CABA
#AbortoLegal: la UCR tomada y cómo es la rosca parlamentaria a dos días de la discusión histórica
La Juventud Radical tomó la sede del Comité Nacional de la UCR en Capital Federal para exigir una respuesta a los nueve senadores del partido que manifestaron su rechazo al proyecto de ley que ya tuvo media sanción en Diputados. La acción fue un cachetazo que sacudió la pasividad de algunos sectores políticos ante la negativa de los legisladores de sus bloques. “No se trata de sus creencias morales personales, sino de legislar sobre una realidad: se mueren mujeres por abortos clandestinos”, afirmaron a lavaca. Además, la senadora García Larraburu habla en exclusiva después del cambio de su voto, el chubutense Luenzo reconoce que las principales presiones son de la Iglesia y la pampeana Durango apuesta a la movilización que prevé sumar 2 millones de personas en las calles para gritar que el aborto sea ley.
Mientras faltan dos días para una discusión histórica en el Senado y por los pasillos de la Cámara Alta los legisladores caminan de reunión en reunión para sumar posibles votos en un conteo aún incierto, una noticia sacudió cualquier previsión: la Juventud Radical tomó la sede del Comité Central de la UCR, en la calle Alsina al 1700, con un pedido concreto de explicaciones a los nueve senadores de ese partido que comunicaron su voto en contra al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que ya tuvo media sanción en Diputados. “Lo que estamos pidiendo es que se hagan eco de ese mandato generacional que se ve en las calles porque su postura no tiene nada que ver con la vida: tenemos que ser consecuentes con la historia de nuestro partido, que fue la lucha y conquista de nuevos derechos”, afirmó a lavaca Luciana Rached, presidenta de la Juventud Radical nacional, en la calle, mientras por los ventanales del Comité caen dos banderas verdes a tono con los pañuelos de sus militantes.
Rached es la primera presidenta mujer de la organización en sus 127 años de historia. “Ese es el camino al que tenemos que apelar porque no sólo se trata de sus creencias morales personales, sino que mueren mujeres en la clandestinidad”, agrega. “Tienen que legislar sobre la realidad y la realidad es que mueren mujeres por abortos clandestinos. Vamos por eso”.
Rached aporta un dato de su vida personal que suma a esta discusión: es santiagueña. “Este fin de semana murió Liliana Herrera, de 22 años, por un aborto clandestino. Esa realidad dejó dos hijas huérfanas. Por eso nosotros decimos que vamos por la vida. Y creemos en ese camino de libertad, de justicia social, porque las mujeres más pobres son las que mueren. Y allí hay un estado ausente que las deja aisladas. Esta ley sacaría de la oscuridad a miles de mujeres”.
Las organizaciones apuntan a sus nueve senadores con nombre y apellido:
- Julio Cobos, por Mendoza.
- Juan Carlos Marino, por La Pampa.
- Ángel Rozas, por Chaco.
- Julio Martínez, por La Rioja.
- Olga Inés Brizuela y Doria, por La Rioja.
- Silvia Elías Pérez, por Tucumán.
- Mario Fiad, por Tucumán, y titular de la Comisión de Salud. No respondió al pedido de lavaca de realizar una entrevista.
- Silvia Giacoppo, por Jujuy.
- María Belén Tapia, por Santa Cruz.
En la calle, los militantes expresan que los senadores les manifestaron una presión muy fuerte de la Iglesia Católica, que amenazó con retirar fondos de las capillas en los barrios de las provincias. “Hasta sabemos que compraron voluntades”, dijeron, sin especificar más.
Lo cierto es que el Comité Central de la UCR permanecerá tomado hasta el miércoles, día en el que se discutirá la ley en el Senado.
Luenzo: “Las presiones vienen del campo religioso”
Para el senador de Chubut Somos Todos, Alfredo Luenzo, quien ya manifestó públicamente su apoyo al proyecto de legalización del aborto,el escenario es complejo. “Lo veo difícil”, dice a lavaca. “Hay que buscar alguna alternativa si esto es rechazado por la Cámara Alta. Hay que trabajar en eso más allá de lo que pueda ocurrir. Y aquellos que estamos a favor, vamos a seguir trabajando. La discusión del miércoles es un hecho más, y si no logramos ratificarlo vamos a seguir buscando estrategias para en algún momento tener una ley”.
-¿Cómo se está dando la discusión entre los senadores?
-Es una votación muy especial, muchos senadores lo tomaron más desde una cuestión individual que de carácter colectivo, y allí van a pesar cuestiones que nos atraviesan de manera distinta.
-¿En ese terreno individual es donde jugaron las presiones?
-No tengo ninguna duda. Los sectores que se han movilizado en las últimas horas sienten que están traicionando a su espacio religioso. También pesa en quienes tienen alguna aspiración electoral. Pero creo que a cada senador lo motiva diferentes razones para acompañar su decisión. No es lineal. No responde a un marco ideológico o de pertenencia partidaria, sino a otras cosas. Responde mucho más al dogmatismo que a actitudes reflexivas que deberían tener para llevar la discusión a un plano educativo y sanitario, y no religioso. Cuando el dogmatismo se impone en una discusión de esta naturaleza es muy difícil que alguien cambie de opinión. Y es lo que pasó: los que rechazan, no se movieron de su posición. Y sí hubo cambios entre los que habían manifestado estar a favor. Evidentemente allí incidió otra cosa y no la vocación de no criminalizar a la mujer que atraviesa una situación tan dramática.
-¿Usted sufrió presiones?
-No sufrí presiones porque no soy hombre de fe. Las presiones por lo general vienen del campo religioso.
¿Qué ocurre con el grupo de senadores que estaban dispuestos a acompañar la ley con modificaciones?
No pudimos avanzar con el dictamen y eso dejó afuera la posibilidad de sumarlos, excepto de que se traen el mismo recinto. Va a ser muy difícil. Hay que pensar en nuevas estrategias para que no haya más aborto clandestino en Argentina.
García Larraburu: “Nunca manifesté mi apoyo”
Una de las senadoras que cambió su voto en contra del proyecto es Silvina García Larraburu, del Frente para la Victoria (FpV). El anuncio fue sorpresivo, las interpretaciones se dispararon y hasta se organizó un pañuelazo verde frente a su casa en Bariloche mientras las Mujeres del FpV expresaron, a través de un comunicado, que reviera su rechazo a la ley y que “convalide este acto de justicia social”.
Lavaca mantuvo un brevísimo intercambio por mail con la senadora.
-¿Por qué cambió su voto luego de manifestar públicamente su apoyo?
-Nunca manifesté mi apoyo. No hice declaraciones hasta ayer.
-¿Usted no salió en una foto con el bloque del FpV que anunciaba el apoyo a la ley?
-La foto es previa… de cuando me sumé al bloque.
–¿Cuáles son sus argumentos?
-Mis convicciines personales y además la violencia extrema sufrida por las militantes de género, la intolerancia al que piensa distinto y representar a un sector de la sociedad que también debe ser representado. ¿Usted sabe que en mi provincia varios municipios se declararon pro vida a través de sus Concejos Deliberantes?
–No estuvo presente en las exposiciones porque estaba de viaje. Trascendió que, durante los debates, estuvo en Disney. ¿Es cierto?
–No es cierto. Igual diga lo que quiera. Pedía que me suplieran en la Comisión de salud para no obstruir el debate y que salga el dictamen. Mi lugar lo ocupó una compañera que esta a favor. A pesar de eso el dictamen no salió.
Durango: “Algunos senadores especulan porque quieren ser gobernadores”
Por su parte, la senadora del Partido Justicialista de La Pampa, Norma Durango, otra votante a favor de la IVE, visualiza con optimismo lo que puede llegar a suceder el miércoles. “Una cosa es el poroteo que tenemos hoy, con declaraciones de algunos senadores, y otra es la fuerza que pueda llegar a tener la calle, que creo que será definitoria tal como fue en Diputados”, subraya a lavaca. “Confío en la fuerza de estas mujeres que, seguramente, van a salir a la calle, porque si la ley no sale, las muertes por abortos clandestinos van a seguir existiendo”.
Durango destaca la transversalidad que se dio en torno al debate. “Fue un trabajo conjunto que no vi nunca en los años en que fui senadora”. ¿Qué sucede con el grupo de senadores que puede apoyar la ley con modificaciones? “Incorporamos una serie de cambios como bajar la interrupción del embarazo de la semana 14 a la 12, la eliminación a la penalización de médicos, ampliar las consejerías, entre otros. Todas en función de que había muchos senadores en contra si no poníamos eso. Ahora parece que siguen estando en contra. Es algo que se verá”.
Durango reconoce que ha habido presiones. En su caso, por redes sociales. “Otros han tenido escraches frente a sus casas, un senador del norte fue agredido. En mi caso, me nombraron en el acto que los evangélicos hicieron en la Plaza, pero no pasó a mayores. Sí en las redes”.
¿Influye ese escenario en los otros senadores? “He hablado con muchos y sé que muchos de ellos entienden la problemática, pero algunos especulan porque quieren ser gobernadores. Otros tienen miedo que esto les traiga consecuencias. Pero tienen que pensar en la salud pública, y no en cuestiones personales. Esto va más allá”.
A pesar de las presiones y las operaciones de prensa, Durango afirma que están con fuerza. “Quiero hasta el miércoles pensar que hemos hecho un trabajo que no va a ser tirado por la borda. De todas maneras, si no llega a salir, ganamos: la comunidad está informada. Yo tengo 65 años y lamento, si sucede eso, que nuestra generación, que luchó por el cupo, por la igualdad y la paridad, no seremos quienes podamos votar la ley. Pero en dos años vendrán otras más jóvenes que lo impondrán. Pero ojo: si es que no sale. Yo tengo fe y tengo fuerza”.
El cambio de paradigma
En Alsina al 1700, el Comité Central de la UCR sigue con su vigilia verde. Aún no tuvieron respuestas de los nueve senadores que votan en contra del proyecto de IVE. “La mayoría han dado declaraciones públicas y es lo mismo que dicen en las conversaciones privadas”, dice a lavaca el secretario general de Franja Morado, Juan Pablo Cebrelli. “La realidad es que vienen de provincias donde hay una fuerte presión de la Iglesia, como Chaco, Tucumán, La Rioja”.
Cebrelli recuerda que La diputada radical Aida Ayala, por ejemplo, fue amenazada con ser excomulgada cuando votó a favor de la ley en Duputados. “Por eso, con esta acción, queremos demostrar a nuestros senadores que no es a la Iglesia a quien tienen que responder sino escuchar que se viene un cambio de paradigma en el mundo. Que la participación política es mucho más grande y dinámica. Y que si nosotros como partido y ellos en particular no saben adaptarse a los tiempos, no vamos a poder seguir construyendo nada”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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