Nota
AbortoLegalYa: los enigmas de la etapa decisiva
Nada está asegurado en el Senado con respecto a la posible sanción definitiva del proyecto aprobado la semana pasada en Diputados. La paridad, al menos aparentemente, es tan grande que se especula con un posible empate, y en ese caso el voto decisivo sería el de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de la Cámara. Las exposiciones del martes, la gente convencida, y el rol de la decisión política. Lo que cuenta una senadora criada en un ambiente tradicional, y el modo en el que transformó su visión sobre el tema.
Este martes, en la segunda jornada de debate en el Senado, comenzaron a escucharse a 20 oradoras y oradores, 10 a favor y 10 en contra, que intercalados tuvieron 7 minutos para desarrollar sus argumentos. Todo virtual. El jueves se emitiría el dictamen de comisión, y sigue habiendo aparente consenso en que el debate se producirá el 29 de diciembre. “La decisión no va a darse por estas intervenciones, son los mismos argumentos a favor y en contra que ya se conocen. La decisión es de otro tipo: es de orden político” sostuvo desde la pantalla la antropóloga y escritora mexicana Marta Lamas, una de las expositoras. En esa decisión política radica el enigma de lo que se viene.
“El debate se ha cristalizado”, sostuvo en diálogo con lavaca el senador Alfredo Luenzo (Frente de Todos), “es casi una foto de lo que ocurrió en 2018, en función de cómo se vienen dando estos primeros episodios, charlas y debates donde escuchamos expositores de un lado y del otro y creo que nada ha cambiado. El debate está detenido en lo que hemos visto en el 2018 y fundamentalmente esto también se vio reflejado en las posiciones públicas de todos los senadores. No hemos evolucionado demasiado a dar un salto de calidad ni en las estrategias ni en las miradas que cada uno tiene con respecto a este tema. Lo que ha cambiado es la composición parlamentaria y eso es lo único que puede en definitiva alentar a una posibilidad de que tengamos ley”.
En el 2018 las exposiciones servían para que los senadores pudiesen tomar posición. ¿Qué estrategia cree que se está utilizando ahora para quienes aún no se definieron?
Creo que aquel debate dejo una huella, inclusive en quienes hoy han asumido y forman parte de una nueva composición parlamentaria. Es muy difícil que el debate cambie la posición de alguno de los legisladores. Puede cambiar eventualmente la estrategia, una abstención o una ausencia, pero no un posicionamiento frente a lo que cada uno piensa de lo que estamos proponiendo acerca de no penalizar el aborto en Argentina hasta la semana 14. Otra ley sumamente importante es la de los 1.000 días. Todo el mundo reclama educación, mayor contención, y también estamos planteando esa alternativa que es de acompañamiento a quienes tienen la decisión de avanzar con una maternidad. El Estado está dando respuesta pero hay posiciones que son irreductibles, que están muy entrelazadas por creencias, inclusive forzadas a partir de interpretaciones que se hacen desde un punto de vista constitucional, o legal, o de tratados internacionales que nada tienen que ver con lo que estamos discutiendo. Lo que queremos es no criminalizar a la mujer. Al contrario de lo que algunos están sosteniendo desde el sector celeste, nosotros sí somos pro vida: no queremos más mujeres muertas y queremos acompañar a las mujeres muchas veces de los sectores más vulnerables que atraviesan una situación dolorosa.
Los números de la penalización

El doctor en Derecho Andrés Gil Domínguez planteó: “El Comité de los Derechos del Niño ha dicho, en informes particulares y en tres oportunidades, que Argentina debe adoptar medidas urgentes para reducir la mortalidad materna relacionada al aborto y que debe revisar su legislación sobre el aborto”.
La doctora Aida Kemelmajer de Carlucci habló sobre la autonomía. «Hay una norma que dice que la vida se protege desde la concepción, pero al mismo tiempo hay otros principios jurídicos que sostienen el derecho de toda persona a no ser instrumentalizada, a llevar adelante su propio proyecto de vida. Eso se llama autonomía». Para cerrar su exposición dijo: “La vida solo es tal si es digna, y la dignidad está unida a la autonomía”
“No hay ningún órgano constitucional que impida despenalizar el aborto temprano”, sostuvo en su exposición el abogado Ricardo Gil Lavedra, quien luego aseguró: “Nadie quiere que haya abortos, ¿cuál es la mejor manera que no los haya? Creo que no es penalizando”.
Quedó claro que la penalización no es el camino cuando expuso Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS y compartió los datos del reciente informe La criminalización por aborto y otros eventos obstétricos en la argentina: “No es cierto que la ley penal se usa poco para criminalizar el aborto. Hasta hoy, los números oficiales de 14 jurisdicciones indican que entre 2012 y 2020 se iniciaron 1.388 causas por abortos y 37 eventos obstétricos fueron criminalizados”.
Explicó: “Todas pertenecen a sectores sociales vulnerabilizados, no tienen trabajos remunerados, tienen poca instrucción de nivel formal y viven en condiciones muy precarias. La mayoría tiene menos de 30 años, y muchas tienen hijos. No hay duda de que estamos ante una política esencialmente selectiva, que ejerce distintos tipos de violencias sobre estas personas, por su género y por su clase social”.
También quedó claro que con despenalizar no alcanza. Aida Kemelmajer de Carlucci sintetizó: “La diferencia que se hace entre despenalizar y legalizar es una diferencia que en el mundo de los derechos humanos no tiene cabida”.
Otro de los ejes sobre los que insistieron los contrarios a la legalización fue, nuevamente, el principio de la vida. «Es una ficción sostener que un embrión es un chico», sostuvo Gil Lavedra.
“Hay una estrategia de los opositores a la ley de querer hacernos ver a nosotras que estamos a favor como gente en contra de la vida y es totalmente diferente. Estamos a favor de la vida, sabemos que cuando el aborto se despenalice y se legalice es más fácil aplicar políticas de cuidado de las personas y mujeres gestantes. Nuestra estrategia es no reaccionar ante las agresiones”, dijo a lavaca la senadora Sapag.
Las Ni Ni
La senadora de San Luis, Maria Eugenia Catalfamo, preguntó sobre las maternidades en las adolescentes. Lo hizo para reconfirmar lo que la Directora de Protección Social en Cippec, Gala Diaz Langou, expuso:
- 3 de 4 jóvenes llamados NINI (ni estudian ni trabajan) son chicas, que tienen a cargo el cuidado.
- El 60% de las mujeres que fueron madres en la adolescencia interrumpieron su trayectoria educativa antes de terminar la secundaria.
- El 68% de quienes fueron madres antes de los 20 reportaron que su embarazo no fue planificado.
Volverse militante

La senadora neuquina Silvia Sapag (Frente de Todos) habló con lavaca sobre su propia evolución en este tema.
“Soy parte de una familia árabe que tiene una concepción muy distinta de lo que es el transcurrir de la vida a lo que se piensa en occidente. Mi familia ya estaba en occidente pero tenía la concepción tradicional sobre sus mujeres. Somos una familia muy grande, éramos más de 40 primos, y de las primas mujeres solamente dos fuimos a la Universidad. A los varones se les daba todo servido en bandeja: si querían ir a una pensión, a tal o cual Universidad. A las mujeres nos decían que teníamos que conseguir un buen marido, que esa tenía que ser nuestra aspiración”, relató a esta agencia.
Hablar de aborto, cuenta la senadora, no era una posibilidad. Hasta que cursó en la Universidad Nacional de Comahue, a sus 40 años, una maestría en género. “La academia fue la que me abrió los ojos, me hizo tener certeza y firmeza en mis convicciones, que yo ya la tenía con mucha timidez. Por las enseñanzas que había tenido en mi familia no me atrevía a explicitarlas, y eso fue determinante en mi vida. Esa sensación de injusticia que que era más que una sensación. Era un tratamiento realmente injusto que les daban a las mujeres de mi familia. Ahí empezó mi lucha y por eso ahora soy una militante, por eso yo apelo a que una puede cambiar su forma de pensar y pienso que todavía puede haber un hecho, una palabra, un argumento, un razonamiento que les haga el click a estos senadores dubitativos, que entiendan cuán necesaria es esta ley para las mujeres. No se puede pretender tener sojuzgada a la mitad de población: todos merecemos la libertad, la igualdad y la sororidad”.
¿Impactó en la Cámara de Senadores la diferencia de votos con la que se obtuvo la media sanción?
Espero eso. La discusión en el 2018 fue muy buena, no se ganó la Ley, pero si la batalla cultural. A partir de ahí se habló abiertamente del aborto y aparte surgió esa masa de jóvenes que fueron a apoyar al Congreso y que nos hicieron ver una realidad que no sabíamos que existía. A algunos les cuesta y dan argumentos que, si uno lee los libros, son los mismos que cuando se justificaba que las mujeres no tuvieran la patria potestad sobre sus hijos, o no pudieran ir a la universidad, o no votar. Estos derechos que hemos ido ganando a lo largo de nuestras batallas después son vistos en el transcurso del tiempo, diciendo “¿Cómo puede ser que se haya pensado que una mujer no puede ir a la universidad, que una madre no puede decidir si su hijo va a una escuela o no?’. Ese tutelaje que se pretende sobre nosotras y viene desde la arquitectura familiar, de la época de la revolución industrial, se tiene que acabar.
La construcción del dictamen y la votación
El plenario de comisiones que está tratando en la Cámara de Senadores la legalización del aborto pretende firmar el jueves de esta semana el dictamen para que el proyecto quede listo para llegar al recinto y ser votado, tentativamente, el 29 de diciembre.
“No es momento para nosotros de hablar de modificaciones, tenemos que avanzar con el proyecto tal como llegó”, plantea ante lavaca el senado Luenzo. “Costó mucho en Diputados y el proyecto ha sido mejorado en relación al que teníamos en el 2018. Se han atendido demandas, fueron pertinentes, lo han mejorado”.
¿Se habla en la Cámara de los escraches que se sufrieron en Diputados?
No se habla ese tema. Hay antecedentes, por lo tanto pueden ocurrir, pero no es el mejor camino. Estos escraches los que plantean el lema “pro vida”, pero pro vida también implica el respeto al pensamiento diferente, al otro ser humano. Por eso son muy contradictorios. Si yo me paro en espejo a lo que ellos están diciendo, lo que pretenden es que se sigan muriendo mujeres en Argentina.
Usted es oficialista, ¿cree que dentro del bloque incide que el proyecto fue enviado desde el Poder Ejecutivo?
Es un dato anecdótico, de microclima, no tenemos que opacar el debate que es por la vida de las mujeres. No nos olvidemos que es una promesa de campaña, que venimos con el lema de será ley desde 2018, cueste lo que cueste vamos a seguir trabajando. Si hay alguien que está molesto, formará parte de sus creencias.
¿Están dadas las condiciones para que sea ley?
Mezclar pronóstico con deseo es un problema. El deseo mío es que sea ley. El pronóstico no sé, también es alentador desde mi punto de vista, pero estoy mezclando las dos cosas. Ojalá sea ley para salvar la vida de muchas mujeres.
Nota
La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.
Por Franco Ciancaglini
Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:
- su salud era cada vez más delicada;
- los medicamentos oncológicos no llegaban;
- y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.
Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.
Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

Contaminada
María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.
Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.
La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.
Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.
Contaminada
La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.
Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.
Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:
- “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
- “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».
Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”
Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.
En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”
Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:
- “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
- Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.
Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.
Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.



Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”
El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

Abandonada
Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.
Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.
Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».
Sino miren este video.
María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”
El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.
Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.
Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.
Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”
Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”
La respuesta era obvia: mal.
Insurgente
Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.
Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.
El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».
Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.
Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.
Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.
Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.
Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.
La muerte es el abandono.
La muerte es el olvido.
Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.
odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.
Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.
Mary: gracias.
Hasta mañana.
Nota
Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.
Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año.
El camino de la in-justicia
En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia.
La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.
Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero.
Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10.
Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo.
Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.
La pericia tendrá como objetivos precisar:
-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;
-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil;
-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.
-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.
El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena.
Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.
Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.
Nota
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No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




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