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3 meses sin Facundo: una causa por desaparición forzada, la sospecha sobre la Bonaerense y ninguna certeza para una familia desesperada

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Hoy se cumplen 91 días desde que Facundo Astudillo Castro salió de su casa en la localidad bonaerense de Pedro Luro en dirección a la casa de su exnovia, en Bahía Blanca. Lo último que su familia sabe con certeza es que a las 10 de la mañana del 30 de abril dos policías le labraron un acta por circular sin permiso durante la cuarentena. Dos meses después, tres testigos le comunicaron a la mamá que habían visto cómo el joven se subía a un patrullero de la Bonaerense cerca de las 15:30. En el medio, una franja temporal que se extendió por tres meses y que lleva una maraña de testigos que la querella denuncia como “inducidos”; filtraciones a la prensa local, el pedido de recusación de un fiscal denunciado por organismos de derechos humanos y una causa que se tramita como desaparición forzada de persona: todas las preguntas, las dudas y las sospechas de encubrimiento a 3 meses de otra desaparición en democracia.

La última vez que Cristina Castro vio a su hijo fue la mañana del 30 de abril, cuando Facundo se despidió y salió temprano de su casa de la localidad bonaerense de Pedro Luro (municipio de Villarino) en dirección a la casa de su exnovia, situada en Bahía Blanca.

Tres meses después, Cristina atiende a MU (como parte de una investigación que saldrá en la próxima edición) a la espera de la respuesta de la jueza federal María Gabriela Marrón sobre el pedido de recusación de la familia al fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez (la jueza, finalmente, lo rechazó), en la causa que se investiga como desaparición forzada de persona. “Siento mucha impotencia de ver cómo desde Bahía y Villarino se han fraguado cosas, intentando tapar todo. Duele mucho ver cómo la Bonaerense sigue aportando testigos falsos y el fiscal los avala. Por eso hablo de un sistema corrupto: desde el primer día que no me dejaron entrar en Buratovich, el subcomisario desplazado que nos amenazó y el hecho de mirarles a la cara y saber cómo mienten los testigos falsos”.

En tres meses, la democracia argentina aún no respondió una pregunta que cala como una herida profunda en el país del Nunca Más: ¿dónde está Facundo Astudillo Castro?

91 días

Cristina supo que a las 10 de la mañana del 30 de abril dos policías le labraron un acta a Facundo por circular sin el permiso en medio de las restricciones por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Luego, casi dos meses después, tres vecinos de Luro le dijeron que el mismo 30 de abril habían visto cómo Facundo ingresaba a un movil policial, alrededor de las 15:30. Cristina cuenta que los tres testigos decidieron comunicárselo luego de que no les aceptaran la declaración en la comisaría, donde les dijeron que el joven estaba perdido. Al ver que seguía desaparecido, la contactaron.

En el medio de ambas, alrededor de las 13:30, Cristina mencionó una llamada desde el teléfono de Facundo a su celular. “Mamá, vos no tenés idea de donde estoy”, recordó Cristina, aunque el diálogo le parece sospechoso: “Tendría que haber advertido que me dijo ‘mamá porque ellos siempre me llaman ‘bruja’”.

Entre las 10 y las 15:30, hay una franja temporal en donde estos tres meses intervinieron una telaraña de testigos, contradicciones policiales, filtraciones a la prensa local, el cambio de la causa del fuero provincial (“averiguación de paradero”) al federal (“desaparición forzada de persona”) y una pregunta que aún no se contesta.

Uno de los abogados de la familia, Leandro Aparicio, resumió lo que la querella entiende como “cinco etapas del encubrimiento” sobre el accionar de la Policía Bonaerense:

  • Para los abogados, la primera fue el propio 30 de abril, cuando el teléfono de Facundo se activa a la noche en Bahía Blanca. “De manera deliberada se envía un mensaje de texto desde el teléfono de Facundo, que nunca utilizaba SMS, y le escribe a un amigo al que siempre llamaba como Chanchi, como ´amigo´”.
  • La segunda etapa, para los abogados, sucede los días posteriores a la desaparición. “Un amigo va a hacer la denuncia y le dicen que no se la pueden tomar a él, que tiene que ir la mamá. Después llaman a ese amigo y le toman la declaración, en sus textuales palabras, ´en un papel de rotisería´. Anotan lo que dice y le dicen que tenga mucha paciencia, que ya va a aparecer”.
  • Otra etapa comienza el 15 de junio. “Empiezan a entrar sin órdenes de allanamiento a distintas casas de los hermanos de la exnovia, a otro hermano lo llevan a Mayor Buratovich y le hacen esperar una hora en la comisaría, después lo meten en una habitacion con cuatro policias, lo amenazan, y después de que declara lo siguen vigilando hasta el dia de hoy”. Luego, la querella apunta al “rastrillaje trucho” con los perros del K9 de Río Negro, cuando le niegan a la familia el acceso a la comisaría de Buratovich: “Cuando van a la comisaría, el comisario le dice a la madre: ´Acá usted no tiene nada que hacer, señora´”. Había cinco patrulleros “bloqueando” el ingreso. “En ese momento cae la oficial Xiomara Flores, hermanastra de la oficial Jana Curuhinca, una de los policías que lo pararon a la mañana junto al oficial Gabriel Sosa, y le dicen que lo llevó hasta Teniente Origone”. Origone es otra localidad cercana, hacia donde se desplaza la familia luego de ese dato. “Allí aparece otro policía, de apellido González, que saca una foto al carnet de conducir, y lo dejó que siga para Bahía Blanca. Y al otro día, declara una persona que dice que es empleado, pero no dice de qué, y resultó que es otro policía: esa persona es la primera que pone a Facundo en Cerri, que es un pueblo al lado de Bahía, y que le contó que andaba con dos más en viaje a otro pueblo, y de ahí a Villa Devoto. Esta persona declaró y el fiscal Andrés Hein (Procuvin) le dijo que estaba por incurrir en falso testimonio”.
  • Aparicio señala que la “cuarta etapa” comienza cuando el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, llega a Bahía. “Toda la policía trata desesperadamente de meter con testigos inducidos, no solo falsos, de que Facundo estaba en Bahía Blanca. Obvio que no son creíbles: no le pueden reconocer rasgos, lo ven con barbijo… Esta etapa finaliza el 6 de julio cuando la justicia provincial, mediante la resolución de la jueza Susana Calcinelli, del Juzgado de Garantías N°3, se determina incompetente”. Desde entonces, y a pesar de que el fiscal Dimás García (de la Ayudantía Fiscal de Médanos-Villarino, cuestionado por la familia por su inacción cuando tuvo la investigación en sus manos) quería seguir participando en la causa, la investigación pasó al fuero federal de Bahía Blanca a investigarse como una desaparición forzada de persona.
  • Quinta etapa. “Comienza el 16 de julio cuando los dos policías que lo habían detenido la mañana del 30 de abril dicen que saben de una persona que lo llevó a Facundo a Bahía Blanca, pero que estaba muy asustada. Estos policías meten esa pista. La van a buscar. Un policía federal le toma declaración y dice que la persona nunca dijo que lo había llevado a Facundo, tampoco que lo levantó en Origone sino en Buratovich, que medía 15 cm más que lo que mide Facundo y que trabajaba en un campo, según le refirió. Esa declaración difiere de la que le toma luego el fiscal, donde tampoco dice que llevó a Facundo. Es decir que, lo que queda claro, es que en ninguna de las dos situaciones surge que esta persona lo llevó. Es todo mentira que lo divulgó un sitio que se llama La Brujula y después todos los medios nacionales como C5N, TN, A24 replicaron”.

Aparicio se refiere a la testigo de identidad reservada que “mágicamente” se filtró a la prensa local antes de su declaración. La familia responsabiliza al fiscal Martínez por las filtraciones, además de acusarlo de no recibir a la familia y habilitar a los “testigos inducidos” por la propia Bonaerense. La querella lo recusó por temor de parcialidad, y recordó que Martínez llegó a la fiscalía federal gracias a un pliego que habilitó Mauricio Macri como presidente, a pesar de las objeciones de los organismos de derechos humanos por denunciarlo como uno de los principales obstáculos en los avances de los procesos de Memoria, Verdad y Justicia en Bahía Blanca.

El lunes, la fiscalía emitió un comunicado en el que detalla medidas de investigación, y los movimientos que ha tenido en la causa. Sin embargo, concretamente sobre la órdenes de allanamiento y rastrillajes, concluyó: “Hasta ahora no se arribó a conclusiones que permitan orientar la pesquisa”.

La jueza Marrón, finalmente, rechazó el pedido de la familia.

Que digan la verdad”

En estos tres meses, las principales autoridades del Gobierno se expresaron de diversas formas:

  • El presidente Alberto Fernández llamó el sábado a Cristina y le dijo que serían “severos” en el caso de que se llegara “a advertir la responsabilidad del Estado en el hecho”, según dejaron trascender los abogados en declaraciones radiales. Fernández ya se había expresado ante la consulta de Página/12: “A todos nos preocupa la desaparición de una persona en democracia”.
  • El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se comunicó con la familia y previamente había afirmado: “No vamos a encubrir a nadie, pero tampoco a prejuzgar”.
  • Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, apuntó: “No podemos descartar ninguna hipótesis”. Mientras, el ministro bonaerense, Sergio Berni, llegó a Bahía diciendo que Facundo estaba vivo: “Lo vamos a encontrar”.

Más allá de las declaraciones y los discursos, a 91 días de la desaparición, no hay una respuesta clara respecto a qué pasó con Facundo Castro el 30 de abril, y su mamá pidió la intervención directa a la ministra Frederic: “Estoy cansada de luchar contra un sistema corrupto”.

También dijo que no quería que la llamaran más. “Me refiero a los funcionarios que dicen: `Lo siento´”, dice a lavaca. “No quiero que nadie lo sienta. Quiero que trabajen, actúen y hagan las cosas. No quiero que Berni venga y me diga que lo siente. No quiero que Axel venga y me diga que lo siente. Quiero que tomen cartas en el asunto porque es su policía la que está acusada de desaparecer a mi hijo. Berni de acá se fue sabiendo todo lo que se hizo, no soy tonta. Que lo esté cubriendo es otra cosa. O le mintieron demasiado bien o no quiere ver la verdad”.

Cristina sabe que todas las contradicciones y la falta de respuestas apuntan a otro factor que se repite en estos casos: marear a las familias. “No lo van a hacer. Sigo firme. Sé que mi hijo no salió de Buratovich. Yo sé que ahí le hicieron algo malo. No me van a convencer de otra cosa. Y lo voy a seguir gritando, hasta que digan la verdad”.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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