CABA
Recuperadas en peligro: desalojo a Acoplados del Oeste y la amenaza al BAUEN
Los trabajadores de Acoplados del Oeste fueron desalojados con un megaoperativo policial que combinó más de 600 efectivos de Infantería, Policía Bonaerense y Policía local. La medida cayó a semanas del vencimiento de la quiebra de los ex dueños, y en sintonía con la orden de desalojo al Hotel BAUEN. Las historias de estas recuperadas distan de años, pero su historia reciente es similar: lograron poner en funcionamiento los proyectos y hasta conquistaron leyes de expropiación que el Presidente y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal vetaron. El BAUEN se prepara para resistir una nueva orden de desalojo, y los trabajadores de Acoplados del Oeste volvieron a la calle: “Vamos a resistir acá afuera, como en los comienzos».
Las narices de pasajeras y pasajeros se pegan a las ventanas del colectivo 506 en Merlo cuando el vehículo se interna en la ruta 200 camino hacia Marcos Paz: una hilera de camiones de Infantería y Policía Bonaenerense cercan las 15 hectáreas de la metalúrgica Acoplados del Oeste (ADO) – ex Petinari-, fábrica recuperada por más de 100 trabajadores en 2015. Dentro del predio se observan efectivos de la Policía local y hasta policía montada.
Una orden de desalojo del Juzgado de Garantías N°2 del Departamento Judicial de Morón, a cargo del juez Ricardo Fraga, se desplegó con un megaoperativo durante la madrugada del viernes para restituir la posesión de la empresa a la firma Pedro Petinari e Hijos S.A, a quien los trabajadores vienen denunciando desde hace dos años por el vaciamiento de la fábrica, los despidos y salarios impagos. El inusitado despliegue policial (en total, desde las 5 de la madrugada, desfilaron allí más de 600 efectivos) se produjo entre las 5 y las 6 de la mañana y no dejó ingresar a los obreros a sus fuentes de trabajo. “Llama la atención la cantidad de policías: es algo nunca visto. Pareciera que acá hubo una decisión política”, dijo a lavaca Luis Becerra, uno de los trabajadores de ADO.
La cooperativa, que ya había sufrido otros desalojos, había puesto la empresa en funcionamiento y había conquistado una ley de expropiación votada hasta por funcionarios de la alianza Cambiemos en ambas cámaras de la Legislatura bonaerense, pero la gobernadora María Eugenia Vidal la vetó. La amenaza de desalojo no tardó en caer, pero la cooperativa logró frenarla por 90 días que luego se prorrogaron. Una vez caída, la orden de desalojo (“orden de lanzamiento”, según el amigable léxico judicial bonaerense) que databa del 5 de mayo de 2016, se concretó este viernes.
“Ni en un Boca-River se ve semejante operativo”, dice Luis Coronado, uno de los abogados de los trabajadores. “Claro que vamos a apelar y posiblemente la Cámara de Apelaciones dé marcha atrás con esta orden, pero lo que me preocupa es quién está mandando semejante mensaje con este ejército en la calle. Que no nos deje llamar la atención: esto es un megamensaje. La primera pregunta es si esto es para el movimiento de fábricas recuperadas. Que yo recuerde nunca se vio un operativo de estas características en una fábrica recuperada. Recordemos que esta semana se conoció la fecha del desalojo del Bauen para el 14 de abril. ¿Qué quiere decir esto?”.
De Merlo a Capital
El desalojo motivó una fuerte repercusión en redes sociales que expresó el arco social y territorial en el que se sustenta Acoplados del Oeste: vecinos, partidos políticos, movimientos sociales y sindicatos como Curtidores, ATILRA (lecheros), SATSAID (televisión y comunicaciones), ATE y CTA, entre otros, se movilizaron en apoyo hasta la planta, ubicada en Ricardo Balbín 2951. También estaba Francisco Manteca Martínez, trabajador de la recuperada Textiles Pigüé. Desde la ruta, colectiveros, camioneros y automovilistas hacían sonar sus bocinas y pedían a gritos:
-¡No aflojen!
Ese grito se expresa en la historia de los trabajadores: les adeudaron salarios, les incumplieron aguinaldos, los echaron, los dejaron en la ruta, tomaron, pusieron la fábrica a producir, los desalojaron, volvieron a tomar y formaron una cooperativa para mantener las fuentes de trabajo.
Desde ese abrazo y esa historia, Fabián Malacalza, obrero, detalla qué ocurrió: “Nos enteramos ayer que podría haber un desalojo ya que hubo una movida extraña. Cerca de las 15 cayó un móvil de Infantería con dos oficiales, uno de civil y otro sacando fotos. Le preguntamos qué estaba haciendo y nos dijeron que los habían mandado de La Plata porque había un conflicto con la empresa. Empezamos a sospechar. Llamamos a diputados y nos dijeron que no había ninguna orden, que nos quedemos tranquilos. Nosotros teníamos, además, un lugar en la planta para la Municipalidad de Merlo porque ellos tenían una delegación rota. A las 11 de la noche vinieron a sacar todas sus pertenencias. No nos dijeron por qué. Más sospechas: nos quedamos en la fábrica unos 50 compañeros hasta las 4 de la mañana. Ahí pensamos finalmente que no iba a haber desalojo y nos fuimos. Minutos después cayeron todos. Había mil policías, la fábrica totalmente tomada y luego nos noticiamos que los exdueños cayeron y habían entrado a la planta”.
A Malacalza le llama la atención la actitud municipal. “Estábamos trabajando para ellos, construyendo refugios y paradas de colectivos. ¿Y no nos dicen nada?”. Jorge Gutiérrez, presidente de la cooperativa, cuenta luego de una reunión con el secretario de Gobierno del Municipio, Gustavo Soos. “Nos dijeron que ellos pensaron que nosotros sabíamos”.
Alejandro Vallejos, 56 años, que trabaja en seguridad los fines de semana y feriados, se enteró porque le avisó su sobrino al ver el despliegue policial: “Fue todo sorpresivo, pero es lo que está pasando en el país: fijate los despidos, las suspensiones y la amenaza de desalojo en el Bauen. Es una incertidumbre. Mi familia hace años que me está bancando pero muchos compañeros se separaron. Los dueños ofrecieron indemnizarnos. Yo no quiero nada. Además, no me sirve: trabajé 13 años y, con la edad que tengo, ya no me toma nadie”.
La referencia al Hotel Bauen, símbolo de las empresas recuperadas en Argentina, se replicó desde la calle en cada uno de los trabajadores. La cooperativa sufrió el veto del Presidente Mauricio Macri a la ley de expropiación que habían conseguido en el Congreso nacional. Ahora la jueza Paula Hualde, al frente del Juzgado Comercial N°9, Secretaría 18, dispuso la restitución del inmueble de la Avenida Callao 360 a la empresa Mercoteles, con un plazo tope «el día 14/4».
Federico Tonarelli, vicepresidente de la cooperativa y presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), dice a lavaca: “Lo de Acoplados es como el ensayo de lo que puede suceder acá. Estamos intentando acelerar los trámites en el Congreso para ver si llegamos a votar de vuelta la ley. También estamos pensando algunas acciones. Por eso, convocamos a todas las organizaciones el jueves 9 de marzo a las 18 en el hotel para pensar juntos cómo seguir”.
Seguir de pie
Un dato: el desalojo de Acoplados del Oeste llega a dos semanas del vencimiento de la quiebra de los exdueños de Pedro Petinari e Hijos. Gutiérrez: “Creo que nos favorece porque estamos a 14 días de la resolución del juez de concurso. Hoy lo que se ve es que la empresa no tiene la intención de pagar”. Coronado: “Por más que en un concurso llegues a un acuerdo con los acreedores comunes, si no llegás a uno con los trabajadores tu empresa va a la quiebra. Por eso lo que ocurrió es un sinsentido: echás a los que legalmente tienen la chance de la tenencia”.
Gutiérrez: “Volveremos a resistir acá afuera, como en los principios. No nos vamos a mover. Además estamos tratando de hablar con los ministros de Trabajo (Marcelo Villegas) y de Seguridad (Cristian Ritondo), ya que incumplieron su promesa: ellos se habían comprometido a que no nos iban a desalojar. Queremos una explicación: qué pasó”. Malacalza: “Es muy duro lo que están haciendo. Estábamos trabajando, generando confianza en los clientes. ADO es una cooperativa legitimada, legalmente constituida. Es el último manotazo de ahogado que pueden hacer”.
José Luis Miño, 50 años, casado, cuatro hijos: “La realidad es que somos 70 trabajadores. Eso quiere decir que somos 70 tipos que queremos trabajar. Y hay que mantener este monstruo: Petinari estuvo en los mejores puestos del ranking nacional en su momento. Y ellos tienen una deuda muy grande con nosotros. Son dos años de pelea, de aguante. Sólo estamos reclamando lo que es nuestro. Nosotros armamos de cero carrocerías, acoplados, conteiners. Los tenemos en la cabeza porque nosotros somos los planos. Yo hace 11 años que estoy. Hay gente que más. Imaginate que si nos vamos, ¿cómo van a hacer para poner esto a trabajar? El eje del equipo somos nosotros”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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