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Autogestión en tiempos de coronavirus. Primera parte: deliverys, barbijos y los reclamos para una vida digna

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El restaurante La Mangiata, el laboratorio Farmacoop y la autopartista 19 de Diciembre cuentan a lavaca los efectos de la cuarentena obligatoria en las empresas recuperadas. Cómo se siente la crisis. La ausencia de políticas para las cooperativas. Los rechazos del Ingreso Familiar de Emergencia. Las estrategias solidarias. Los anticuerpos de la economía popular. Del macrismo al coronavirus, primera entrega sobre el impacto en el sector autogestivo.

Autogestión en tiempos de coronavirus. Primera parte: deliverys, barbijos y los reclamos para una vida digna

El restaurante cooperativo La Mangiata abrió una línea de delivery en medio de la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional frente a la pandemia de coronavirus. De los 31 trabajadores y trabajadoras asociadxs al bodegón recuperado en 2013, están yendo a trabajar hasta un grupo de nueve, según el día. “Hoy somos seis: dos están cocinando, otros dos tomando pedidos y el resto repartiendo”, dice a lavaca Roberto Montero, hasta hace poco presidente de la cooperativa. “Enero y febrero veníamos trabajando normal. Marzo arrancó con un 50% por ciento menos de laburo, y hoy, con casi un mes y medio perdido, estamos facturando el 10% de lo que hacíamos”.

Lo que gráfica Montero es la preocupación que se extiende en cada una de las más de 400 fábricas recuperadas y cooperativas de todo el país, que generan fuentes de trabajo para más de 20 mil personas, y que no están siendo alcanzadas en su plenitud por ninguno de los resortes que el Estado dispuso hasta el momento para paliar los efectos de esta crisis. “El Ingreso Familiar de Emergencia les salió a algunos compañeros, pero a otros directamente no. Y algunos eran compañeros que cumplían con todos los requisitos. Sumale que los créditos que se están dando son para sociedades anónimas o SRL, y no para cooperativas. No estamos siendo contemplados por las políticas”.

Les trabajadorxs recuperaron La Mangiata en 2013 en una cadena de recuperaciones que implicó otros tres restoranes del mismo grupo económico: Don Battaglia, Alé Alé y Los Chanchitos, también cooperativos y también apelando al delivery como salida gastronómica para combatir esta restricción. “El jueves arrancamos con cuatro pedidos”, dice Montero. “El viernes, con 10. El sábado, con 14. El domingo hicimos día y noche, pero tampoco hubo gran cosa. Ahora arrancamos durante toda la semana por la noche, y el finde haremos doble, porque sabemos que es la única entrada que vamos a tener”.

La Mangiata está ubicada en Angel Gallardo 1008, en el barrio porteño de Villa Crespo. La línea que habilitaron para pedidos es 4982-6843/44.

Montero grafica con una palabra cómo se imagina lo que viene: “Es impredecible”.

Del macrismo al coronavirus

En mayo del 2019, la Justicia Comercial de la Ciudad de Buenos Aires otorgó una autorización provisoria para que las trabajadoras y los trabajadores del exlaboratorio Roux Ocefa continuaran la explotación de las dos plantas ubicadas en Villa Luro y Mataderos. Es que desde octubre del año anterior realizaban una permanencia pacífica para recuperar sus fuentes de trabajo. Y lo consiguieron: estaban poniendo a punto la fábrica para convertirse en el primer laboratorio recuperado del mundo.

“Teníamos programada una inspección para habilitar finalmente la planta  para la semana del 16 de marzo, pero el coronavirus nos pateó el tablero”, cuenta a lavaca Bruno Di Mauro, presidente de Farmacoop. “Estuvimos todo este verano trabajando con un equipo técnico nuevo que habíamos armado para llegar a la habilitación de producción de gotas, que era la primera que queríamos lanzar. Estábamos a días.”.

Farmacoop forma parte del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), desde donde están pensando formas colectivas de atravesar este momento de crisis. Di Mauro cuenta que todos los días llegan al Movimiento y, también, a la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas, parte de la Secretaría de Economía Social (Ministerio de Desarrollo Social de la Nación), consultas desesperadas sobre la situación del sector. “La mayoría de las fábricas están paradas y no ha habido ninguna política concreta para las cooperativas. Estamos tratando de agilizar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), pero tuvimos muchos rechazados. Estamos pensando alguna vía de revindicación concreta, porque las recuperadas ya veníamos golpeadas”.

Las cooperativas sortearon el azote macrista con una baja pronunciada en sus producciones, a la espera de un 2020 con nuevos aires de alivio. Pero, como expresa Di Mauro, el coronavirus modificó los planes. Sin embargo, las políticas anunciadas por el Gobierno no terminan de contemplar al sector cooperativo: algunas personas fueron rechazadas del IFE por diversos motivos (desde algún ingreso mínimo en relación de dependencia, categoría del monotributo, domicilio o datos desactualizados), mientras que el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción, anunciado por el Ministerio de Desarrollo Productivo para pymes, tampoco las alcanza.

“Estamos hablando de la economía popular como un sector bastante significativo, porque también pensemos que las políticas que el Estado baja a los territorios serían imposibles de hacer si no fuera, por ejemplo, a través de organizaciones sociales en los barrios”, dice Di Mauro. “Es un sector en la economía ya consolidado: no es de tránsito ni que aparece momentáneamente en una crisis a la espera de que un sistema formal reabsorba a toda esa masa de compañeros y compañeras. Y, en este caso, se ven las limitaciones para reconocer a este sector, porque ninguna de estas políticas están llegando a las organizaciones de la economía popular. Mientras, las empresas más concentradas plantean un escenario de negociación como Paolo Rocca echando 1400 trabajadores tres días antes del decreto que evitaba despidos. Ellos tienen ese poder para poder negociar sobre la mesa subsidios y otras exenciones. ¿Y las recuperadas?”.

Autogestión en tiempos de coronavirus. Primera parte: deliverys, barbijos y los reclamos para una vida digna

Contagio solidario

Di Mauro cuenta que, aun en medio de la pandemia, encontraron dos formas de generar ingresos y puestos de trabajo. La primera fue un convenio con la provincia de Buenos Aires: están acondicionando una línea de producción para comenzar la producción de alcohol en gel en pequeña escala. “Estamos terminando la habilitación por ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para esa línea de producción ya tenerla como propia. Es un proceso de reinversión constante”. 

La segunda estrategia fue organizar a diversas empresa recuperadas y a otras cooperativas de organizaciones sociales alrededor de la producción de barbijos. “No es nuestro rubro, pero pudimos articular varias experiencias. Hay otras recuperadas textiles como Alcoyana, Brukman o Sport Tech, además de cooperativas textiles de la Organización Libres del Pueblo (OLP-CTEP) en barrios de La Matanza. Nosotros sumamos el acondicionamiento y el control de calidad para garantizar que los barbijos lleguen a los clientes en buen estado y empaquetados de forma estandarizada”.

Son más de 200 personas trabajando de forma cooperativa. “Si hay algo que tenemos los que pasamos por situaciones de crisis o por recuperaciones, es la capacidad de encontrarle la vuelta, de pensar, y de ser solidario con el de al lado, y no ser mezquino con las ganancias. Se están por sumar algunos talleres de Merlo, que estaban parados. Se está tratando de repartir trabajo para que haya un ingreso para todos. Eso demuestra lo que siempre decimos: la cooperación supera a la competencia”.

Cómo se imagina el después: “Es tiempo de poder discutir algo que venimos planteando como movimiento y es la necesidad de un salario universal. Muchos países en Europa lo están discutiendo, y tiene que ver cómo garantizamos los recursos de una manera eficiente. Hay que dejar de pensar desde políticas focalizadas para segmentar a la población más pobre, porque no es algo que resolvés bajando 200 mil planes sociales. Debe ser algo integral, que rediscuta la producción, la distribución y el consumo”.

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Los anticuerpos

Gisela Bustos es abogada y también integra el MNER desde la Cooperativa 19 de Diciembre, metalúrgica autopartista recuperada en 2002. Atiende a lavaca luego de realizar una recorrida por cooperativas de San Martín. “La situación es catastrófica”, resume. “Las de alimentos, se mueven algo. Las textiles, algunas trabajan los barbijos. La cooperativa Edy, que produce enchufes, logró sacar un micropedido. Nosotros, como autopartistas, parados: no se mueve un fierro. Veremos si ahora que abren los talleres se empieza a poner en movimiento algo. Pero, por el momento, todo está liquidado”.

Bustos grafica que las cooperativas siguen siendo la Cenicienta, en la versión más atrasada del cuento. “Estamos todes de acuerdo que lo que se hizo como política en contexto de pandemia está bien: la vida vale más que el capital. ¿Pero qué ocurre que nuestro sector es una y otra vez discriminado? De toda la batería de políticas, los que siempre quedamos afuera somos los trabajadores y las trabajadores de las recuperadas”.

La abogada cita un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto del Covid 19 en el mercado de trabajo argentino: alerta que sólo un 26% de lxs ocupadxs trabajan en empresas de gran escala (con más de 40 personas asalariadas), mientras que un 68% son pymes o trabajadores por cuenta propia. “Ese sector recibe la crisis de forma brutal. Dentro de eso, el impacto en las recuperadas es tremendo”.

Bustos dice que como movimiento asumen que tienen fuerzas limitadas dentro de la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas, pero que están trabajando en proyectos y resoluciones para lograr políticas concretas. “El cuadro es malo, pero las recuperadas tenemos anticuerpos para salir adelante como sea. Siempre con imaginación y solidaridad, porque lo que estamos viviendo es difícil como pocas veces visto”.

Qué espera de lo que viene: “Esto es como en casa, cuando ves que hay un poco de arroz, un tomate, y hay que ingeniárselas para comer. Tenemos con qué hacerlo. Somos un sector que se ha consolidado en la economía y en la vida productiva de nuestro país. No nos merecemos ser ninguneados ni asistidos con limosnas. Tenemos que tener políticas de fondo para este sector, porque demostramos viabilidad y compromiso con la comunidad. Además de tener una Dirección, que es un paso histórico para el movimiento, necesitamos que se lleve adelante la política que necesitamos para tener una vida digna como trabajadores y trabajadoras de la autogestión”.

Bustos concluye: “Vamos a poner todo para que el se caiga, agarrarlo y que no se quede en el camino. Lo que no pudo la patronal, la justicia, la policía o el macrismo, no vamos a dejar que nos lo arrebate un virus. ¿Cómo nos veo? Peleando, como hicimos siempre”.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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