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Un acto de reconocimiento: la apertura de Crometal

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El gobernador Felipe Solá, diputados provinciales, concejales, dirigentes sindicales y religiosos se congregaron en el acto de reapertura de una fábrica que recuperaron, con lucha, sus obreros. Los discursos anunciaron la creación de un fondo provincial de apoyo a empresas expropiadas, elogiaron la resistencia y reconocieron el valor moral de dar batalla. Estuvieron presentes cámaras de canales locales, pero los diarios no se dieron por enterados. Aquí, la crónica de una reinauguración extraordinaria.

En el acto de reinauguración de una metalúrgica, que ahora pasó a manos de sus trabajadores, se conoció una noticia sin antecedentes:

  • Por primera vez el Estado, en este caso el de la provincia de Buenos Aires, ha dispuesto que exista un fondo de apoyo a las fábricas y empresas expropiadas a sus dueños (a quienes el gobernador calificó como “irresponsables, insensibles o ladrones, o las tres cosas juntas”), y recuperadas por cooperativas obreras igualitarias tras largos meses de lucha. El fondo será de 10 millones de pesos.

Hubo algunos canales de televisión y radios, pero tal vez no haya sido un hecho importante para los diarios, que no lo mencionaron al día siguiente.

El pequeño escenario de madera albergaba a unas 20 personas.

El gobernador bonaerense, diputados provinciales, concejales, invitados. De pronto el integrante de la UOM-Quilmes, Jorge Córdoba, invitó a subir al estrado “a los verdaderos protagonistas”.

Los 19 obreros integrantes de la Cooperativa Crometal, con sus overoles viejos e impecables, fueron acercándose en medio de una ovación infinita de las 800 personas que se reunieron allí. Muchos de esos trabajadores tienen entre los 50 y 60 años (algunos subieron con nietos en brazos). Son los que resistieron los 15 meses de conflicto, fueron tres veces desalojados y cuatro veces tomaron la metalúrgica Acrow.

Finalmente la fábrica fue expropiada: ahora es de ellos.

Los flashes de los fotógrafos chispearon. Las cámaras de televisión se encendieron. La secuencia de sacos y corbatas sobre la tarima se vio entrecortada por la de los overoles.
Este 5 de junio de 2003 ocurrió algo sugestivo: varios funcionarios debieron retroceder o bajarse del escenario para que los obreros pudieran subir.

Llegando al kilómetro 41 de la Ruta 2 ya se veía la aglomeración de autos, micros y banderas. Allí, en enero último, los obreros solicitaban colaboración de los automovilistas para sobrevivir, lo cual les valió denuncias periodísticas que los equipararon a delincuentes. La policía, que venía de desalojarlos un par de veces, los cercó para que no pudieran salir de la fábrica: un desalojo al revés. El ciclo de allanamientos, desalojos y ocupaciones de la fábrica continuó hasta hace un par de semanas pero ahora, en el kilómetro 41, los carteles eran de fiesta. Al letrero “Acrow” le agregaron dos letras: “Ex”.

El clima acompañó, y el acto pudo hacerse al aire libre. Había chicos de guardapolvo y banderas, canales de televisión grabando, movileros excitados, sonrisas y abrazos de gente considerablemente perfumada, funcionarios de traje, custodios de campera, y cientos de vecinos del cordón obrero de Berazategui, vestidos como de domingo, mirando el alboroto a una sabia distancia.

Había carteles y banderas de “Berazategui Presente”, y de la Unión Obrera Metalúrgica-Quilmes con el agregado de un número, “62” que la gente mayor recordará que corresponde a las “62 Organizaciones”, movimiento político-gremial sobre cuya cantidad y calidad de componentes actuales poco se sabe.

A un costado, traje gris gastado, pulóver verde, y portando una botellita de plástico con forma de la Virgen y contenida, el padre Luis Farinello -inspirador del Polo Social- hablaba con lavaca:

-Como cura yo te digo que me angustian las consecuencias de la falta de trabajo. Te podría contar de suicidios, de separaciones matrimoniales, familias destruidas, donde la chica termina en la prostitución y me confiesa: ‘qué le voy a decir, Luis, si estoy comiendo de lo que ella me trae’. Hay casos desgarradores de las villas, de la clase media baja. Y ves esto, y es una maravilla. El hombre se hace hombre trabajando. Un hombre sin trabajo es un perro enjaulado que salta para cualquier lado. Y a veces salta mal.

-Aquí saltan bien. Los que saltaron mal fueron los empresarios.

-Esto es un golpe al sistema capitalista, un golpe brutal. Se demuestra que los trabajadores solos, organizados, son capaces de producir. A veces el capital se cree que es todo. Acá se demuestra que los obreros organizados pueden hacer milagros. Este es un golpe al sistema.

-¿Qué es esa botella?

-Agua bendita. Sospecho que me pueden pedir una bendición, y como había una mujer por acá con agua bendita, se la pedí prestada.

-¿Un cura sin agua bendita?

-Por lo menos encontré a quien manguear.

-Acá veo a varios señores que parecen políticos.

-Son. Mirá, acá hay muchos que no tendrían que estar. Gente que en los momentos duros no estuvo en la lucha. Pero eso pasa siempre.

-¿Puede haber contagio de esta experiencia?

-Ojalá. Kirchner da algunas señales de voluntad política de algo distinto. Hay como una esperanza. Ojalá que estos se contagien, o que se vayan, porque son el pasado.

-¿Qué hay que hacer con los que no aparecen cuando hay conflicto, y sí cuando hay sandwichitos? Un consejo, padre.

-Mirá, recién me crucé con uno, y ni lo saludé. ¿Se entiende?

-¿Poner límites?

-Claro, porque son los que siempre se reacomodan, cuando viene la policía no aportan, pero después se suben sobre el esfuerzo de los otros. Me revienta. Uno quisiera políticos, dirigentes o curas que estén siempre con la gente, en las buenas, pero sobre todo en las malas.

Al rato llegó la comitiva del gobernador Felipe Solá. Junto al presidente de la Cooperativa Crometal, Daniel Martins -al que esta vez ni sus bigotazos lograban ocultarle la sonrisa siempre esquiva- cortaron cintas con los colores argentinos, y luego recorrieron parte de los 20.000 metros cubiertos de la planta rodeados de movileros, mientras los obreros hacían funcionar máquinas a veces descomunales.

Terminada esa caminata todos se dirigieron al palco. Farinello, con la botellita de plástico, pidió que todos levantasen las manos: “Bendigo las manos de mi pueblo, que sean manos trabajadores, que no sean manos limpitas, aburridas al costado del cuerpo, desocupadas. Que sean manos sucias, cansadas, dignas, porque llevan el pan a su casa. Dios bendiga las manos de mi pueblo.”

Los obreros de Crometal todavía estaban entre el público. Desde la mañana habían trabajado para tener lista la presentación de la fábrica y de las máquinas. Sus manos, efectivamente, estaban sucias, con esa deformidad de décadas de manipular máquinas y herramientas. Era muy fácil reconocerlas entre tantas manos blancas. Farinello dijo “amén” y todas las manos aplaudieron, las negras y las blancas.

Daniel Martins dio la bienvenida al gobernador Solá, a Osvaldo Mércuri, presidente de la cámara de diputados bonaerense (que, dijo Martins, siempre los atendió y apoyó la expropiación), al diputado Jorge Riverol que presentó el proyecto de expropiación, al diputado Francisco “Barba” Gutiérrez, secretario de la UOM-Quilmes, a los ediles del Concejo Deliberante de Berazategui que declararon a la fábrica de utilidad pública y sujeta a expropiación, al presidente del Concejo, doctor Potito, que pagó de su propio sueldo la reinstalación de electricidad en la fábrica. Al secretario de asuntos políticos del Ministerio del Interior, doctor Juan José Mussi (Farinello agachó la cabeza y no aplaudió), al intendente de Berazategui, al presidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, Eduardo Murúa, y a su vicepresidente José Abelli, a Jorge Córdoba, de la UOM Quilmes.

A las escuelas número 12 y 56, a la Perito Moreno, y al Colegio San Carlos. A los Bomberos de El Pato, al centro de Jubilados, y también a la representación de la Comisaría 5º de El Pato (cero aplauso, y varias risas).

La nómina de agradecimientos fue completada por el propio Córdoba cuando mencionó a las asambleas barriales porteñas, que también estuvieron allí tomando la fábrica en ciertas oportunidades, o acompañando los momentos en que hubo que estar fuera de la verja. También presentó a un grupo de jóvenes, algunos integrantes de H.I.J.O.S que van a instalar una biblioteca popular en un local de Impa, la fábrica recuperada en Almagro. Las estanterías para esa biblioteca fueron encargadas a Crometal.

Martins recordó que en la Argentina mucha gente dio su vida por defender el trabajo. Dijo además: “Muchas veces nos han humillado. Tal vez no sabían que de este lado había padres de familia y gente de bien”. Pidió que los políticos gobiernen “de las fronteras para adentro, que nos dejemos del jet set internacional y las frivolidades” propuesta generosamente aplaudida por la concurrencia. Recordó que los productos Acrow han servido para la construcción de Yaciretá, de Zárate-Brazo Largo, del túnel Entre Ríos-Santa Fe (sutil mensaje a un gobierno que dice que va a promover las obras públicas). Deseó la mejor de la suerte a las nuevas autoridades (más aplausos) y pidió que exista capital de trabajo para las fábricas recuperadas.

El diputado Francisco “Barba” Gutiérrez recordó a Eva Perón: “Donde hay una necesidad hay un derecho” y dijo que el país necesita leyes que protejan más al trabajador y a las industrias “contra las leyes del neoliberalismo que destruyen el aparato productivo”. Mencionó los 15 meses de conflicto en Crometal, la cárcel y las humillaciones, como la de los medios (empezando por el diario La Nación, vale aclarar) que los hacían aparecer poco menos que como delincuentes por pedir solidaridad a los automovilistas en la Ruta 2.

Gutiérrez reclamó políticas activas del Estado nacional y del provincial. “Sin especulación política, sin corrupción del Estado, y sin ausencia del Estado, necesitamos crear un fondo productivo de apoyo porque no hay capital del trabajo”.

El discurso resultó otro apoyo al nuevo gobierno. “Creo que está expresando el espíritu de esperanza, el espíritu de unidad nacional. La unidad de los que estamos aquí desde distintos sectores sociales y visiones de la política, todos sin ningún tipo de diferencias nos hemos puesto unos y otros a trabajar para concretar esa realidad”.

Esa teoría de la “unidad nacional” -y la de que no haya diferencias- tiene una historia inquietante. Fue esgrimida demasiadas veces para menesteres desagradables. Planteada por alguien como Gutiérrez su sentido puede resultar muy distinto, pero seguramente el tema merecerá precisiones teniendo en cuenta -por poner un ejemplo- que el padre Farinello seguía aferrado a la botella de agua bendita, como si fuese un escudo contra algunos de sus acompañantes en el escenario.

Gutiérrez propuso un mapa en el que integró la actual experiencia del presidente Kirchner a la de Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, y Fidel Castro en Cuba. Este dirigente metalúrgico, secretario de la UOM Quilmes, fue inspirador de las primeras recuperaciones de fábricas en la provincia, atreviéndose a la experiencia inusual de fusionar gremialismo y cooperativismo como forma de lucha. En el caso de Crometal usó su rol de parlamentario como escudo y como llave a favor de los trabajadores.

Luego habló José Abelli, vicepresidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas. Rescató esta aparición de nuevas estrategias de organización de los trabajadores, dijo que el Estado se había convertido en enemigo de cada uno de nosotros, y que hoy se confirma que rechazar el asistencialismo y decidirse a ocupar las fábricas fue el camino correcto.

Pidió que se anule la Ley de Quiebras, “que está hecha para estafar y servir a los grandes grupos económicos y al capital financiero. Es la herramienta con la que nos quisieron dejar en la calle”.

Reconoció que el fondo para empresas recuperadas es “una bisagra en la historia” ya que por primera vez el Estado se compromete formalmente con los trabajadores. Reclamó entonces una participación activa del Estado en este proceso. “No va a venir el capital internacional a invertir en Acrow. Y no existe el capital nacional o los empresarios nacionales que vengan a reactivar estos sectores de la producción”.

Dijo que apoyará los esfuerzos de Solá y de Kirchner para combatir la desocupación (cada vez que se mencionó al actual presidente hubo aplausos espontáneos, asunto infrecuente en el conurbano).

El entusiasmo por el rol del Estado con respecto a las fábricas recuperadas también es un tema que merecerá precisiones, para evitar que la ayuda degenere en extorsión -como tantas veces ha sabido hacerlo el Estado- y las empresas en lugar de liberarse de lo que las hundía, queden como rehenes de un nuevo patrón, todavía más fuerte que el anterior.

Abelli dijo: “No vamos a bajar nuestra consigna. Ocupar, Resistir y Producir. Porque si en Acrow no hubiésemos ocupado, y si no hubiésemos resistido, hoy no estaríamos produciendo”.

Felipe Solá, el gobernador bonaerense, dio a entender exactamente lo mismo pero desde el otro lado del mostrador: “Ustedes han recuperado empresas a fuerza de poner coraje, de sostener los tres verbos (ocupar, resistir y producir). De provocar el hecho y lograr que aquellos que en situación de gobernar mantenemos todavía sensibilidad por algo así, vengamos. Y los apoyemos”.

No le faltó crudeza: “Sin esa lucha, no hubiésemos estado acá”.

Solá reconoció que la recuperación de fábricas le ha provocado asombro y admiración por lo que considera una actitud profundamente moral y un arma de lucha que se vuelve indiscutible: “Es muy difícil ir en contra de aquel que pelea por su derecho al trabajo. Es muy difícil ponerse, por argumentos que uno tuviera, a discutir lo que significa la decisión inquebrantable de aquel que estuvo en una fábrica a la que se llevó un vendaval, llámese cambios económicos profundos, globalización, o empresarios irresponsables, insensibles o ladrones, o todo a la vez”.

Solá dijo que esa fuerza moral no es de escritorios ni de discursos, y que no la expresan ni siquiera los partidos políticos, sino que se relaciona con luchas concretas y personas concretas.

“A eso, compañeras y compañeros, desde cualquier lugar que se lo mire con ojos de bien nacido, de hombre derecho, no hay con qué darle”.

Recordó la contraposición entre dos artículos de la Constitución Nacional: el 14 (el derecho a un trabajo digno) y el 17 (el derecho a la propiedad). “Son dos artículos muy fuertes, pero resulta que con el primero conseguimos que las personas sientan que son personas. Y aplicando solamente el segundo, haciendo eje exclusivamente en el empresario, se empezó a dogmatizar cada vez más la idea de cómo se generaba trabajo”.

Sintetizando: si el empresario decidía lavarse las manos, dejar a miles de personas en la calle y ganar sin trabajar porque así eran las reglas del modelo económico, nada lo impedía. Solá aseguró que hacer eje en el empresario fue un mito.

Fuerza moral, aclaró, no significa según su concepto moralina, sino que se trata de evitar pactos, acuerdos oscuros o incluso, admitió, “la tranquilidad momentánea que uno (el político) a veces pretende lograr a cualquier costo y equivocadamente”.

Informó que además de hablar, hay que pasar a hechos concretos: “Si nos quedamos quietos, el movimiento se queda. Se queda en lucha pero sin concreciones, y eso termina siendo frustrante. Termina achicando el espacio. Acá hay que construir futuro, y construirlo desde el hombre común. Y olvidarse de dogmas que fallaron y dejaron a la Argentina como está”.

Puede recordarse que Solá participó en el gobierno que estableció tales dogmas, como secretario de Agricultura durante la época de Menem. Por eso debe haber dicho: “Tenemos que hacer una severa autocrítica. Cada uno sabrá cuánto. Jamás les propondría una autocrítica que no empezara por mi mismo”. La autocrítica no fue más allá. El gobernador dijo que habrá que ser flexibles y audaces para generar trabajo, apoyando en algunos casos a las pymes, otras veces a las empresas grandes, y también a las recuperadas. (Más allá de las opiniones que a cada lector le merezca el gobernador, es un dato novedoso que las recuperadas participen en esta agenda de reactivación económica).

Dijo Solá que las empresas serán consideradas sustentables en tanto tengan mercado y pedidos de sus clientes. “Y les pedimos que aquello que antes era la ganancia empresaria tantas veces hiperdeformada, que dio lugar a esto que en la Argentina parece el paso del Injusticialismo más que del Justicialismo, que esa renta empresaria sea una forma de crecimiento de las empresas, de reinversión, de sostener maquinarias, comprar insumos, asegurar el stock para seguir adelante”.

Pero mientras los dirigentes, educadamente, habían tenido palabras amistosas hacia los gobernantes, Solá advirtió a los trabajadores que les conviene mantenerse con la idea de una lucha que sigue adelante. “Sin lucha no habrá camino. Esto que ocurre hoy aquí no es un hecho natural, sino un hecho de voluntad política, absolutamente deliberado. Ustedes se lo trabajaron. Tampoco va a ser natural que salga una nueva Ley de Quiebras. Será el producto de los que quieren lograrlo, contra aquellos que están en contra”.

Mandó saludos de Kirchner (aplausos). “Me dijo que les diga que va a apoyar esto que es una nueva forma de moralizar a la Argentina, hacerla más vivible, y así ser dignos de un país al que tanto amamos y de un pueblo al que tantas veces le fallamos”.

Si el señor Kirchner está en condiciones de mostrar esa voluntad que Solá dice que le dijo, en Jujuy y México, de la Capital Federal, podrá conversar con las asombrosas mujeres de Brukman.

Podrá conocer su fuerza moral, su deseo de trabajar. Su lucha, dignidad, resistencia y capacidad de producción, que -finalmente se ha descubierto- parecen ser las únicas virtudes y las únicas cuestiones prácticas capaces de sacar las cosas adelante en un país al que, ciertamente, los dirigentes tantas veces le fallaron.

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Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases

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Detenciones ilegales y acusaciones falsas. Patadas, palazos y balas de goma. Mujeres esposadas 15 horas en camionetas y pasillos, humilladas al ser desnudadas en celdas abiertas. Carceleros que tiran gas pimienta a los varones estando presos. Estas son algunas de las denuncias que exdetenidxs en la Ley Bases comunicaron en conferencia de prensa en el Serpaj, donde pidieron por la liberación de las cuatro personas detenidas, el rechazo a las apelaciones del fiscal federal Carlos Stornelli y el pedido de cierre de todas las causas. Además convocaron para este viernes una concentración con un festival en Plaza de Mayo, a un mes de la cacería, de 15 a 19.30 horas. Cómo viven hoy quienes estuvieron presos y qué dicen los abogados: “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad”. Y la voz de Emilia, pareja de Daniela, detenida: “Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

Por Lucas Pedulla

Gabriel Famulari tiene 41 años y está sin documentos. Saca de su bolsillo el papel que le dieron en los tribunales federales de Comodoro Py para su reemplazo: una hoja A4 doblada en cuatro partes que dice “Acta de excarcelación”. Hace casi un mes fue detenido en la cacería que el Gobierno desplegó con cinco fuerzas de seguridad distintas durante las protestas de la Ley Bases, y fue liberado por falta de mérito -es decir, por falta de pruebas- cinco días después por decisión de la jueza María Servini. Sin embargo, es una de las siete personas a quien el fiscal federal Carlos Stornelli apeló la excarcelación. No se enteró por su abogado -un letrado de la Defensoría oficial- sino por un mensaje de WhatsApp. 

“Stornelli apeló mi libertad”, dice Gabriel a lavaca una vez concluida la conferencia que la Coordinadora Por La Libertad de lxs Presxs de la Ley Bases convocó en el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para exigir la liberación de las cuatro personas que siguen detenidas: Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Cristian Valiente y Roberto de la Cruz Gómez. Piensa Gabriel sobre esa apelación, que pesa sobre otras seis personas exdetenidas: “Somos nosotros como podría ser cualquiera, pero puntualmente somos gente que no está enrolada en organizaciones. Así hay más saña y por ahí piensan que, quizá, no tengas gente que salga a defenderte”.

Cuenta que, cuando lo llevaron al penal, en uno de los “interrogatorios ilegales” le preguntaron si estaba en alguna “orga”, de dónde era, en qué partido militaba. “Me rodearon un montón. Ese maltrato fue sistemático, porque te preguntaban siempre que podían. Y les dije: ‘Sabés que soy un perejil, porque si militara en algún lado ahora habría 500 personas afuera’”. Gabriel no milita en ninguna organización o partido, y el 12 de junio había ido tarde porque sabía que la ley se votaría de madrugada. “No estuve ni cuando tiraron los piedrazos. Sólo filmé una persona que estaban deteniendo en situación de calle. De hecho me subo a la vereda, tal como ordenaron los policías que estaban por la zona, y cuando me doy vuelta, sobre Callao, a media cuadra del Molino, escucho que dicen ‘ahora, ahora’, y me agarran por la espalda”. 

Desde entonces no recuperó su DNI. En el penal le dijeron que estaba en la comisaría 28 y en la comisaría 28 le dijeron que estaba en el penal. “En la 28 protesté y, a los 10 minutos, vino alguien que me dio mi tarjeta de débito y mi SUBE, que estaba todo junto en la billetera junto con el documento. Ya no sé qué pensar”, dice, y es tan sólo una de las historias cuyas vidas cambiaron para siempre hace un mes, tras 33 detenciones al voleo.

Cuatro de ellas todavía siguen detenidas. 

Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases
El flyer de convocatoria para el festival del viernes.

La barbaridad jurídica

La última persona liberada fue Facundo Gómez, el vendedor de cafés de Plaza Serrano (Palermo), a quien detuvieron mientras estaba hablando con su mamá. La noticia se conoció el jueves pasado, minutos antes de que comenzara la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que fue masiva. Al mismo tiempo las partes se notificaron de los rechazos de las otras cuatro excarcelaciones. La decisión la tomó la Cámara de Apelaciones con los votos en contra de Martín Irurzun y Eduardo Farah. “Los votos tienen nulo fundamento técnico-jurídico”, dice a lavaca Daniel Vázquez, abogado de Daniela. “El fallo dice, en líneas generales, que tanto ella como los que quedan presos podrían entorpecer la investigación estando libres. Planteamos que es una barbaridad. Los detenidos están en un penal, la totalidad de la prueba instrumental y documental son de cámaras del Gobierno de la Ciudad y medios masivos. No hay ningún elemento de prueba que pueda ser entorpecido por los detenidos”. El único juez que votó a favor fue Roberto José Boico.

Las partes tienen 10 días para apelar ante la Cámara de Casación Federal. “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad -sostiene Vázquez-. Es la expresión de un gobierno ultraderechista con prácticas violatorias de la Constitución y los tratados internacionales. Lo estamos afrontando en las calles y, jurídicamente, en los tribunales”. El abogado también defiende a Sofía Ottogali, la primera de las liberadas, otra de las apeladas por Stornelli. “La fiscalía no fundamentó absolutamente nada. No hubo ningún planteo nuevo, ni siquiera un adorno”. Todos los abogados ya presentaron los memoriales por sus represantados y representadas, que fueron elevados a la Cámara. “Podría y tendría que resolver hoy, pero tiene la potestad de tomarse cinco días”, dice Claudia Leaños, abogada de Sasha Lyardet, la joven estudiante de la UNSAM, otra de las apeladas. 

Estos atropellos fueron presentados por familiares y exdetenidxs en el Serpaj, acompañados por organismos, legisladores y diputados de la izquierda y del peronismo. Otra de las que habló fue Emilia, pareja de Daniela y compañera en el MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez): “Tuvimos la posibilidad de verla, y a pesar del contexto de mierda, la compañera está fuerte, entera, pero lo que principalmente la sostiene es que está organizada. Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

A Daniela la acusan de quemar bicicletas del gobierno de la Ciudad, aunque Emilia explicó a lavaca que esta acusación es falsa y dio su versión de los hechos. David Sica está en situación de calle, y lo acusan de pegarle a una policía, cargos que él negó. Roberto de la Cruz Gómez es empleado de una panadería, lo acusan de tirar piedras, delito que también negó. El último es Cristian Valiente, trabajador de una verdulería, a quien denunciaron por tener una granada de mano, pero en realidad era un aerosol químico de los que usan las fuerzas para gasear manifestantes. Su hermano Jonathan dijo a lavaca: “Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

Las familias convocaron a una concentración con festival este viernes 12 de julio, a cumplirse un mes de las detenciones, en Plaza de Mayo. La cita es a las 15 horas y se extenderá hasta las 19.30. Habrá música en vivo con Sudor Marika, Paula Maffia, El príncipe idiota, La piba berreta, Saga.hfk, Flopa Lestani, Julio y Agosto (banda de Santiago Adano, uno de los exdetenidos) y La perra que los parió.

Compartimos el comunicado redactado por exdetenidxs y familiares, leído este miércoles en el Serpaj. 

Somos un grupo de liberadxs de los 33 detenidxs el 12 de junio en la movilización en contra de la votación de la Ley Bases.

Nos detuvieron ilegalmente, mediante acusaciones falsas y violencia brutal de la policía, con patadas, palazos y balas de goma en algunos casos. Nos llevaron a distintas comisarías y alcaldías sin decir en ningún momento cuál era la causa de detención, sin poder hablar con un abogado/a, sin poder usar los celulares, sin ver a ningún familiar, mucho menos a un médico. Desoyendo pedidos de Habeas Corpus, vulnerando nuestros derechos más básicos.

Las mujeres estuvieron/estuvimos 15 horas en una camioneta y pasaron/pasamos la noche ahí esposadas, para luego pasar el segundo día en el pasillo de una comisaría sin agua y donde la policía no les/nos dio ni un plato de comida. Cuando la causa pasó a fuero federal, las/nos trasladaron a la Unidad 29 en el edificio de Comodoro Py, las/nos desnudaron una por una en una celda a puertas abiertas donde había tránsito de gente, en lo que fue una situación de humillación más para ellas/nosotras. Las que no fueron/fuimos excarceladas el viernes 14, terminamos en el Complejo Penitenciario de Mujeres de Ezeiza.

Los varones fuimos/fueron a tres cárceles de máxima seguridad: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Algunos fueron puestos contra una pared y les tiraron gas pimienta en la cara. Convivimos con ratas, cables de electricidad sueltos en habitaciones inundadas habiendo riesgo de quedar electrocutados.

Cabe destacar que en todo momento, tanto en las comisarias como en los penales, se nos preguntaba insistentemente si formábamos parte de alguna agrupación política, que habíamos hecho o si tirábamos piedras, lo que constituye interrogatorios extrajudiciales que las fuerzas de seguridad tienen prohibido por ley hacer.

Queremos remarcar la situación de ilegalidad de todas las detenciones y el contexto de violencia institucional por el que pasamos porque creemos que tiene que ver directamente con una estrategia política de este gobierno, que no somos lxs primerxs ni vamos a ser lxs últimos, pero nos preocupa ver como la criminalizacion de la protesta está en escalada. Y al mismo tiempo que aumenta la represión, nos entristece ver como vacían los espacios de memoria y de DDHH tan necesarios para nuestra historia y el fortalecimiento de la democracia.

2)

Desde que nos detuvieron sufrimos incontables delitos llevados a cabo por las fuerzas policiales y el personal del Servicio Penitenciario Federal pero ello no es nada comparado con el sentimiento indefensión que genera las irregularidades procesales de la causa por que:

No son peores las lesiones y amenazas, que los procesamientos que aún sufren David Sica, Cristian Valiente, Daniela Arredondo y Roberto De la Cruz Gomez, que siguen detenides después de casi un mes, y Facundo Gómez, excarcelado el pasado jueves.

No es peor ver las actas de detención ser llenadas horas después de las mismas y firmadas por el propio personal policial en lugar de ser firmadas por testigos, que las apelaciones de Fiscalía de las faltas de mérito de 7 personas de las que no hay ni una sola prueba.

No son peores los apremios ilegales, que la confirmación por parte de la sala del rechazo de las excarcelaciones de nuestros 4 compañeres. Todo este despliegue ilegal y antijurídico tiene un solo fin: amedrentarnos, hacernos creer que pueden hacer con nosotrxs lo que quieren.

Hoy en día toda esta estigmatización por parte del poder, desde que nos llamen terroristas que queríamos hacer un golpe de Estado hasta la privación de la libertad que aún continua en 4 casos, nos ha dejado secuelas. Muchxs de nosotrxs sufrimos persecución policial, política, laboral y mediática. Nos han amenazado y hostigado por redes sociales. Nos ha parado la policía para verdugearnos y hacernos requisa solo por mostrar el dni. Muchxs estamos con estrés post traumático que nos impide hacer nuestra vida normal, por lo que les pedimos que nos sigan acompañando hasta que se cierre este armado judicial.

Creemos que somos un ejemplo para mostrarle al pueblo que seas quien seas, hagas lo que hagas, si vas a protestar contra las políticas de hambre de este gobierno, sos un terrorista que puede terminar en un penal de máxima seguridad sin siquiera estar procesado. Tenemos claro que no fue contra nosotres, sino contra todes los que quieren seguir viviendo en libertad y democracia.

3)

Por último, queremos agradecer la solidaridad de las redes humanas tejidas por distintas personas y organizaciones de todo el arco político, que se nuclearon en la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases. Aprovechamos para que se amplíe la convocatoria y se sumen más organizaciones porque entendemos, ahora más que nunca, que la unión hace la fuerza.

Vamos a seguir con solidaridad, amor, lucha y trabajo, mucho trabajo, teniendo el objetivo principal de la Liberación de Cristián, David, Roberto y Daniela y el sobreseimiento de lxs 33 imputadxs.

Como dijo nuestro compañero Facundo: nuestras convicciones están intactas y seguimos defendiendo el derecho a la protesta y luchando por nuestro lugar en las calles.

Para ello, queremos invitarlos el próximo viernes 12 de julio, a un mes de las detenciones, a concentrarnos en Plaza de Mayo a partir de las 15 y compartir el Festival Solidario #Faltan 4, organizado por la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases.

¡Libertad a todos lxs presxs politicxs!

¡Cierre de todas las causas !

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Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia

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420 trabajadoras y trabajadores (de 700 al inicio del conflicto; alrededor de 300 tomaron retiros voluntarios) volverán a trabajar en una agencia dividida: el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., específicamente para el tema de la pauta oficial; y creó RTA Noticias bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina. “Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”, dice a lavaca una de las delegadas del sindicato SiPreBA, que repasa la situación. El desgaste, las presiones, las y los compañeros que no están; la histórica agencia, que tampoco. Lo que se logró con la lucha: reconocimiento de antigüedad, del estatuto del periodista profesional, de los convenios colectivos y de la representación sindical. Y volver a trabajar. Lo que falta, y lo que empieza a partir de hoy.

Por Francisco Pandolfi

“Si se calla el periodismo, también se calla la vida”.

Esa inscripción pintada en un corazón de madera estuvo colgada durante cuatro meses en una de las carpas montadas en la puerta de la Agencia de Noticias Télam. Un medio público fundado el 14 de abril de 1945, que en sus 79 años intentó ser cerrado, privatizado y vaciado por gobiernos variopintos: peronistas, radicales, macristas y militares. Una agencia que se encargaba de dos actividades: por un lado la pata publicitaria, que distribuía la pauta oficial; por el otro la pata informativa, a través de una agencia de noticias federal con un alcance de punta a punta del país.

En la apertura de sesiones legislativas, el viernes 1º de marzo pasado, el presidente Javier Milei anunció por cadena nacional la promesa de “cerrar la agencia Télam”. Y cumplió, en un pestañear: el lunes 4, las dos sedes porteñas amanecieron valladas. Los trabajadores desde entonces no pudieron entrar a sus edificios y fueron “dispensados” de cumplir tareas.

Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia
La postal del conflicto: la sede de Bolívar, vallada por la Policía. Al lado, los trabajadores montaron uno de los acampes. Foto: somostelam

Un paso importantísimo

La resistencia estuvo a la altura de los acontecimientos: ese mismo día, las y los trabajadores junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), instalaron dos carpas en las puertas de los edificios de las calles Bolívar 531 y avenida Belgrano 347. La lucha colectiva se mantuvo, indeclinable. E instó a que cuatro meses después, el 1 de julio, el gobierno decretara la reconversión de Télam en APE S.A.U. (la Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima Unipersonal), que se encargará del eje publicitario. Las funciones periodísticas continuarán dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA), en una agencia de noticias pública. Anteayer se sacaron las vallas y se levantó el acampe. El corazón de madera fue descolgado, cuidadosamente. 

Hoy, 130 días después, los trabajadores de Télam vuelven a trabajar.

Un empleado de la agencia desde hace más de 15 años cuenta que el lunes, ni bien quitaron el vallado, entró al baño del edificio de Bolívar y se le “explotaron los ojos de tanto llorar”. Dice que prefiere no dar su nombre hasta firmar el nuevo contrato. 

Andrea Delfino es una de las delegadas de Télam e integrante del SiPreBA. Le cuenta a lavaca que hace 34 años trabaja en la agencia, que es periodista en la sección economía. Ella fue una de las que anteayer ya firmó el nuevo contrato que la une a RTA Noticias. Detalla la situación: “Con la vigencia del DNU 70/2023, el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., que va a funcionar en el edificio de la calle Bolívar específicamente para el tema de la pauta oficial. Allí irán un centenar de compañeros, que ya trabajan en ese rubro. Cambia el nombre de la empresa, pero las condiciones laborales no se modifican”. 

Sobre el eje informativo, explica: “Todos los demás, o sea periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, infografistas, empleados de administración, recursos humanos, comercialización, pasamos a formar parte de RTA Noticias, una nueva unidad de negocio que funcionará bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina, igual que Radio Nacional y la Televisión Pública. Nosotros trabajaremos en el edificio de Belgrano”. Al margen de los datos, abre el corazón: “Estamos dando un paso muy importante al volver a trabajar. Muy importante –remarca Andrea, con la u del “muy” extendiéndose en el aire por un par de segundos–. Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”. 

Radiografía de un vaciamiento

Como la relación de dependencia es con una nueva empresa, el lunes pasado se inició la firma de contratos, que continuará hoy y los próximos días. “Las condiciones son las mismas que teníamos hasta el 3 de marzo: se nos reconoce la antigüedad, el estatuto del periodista profesional, los convenios colectivos y la representación sindical de la Comisión Interna del SiPreBA para quienes somos delegados”.

Sin embargo, cambiaron muchos otros aspectos. Dice Andrea: “Dieron de baja el portal, la cablera y nos achicaron un montón en lo periodístico. En total éramos más de 700 trabajadores y quedamos 420 entre las dos empresas. O sea, hay 300 personas menos. Por lo tanto, habrá que hacer todo un reordenamiento de secciones, porque hay algunas que quedaron desmanteladas”.

Sergio Arboleya hace 30 años que trabaja en Télam, donde empezó como colaborador. Hace 15 que es editor de la sección Espectáculos. “Vengo usando la idea del milagro, porque en este contexto de ajuste salvaje, de recorte, de persecución en todo lo estatal, es una alegría haber sostenido el trabajo y en breve ya arrancaremos a producir noticias para la cablera de RTA. El aspecto milagroso se dio a partir de la resistencia, con tantos días de acampe, con una organización que realmente funcionó muy bien, con un manejo del SiPreBA que ha sido eficaz para lograr lo que parecía imposible: conservar los puestos de trabajo de aquellos que finalmente decidimos quedarnos”.

Respira profundo: “Esto resulta muy impresionante, pero no disimula la pérdida de un montón de colegas de enorme valor que se fueron un poco asustados por la política expulsiva de los retiros y que dejan un hueco enorme en la estructura periodística. Y también entender que la marca Télam, con esa simbología, con esa carga, ya no existe más. Hablábamos el otro día con un compañero sobre si podremos recuperar un poco el sentido de la agencia, en este nuevo lugar. Aún con las críticas que podía tener a sus gestiones y a nuestra propia falencia para plantarnos como colectivo de trabajadores a hacer realmente la agencia federal, plural, sabíamos que Télam funcionaba en una dimensión, con sus abonados en todo el país, con su red de corresponsalías que ahora han quedado prácticamente todas afuera”.

La gente que se fue lo hizo mediante retiros voluntarios que, semana tras semana, el gobierno nacional renovaba por decisión del ahora ex interventor de los medios públicos Diego Chaher (la semana pasada tomó su lugar el ingeniero aeronáutico y espacial Eduardo González). La delegada Delfino retoma: “Este conflicto tuvo mucho de psicológico, porque no hay nada peor que tener a la gente sin tareas; fue destructivo. Nos jugaron en contra muchas presiones, tanto externas como internas. En cuanto a las externas, la empresa extendió cada semana el programa de retiro voluntario, a la par que algunos medios publicaban notas que buscaban generar miedo: si no agarrabas el retiro, parecía que se venía el apocalipsis”.

Trabajar para volver a trabajar

Las presiones también las hubo internas y “bien intencionadas”. Describe un aspecto neurálgico de la resistencia: “Los fines de semana eran momentos clave y por eso los lunes o martes hacíamos las asambleas. En el fin de semana es común encontrarse con los seres queridos, que con la mejor intención te decían ‘pero te parece seguir yendo’; ‘hace frío y llueve’; ‘¿por qué estás haciendo una cobertura si en realidad estás dispensado de trabajar?’. Esa presión bien intencionada fue la más difícil de vencer y superar. Con el paso del tiempo, notamos que si nos hubiésemos quedado dispensados y tranquilos en nuestras casas viendo Netflix, esta resolución no hubiese pasado. Me parece importante resaltarlo, porque en una época en que se habla tanto del individualismo y que te hacen creer que solo te salvás por tu mérito, el resultado de esta lucha colectiva muestra lo contrario”.

Desde el 4 de marzo hasta la reconversión de Télam, cada semana se renovaba la dispensa a cada uno de las y los trabajadores. “El presidente que dice que en el Estado somos todos ñoquis, nos está haciendo ñoquis, porque nos está pagando sin trabajar”, solían repetir desde los acampes, como una manera de desarticular el relato oficial. Con la agencia fuera de funcionamiento, decidieron lanzar el sitio web somostelam.com.ar e informar desde ahí. Al frente del portal estuvo Andrea Delfino: “Decidimos arrancarlo con el fin de que la sociedad sepa que nosotros estábamos trabajando para volver a trabajar. Nos enfocamos mucho en cubrir los despidos en el sector público y en el privado. Era difícil mantener esperanza, pese a que en Télam finalmente no hubo despidos. Hubo días muy difíciles y las asambleas parecían terapias de grupo. Las reuniones nos contuvieron y nos organizaron; las conducciones de SiPreBA y de FATPren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) siempre estuvieron poniendo el cuerpo, al igual que delegados de otros medios de comunicación. Cuando hablo de los lazos de la base, me refiero a los lazos sociales que se fortalecen en estas instancias, al contrario de lo que esperan quienes generan estas acciones para desorganizar a los trabajadores”.

¿Qué no pudo lograr el gobierno?

Andrea: Callarnos, cerrarnos. Nos silenciaron durante cuatro meses y hoy estamos volviendo a laburar. Si logramos un resultado positivo dentro de este contexto es porque fuimos muy tozudos. Y porque tuvimos bien claro lo que queríamos, que se resume en algo hermoso que dijo un compañero en una asamblea: “Yo no quiero ser el último que apague la luz; quiero ser el primero que prenda la computadora cuando volvamos”. Ese es el espíritu del colectivo Télam.

Hoy, algunas luces se volvieron a encender.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

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