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Bolivia: víctimas y victimarios

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El plesbiscito santacruceño pone al rojo vivo un proceso que María Galindo analiza en este artículo, sin simplificaciones e indentificando las causas que dejaron al gobierno de Evo expuesto a sus propios errores.

“Quiero escribir, pero me sale espuma” 1
María Galindo
grafitera y agitadora callejera
Mujeres Creando

Muchas son las piezas que componen el escenario social y político actual en Bolivia y en Santa Cruz. Lo mejor que podemos hacer es intentar al menos no reducirlas a dos: gobierno vs. comité cívico; oligarcas vs. mayorías; pobres vs. ricos; cambas vs. collas; buenos vs. malos; revolución vs. reacción.
Desde Santa Cruz está abierto un proceso complejo que invita a repensar Bolivia poniendo en cuestión el andinocentrismo, evidenciando el otro proyecto político que se concentra en las ciudades versus el clásico y mítico proyecto restaurador del pasado de las áreas rurales, poniendo en cuestión los límites y contenidos del nacionalismo étnico que se convierte en la más destructiva de las armas –anti indígenas- porque despierta todos los fundamentalismos racistas latentes en nuestra historia.
En ese contexto me propongo desplegar algunas de las piezas de este rompecabezas autonómico, visto por fuera de traiciones y lealtades.

Civismo rima con fascismo y con racismo
La necesidad de construir un enemigo como el cimiento sobre la cual se ha tejido la convocatoria social para con el proyecto autonómico despertando sentimientos racistas, la creación de una fuerza cívica intimidatoria que amenaza, que vigila, que golpea, ha logrado casi anular y arrinconar la disidencia en Santa Cruz. Ha logrado sustituir la argumentación y la discusión por el insulto directo como el instrumento principal de su proselitismo y, por último, ha puesto bajo vigilancia al conjunto de la población, dividiéndola entre traidores y leales. Esto convierte el voto del domingo en una respuesta de obediencia al amo y no de convicción libre. En ese sentido, el referéndum del domingo no es una encuesta sino una muestra de lealtad y obediencia para con el comité cívico como patrón y dueño de la autonomía. Para lograr la diferenciación entre reivindicación autonómica y comité cívico se debieron introducir dos preguntas en el referéndum: autonomía sí o no y estatuto autonómico sí o no.

Gobierno victima
No hace falta que nadie más ni dentro del MAS, ni fuera del MAS repita que el gobierno se equivocó al decir “no a la autonomía” en la votación para la Constituyente. A partir de ese error, todo lo demás es simple consecuencia.
La construcción fascista de un enemigo en el discurso cívico cruceño ha sido respondida por el gobierno con la construcción de un gobierno y un Presidente víctimas. Se victimizan, han perdido la iniciativa política y han perdido la capacidad de análisis también. Esta autovictimizacion del gobierno y del Presidente fortalece al proceso de fascistización porque lo convierte en efectivo. Al gobierno le sirve, en la corta necesidad de auto justificarse para no asumir sus propios errores políticos, presentarse como víctima y a momentos, inclusive, siento que es un lugar que les resulta perversamente cómodo porque les sirve para no pensar. En ese contexto, el gobierno se complementa con el Comité Cívico, sirviéndole de amplificador de la polarizacion a escala nacional.
Frente a las fuerzas de choque cívicas han contrapuesto fuerzas de choque con disfraz étnico, nutriendo día a día la fascistizacion del proceso y actuando bajo la lógica de construcción de bandos. O estás conmigo o estas contra mí. Yo represento lo bueno frente a los otros que representan lo malo, omitiendo análisis, discusión y, sobretodo, autocrítica y capacidad de retroceder sobre sus propios errores para retomar la iniciativa política. Esta dirección política del proceso -que debe ser una de las peores direcciones políticas de los últimos 10 años de la política boliviana- hay que decirlo: está conducida por Álvaro García Linera, el mas irresponsable y errático de todos los actores.

Proceso constituyente desaparecido
La Asamblea Constituyente en Bolivia fracasó, no logró ser el escenario de deliberación del proyecto de país, no logró involucrar a toda la población, sino más bien fue asfixiada desde dentro por el propio gobierno y su ingerencia paternalista permanente. Fue el escenario donde políticamente se ruralizó al sujeto indígena que tenia en Bolivia la vocación de ser un sujeto universal portador y protagonista del cambio social boliviano. Se giró en torno del discurso étnico nacionalista aislando lo indígena de la posibilidad de construir alianzas complejas en todos los sentidos. La Asamblea Constituyente nació muerta, porque fue partidizada desde el principio, porque fue asfixiada como prolongación de la lógica de poder gubernamental desde el principio y de sus frustraciones y errores se ha alimentado, crecido y engordado la derecha.
Una de sus principales falencias fue de carácter metodológico, por eso su resultado no reconduce ni absorbe los problemas históricos de la sociedad boliviana y son como una prótesis mal hecha que no le sirve a la sociedad ni como muleta, ni como pierna.

Las mujeres como territorio
La mujer como territorio de identidad regional tanto en su versión de madre y fiel esposa, como en su versión de objeto ornamental y expresión del poderío masculino. Es uno de los elementos que mejor reflejan el contenido conservador y fascista del proyecto. Lo contradictorio, interesante y elocuente es que ese contenido conservador y fascista del proyecto esta idénticamente presente en el proyecto indígena, donde las mujeres son también territorio de identidad étnica a ser controlado y poseído. El principio común es la negación de la autonomía de las mujeres, la autonomía como proyecto de vida propio, como ejercicio de pensamiento y política propios y autónomos. La autonomía étnica y regional para ser tales necesitan de las mujeres como territorio y expresión de la identidad patriarcal sea étnica o regional.

El proyecto de cambio
Los informales, los y las nómadas, los y las que trajinan de esquina a esquina por el país, los y las sobrevivientes en busca de formas creativas de sobrevivencia, son los y las que han constituido el cuerpo de la revuelta contra el neoliberalismo en Bolivia.
Es desde la no pertenencia, desde el derecho de no ser ni camba, ni indígena, ni colla, es desde la identidad vivida como un fragmento complejo que no es ni rígida, ni única.
Es desde esa identidad compleja fragmentaria e incompleta que podremos
salir de la lógica de bandos.
Es desde ahí que podremos:
reinventar el país desde fuera de la pugna por el poder,
reinventar el país desde la autonomía de las mujeres y nuestro proyecto de emancipación
Reinventar el país desde la informalidad y la lucha por la sobrevivencia
Reinventar el país desde el exilio, y me refiero a las y los exiliados del neoliberalismo privados y privadas del voto, la opinión y la propia ciudadanía.

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Litio: nace un nuevo documental

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Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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