CABA
Una marcha sin protocolo
Contra los despidos, el protocolo de la ministra Patricia Bullrich y en reclamo de paritarias libres con aumentos justos, el paro general convocado por ATE constituyó la primera movilización sindical y social del año.
Contra los despidos, el protocolo de la ministra Patricia Bullrich y en reclamo de paritarias libres con aumentos justos, el paro general convocado por ATE constituyó la primera movilización sindical y social del año. Se llenaron la Plaza y ocho cuadras completas de Avenida de Mayo. Con el horno porteño a 33°, marcharon sindicatos de distintas vertientes, partidos políticos, cooperativas, trabajadores y trabajadoras por las suyas, y movimientos autónomos, desde la asamblea de Andalgalá hasta la Colectiva Lohana Berkins.
El paro convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) confirmó que el verano no se fue de vacaciones. A temperatura de horno, una multitud diversa encontró un lugar común en la calle, en la transpiración, en el entusiasmo, y en la necesidad de manifestarse. La policía calculó 50.000 personas. En la práctica se observó una Plaza de Mayo llena hasta las vallas y ocho cuadres de personas que seguían entrando mientras los que estaban salían por las calles laterales.
Los actos se replicaron en diferentes provincias del país como Córdoba, Santa Fe, Río Negro, Entre Ríos y Santa Cruz.
La marcha del Obelisco a Plaza de Mayo fue acompañada por miles de personas pese a las amenazas de los funcionarios de Seguridad de aplicar el autodenominado Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Manifestaciones Públicas, anunciado por la ministra Patricia Bullrich la semana anterior. La pulseada en este rubro había comenzado temprano, cuando grupos de izquierda cortaron el tránsito en Callao y Corrientes. La repetidora mediática atizaba anunciando que el gobierno no aplicaba el Protocolo, y que la situación era caótica, pero la policía –en una actitud lógica- no intervino, ni a los 5 minutos, ni después.
Superar el miedo
Sólo en la 9 de Julio se observaron micros de la Policía Federal, pero desde ahí hasta la plaza, por Avenida de Mayo no hubo un solo policía. “Un alivio, porque vinimos igual, pero con miedo, por eso no trajimos los chicos”, comenta a lavaca.org Sara, 28 años, 2 hijos de 4 y 7 que se quedaron con su tía. Llegó con la columna de su barrio –Lugano, aclara- motivada por una urgencia concreta: “Nosotros tenemos una cooperativa que se ve afectada doblemente. Por un lado, porque todavía no definen si van a seguir apoyando este tipo de emprendimientos, pero además porque echaron a toda la gente que trabajaba en el programa. ¿Quién se va a ocupar ahora? Todavía no tenemos respuesta”.
La herencia
Sobre el escenario montado en Plaza de Mayo habló Hugo Cachorro Godoy, secretario general de ATE Nacional. Su propuesta se fundamentó en un llamado a la unidad para impedir despidos y “parar las políticas de Macri contra los trabajadores y el pueblo”. Otros planteos:
- El gobierno kirchnerista «nos dejó 95.000 trabajadores precarizados en el Estado nacional y 600.000 trabajadores precarios en las provincias y en los municipios».
- «Estamos viviendo una real crisis económica y social en el país, con aumento de la desocupación y la pobreza. Por cada punto de aumento de precios y de inflación significa 30.000 nuevos argentinos que están por debajo de la línea de la pobreza. Tenemos que pelear juntos, los sindicatos, las organizaciones sociales y políticas para parar estas políticas, para cambiar esta realidad y generar un destino de grandeza para todos los argentinos»,
- «Nos despiden en los sectores de la Nación, nos despiden en los municipios y en las provincias; nos estigmatizan a los trabajadores públicos, quieren separar a los trabajadores del Estado del pueblo con el que trabajamos todos los días. Sentimos angustia cuando no podemos lograr incorporar a un compañero despedido y sentimos angustia cuando vemos que tenemos más de 300.000 trabajadores en municipios y en las provincias que cobran sueldos por debajo del salario mínimo vital y móvil».
- «Queremos decirle al presidente Macri que no vamos a permitir ningún despido más en ningún organismo público. Decimos con claridad, también, a los gobernadores y a los intendentes, que esta demostración de capacidad de pelea, de unidad de todos los sectores, de solidaridad y organización se va a multiplicar en cada rincón de la Patria si no abren la paritaria, si no terminan con la precariedad laboral, si no logramos aumentos dignos y no logramos la reincorporación de todos los trabajadores despedidos».
ATE Nacional está integrada a la CTA Autónoma que conduce Pablo Micheli, pero también se movilizó la CTA de los Trabajadores liderada por Hugo Yasky. En esta última se encuadra ATE Capital, que desde noviembre está encabezada por Daniel Catalano. Catalano, justamente, resaltó el hecho de que ambas centrales hayan podido, después de tanto tiempo, actuar juntas.
Dijo además que no aceptarán techo para las paritarias» ni «el ajuste económico sobre los trabajadores, como no aceptamos los grandes aumentos y los tarifazos en los servicios públicos».
Shrek y el burro, presentes
La marcha fue también un espacio para expresarse con creatividad. Por Avenida de Mayo, entre las miles y miles de personas, marcha un camión convertido en escenario.
Arriba, al menos seis personas.
Todas vestidas con trajes y camisas impecables. Todas tienen máscaras del burro de Shrek.
¿Burros?
–Sí, somos burros porque somos CEO’s.
Detrás del camión, marcha la columna del Sindicato de Curtidores.
Pero hay más: sobre el camión también hay un sillón. Una persona con peluquín está sentada charlando con uno de los CEO´s con máscara de burro. Señalan y hablan con gestos ampulosos a una tele chica y vieja que tienen enfrente. La TV está apagada, claro, pero sobre la pantalla han cartel pegado el logo de TN.
La Avenida de Mayo se convierte en una pasarela de gremios, sindicatos, partidos políticos y movimientos autónomos, que desfilan hacia la Plaza cada uno con su bandera, cántico y reivindicación. Salvo en la concordancia de acabar con los despidos, el no a la criminalización de la protesta y las paritarias sin techo, no se percibe homogeneización en las consignas, que sin embargo marchan todas juntas pacífica y ruidosamente.
La Colectiva en A4
En la cabecera de la marcha los representantes de los diferentes grupos participantes comparten la consigna y el reclamo: “Si no hay trabajo qué quilombo se va a armar”.
Por primera vez de esa cabecera participa una representante trans de la Colectiva Lohana Berkins. Es Marlene Wayar que lleva una pancarta que proclama “Furia Travesti”, la frase con la que se despidió Lohana en la carta que hizo pública antes de morir, a principios de febrero. En esta, su primera marcha, la Colectiva que lleva su nombre fue la encargada de cerrar la marcha, con ritmo y desparpajo. Más de 500 personas animaban la calurosa caminata con cánticos que proclamaban: “Olé Olá, Macri no es puto, es liberal. Hacete cargo qué él es heterosexual”. En la primera fila estaba Saya, la hermana de Diana Sacayán, otra emblemática referente del movimiento trans que fue asesinada en noviembre pasado. La bandera de Saya clamaba “Justicia”. Explica por qué: “Hay dos detenidos, pero nuestra preocupación ahora es que no los excarcelen ni los dejen en libertad después del juicio. Y eso implica que tenemos que estar alertas y atentas hasta que el fallo los condene como corresponde. No te podés relajar porque lograr justicia en este país es algo que depende de lo que hagamos todas las personas, no solo un juez”.
El reclamo de la Colectiva Lohana Berkins está expresado en una hoja A4 que reparten entre los manifestantes. El resumen: ley de reparación para todas las personas perseguidas, encarceladas y violentadas institucionalmente por su identidad de género, implementación del cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires y su extensión a todo el país, justicia por Diana Sacayán. Pretenden así que las batallas actuales no sólo se libren por garantizar derechos obtenidos que hoy peligran, sino avanzar. “Trava que se organiza no aguanta más palizas”, grita esa columna. “Y es así nomás: si te organizás es para decir basta, pero también para decir esto me corresponde”, sintetiza la poeta Susy Shock.
Platos en la bandera
Además de sindicatos y partidos, laten banderas de Ministerios, docentes y hasta grupos de personas que parecen estrenar las suyas por primera vez: agrupaciones de estudios académicos, escuelas que marchan por su cuenta, trabajadores del Estado que llevan su propia denuncia. “50 tutores desafectados de Argentina Trabaja”, dice uno. Otra informa en primera persona: “Echada del Ministerio de Cultura. Somos 500 personas, no números”. Arriba, una bandera negra lleva pegados decenas de platos -platos de cocina-, aquellos que alguna vez el ministro de Economía Domingo Cavallo mandó a los científicos a lavar, intentando insultar así a la socióloga Susana Torrado. Debajo, una consigna: “La cultura está de luto”.
Los números, en cambio, se representan en los pedidos por las paritarias, otro de los grandes ejes de la movilización: “Con el 25% no comemos”, “No al techo de paritarias”, “Aumento del 40%, trabajadores de INTA”, y así. Por allí también se ve la columna de Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) que cantan para reclamar el pago de sueldos adeudados de los trabajadores de Grupo 23.
La calle, el agua y el oro
Una de las columnas más grandes fue la de la Central de Trabajadores de la Economía Popular, encarnada en la Ciudad por cartoneros, manteros y trapitos, y más allá por trabajadores de las cooperativas. Según contaron, la Central creció en estas semanas como coletazo del recorte de programas estatales, reflejado en el crecimiento de afiliados. También ello se vio en ATE: nuevos afiliados, jóvenes universitarios, que portaban sus pecheras por primera vez.
Sobre el césped, a metros de la fuente en la Plaza, tres banderas traían otro reclamo: “El agua vale más que el oro”. Allí están los vecinos de Andalgalá (Catamarca) que hace más de dos semanas acampan frente a Tribunales exigiendo sentencia a la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto a un amparo ambiental para evitar que la minera Agua Rica siga operando en su territorio.
En medio de la alerta amarilla pronosticada para este miércoles –cualquier similitud con la coyuntura política es pura coincidencia- una persona destaca entre la multitud.
Lleva puesto un pantalón negro, una remera negra y una túnica negra.
Desde el rostro le sale un pico que baja en punta de unos 30 centímetros. Quizá más.
-Soy un buitre-, dice.
A metros del buitre, una bandera reza: “Los derechos humanos no son un curro”.
De lejos, como una metáfora, se ve la Casa Rosada.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- NotaHace 4 semanas
Julio López, 19 años desaparecido en democracia: sus testimonios contra la Bonaerense
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Femicidios territoriales: las tramas de la violencia
- #NiUnaMásHace 1 semana
Lara, Brenda, Morena: Las velas del silencio