Nota
Deconstruyendo Cosquín: folklore no binario

El Festival de Cosquín, un ícono del folklore argentino, adaptó su reglamento al marco legal vigente: esta no debería ser una noticia, pero lo es. Es noticia, además, porque este cambio se concretó en apenas cinco horas, aunque llevó varias décadas, muchas voces e innumerables voluntades hacerlo posible. Todo esto confluyó el último domingo 26 cuando el Centro Cultural San Martín se convirtió en escenario de la competencia Pre Cosquín que selecciona en cada provincia las voces que subirán al escenario cordobés el próximo enero.
Al mediodía ese escenario fue ocupado por Ferni de Gyldenfeldt, acompañada de su guitarrista y amige Nahuel Quipildor. Ferni es docente de música, creadora junto a Luchi -su hermana gemela- del dúo lírico Ópera Queer e impulsora de una experiencia que denominó Folklore en transición (https://lavaca.org/notas/viene-clareando-las-musicas-para-un-folklore-disidente/ ), que cuestiona las etiquetas de las identidades del género con un procedimiento musical clásico: la fusión, que es justamente su exquisita expresión de identidad artística. Así fue como Ferni deslumbró al jurado, compuesto por Marian Farías Gómez, Franco Luciani y Mónica Abraham. El video de su audición está en Youtube y ahí puede comprobarse cómo estallan en aplausos antes de que concluya.
Con ese sabor a victoria Ferni se retiraba del Centro cuando fue nuevamente convocada por el jurado. “Había un problema con mi condición, dijo textualmente la productora que me pidió que regresara a la sala”.
En medio de la oscuridad los tres integrantes del jurado iluminados por un spot representaban una escena inquietante y todos allí estaban conscientes de ese clima. Fue Marian Farías Gómez quien asumió la palabra, con una introducción:
-Nadie de acá está de acuerdo con lo que tenemos que decirte, pero tampoco queremos tomar la decisión por vos, así que solo estoy informando lo que me transmiten desde el comité organizador y vos decidirás qué hacer con esa información.
La “información” eran dos:
1) Ferni había ganado
2) Ferni había competido en la categoría femenina.
¿Cúal era entonces el problema?
El problema era el reglamento del Festival de Cosquín
La ley y las reglas

Cuenta Ferni: “No podía participar, según la Comisión, porque me anoté en el Rubro Solista Vocal Femenino sin tener hecho un cambio registral. Me ofrecían entonces participar en el rubro Masculino». Repondió Ferni:
-No. Y lo que están haciendo es ilegal.
Recuerda que Marian Farías Gómez la miró a los ojos y la felicitó.
Cuando estaba por abandonar la sala la detuvo la voz grave de uno de los veteranos gauchos que con traje, espuelas y poncho ofician de presentadores:
-Te felicito. Por tu actuación y por lo que acabás de hacer: con ese “No” resquebrajaste el mármol de Cosquín.
El lunes Ferni lo dedicó a la sanadora experiencia de llorar y el martes a denunciar ante el INADI el incumplimiento de tres leyes que representaba ese acto de discriminación: Cosquín desconocía la así la Ley de Identidad de Género, la Ley de cupo en escenarios (artículo 2, inciso 1 del decreto de reglamentación) y el decreto presidencial N° 476/21. Sentada frente a la interventora del organismo, Ferni sintetizó:
-Soy la artista que soy porque soy la persona que soy. Y vivo en un país que me garantiza ese derecho. Sé que puede resultar difícil cambiar esto, pero hay que intentarlo. Y no en las redes sociales: lo tenemos que hacer acá, formalmente, para que haya respuestas concretas, aunque nos lleve décadas lograrlo.
Eran las tres de la tarde.
A las nueve de la noche Ferni recibió dos noticias:
- El reglamento del Festival de Cosquín había cambiado: a partir de esta edición se unificaban los rubros “solista femenino” y “solista masculino” en un solo rubro “Solista Vocal”.
- Había ganado el derecho a pasar de ronda.
Concluye Ferni:
“Nada de esto hubiera ocurrido si no hubiese sido por el abrazo que una vez más arrimó esa tribu disidente, amorosa, transfeminista, que nos da la fuerza para sentirnos menos solxs, que nos hace sentir siempre que juntes somos más fuertes, esa tribu que con toda la furia trava sigue gritando la pregunta «Dónde está Tehuel!», exigiendo justicia y castigo a los responsables. Esta misma tribu que sigue avanzando en sus derechos y en su implementación efectiva. Que sale siempre decidida a expresar: «Ni un paso atrás!» en todos los espacios conquistados. Esa misma tribu que ahora nos invita a sentirnos participantes legítimxs y reconocidxs en nuestra tarea de artistas populares nada más y nada menos que en un escenario como lo es el del Festival Cosquín, y desde ahí como réplica al resto de los festivales nacionales”.

Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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