CABA
#NoALaUnicaba: lo que hay que hacer para defender la educación pública
La acción en la feria del Libro por parte de los estudiantes que rechazan la UniCABA culminó una semana de clases públicas, vigilias, semaforazos y movilizaciones que aún continúan. En esta nota los estudiantes le responden al Ministro de Cultura de la Nación («Es mentira que hay diálogo») y cuentan qué sintieron a ver sus caras en la tapa del diario comercial La Nación: «Una angustia impresionante: la criminalización del movimiento estudiantil y docente es terrible». Cuáles son los puntos oscuros del proyecto y las próximas movilizaciones que buscan dar vuelta los votos en la Legislatura.
Después de la interrupción del acto de inauguración de la Feria del Libro, de una marcha de 15 mil personas, de vigilias, clases públicas y asambleas en cada institución, la semana que viene comenzarán en la Legislatura porteña las exposiciones sobre el proyecto conocido como UniCABA (Universidad de la Ciudad) que el oficialismo busca aprobar y que desintegrará 29 terciarios e institutos de formación docente para concentrarlos en esa institución. Si bien aún el gobierno no consultó a la comunidad educativa y contesta con evasivas las razones detrás del proyecto, Verona Giardinieri, presidenta del centro de estudiantes del Normal 9, asegura que los estudiantes tienen en claro las motivaciones del proyecto. “Claro que se necesita una reforma del sistema educativo público, pero no inconsulta y con administradores de empresas. Cada normal y cada instituto tiene una cultura que le es propia porque hay profesorados de entre 70 y 100 años de historia, que tienen espacios de definición institucional y una cultura que le son propias. Y acá quieren intervenir, mandar a todos un único espacio, sin contemplar condiciones dignas de trabajo ni cursada. Tampoco dicen qué va a pasar con los empleos no docentes de mantenimiento, porteros, secretarios. No sólo son los docentes, sino toda la comunidad educativa”.
Giardineri fue uno los rostros que publicó en su portada web el diario La Nación como una de las “activistas que protagonizaron los incidentes” en la Feria del Libro. Responde: “Sentí una angustia impresionante porque la criminalización del movimiento estudiantil y docente es terrible. Me asusté muchísimo: trabajo en una escuela privada y pensé que podían tomarlo a mal. Se te vienen a la cabeza las peores cosas que te contaban tus padres de otras épocas de persecución. Pero el miedo se te va cuando llegas a la escuela y ves a cientos de rectores, docentes y estudiantes con un cartel que sólo dice: “Todos somos activistas”.
Escuchar a quien escucha: la lección de Claudia Piñeiro en la apertura de la Feria del Libro.
Romper la barrera
Los “incidentes” a los que se refirió el matutino ocurrieron cuando en la inauguración de la Feria del Libro se anunció al ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro. Lo que era un evento cuasi privado se interrumpió por el canto de docentes y alumnos que habían logrado entrar a la sala: “Señor, señora, no sea indiferente, nos cierran los terciarios en la cara de la gente”. Avogadro no pudo hablar. Los estudiantes sólo hicieron silencio cuando habló la escritora Claudia Piñeiro que, antes de dar una clase magistral de literatura y política (haciendo eje en el aborto legal), aclaró: «Yo fui al profesorado de matemáticas y por eso digo lo mismo que ustedes: retiren el proyecto”.
Los cantos se reactivaron cuando subió el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, que fue directo al choque “Los fascistas que gritan se pueden callar así podemos seguir con el acto”, ordenó. Lo abuchearon. Y le gritaron que «fascista» es una medida inconsulta como la UniCABA. Avelluto anunció: “Uno de los fascistas va a hablar por el micrófono, así podemos continuar con el acto”.
Quien habló fue Juan Manuel Sánchez, consejero de Graduados del Instituto Lenguas Vivas. Fue breve: “Les pedimos que defiendan a los profesorados de formación docente. Les pedimos que defiendan la educación pública”.
Avelluto intentó, entonces, advertir a los presentes que así se procede en democracia. La respuesta fue un grito: “Esto no es democracia”.
El secretario de Cultura, ya desbordado, replicó: “No me vas a enseñar vos, maleducado, lo que es la democracia”.
Y se fue.
Buscados
El rostro de Sánchez, como el de Giardineri, también ilustró la penosa portada del diario comercial. “En ese lugar Alfonsín les dijo fascistas a los de la Sociedad Rural, ahora el Gobierno se lo dice a estudiantes”, dice a lavaca. “Fuimos a todas las reuniones de la Comisión de Educación en la Legislatura y uno de los argumentos era que querían dialogar. Es mentira. Estaban mudos. No hacían preguntas. El diálogo allí es inexistente. Y como nos vimos invisibilizados, salió la idea de hacer un cartelazo a la presentación de la feria. Negociamos hablar un minuto. Luego, Avelluto hizo una recorrida mediática sosteniendo lo que dijo. Nosotros no tuvimos la chance”.
Giardineri cuenta que sólo estaban cantando canciones educativas sin ningún nivel de violencia. “Lo que hizo el Gobierno fue convencer a la gente con encuestas tendenciosas. Y, por primera vez, pudimos romper la barrera y decir que esa no es la discusión”.
¿Cuál es entonces? Ambos responden lo mismo: “La defensa de la educación pública”.
Los puntos oscuros
Sánchez marca como el punto de quiebre el 22 de noviembre de 2017. “Por los medios de comunicación nos enteramos que el Gobierno había presentado un nuevo proyecto para desintegrar los 29 terciarios y armar una universidad para darle ´jerarquización´, según ellos. Fue presentado en una conferencia con sillones y parafernalia, pero era un texto de dos carillas con 16 puntos que no explican nada. Desde ese día ya generó rechazos”.
El Consejero sintetiza algunos puntos oscuros del proyecto:
- “Afecta a 29 terciarios que incluyen a 1000 docentes y unos 28 mil estudiantes de todas las carreras”.
- “No aclara qué va a pasar con tecnicaturas, ni traductorados, ni postítulos o especializaciones. No menciona tampoco que ningún docente se va a quedar sin trabajo. Ni que la gran población docente mayoritaria es interina en terciarios».
- “Deja a la Legislatura y al jefe de Gobierno intervenir en caso de algún conflicto que no puede resolverse. Y designa a un rector normalizador que se va a encargar de hacer un nuevo estatuto. También todos los planes curriculares. Todo a dedo”.
- “De los 29 rectores pasaría a haber uno solo normalizador. Eso afecta también a los equipos de cada institución, que forman rectores, docentes, estudiantes y en algunos casos no docentes que conforman un consejo que se reúne una vez por mes y tratan los temas de cada profesorado”.
- “Otra cuestión son los títulos: mientras se crea la UniCaba, que tiene que tener el aval de la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), los títulos van a ser mientras solo para Capital. Alguien de acá no podría dar en Avellaneda, por ejemplo”.
Sánchez subraya que el rechazo es heterogéneo y cruza todos los ámbitos educativos. “El exministro de Educación, Mariano Narodowski (que fue procesado por el escándalo de las escuchas ilegales), dijo que el proyecto es una responsabilidad. El director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés (UDESA), Axel Rivas, dijo que es inviable y que el equipo del Ministerio no tiene conducción. Y el investigador de Sociología de la Educación de la UDESA, Jason Beech, dijo que el plan es un salto al vacío y que si un alumno suyo le lleva el proyecto que presentó el Ministerio lo desaprueba. Todavía no sabemos quién está a favor”.
Diario de lucha
Sánchez reconoce que los terciarios no tienen una cultura de movilización como otros sectores educativos, y en ese dato se explica el impacto de esta medida que grafica en dos cifras precisas: “Pasamos de ser 100 personas en la primera marcha a 15 mil en la última”.
Hicieron asambleas en los colegios, vigilias, clases públicas, semaforazos. Un estudiante del Lenguitas, Martín Zubiaur, dijo a lavaca: “Vinieron muchos profesores. También graduados. Por primera vez los vecinos de Palermo vieron que había un conflicto a cuadras de su casa y que significaba que hay una escuela que quieren cerrar. Todos pedían más información”. Las columnas cantaban. Luego, para espantar los prejuicios que genera la resistencia estudiantil en ciertos sectores, fueron a cursar. “Transpirados, afónicos y cansados, pero contentos”.
Ese día decidieron hacer pañuelos de cara a las clases públicas. Las telas decían: “Educar es combatir”, junto a una tiza y un lápiz. Zubiaur: “La rectora se quedó toda la noche en la institución. Durmió en un sillón de oficina. La principal diferencia entre una toma y una vigilia es que la toma desentiende a la autoridad. Acá no, estamos juntos. El centro tiene cuatro años y nunca tuvo participación como ahora. Generó mucha integración entre las carreras como el traductorado, el profesorado de portugués y de inglés, por ejemplo”.
La agenda de los próximos días continúa con semaforazos, asambleas, bicicleteadas. El martes habrá clases públicas el martes en el comienzo de las exposiciones y, el miércoles, una marcha a las 17 desde el Ministerio de Educación de la Nación hasta la Legislatura porteña. La movilización tendrá el apoyo de sindicatos como UTE y ADEMYS, entre otros.
Sánchez: “Después de la visibilización del conflicto en la Feria del Libro, del escrache, de los cánticos, en el último día de la Comisión de Educación se planteó la posibilidad de que, después de tanto revuelo, podrían coexistir la UniCABA con los profesorados. Estamos atentos a ver si en verdad, no es otra trampa”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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