no da espacio o que reprime, podría ser casi un deber. Con un Estado más seductor, el debate sobre la autonomía empieza a cobrar otro valor.
-Mucha gente aparece desconfiada ante el gobierno, ante tanto brote de optimismo, y parece preferir cierta distancia con la nueva situación.
-Tenemos todos los motivos, ¿no? A mi me parece muy prudente. Yo no me voy a hacer kirchneriano. La crisis de representación es mundial, tiene otros orígenes, uno tiene que seguir cuestionando el espectáculo político, y en el fondo el Que se vayan todos sigue siendo una consigna completamente válida. Pero hay que registrar los actos simbólicos que nos ponen en un nuevo escenario.
-Pero en el actual contexto de expectativas, ¿cuál puede ser el sentido del Que se vayan todos?
-Es un cuestionamiento a un sistema de representación política que no permite la vida democrática de las sociedades, es un programa político a largo plazo. Se puso muy en evidencia en Europa con la guerra en Irak. Lo que pasa es que esto requiere un poquito de sutileza. Es bastante fácil resolver todo en términos de consignas. La vida es compleja. Hoy te pone frente a una situación en la que no hay más remedio que pensar lo político en su dimensión con el Estado, cosa de la que estábamos exceptuados cuando el Estado se manifestaba como un enemigo completo.
-He escuchado a asambleístas preguntarse cómo actuar frente a un poder que se relegitimó, mientras sospechan que lo actual es puro maquillaje.
-Es una preocupación comprensible. Pero hay que ir un poquito para atrás, y pensar que Kirchner tal vez no tenía más remedio. Cuando le dijeron “usted va a ser presidente por el 22% de los votos”, él dijo “en realidad tengo el 12, el resto es de Duhalde”. Con lo cual tuvo que salir a legitimarse frente a la sociedad. Esto no había pasado. Yo no recuerdo de ningún presidente en la situación de querer legitimarse habiendo ganado.
-Hasta ahora hemos tenido a los que prometen, pero después hacen todo lo contrario. Esta vez lo raro fue que se pusieron a hacer más de lo que habían prometido.
-Sobre todo son actos simbólicos, pero en el imaginario colectivo pesan. No hay que subestimarlos. Lo que uno ha ido aprendiendo es que la construcción de los mitos y el valor de lo imaginario tienen tanto o más peso que ciertas estadísticas. La realidad finalmente tiene que ver con cómo uno la reconstruye en sí mismo. Las cosas no se viven objetivamente, las viven los sujetos. Y si esos sujetos tienen expectativas, cosas que son estadísticamente iguales, cambian.
-El riesgo es quedarse mirando el espectáculo de los actos simbólicos.
-Pero eso puede pasar si no tenés tus propias propuestas para salir a disputar frente a un pueblo que manifiesta haber recuperado su sentido común. Yo sé que lo que digo puede ser discutible, pero uno tiene que decir lo que piensa. Equivocarse es un derecho. Pero sinceramente, no creo que mañana Kirchner saque a los militares para molernos a palos. Puso a Eduardo Duhalde en Derechos Humanos, Duhalde fue a ver a la gente de Brukman. La gente de Brukman vino a contarnos que ahora harán la cooperativa y la fábrica puede recuperarse. Parece que se puede ir caminando un poco.
Otro debate en danza es sobre las propias asambleas barriales. ¿Siguen teniendo entidad, o fueron apenas un virus de verborrea? ¿Tienen vigencia, o están en crisis terminal? Dice Lucio: “Es cierto que muchos asambleístas nos hemos sentido bastante dolidos por tantos certificados de defunción que nos han ido extendiendo los intelectuales. Intelectuales que no participan en el movimiento asambleario. En muchos casos son los mismos que sin participar, o participando de ojito, en otro momento le asignaron a las asambleas una importancia mucho mayor a su verdadera inserción.”
Lucio cree que debe haber habido muy pocas experiencias de democracia y horizontalismo tan extenuantes como la de las asambleas porteñas. “Lo de la horizontalidad es un invento argentino. Con sólo salir a Uruguay, hablás de horizontalidad y no entienden si te referís a alguna cama”.
Una curiosidad: esa forma horizontal de organización incluye a asambleas, a ciertos movimientos piqueteros, a algunos de derechos humanos. “Capaz que nos hemos ido copiando” dice Lucio. Lo real, es que constituye un modo novedoso de hacer política, una especie de seguro contra autoritarismo que Salas reconoce haber sufrido en carne propia: “Yo tengo un natural bastante autoritario, me encanta tomar decisiones. Pero en la Asamblea me han puesto tantas veces en mi lugar al final uno se termina haciendo a esa práctica”.
-De esa misma anécdota, ¿no se desprende que el mecanismo traba la capacidad de decisión, y que la asamblea puede convertirse en una burbuja que no va a ningún lado?
-La asamblea pretende una forma de autoorganización. Además, cuando aparecen iniciativas como la de La Asamblearia, o las comisiones dedicadas a economía solidaria, o la de privatizaciones, ya se pasa al plano de lo económico, de la vida material. Se va a la estructura misma -como se diría en lenguaje marxista- de las relaciones sociales, de las relaciones económicas. Pero a la inversa, los que pensaron que las asambleas tenían que tomar el poder, estaban un poco equivocados.
Lucio cree las asambleas han sido una experiencia ardua para muchos intelectuales, a quienes en ese ámbito no se les ha reverenciado debidamente el prestigio ni los oropeles. “No te dan pelota”, informa Salas. La horizontalidad puede haber resultado lacerante para ciertas deformidades de la autoestima:
-La cuestión, de todos modos, era aguantarse para ver qué salía de todo esto. De la democracia y del pluralismo. Pensándolo bien, así debía ser la polis: una cosa difícil.
-Tal vez había griegos poco considerados que contradecían a los filósofos profesionales.
-Sí, del ágora nos quedan retratos muy floridos, pero debía ser bastante espantoso. Pero hay cosas que conviene mirar bien. Por ejemplo, una asamblea puede tener un promedio de 30 ó 40 personas, pero si se abren bien los ojos, empieza a verse la cantidad de organizaciones sociales como bibliotecas populares, sociedades de fomento, clubes, aparecen ante uno otros actores sociales con los que construir en red. La potencia de una asamblea no está dada por el número de sus miembros activos, sino por este tipo de relaciones que va desarrollando en el barrio, en el territorio. El foro de Economía Solidaria en Núñez, lo hizo la Asamblea con otras 19 organizaciones barriales. No es poco.
Esas organizaciones para Salas tienen un valor que no se suele apreciar, o que se desmerece por su supuesta pequeñez.
-Por ejemplo, una biblioteca popular, tal vez no colme mis expectativas de lectura, pero sí la de muchos vecinos o la de 50 niños que asisten cada día. Es una forma de organización popular importante, a la que uno ha permanecido un poco ciego durante años, aún teniendo una actitud activista o militante, porque uno se ha concentrado en hechos más espectaculares de la política.
-¿Espectaculares?
-Claro, el gran debate político, las intervenciones en la vida social con efectos mediáticos. En cambio este otro tipo de construcciones tal vez no sea el más espectacular, pero es el que garantiza una forma de transformación posiblemente lenta, pero consecuente. Lo espectacular lo hemos tenido en la historia argentina de nuestra generación. Tomar un cuartel militar, por ejemplo. Un episodio de la máxima espectacularidad. Y al final, ¿para qué servía eso? ¿Realmente representaba una disputa por el poder? ¿El poder estaba en el cuartel?
Hay un montón de preguntas que tienen que ver con nuestra generación, la de los que tenemos unos 50 años, cuando éramos jóvenes, y creo que en la mayoría de los casos se responde negativamente. Por eso me parece que hay una revisión de nuestra forma de participar de la vida social, y de procurar la transformación.
-Sin embargo hay intelectuales, como el estadounidense James Petras, que dicen que las asambleas con sus discusiones ad infinitum y su rechazo a los liderazgos, terminan siendo una especie de anarquía estéril y nada transformadora.
-Yo me decepcioné mucho con Petras. Por ejemplo, su interpretación de del Foro Social de Porto Alegre, que para mi fue tan importante y que él subestimaba totalmente diciendo que en lugar de “otro mundo es posible” sólo se iba a terminar diciendo “otro foro es posible”. Yo creo que sus planteos han fracasado, los veo muy cuadrados. Keynes decía que eran tan pocos los hombres que después de los 25 se atreven a incorporar una idea nueva Es bravo. Uno a veces tendría que aprobar con melancolía que a lo mejor no tuvo razón.
-Dejemos a Petras, vamos al argumento.
-Él habla de anarquismo. Yo no soy anarquista. En las asambleas hay algunos anarquistas, están en todo su derecho, y son muy buenos compañeros. Pero la horizontalidad no se hizo por anarquismo, sino que -como lo ha dicho Naomi Klein- es una apuesta bastante radical a evitar las jerarquizaciones y organizaciones verticales que tan malos resultados han dado. Es interesante ver que esto surge entre gente que ya hizo la experiencia de la organización vertical. Yo mismo fui integrante de una organización centralizada, revolucionaria y de izquierda, y por eso conozco cómo se piensa el asunto.
-Pregunta: ¿cómo se piensa el asunto en esas organizaciones de izquierda?
-Se piensa en los frentes de masas. Las asambleas serían un ejemplo. Vos vas al frente de masas con tu línea y tenés que imponerla. No es que seas malvado. Estás convencido de que tu línea es la justa, bajás al frente de masas y operás, y lo podés hacer con absoluta transparencia y honestidad, pero para conseguir que ese frente de masas actúe de acuerdo a tu estrategia.
-Si uno les cuestiona eso, contestan: ¿qué tiene de malo? Es la naturaleza de su propia actividad militante.
-Claro, y es difícil romper con esa idea del frente de masas, y que consideren la autonomía como un valor. La autonomía de cada organización social en sí, sobre todo cuando no existe nada parecido a un proyecto conjunto, se tiene que ir elaborando en función de las experiencias prácticas concretas. Tratar de meterles el corsé de un programa elaborado desde afuera, es central en la estrategia leninista de la política. El aparato se termina imponiendo de una forma bastante brutal sobre el frente de masas. No ha dado resultados muy notables
-Pero como respuesta a esos resultados poco notables, ¿no se corre el riesgo de abandonar cualquier estrategia que plantee el problema del poder?
-Es que me parece que la autonomía o la horizontalidad no implican desconocer la existencia del Estado, por ejemplo, que fue el motivo de mayor esterilización del movimiento anarquista, tan importante hace cien años: el ideologismo, hacer un gigantesco tabú del Estado. Es distinta una posición autonomista de una anarquista. Esta última me parece un poco sin salida, termina siendo testimonial y poco operativa para el cambio social, que es lo que a uno le interesa, y no sólo hacer el testimonio de la pureza de mis ideas.
-Ni quedarse sólo en la protesta.
-Claro, creo que se trata de que en las asambleas se hable más de política, en el sentido más tradicional. Digamos, yo vengo de una generación donde aplicábamos la palabra política a todo. Estaba bien eso de plantear que eran “políticas” -en el sentido más profundo de la palabra- todas las intervenciones culturales o sociales.
Pero también hay que empezar a pensar la política en el sentido más usual, la relación con el Estado. La gente está en contra de los políticos por la forma en la que utilizan el poder del Estado. Pero no de la actividad política.
-Así planteada, la autonomía no se opone a pensar una relación con el Estado o el poder.
-Te aclaro que son mis ideas personales, y no consensuadas en una asamblea.
Yo veo que lo que realmente hace al núcleo de la construcción del movimiento social y de la autonomía no es la negación del Estado, sino que el Estado no es el centro de la estrategia de poder. Esto también tiene que ver con la actitud de confrontación. No creo que sea útil confrontar con el Estado. Se confronta cuando es inevitable. Pero la búsqueda de confrontación en nuestro pasado ha demostrado ser más bien estéril. Uno lleva todas las de perder. Hay que observar que las estrategias de la toma del poder, cuanto más serias han sido, siempre se han planteado que en la naturaleza del poder está el ejercicio de la violencia organizada.
-En esa línea, lo único razonable es acumular fuerza, hasta tener más fuerza que el poder establecido.
-Pero en ese caso hay que plantear el aspecto militar de la cosa. Es un poco desagradable de decir, pero si realmente uno pone el centro de su estrategia en el control del poder del Estado, antes o después debe considerarse que el Estado tiene aparatos de coerción y de monopolio de la violencia, que hay que quitarle. O doblegar, o no sé qué.
En cambio, una estrategia que no se centra en la lucha por el poder del Estado sino en el desarrollo de la organización social, en el seno de la sociedad civil, no tiene por qué atarse a las estrategias de confrontación, salvo que sea inevitable, porque -como te decía- en las confrontaciones se tiene todas las de perder.
Entonces por un lado, existe una perspectiva -que muchos hemos compartido- de una construcción de una sociedad distinta a partir de una toma del poder del Estado. Pero la idea de que cuando conquistes el poder vas a resolver desde arriba los problemas de la sociedad te inhibe, en algún grado, de intentar transformaciones para la vida que vamos viviendo.
La otra variante es concentrarte en la construcción que te interesa, sin esperar a controlar el poder del Estado para hacer la transformación.
Hay otras formas de transformación. Se me ocurre pensar en experiencias históricas. La burguesía europea, ¿cómo ascendió? Cuando ascendió al poder político llevaba siglos de haber ido impregnando de su forma de relaciones sociales a la Europa feudal. Cuando maduró ese dominio de la sociedad por las formas de propiedad burguesas, por la consolidación de una clase, la conquista del poder político fue como una derivación natural.
Yo no sé si esto es enteramente asimilable pero las transformaciones sociales se han dado en el tiempo, primero dentro de la sociedad y después en las instituciones políticas, que tampoco son eternas, sino que son formas históricamente determinadas.
-¿Qué ejemplo hay de esa manera de pensar la política desde los movimientos sociales, con relación al Estado?
-En la cooperativa La Asamblearia, entramos en contacto con gente de Inti que está colaborando con diversas cuestiones, desde la formulación de una página web, hasta apoyo técnico para emprendedores y posibilidades crediticias. Esos recursos del Estado estaban ahí, nos topamos con funcionarios con buena leche, y eso nos permite dar un salto manteniendo siempre nuestra autonomía. Las asambleas podrían hacer suyas propuestas como las del EDI, Economistas de Izquierda, un nucleamiento de docentes universitarios que hicieron un estudio del presupuesto de la Capital que muestra cómo recaudar 1.000 millones más por año corrigiendo los impuestos. Con esos planteos podríamos tener una verdadera intervención política, para plantarnos frente a los candidatos, y que no te corran con el argumento de que “no hay plata”. Se puede lograr una injerencia en cómo se distribuye, en plantear de dónde obtener el dinero, en no quedarte sólo en el reclamo sino explicar cómo hacer que hospitales y escuelas estén mejor, y que haya plata para la economía solidaria.
-Es cierto, pero esta posibilidad no existe actualmente, es una expresión de deseos.
-Pero sí existe una experiencia como la de la Comisión de las asambleas autónomas dedicadas a las privatizadas. Ellos son los que han tenido más instinto para articular situaciones bien concretas como la de los servicios públicos, la amenaza de tarifazos, y vincularon rápidamente eso con la protesta, la denuncia, la movilización y la acción de muchos actores sociales y del propio Estado. Además, se manejaron también con presentaciones legales, las defensorías del pueblo, los estudios económicos. Hicieron una combinación para tener una concreta intervención política, con muchas alianzas y de hecho es una de las comisiones históricas de las asambleas, que ha funcionado desde los primeros momentos.
-Volvamos a otro de los cuestionamientos contra la horizontalidad, el de la ineficiencia.
-Venimos de una crítica muy fuerte a los mecanismos de representación, que tampoco han sido un modelo de eficiencia. Tal vez sea una reacción extrema, pero es donde estamos situados. Me parece que hay cuestionamientos injustos. Las asambleas lograron muchas cosas como prácticas concretas en los barrios. Las fábricas recuperadas también son experiencias de horizontalismo. Creo que es un antídoto contra las jerarquías permanentes.
Esto está muy asociado a la cuestión del consenso. En las asambleas a veces se busca no votar y discutir hasta que se convenzan todos, o una gran mayoría. Son cosas que uno podría resolver en menos tiempo votando de una forma clásica. ¿Sirve eso? El que no entendió el sentido se queda como resentido. Entonces el vínculo afectivo esencial se puede deteriorar. Porque estas son construcciones en las que media también el afecto. Estamos tanto tiempo juntos, que por supuesto hay tensiones, peleas, pero si eso no se puede resolver, las asambleas de debilitarían, se entra en una dinámica expulsiva.
Es lo que pasa en los partidos. Se llega a un momento en el que se discute, se toma una decisión, y al que no le gusta se va. Aquí en cambio se lima, se lima, hasta llegar a un consenso muy amplio, inclusivo.
-Pero puede ser a costa de una pérdida de tiempo y energía descomunal.
-En la medida que las cosas salgan, es otro tipo de eficiencia. El movimiento social tiene que aceptar sus propios tiempos, y sus propias reglas de juego. No es negocio alterarlas para jugar al ritmo de los demás.
-¿Cómo fue tu pasaje de la experiencia en una agrupación centralizada y jerárquica a una búsqueda por el lado de los movimientos más abiertos, autónomos y horizontales?
-Yo tuve que exiliarme. Estuve en Suecia. Ahí conocí al movimiento contra la energía atómica. Yo estaba a favor de la energía atómica, porque era muy partidario del progreso. La energía atómica era progresista de por sí. Decíamos que el problema era el capitalismo, que no podía controlar ese sector. Después entendí que la cosa era más complicada. Pero ahí conocí eso de que podía haber un movimiento social con su organización y objetivos, que no era parte de un proyecto político partidario. Eso me marcó bastante. Y más tarde, haber ido al Foro de Porto Alegre. Fuimos con mi mujer (Cristina Feijóo) como escritores y es muy alentador encontrarte con 40.000 personas que comparten una perspectiva a la que vos habías ido llegando.
-En algún momento planteaste que tu actividad en la asambleas resignificó tu vida.
-Es exactamente así. El poder recuperar la dimensión social de la existencia de uno, más allá de ir a diez marchas por año, o que a través de la computadora estuvieras en relación y colaboraras con una cosa o con otra, el saber que todos los días hay una cosa concreta que hacer, es una sensación muy linda, te sentís más pleno. No quiero incurrir en alguna expresión un poco ridícula, pero lo siento así. Yo suelo decir que esto es un milagro. Un milagro laico, para que nadie me atribuya lo que no soy.
Lo que pasa es que los años del menemismo fueron muy angustiosos. Mi mujer tiene una novela, Memorias del río inmóvil (ganadora del premio Clarín) que describe ese clima cultural que se vivía, con el apogeo de un individualismo tan exacerbado. Era bastante pesado de sobrellevar.
-Hubo gente que parece haberla pasado muy bien.
-Depende de cómo vivís esas cosas. Aún no estando mal de plata y haciendo algo creativo como escribir, vivimos con mucha angustia aquel tiempo. Y ahora que estamos mucho más jodidos económicamente, lo que pasó a tener más importancia fue esta otra posibilidad de recuperar un espacio social.
Y es cierto: resignificar la vida de uno.
Nota
Detienen a una integrante de la asamblea de Famatina por desplegar una bandera
La presión social hizo que la liberaran a las tres horas y sin ninguna causa. Su detención ocurrió ante la llegada del gobernador Quintela a un evento pro minero, cuando Jenny Luján, docente integrante de la asamblea de Famatina, intentó desplegar una bandera que decía “El Famatina no se toca”. La política detrás del intento de volver a instalar proyectos en la provincia. La postura de las asambleas. Cómo fue el episodio y cómo se organizan las y los vecinos que defienden el medioambiente y la vida, en medio de RIGI locales, tejes de corrupción y una política partidaria en contra del pueblo: “Estamos no solo resistiendo sino pensando qué queremos construir y cómo lo vamos a lograr. No es fácil, pero lo bueno es que seguimos y acá estamos y estaremos”. Hoy Jenny denunciará al gobierno por detención ilegal y vulneración del derecho a la libre expresión y protesta.
Por Anabella Arrascaeta
Jenny Luján era docente en Famatina, La Rioja, cuando en 2006 empezó a hablar con sus estudiantes y otras colegas sobre minería. Ese mismo año, ella junto a otras personas, crearon la Asamblea de Famatina que describe su eficacia hoy así: “Fue creciendo de tal manera que hace 18 años no tenemos minería en Famatina, la gente está muy orgullosa, aumentó el turismo en la zona y en el proceso recuperamos nuestras identidades ancestrales”.
Ayer, fue desde donde vive actualmente, Chilecito, hasta la localidad de Villa Castelli, departamento General Lamadrid, para protestar junto a otros asambleistas, vecinos y docentes en el acto que el gobierno difundió como Multisectorial Actores del sector minero en La Rioja, donde nueve empresas mineras proponían informar sobre proyectos en la provincia.
Cuando llegó el gobernador Ricardo Quintela, Jenny intentó desplegar una bandera que decía: “El Famatina no se toca”; pero la policía la rodeó para que no pueda hacerlo. Entonces ella gritó con fuerzas: “La cordillera no se toca, el agua es para los pueblos”. Automáticamente fue detenida, abrazada a su bandera, y llevada por tres horas a la comisaría local. El gobernador le dedicó unas palabras en el acto, cuenta ella: “(Quintela) dijo que me quede tranquila, que la minería que van a hacer es responsable, que se van a encargar de controlar todo. Pero nosotros sabemos que es un desastre”, cuenta hoy Jenny ya desde su casa, en libertad, gracias a la enorme presión que ejerció la asamblea, que sigue protestando.
“Nosotros ya estamos acostumbrados, y siempre que vamos y hacemos este tipo de actividades vamos preparados”, sigue Jenny. “Siempre digo: hay que llevar un calzón por si te detienen. Y sabemos además que cada vez que pasa esto es un efecto bumerán para el gobierno: tiene una repercusión a nivel de la gente que se le vuelve en contra”.
¿Qué fue lo que pasó?
Desde hace tiempo que el gobierno viene profundizando las políticas mineras, sobre todo de extracción de litio. En el último tiempo hubo presión de la Cámara Minera, de las empresas y de los medios que empezaron a fogonear el tema, todo en el contexto en el que Quintela quedó en el aire: se lleva mal con Milei y quedó afuera de la interna PJ. Entonces lo que hace es ver de dónde saca dinero para pagar deudas que tiene la provincia y por eso generaron este encuentro con la excusa de informar a las comunidades de que se trataban los proyectos de las nueve mineras. Se suponía que iba a ser abierto, todo un verso hermoso. El tema es que no fue un encuentro para eso, fue para visibilizar que en La Rioja se están haciendo cosas por la minería. Lo hicieron en un lugar que fue una provocación, un lugar ancestral, ahí se juntaron 500 más o menos entre mineros, funcionarios del gobierno provincial, local, y mucha policía. Nosotros éramos 15 personas, de asambleas, vecinos e integrantes de AMP, la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja. Lo que veíamos es que no había pueblo. Estaba todo ornamentado: pantalla, sillones, mesas, alfombras.
¿Ustedes iban a participar del evento?
No, nosotros no nos acreditamos, obviamente, porque no estamos de acuerdo. Desde que fuimos transitando en la ruta nos pararon varias veces, nos revisaron absolutamente todo, nos trataron con prepotencia. Llegamos al lugar, sacamos fotos, y nos quedamos afuera. Aunque es un centro ancestral, está en el medio del campo, alrededor hay piedras y nativas nada más. El estar afuera daba lo mismo: se veía absolutamente todo. Estábamos muy marcados por la policía, que había mucha, entonces teníamos como estrategia que cuando se baje el gobernador íbamos a despegar una bandera.
¿Y cuando llegó el gobernador qué pasó?
Se bajó el gobernador, se bajó la vice, la policía nos había dicho que no digamos nada, que no gritemos nada. Y cuando intento abrir la bandera me abrazan tres o cuatro policías, y no me lo permiten. Entonces, como la consigna tenía que estar, grito: la cordillera no se toca, el agua es para los pueblos. Eso puso muy furiosos no solo a los policías, sino también a los funcionarios que gritaban “llevenla de acá”.
¿El gobernador qué hizo?
El gobernador entró. Después dijo que no se enteró, que iba a interceder para que me liberen. Me dedicó un mensaje de discurso: dijo que esa “señora grande de edad”, quería decirme que me quede tranquila, que la minería que van a hacer es responsable, que se van a encargar de controlar todo. Cuando sabemos que es un desastre.
¿En ese momento te llevaron a la comisaría?
Me subieron a un patrullero, y no arrancaba. Así que me pasaron a otro. Mientras tanto, los gritos: “llevala rápido”. Llegué a la comisaría y me dijeron que estaba detenida. Me quisieron sacar la bandera, la cartera, dije “no, hasta que no tenga el acta de detención no entrego nada”. Después me dijeron: “no está detenida, está demorada”. El comisario estaba en el circo con el gobernador. Me hicieron el acta de contravención, cuando lo leyeron decía que era por resistencia a la autoridad policial y alteración del orden público; la hacían muy lenta, para tardar. La sanción era pagar una multa o hasta detención 30 días, yo le dije no voy a pagar ninguna multa, esos delitos no los cometí. Mientras, estaban saturados los teléfonos de compañeros y compañeras de todo el país. La gente se empezó a juntar afuera de la comisaría. Había presión. Y decidieron a último momento que dejaban sin efecto la contravención y que me vaya. Les avisé: voy a hacer una denuncia por detención ilegal, por vulneración del derecho a la libre expresión y protesta, y por violencia verbal de la policía. Estuve desde las 10 de la mañana hasta 13.30 de la tarde. Cuando bajé de ese pueblo a la fiscalía, ya eran las tres de la tarde y no había nadie, después vine a Chilecito. Mañana voy a ir a la fiscalía.
En clave de lo que pasó: ¿Cómo lees el panorama político de la provincia gobernada por la oposición nacional pero a su vez impulsando estos proyectos?
Quintela hace 2 años aprobó una ley declarando al litio “mineral estratégico”, y lo que dice es que él quiere explotar la minería dando un valor agregado a la provincia y que haya derrame para el pueblo. No adhirió al RIGI, pero tiene su propio RIGI. Él usó la lucha del Famatina para llegar al poder, para acumular partidariamente, como muchos: no es el único, lo hicieron de todos los partidos. Pero dentro de lo que hay de la provincia, es lo mejor, mirá lo que te digo: así de terrible es esto. Del otro lado está Beder Herrera, ex gobernador de la provincia que impulsó la minería desde 2006 en adelante, por eso nacimos nosotros como Asamblea; Martin Menem, que ya sabemos; Angel Maza, que es ex gobernador de la provincia y es uno de los asesores creadores de las leyes mineras que se impulsaron en la época que fue presidente Carlos Menem, cuando él estaba como Secretario de Minería. Ni hablar del radicalismo, que está totalmente mileinisado, derechosos, apoyan fuertemente las políticas de Milei. Y bueno, el PRO. Todo es terrible, no estamos teniendo dirigentes en la provincia que den otro horizonte. Hay un partido que viene tomando fuerza, trabajando con las organizaciones, pero es muy difícil en estas provincias donde el peronismo y el feudalismo tiene raíces profundas. Entonces es Quintela, que es terriblemente demagogo, llega a mucha gente y da soluciones que son muy pequeñas pero que resuelven cosas en lo cotidiano, mientras tanto la corrupción viene generando nuevos ricos políticos de manera bochornosa. Es obsceno. Tenemos funcionarios del gobierno que ya son dueños de pedazos enteros de la provincia.
Y en ese contexto, las Asambleas, ¿cómo están?
Las asambleas son muy respetadas y muy creíbles, porque vienen teniendo coherencia desde hace 18 años. A pesar de que hubo algunos referentes asamblearios que disputaron el poder partidariamente y lo hicieron desde el PRO y de La Libertad Avanza, lo que fue terrible para la asamblea, un terremoto… Pero no les fue bien. Y sabemos que el pueblo no se aparta de la lucha, está dispuesto a seguir defendiendo el territorio, y eso es muy bueno. La mayoría cree en las asambleas, apoya y siente que son un nudo coordinador de acciones y de formación: todos saben de qué se trata, y todos han recobrado el orgullo de ser de su lugar, y por eso lo defienden. Y sobre todo hemos perdido el miedo, lo que es muy importante en este contexto en el que hay mucha presión y miedo de perder el trabajo, donde todos estamos poniendo energía para ver cómo sobrevivimos cada día. Sin embargo hay espacios para seguir juntándonos, haciendo actividades, y sosteniéndonos solidariamente: tenemos por ejemplo ferias de todo tipo para ayudar a quienes la están pasando muy mal. Y seguimos tejiendo con organizaciones, porque creemos que lo único que nos va a hacer salir de este gobierno es unirnos por abajo, tejiendo la trama: estudiantes, jubilados, trabajadores, amas de casa, agricultores, defensores de la vida. Estamos no solo resistiendo sino pensando qué queremos construir y cómo lo vamos a lograr. No es fácil, pero lo bueno es que seguimos y acá estamos y estaremos.
Nota
Tres audiencias ante la CIDH: mujeres, derechos humanos y economía popular
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió tres audiencias temáticas a las organizaciones de la sociedad civil de Argentina para escuchar el impacto de las medidas regresivas que adoptó el Estado en políticas sociales, económicas y culturales. El gobierno de Javier Milei debió responder en Washington, sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las autoridades internacionales respecto a la vigencia de los derechos humanos en nuestro país. Hubo en total tres audiencias:
- Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular;
- Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género;
- Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos.
En el caso de violencia contra las mujeres y niñas, la presidenta de la CIDH Roberta Clarke planteó que se trata de “delitos de lesa humanidad”. La actitud del gobierno argentino, y los detalles de cada una de las audiencias.
Por Lucrecia Raimondi
Las audiencias ante la CIDH que se llevaron a cabo el jueves 14 noviembre reunieron a organizaciones sociales y de derechos humanos en la sede de la Ex Esma, desde donde se realizó la conexión. Fueron solicitadas por entidades de derechos humanos, políticas, sindicales, feministas, sociales, académicas y religiosas.
Durante el 191º Período de Sesiones, en un hecho inédito, la CIDH otorgó a la Argentina el tratamiento de tres temas:
- El “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular”;
- la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género”;
- el “Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos”.
En 10 meses de gestión, el gobierno de Milei debió presentarse cuatro veces a la CIDH para dar respuesta ante los reclamos de la sociedad civil por la violación a los derechos humanos. La primera fue en julio de este año sobre la “Situación de la protesta social y el derecho a la libertad de expresión” a partir de la represión durante el tratamiento de la Ley Bases en el Congreso Nacional.
Los representantes del Estado argentino sostuvieron la postura ultraliberal del presidente Javier Milei en todos los ámbitos internacionales de derechos humanos. Ante la CIDH, las intervenciones del gobierno y de la sociedad civil mostraron un país con una profunda división. En la exposición de los funcionarios oficiales quedó explícita su postura en “concordancia con los principales lineamientos del gobierno” en relación a la “racionalización de la gestión de los recursos disponibles”, según ellos como consecuencia de “la herencia institucional, económica y social recibida por la actual administración”.
En las tres audiencias el ex juez Alberto Baños, a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, argumentó que “los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes y la reducción de personal ineficiente, tienen que ver con la búsqueda de saneamiento que permita un renacimiento de la economía”. Las intervenciones de Baños se vieron plagados de un tono entre irónico y agresivo hacia las políticas de derechos humanos, con la habitual retórica oficialista que justifica la regresión en materia social amparándose en la crisis económica.
Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil presentaron informes detallados del impacto negativo de las políticas de ajuste y desregulación del Estado en tres áreas donde Argentina es un ejemplo para el mundo:
- la colaboración comunitaria contra la pobreza en los barrios vulnerables,
- la lucha social por la erradicación de la violencia de género,
- las políticas de memoria, verdad y justicia por la no repetición del terrorismo de Estado.
La sociedad civil peticionó a la CIDH una visita a la Argentina para monitorear la situación con el fin de impulsar al Estado a cumplir con sus obligaciones y respetar los estándares internacionales de derechos humanos.
Milei pretende diferenciarse de la Agenda 2030, consensuada en la ONU como el “Pacto del Futuro”, que reúne esfuerzos para garantizar derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. “Aunque bienintencionado en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, disertó el presidente de Argentina en septiembre ante la 79º Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al cierre de su discurso advirtió que “la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución”. En esa línea fue la intervención de Baños, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La economía popular y el avance narco
La primera audiencia sobre el “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular” fue solicitada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).
La principal denuncia de este sector fue la falta de entrega de alimentos a los comedores comunitarios, el desmantelamiento de los programas de empleo social, la persecución y la estigmatización de las organizaciones sociales. Natalia Zarza, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos e integrante de la UTEP describió la dramática situación de los barrios populares ante la falta de alimentos: “No llegamos a fin de mes, no tenemos a la noche un plato de comida todos los días. Los espacios que brindan los alimentos a los pibes se hacen de manera amorosa y con compromiso, son una herramienta fundamental de contención. Pero cuando el Estado se retira avanza el narcotráfico que le destruye el proyecto de vida a nuestros pibes. Estoy acá con mucha bronca, vengo para que me escuchen. No somos fantasmas, somos los que sostenemos los comedores comunitarios dándole de comer a los chicos y los ancianos de todos los barrios de la Argentina”.
Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP, explicó las consecuencias de la política de ajuste: “En nuestro país hay 10 millones de indigentes, hay más de 20 millones de compatriotas que están en la pobreza que no pueden comer todos los días, que saltean comida. El gobierno congeló el salario social complementario, implica que el Potenciar Trabajo, que percibían trabajadores y las trabajadoras de la economía popular producto de una tarea socio productiva, cayera en peores condiciones sociales de las que estaban en términos de pobreza. El gobierno tomó una decisión de avanzar en un proceso de ajuste, no solo en la política de economía popular, sino en muchas políticas. Nosotros hacemos mucho hincapié en que cuando se destruye la comunidad avanza el narcotráfico, se rompen las redes de contención social y de contención comunitaria”.
Además Gramajo detalló: “Lo que hemos planteado hasta acá es producto de las decisiones que ha tomado el gobierno. Los trabajadores de la economía popular y trabajadores formales van perdiendo su trabajo y su poder adquisitivo, los jubilados y jubiladas caen en la pobreza, millones de niños y niñas van todos los días a dormirse sin comer, más de 10.000 empresas han cerrado, privatizó las empresas del Estado. El gobierno decidió desfinanciar la educación y la salud pública” y concluyó que para la sociedad civil peticionante “esto representa un plan de miseria planificado, un plan de exterminio social y una gran crisis humanitaria que necesita el acompañamiento de los diferentes organismos internacionales. Porque el avance en el narcotráfico que se ve en el territorio argentino y también la gran tasa de suicidios que ha aumentado violentamente, son producto del deterioro económico y social que está viviendo nuestro pueblo”.
En respuesta a los planteos de las organizaciones, Baños acusó a Gramajo de tener un “discurso político”, habló de infiltrados en las manifestaciones, de comedores fantasmas y tildó a la militancia social de coercitiva. Además sostuvo que “las políticas de intermediación y asistencialismo clientelar llevaron al país años de pobreza estructural” y agregó que “durante épocas de pobreza estructural y asistencialismo clientelar, tampoco se presentó ningún pedido de audiencia pública”, cosa que en la Ex Esma fue interpretada como una chicana.
Ante la pregunta del comisionado Caballero sobre si era una proyección o un dato concreto que la pobreza disminuyera a la par de la baja de la inflación, Baños agitó el discurso libertario: “No es que en el segundo semestre del 2024 la pobreza bajó sino que en este segundo semestre estamos viendo que la pobreza empieza a bajar a partir de una sostenida baja en los índices de inflación”.
Al cierre de su intervención sobre este tema, Baños describió para quién gobierna el presidente: “La gestión encabezada por el presidente Milei es para mejorar la calidad de vida de los argentinos de todas las clases socioeconómicas, apuntar a lograr una vida en libertad y hacer de la propiedad de cada uno un fin en sí mismo”.
La voz de los marginados
Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, se dirigió a los funcionarios en relación a las respuestas insuficientes del Estado y la evidente falta de diálogo ante los reclamos de los trabajadores de la economía popular: “Quiero invitarles a las dependencias del Estado a que básicamente reconozcan los derechos humanos y políticos en el marco de los derechos humanos. ¿Entienden esta lucha de poder que existe entre las instituciones y las personas? Por ejemplo, eso tiene que ver con la distribución de recursos. Cuando hay desigualdades muchos quedan afuera en sus necesidades, no son cumplidas. Esta es la historia que vive nuestra región, de arriba hacia abajo. Entonces, el marco de los derechos humanos dicta que los Estados tienen que proteger los derechos y los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil tienen el papel de monitorear lo que están haciendo los Estados para cumplir con los derechos humanos. La Comisión también tiene que ser la voz de los marginalizados”.
Además, se refirió a la denuncia por la estigmatización y las campañas de desprestigio al sector de la economía popular que sostiene los comedores en los barrios: “La sociedad civil y los defensores de derechos humanos no deben recibir ningún tipo de represalia. Deben en forma sustantiva ser esa voz, no solamente una voz desde afuera, sino una voz que puede sentarse a la mesa de negociaciones para que se vean sus perspectivas, para que se vea el monitoreo que han realizado en cuanto a las políticas. Los defensores de derechos humanos están trabajando con mucho valor en contra de los poderes que tiene el Estado y por supuesto esto lo vemos en toda nuestra región. Así que quiero honrar la integridad del trabajo que están haciendo ustedes y sus intenciones”.
“La violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”
En la segunda audiencia sobre la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género” participaron como peticionantes Amnistía Internacional, el CELS, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Fundación Mujeres x Mujeres y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Los principales ejes de denuncia fueron el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades y su posterior cartera disminuida en Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, la reducción drástica de los Centros de Acceso a la Justicia, el desfinanciamiento de la línea telefónica 144, del Programa Acompañar y el Programa Acercar que brindaba asistencia integral a las víctimas de violencia de género.
Destacaron la falta de políticas de prevención del abuso sexual en la infancia, las barreras para el acceso al aborto legal, el cierre del Plan ENIA de prevención de embarazos no deseados en la adolescencia, más el desmantelamiento de programas que promovían la equidad de género en empresas y de ayuda económica para personas trans. La audiencia comenzó con un claro mensaje de Clarke: “Dediqué casi toda mi vida profesional a este tema y no se ha visto una disminución en las estadísticas. Tal vez no contemos con cifras exactas por subregistro, pero la violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”.
Natalia Gerardi, directora ejecutiva de ELA, puso en contexto a la CIDH: “Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023, el actual gobierno ha atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBT. Desmanteló políticas públicas exitosas, desprestigió sin evidencias las instituciones encargadas de garantizarlas, recortó de manera arbitraria las partidas presupuestarias y redujo el personal que sostenía la implementación de las políticas públicas mediante despidos masivos. Con estas acciones el Estado incumple pactos y tratados internacionales vigentes como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)”. Gerardi explicó que el desmantelamiento sistemático de estas políticas “se enmarca en un acelerado proceso de des responsabilización, el Estado Nacional abandona a las mujeres renunciando a su rol de rectoría en materia de política pública y garante de un piso mínimo de derechos en todo el país” y enfatizó en que “son medidas regresivas tomadas en manifiesto incumplimiento de los principios de progresividad y no regresividad en derechos humanos”.
Juliana Miranda, del Centro de Estudios Legales y Sociales, cuestionó ante la CIDH la actitud internacional del Estado argentino: “Nuestro país fue el único que se negó a firmar la Declaración sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres del G20. Hoy mismo, hace unas horas, en la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina fue el único estado de 184 países que votó en contra de una resolución que llama a intensificar esfuerzos contra la violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital. Estas acciones regresivas del Estado, en términos de protección del colectivo de mujeres y personas LGBT, es contraria a los estándares fijados por la normativa internacional y los antecedentes del sistema interamericano e incluso los compromisos que asumió en la emblemática solución amistosa por el intento de feminicidio y actuación estereotipada y discriminatoria en perjuicio de Ivana Rosales”.
En ese sentido, Miranda analizó lo discordante de esta posición en relación a los derechos adquiridos con que cuentan las niñas, mujeres y disidencias en Argentina: “Este giro en la política exterior alejó al país de sus alianzas en América Latina y de los foros multilaterales regionalistas en los que promovió el avance de la protección de este colectivo, con la excusa de considerar los derechos humanos como ineficaces e ideológicamente dirigidos. Argentina se está alejando de su rol de liderazgo histórico en la promoción de derechos de las mujeres, iniciativas contra la violencia de género y la promoción y protección de derechos sexuales y reproductivos”.
La respuesta de Baños fue la misma: la crisis económica y la ineficacia del Estado. “Los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes. La reducción de personal ineficiente tiene que ver con la búsqueda de saneamiento que permitan un renacimiento de la economía. Por la reestructuración total, los programas del ministerio fueron asumidos por la entonces Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, donde se evaluaron oportunamente las estructuras organizativas. El análisis realizado puso en evidencia la superposición de tareas y duplicación de funciones con el consecuente exceso de personal, incluyendo coordinaciones y programas con objetivos similares. Se detectaron inconsistencias en materia patrimonial, incluyendo el incumplimiento de la aplicación de la normativa vigente en relación al seguimiento, supervisión y rendición de cuentas. Atento a eso, fue necesario llevar adelante un realineamiento de las acciones y programas provenientes de la ex subsecretaria”, justificó Baños.
Además, el Secretario de Derechos Humanos desacreditó y desconoció la especificidad de las políticas llevadas adelante hasta el momento, diseñadas y articuladas con actores sociales especializados en materia de género: “No existe, como pretenden las organizaciones peticionantes, un retroceso o proceso de desarme, desmantelamiento y el remanido y machacante uso de la violación al principio de progresividad y no regresividad porque son inexistentes las políticas orientadas a proteger, acompañar y asistir a la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad”.
Proyectos de vida y niñas violadas
Ante la falta de reconocimiento del Estado de Argentina a las políticas iniciadas contra la violencia de género y por la igualdad de las mujeres, el comisionado José Luis Caballero Ochoa apuntó: “Lo que no se nombra no existe. Esta es una convicción que me parece muy importante en el terreno del derecho de los derechos humanos. Si decían ustedes que la violencia no tiene género, si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe cuando hay discriminación estructural de años sobre grupos o colectivos tradicionalmente invisibilizados como las mujeres y el colectivo LGBTI, en violencia de género o en políticas de cuidado. Si no se protege, no existe. Este es un principio básico del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho discriminatorio, de la igualdad. En ese sentido, debemos tener visiones muy claras desde la Comisión Interamericana”.
Amplió su llamado de atención dirigiéndose al Estado argentino luego de escuchar su postura: “El principio de progresividad es un principio que forma los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, progresivos, interdependientes, indivisibles, inalienables. La prohibición de regresividad es un piso mínimo que tenemos en el patrimonio de la evolución del derecho internacional de los derechos humanos”.
En línea con su colega, la presidenta de la CIDH reforzó: “Me siento dando un sermón. A pesar de la ideología de igualdad de género, los actores estatales tienen que responder. Gran parte de la arquitectura del Estado comparte la cultura prevaleciente en donde se normaliza e invisibiliza esa violencia específica contra las mujeres. Entonces les pido como funcionarios del gobierno tener la conversación sobre por qué se tiene que nombrar, nombrar específicamente es importante porque tiene importancia simbólica”.
El secretario de Derechos Humanos cuestionó a las peticionantes respecto al acceso al aborto legal con una postura antiderechos: “La Convención Americana de Derechos Humanos protege la vida en general desde la concepción. La República Argentina es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño que su preámbulo establece que la vida se debe proteger tanto antes como después del nacimiento. Seguramente los solicitantes están al tanto de que la Plataforma de Beijing y la del Cairo, no incluyen el aborto entre los derechos sexuales y reproductivos”.
Sobre el desmantelamiento del Plan ENIA, Baños sostuvo: “No es razonable exigir que se lleve adelante una política pública en donde les fallamos a las niñas y adolescentes”.
En respuesta, Clarke interpeló al Estado en relación a la violencia contra niñas, niños y adolescentes: “¿Dónde está la voluntad de proteger a los niños? ¿Cuál es el enfoque del Estado para darles a los niños y adolescentes lo necesario para protegerse? Los adultos tienen la responsabilidad de protegerse, pero se les pueden dar herramientas a los niños a través de la escuela, la educación sexual tiene relación. Doctor Baños, usted en la sesión anterior habló de darles autonomía a los niños para el proyecto de vida. Una niña de diez años que ha sido violada y quedó embarazada, ¿Cómo es su proyecto de vida en realidad? Pregunto para hacerme una idea de cuál es el enfoque de protección de los niños en tales situaciones”.
En su momento de réplica, Gerardi aseveró que “no hay una sola manera de garantizar la implementación de políticas públicas, pero sí hay una sola manera de garantizar su existencia y es con financiamiento en el presupuesto nacional. ¿De qué manera piensan que pueden implementar una política pública de atención y de distribución de recursos económicos para atención de violencia doméstica con cero presupuesto para el 2025? Al mismo tiempo, este presupuesto contiene una enorme cantidad de partidas dedicadas a exenciones tributarias y regímenes especiales como el régimen de minería”. También, contrapuso el cuestionamiento de Baños respecto al aumento de las denuncias a la Oficina de Violencia Doméstica: “Claro que aumentó a lo largo de los años la cantidad de consultas recibidas, porque aumentó el conocimiento y la percepción social de las mujeres, en particular de que hay algo que está mal en las formas de violencia que vivimos y que hay lugares donde podemos recurrir. Eso habla bien de la existencia de una política de conocimiento y difusión de derechos y de conocimiento y existencia de los lugares a los que se puede recurrir para conocer si aumenta o disminuye la incidencia de la violencia en el país”.
Estela de Carlotto: “Vengo a pedir su ayuda”
Estela Carlotto (Abuelas) junto a Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y, a su derecha, Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S.
El auditorio de la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en el Espacio por la Memoria Ex ESMA, estuvo repleto de movimientos sociales, organizaciones religiosas, sindicatos, universidades, equipos de investigación, organizaciones feministas, clubes y redes de comunicación comunitaria que acompañaron a los organismos de derechos humanos.
En conexión por videoconferencia expusieron sus opiniones Estela de Carlotto por Abuelas, Taty Almeida por Madres y Carlos Pisoni por H.I.J.O.S. De forma presencial en Washington, participó una comitiva de los organismos integrada por Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS; la nieta restituida Claudia Poblete, Carolina Vilella, integrante del equipo jurídico Abuelas de Plaza de Mayo; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y el escritor Martín Kohan.
“Vinimos por primera vez a pedir su ayuda cuando en nuestro país nos cerraban todas las puertas y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo. Desde ese entonces para nosotras y todos los organismos fue siempre fundamental y de gran importancia su acompañamiento. Ya con 94 años, vengo a pedir una vez más su ayuda ante todos los retrocesos que se viven en la Argentina en materia de derechos humanos y el Proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Todavía buscamos a 300 hombres y mujeres que hoy son padres y madres, por lo que también nos encontramos buscando a nuestros bisnietos”, expresó Estela de Carlotto como peticionante.
Durante la audiencia los organismos de derechos humanos expusieron el retroceso en las políticas públicas de memoria restaurativa. Explicaron cómo desde diciembre de 2023 el Poder Ejecutivo concretó sus promesas de campaña en la destrucción simbólica y material de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, de Reparación y No Repetición. A través del desfinanciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y de las recompensas para la búsqueda de prófugos de delitos de lesa humanidad, el cierre de líneas de trabajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para la búsqueda de los nietos apropiados y del Equipo de Relevamiento y Análisis documental del Ministerio de Defensa orientado a la apertura de los archivos. En paralelo avanzó con despidos masivos de trabajadores, vaciamiento de instituciones y la puesta en venta de sitios de memoria.
El secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, volvió a justificar el ajuste por “la necesidad de optimizar recursos” frente a la crisis económica. A los trabajadores de los organismos de derechos humanos los acusó de que “actuaban como vengadores”, al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) y sus representantes los definió como un “ente opaco e inorgánico que funcionaban sin un superior jerárquico que imponga los criterios de actuación” y que “la arbitrariedad en esta dependencia era moneda corriente”. Battaleme expresó la posición del Gobierno en relación a la apertura de los archivos de integrantes de las fuerzas armadas para identificar su participación en el terrorismo de Estado: “No podemos permitir bajo ninguna circunstancia indagaciones generales o excursiones de pesca. Quiero recordar que toda la información de los legajos personales de militares se encuentran clasificados como secreto militar”.
En el cierre de su exposición, Battaleme quiso dejar un mensaje: “La lucha por la justicia es para nosotros un compromiso con todos los argentinos, no debe ni puede transformarse en un terreno de venganza o abuso de poder. Avancemos juntos en la búsqueda de un futuro donde la justicia sea para todos y la memoria completa una base sólida de libertad”, aclaró el funcionario con sentimientos de “profundo deber y convicción”. Por su parte, Alberto Baños, reafirmó esta posición del gobierno de Milei: “El problema aquí es que se consideran dueños del relato. Hablan de negacionismo y que se abandona la política de memoria. Pero la memoria es para todas las víctimas. Sin excusas ni banderas. Por las señoras que hoy participaron en el video uno no puede tener sino empatía por la situación que han vivido y siguen viviendo. Pero eso no las puede convertir en directoras de las políticas públicas a más de 40 años de perpetrados los hechos. Nosotros seguimos respetando la memoria de quienes hayan perdido sus vidas y hayan sido víctimas. Pero también el Gobierno está respetando la memoria de aquellos que hayan sido víctimas del accionar terrorista. Hablan de negacionismo pero en realidad pretenden dirigir las políticas públicas en materia de derechos humanos de las que el Estado hace honra y no cede ante las presiones ideológicas”.
La indignación en el auditorio de Abuelas pesaba en el aire. Estela y Taty negaban con la cabeza, se agarraban la mano, resoplaban por el desagrado de escuchar a los funcionarios argentinos hablar de esa manera ante un organismo internacional de derechos humanos. Los participantes aguantaron las ganas de chiflar y putear. Cuando terminó la audiencia, pudieron descargar: “¡30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, gritaron entre abrazos y dedos en V en alto, con la convicción de no bajar jamás los brazos.
El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Arif Bulkan, transmitió por videollamada la opinión de la ONU respecto a la Argentina: “La Oficina que represento comparte las preocupaciones de diversos actores sobre el cambio de narrativa de políticas y de institucionalidad en torno al proceso de memoria, verdad y justicia desde la recuperación de la democracia argentina”. Bulkan reconoció el esfuerzo del Estado y de la sociedad “por enfrentarse al legado de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar”. Destacó el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, puso en valor los museos y sitios de memoria, en particular la Ex ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Arif Bulkan fue categórico en remarcar que la situación económica no puede ser motivo de regresiones en materia de derechos humanos: “La existencia de una crisis económica no debería significar la limitación de recursos humanos y financieros para ciertas áreas de crucial importancia para los procesos de justicia transicional y reconciliación, como lo son las entidades dedicadas al esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. La oficina expresa su preocupación por los riesgos que esto podría implicar para la garantía de los derechos a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición”.
Además, expresó que en el Alto Comisionado de la ONU “preocupa la retórica de algunas autoridades que parecerían banalizar o relativizar los crímenes de la dictadura y cuestionar el proceso de juzgamiento de los responsables, lo que tiene un impacto real victimizante en las víctimas de la dictadura y además afecta al derecho a la memoria ante la sociedad en su conjunto. La Oficina quisiera alertar a la Comisión que todos estos cambios podrían contribuir a debilitar el proceso de justicia transicional que fue y es tan importante para nuestra región y al mundo”.
Taty Almeida valoró la postura de los organismos internacionales: “Las mentiras que hemos escuchado por parte del Gobierno es lamentable, pero fue muy buena la postura de la ONU y de la CIDH. Los invitamos a que nuevamente vengan para que comprueben personalmente que todo lo que se ha denunciado es la verdad”. Por su parte, Miguel “Tano” Santucho, hijo de desaparecidos y parte del directorio de Abuelas, también expresó a lavaca sentir vergüenza de los funcionarios argentinos: “Una vez más hablaron de revanchismo y de organismos militantes, que lo somos, de una justicia y una verdad histórica que estamos reconstruyendo. Los que niegan toda la información son justamente el Estado Nacional y en particular las Fuerzas Armadas. Ellos saben perfectamente dónde están los 300 hombres y mujeres que estamos buscando. Desde que perpetraron los crímenes de lesa humanidad nunca permitieron acceder ni dieron ninguna información. Y ahora, en una tribuna tan importante como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos injurian de esta manera”.
Uno de los comisionados habló de la reconciliación en relación a la justicia transicional, un tema sensible en la lucha por el esclarecimiento de los crímenes de la última dictadura, que fue utilizado para instalar la teoría de los dos demonios y evitar el juzgamiento de los responsables. “Desde los 90 que vengo escuchando la palabra reconciliación -siguió Santucho- y yo siempre dije que la reconciliación es posible en la medida que se pueda hacer justicia, que se puedan hablar, que se puedan aclarar los casos que pasaron, que se puedan recuperar los nietos. Pero no hay ningún tipo de colaboración de parte de los perpetradores del terrorismo de Estado, que no hay ninguna persona que haya abierto los archivos o la información. Es muy difícil plantear una reconciliación porque todavía nos falta mucho por reconstruir y mucha justicia por obtener. Mi postura particular es que cuando tengamos justicia y encontremos los 300 nietos, nos sentaremos a hablar de reconciliación”.
Nota
Rosario y el asesinato de Pillín Bracamonte: un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
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No son cifras