Sigamos en contacto

Nota

Foro de familias: cómo inventar la paz

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Aaron Barnea es integrante del Foro de Familias, una organización que reúne a familias israelíes y palestinas que transforman el dolor por la pérdida de un ser querido en acciones por la reconciliación. Que desafía a la fatalidad sin reproducirla. Esta es la entrevista que el español Amador Fernández Savater le hizo para el diario El Público, de Madrid.

Foro de familias: cómo inventar la paz

Aaron frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv

Una mirada superficial parece indicarnos que no hay nada entre israelíes y palestinos que escape a la espiral de terror y desesperación. Pero siempre hay destellos de algo distinto. Se trata de darles valor y espacio. Impregnarse de la profunda fuerza que late en ellos por ínfimos y frágiles que parezcan al lado de los proyectiles. Aaron Barnea perdió a su hijo Noam en el Líbano en 1999. Cuando murió, le faltaban sólo 5 días para acabar el servicio militar. En su uniforme encontraron la insignia del Movimiento de las Cuatro Madres que reclamaba la retirada del ejército israelí del Líbano. Desde entonces Aaron participa en el Foro de Familias, una organización que reúne a familias israelíes y palestinas que transforman el dolor por la pérdida de un ser querido en acciones por la reconciliación. Que desafía a la fatalidad sin reproducirla.
-Háblanos sobre el Foro de Familias(1)
-Los orígenes del Foro están en el año 94. Entonces, un joven, un soldado de 19 años que se llamaba Arik Frankenthal, fue capturado por un grupo de Hamas mientras hacía auto-stop. Su familia era muy religiosa, cumplían el perfil de lo que llamamos aquí “el religioso nacional”: los que van con los sombrerillos tejidos (kippa), se suelen identificar como gente cercana a los que viven en los asentamientos y mantienen posiciones muy radicales sobre la solución al conflicto. Durante los siete días de duelo tradicionales judíos, su padre, Yitzhak Frankenthal, recibe la visita de un pequeño grupo llamado “Víctimas del Terrorismo”. Son familiares de asesinados en acciones terroristas palestinas y cada vez que sucede algo se manifiestan exigiendo mano dura, venganza, nada de tregua, etc. Pero Yitzhak les dijo: “señores, ustedes no me representan. Nada me va a devolver a mi hijo. No me voy a consolar sabiendo que más familias palestinas lloran a sus hijos, la violencia sólo engendra violencia y lo que tenemos que hacer es apoyar el Acuerdo de Paz”. En el año 94 estábamos en el ápice de lo que se llamó el Acuerdo de Paz, el acuerdo firmado por Rabin y Arafat en Oslo. La voz de Yitzhak era nueva porque lo que predominaba entonces era el rechazo al Acuerdo, al que se oponía la derecha israelí y también Hamás. Isaac Rabin se dio cuenta inmediatamente de que ahí tenía un apoyo de mucha envergadura a su política y le abrió la posibilidad a Yitzhak de dirigirse a un público más amplio, especialmente familias israelíes que habían sufrido la muerte de un ser querido a raíz de acciones palestinas. En poco tiempo hubo unas 25 familias que se agregaron a ese llamamiento por la paz de Yitzhak. Al año siguiente asesinan a Rabin y el Acuerdo de Oslo comienza a desvanecerse.
-Un punto de inflexión
-Sí, también para nosotros. Hacia fines del 98, lo que era una iniciativa exclusivamente israelí decide dar un paso importante: ver si al otro lado de la frontera hay grupos palestinos, familias palestinas determinadas a adoptar la misma posición. Una posición que hable de reconciliación, de la necesidad de llegar a un acuerdo y de abandonar la violencia y el terror. Esa decisión desafiaba una opinión muy extendida en Israel que dice: “al otro lado no hay ningún interlocutor”. El grupo va a Gaza y descubre a muchas familias dispuestas a adoptar la misma actitud. Comienza un periodo de “dinámica de grupos” entre la gente de ambos lados y el grupo descubre que tiene en sus manos una fuerza enorme que va mucho más allá del mero apoyo al Acuerdo de Paz que ya entonces estaba esfumándose.
-¿Qué fuerza es esa?
-Es la fuerza de hablar al público y decir: “si personas que han perdido a sus seres queridos, personas que han pagado el precio más alto al conflicto, son capaces de hablar entre sí y llegar a un diálogo de reconciliación, entonces cualquiera puede hacerlo”. Desde ese momento la organización, que pasa a llamarse “Foro de familias-Círculo de Padres” porque se abre también a personas que han perdido a seres queridos “de primer grado”, se transforma en una organización apolítica que se dirige directamente al pueblo, a la sociedad civil, para mostrar que la reconciliación es posible.
-¿Cómo es el trabajo concreto del Foro?
-Nuestro mayor enemigo es la polarización. Pero aquí la polarización no es ideológica. La polarización viene de una falta de conocimiento del otro, de encuentro humano con el otro. Los medios de comunicación han jugado un papel muy importante en todo esto, porque tienen una tendencia a la simplificación, a la reducción del otro a una sola dimensión. Mientras que el encuentro personal complica la visión. ¿Y qué es lo humano si no esta complicación? Ese efecto es el que buscamos en los encuentros.
-¿Encuentros de qué tipo?
-Habitualmente vamos muchísimo a los colegios. Cada año visitamos más de mil clases. No va un solo conferenciante, sino dos. Un israelí y un palestino, juntos. El conferenciante abre la clase relatando su historia en primera persona y cómo se encontró con el otro en la organización. Por ejemplo, el palestino relatará qué obstáculos ha tenido que pasar ese mismo día para dar la charla, a qué hora ha tenido que levantarse para cruzar el check-point y cómo es su vida cotidiana. Es un relato individual pero que tiene una perspectiva muy amplia, porque habla de una realidad que es común a todo un pueblo. Por eso genera empatía. El efecto es increíble. Después de estar hora y media un israelí y un palestino hablando juntos, los chicos nos dicen: “por primera vez vemos el otro lado de las cosas”.
También organizamos encuentros a nivel personal en los que por ejemplo un israelí trata de recuperar su pasado y contárselo a la otra parte y al revés. O encuentros entre las familias. Se hacen generalmente cerca de Jerusalén, allí donde israelíes y palestinos podemos llegar sin problemas. Ahí se trata sobre todo de conocerse a nivel humano. Pero también realizamos entonces otro tipo de actividades: por ejemplo visitamos juntos Yad Vashem, el centro más importante en Jerusalén dedicado a la historia del holocausto. Lo hicimos juntos. Y el mismo grupo fue a visitar una de las aldeas palestinas abandonadas en el 48, en lo que los palestinos llaman la Nakba, es decir el desastre que supuso para ellos la instauración del Estado de Israel que generó el problema de los refugiados. Fuimos también juntos. Dos personas que vivieron en esa aldea y que hoy en día son miembros de nuestra organización hablaron al grupo. En esos encuentros pudimos compartir las dos narrativas, israelí y palestina.
A finales del 2002 lanzamos un programa llamado “¡Hola, Shalom! ¡Hola Salaam!” (2). Era una línea telefónica que permitía a israelíes comunicarse con palestinos y viceversa. Entrábamos en el segundo año de la Intifada y percibimos que los dos pueblos necesitaban volver a dialogar. Recibimos dinero de la UE para difundir el proyecto y resultó ser un éxito de grandes dimensiones. Más de un millón de llamadas fueron registradas por el ordenador. La experiencia fue publicada y tuvo mucha resonancia mundial. Hoy la línea existe aún pero está prácticamente silenciada, por carencia de fondos. A raíz de la guerra reciente en Gaza decidimos ofrecer al grupo de ONGs de la Paz el derecho de continuar con la línea. En caso de que eso no progrese, trataremos nuevamente de conseguir los fondos para seguir llevándola nosotros porque creemos que vuelve a cobrar importancia.
-¿Qué significa ‘reconciliación’?
-Reconciliación significa aceptar la existencia del otro. Aceptar la humanidad del otro. Los derechos del otro a existir. Pensar en un lugar común donde convivir que seguramente exigirá que cada una de las partes renuncie a los “grandes sueños nacionales”. Mediante la empatía personal que se genera en los encuentros vislumbramos eso, prefiguramos eso. En el caso de estos dos pueblos hay muchas posibilidades de llegar a una reconciliación porque hay muchas cosas que nos unen. Israel puede ofrecer a Palestina una perspectiva moderna y occidental al lado de casa. Por su lado, los israelíes están atados emocionalmente a la tierra palestina. No hace falta ser el propietario de esa tierra para sentirlo. Los palestinos serán los custodios de esas lugares afectivamente tan importantes para los israelíes. Hay muchas posibilidades para generar puentes.
-A diferencia de otros conflictos, como en Sudáfrica, vosotros habláis de reconciliación ya, sin postergarla para después del acuerdo político.
-Nosotros confiamos en la sociedad civil. Presuponemos que la sociedad civil puede incluso desarrollar fuerzas que empujen a los políticos a llegar a acuerdos. Esa es nuestra función. Hoy sabemos que además de un acuerdo de paz, elaborado y firmado por los políticos, va a ser necesario un proceso de reconciliación. No una acción puntual, sólo por arriba, sino un proceso social. Nuestra misión es catalizar ese proceso, tratar de desencadenarlo con nuestro ejemplo, producir una ruptura emocional.
-¿Qué significa eso?
-Amos Oz nos explicó lo que quería decir con un ejemplo: cuando el presidente egipcio Anwar Shadat llegó a Israel un día memorable de 1977, para la población israelí era completamente impensable cualquier perspectiva de paz con Egipto. Pero Shadat llegó con un mensaje tan claro de paz y una disposición de tanta apertura que desarmó totalmente a la población. Fue increíble porque en cuestión de horas se generó en Israel una ola multitudinaria e imprevista de apoyo al movimiento de paz. Amos Oz nos dijo que cuando nosotros generábamos ese efecto en la gente, porque descubre de golpe que existe un palestino que es un ser humano, no una imagen estereotipada y unidimensional, inhumana, sino algo mucho más amplio. Lo que nosotros hacemos en los encuentros que generamos es humanizar al otro. Y el otro es en el caso de Israel es el palestino y en el caso de Palestina, es Israel. Esa es nuestra función.
-¿Vuestra organización tiene algún color político?
-Nuestra actitud es apolítica. ¿En qué sentido? Nosotros no entramos a dar soluciones sobre los diferentes temas que están sobre el tapete político: ¿cuál tiene que ser el futuro de Jerusalén? ¿Cómo debe resolverse el tema de los refugiados? Por el contrario, nosotros decimos que aceptaremos cualquier acuerdo político al que los políticos lleguen siempre y cuando sea de manera abierta, democrática, mediante el diálogo y la negociación. A nivel individual pensamos diferente sobre los diferentes temas: dentro de la organización la mayoría abrumadora se considera sionista, pero nadie pone en tela de juicio ni por un momento el derecho de los palestinos a tener su estado. Y creemos que ambas realidades son perfectamente compatibles. En todo caso, a nivel de organización no entramos a un análisis de las diferentes soluciones posibles. Nuestra función es hablar al pueblo con nuestro ejemplo. Y es precisamente porque no tenemos una actitud política por lo que podemos hablar en los colegios, que de otra manera serían mucho más cautos con nosotros. Una actitud apolítica nos permite una apertura mucho más amplia. A nivel más general, se nos ubica en el movimiento por la paz, que aquí está muy vinculado a la izquierda israelí.
-Vuestra respuesta personal a la terrible violencia que habéis sufrido tan directamente no parece normal, ¿acaso sois gente excepcional?
-Cada uno de nosotros pasó el trauma más grande que se puede pasar: la muerte violenta de un ser querido. En mi caso, mi hijo Noam. Su muerte me sacudió hasta la médula. Pensé que era el final de mi vida. Al principio lo que me sacó de la desesperación fue un sentido de responsabilidad hacia mis otros hijos. Y después la certeza de que mi experiencia me daba una voz y una fuerza que me permitía hablar en favor de la paz. Ninguno de nosotros se considera un santo, Ghandi ni nada de eso. Uno siempre puede preguntarse: “¿reaccionando con odio qué es lo que obtengo?” Mucha gente considera que la pérdida de un hijo impide hacerse esas preguntas. Pero no es nuestro caso. Yo he perdido a un hijo, pero no he perdido la cabeza.
-Una última palabra tras las elecciones recientes
-Busco la palabra más expresiva para describir lo que siento después de las elecciones: me siento aplastado. Pero no vencido. ¿De dónde sacar energías para continuar? Tengo la certeza de que para Israel la paz es una necesidad existencial. Seguiremos buscando aperturas, enfrentando a ambas partes con la humanidad del otro, dándole nombre y apellido, biografía y anhelos. Ahora será más difícil y por ello seguramente más importante.
1. https://www.theparentscircle.org/
2. https://www.theparentscircle.org/Activities.asp?sivug_id=2

Nota

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.

Por Franco Ciancaglini

Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:

  • su salud era cada vez más delicada;
  • los medicamentos oncológicos no llegaban;
  • y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.

Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.

Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Mary junto a Nora Cortiñas.

Contaminada

María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.

Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.

La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.

Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.

Contaminada

La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.

Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.

Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
En Plaza de Mayo, con una bandera contra la megaminería contaminente en Chubut.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:

  • “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
  • “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
    También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».

Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”

Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.

En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Lidia y Mary, durante el acampe del Malón de la Paz en Buenos Aires, hace dos años.

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”

Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:

  • “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
  • Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.

Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.

Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.

Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”

El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Carlos Ponce, Mary y Lidia Campos: una amistad atravesada por la lucha ambiental del sur del país.

Abandonada

Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.

Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.

Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».

Sino miren este video.

María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”

El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.

Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.

Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.

Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”

Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”

La respuesta era obvia: mal.

Insurgente

Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.

Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.

El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».

Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.

Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Un cartelito que le hicieron tras su muerte, Clarisa y Agus, que lo dice todo: «Se lo hicimos porque ella era doña cartelitos, y lo dejamos con ella».

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.

Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.

Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.

Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.

La muerte es el abandono.

La muerte es el olvido.

Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.

odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.

Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.

Mary: gracias.

Hasta mañana.

Seguir leyendo

Nota

Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.

Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año. 

El camino de la in-justicia

En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia. 

La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.

Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero. 

Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10. 

Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo. 

Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.

 La pericia tendrá como objetivos precisar:

-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;

-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil; 

-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.

-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.

El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena. 

Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.

Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.

Seguir leyendo

Nota

De la idea al audio: taller de creación de podcast 

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]

Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!

De la idea al audio: taller de creación de podcast 

Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.

¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.

Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.

¿A quién está dirigido?

A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.

Contenidos:

  • El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
  • Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
  • Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.

Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.

Docente:

Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.

Vistas el día de hoy: 37.064