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Psicólogas unidas por el grito #AbortoLegalYA

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137 psicólogas y psicoanalistas se reunieron en MU para firmar la Carta Abierta que redactaron de manera colectiva para pedir Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Llegaron con pañuelos verdes y paraguas en un mediodía lluvioso, pero la foto grupal fue en la calle y con sol, al grito de “Aborto legal en el hospital”.

Psicólogas unidas por el grito #AbortoLegalYA

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca


Se organizaron en fila para firmar la carta, sacarse fotos para distribuir en las redes y estallaron en aplausos y emoción cuando se mencionó la fuerza de la unión para lograr un objetivo clave: que salga la Ley ya. Florencia Delgado y Sofía Guggiari son psicólogas y decidieron juntar firmas en apoyo de la Ley y para eso redactaron la Carta Abierta con el aporte de todas.
Luego de sumar su firma, Ariana Lebovic celebra que el tema esté instalado en la sociedad y se debata en todos lados. Ariana es contundente al refutar los argumentos de quienes están en contra de la legalización: “hablar de un síndrome post traumático es una posición ideológica. Lo nocivo es la criminalización, el silencio y la prohibición. Si se recibe la contención en tiempo y forma la experiencia del aborto es completamente otra. Puede también ser más traumático llevar a cabo la gestación, como sucedió en el caso de Romina Tejerina. Es mucho más violento decidir sobre el cuerpo de una mujer. El Estado tiene que entender este cambio de paradigma. Solo por ser mujer, una no tiene que ser madre necesariamente. Existe el deseo femenino más allá de la maternidad. Por algo hay tanta cantidad de abortos, en todas las clases sociales y en diferentes decisiones y eso algo que solo la legalización nos permite analizar seriamente”.
Psicólogas unidas por el grito #AbortoLegalYA

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca


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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca


La psicoterapeuta gestáltica Susana García agrega: “El verdadero trauma que pasamos las mujeres al abortar sin dinero, ni cuidado, temiendo por nuestra vida, por nuestra salud, el destino de nuestra familia ante el riesgo de nuestra muerte: ese es el verdadero estrés.  Si las cosas se hicieran como corresponde, las mujeres estarían cuidadas al tomar la decisión, acompañadas, tanto en su aborto como posteriormente. No creo que exista ningún estrés frente a una decisión tomada a conciencia y desde el respeto”. ¿Por qué está acá hoy? “Para pedir un trato igualitario a todas las mujeres frente a la decisión de un aborto que sea legal, seguro y gratuito, para que todas por igual podamos ser acompañadas y cuidadas en esta decisión”.
Paula Etchesuri es psicóloga especializada en adolescentes, suma: “Me parece importante poder estar acá. Es la posibilidad de que cada mujer pueda decidir sobre un tema que es fundamentalmente un derecho y una responsabilidad ineludible de la salud pública”.
Psicólogas unidas por el grito #AbortoLegalYA

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca


 
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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca



La carta:
A los Legisladores y legisladoras de la República argentina:
Nosotras, como psicólogas, psicoanalistas y trabajadoras de la salud mental, asumimos el compromiso ético de posicionarnos y adherir a la sanción de la Ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Les hacemos llegar nuestra posición, dado que dicha ley se enmarca dentro del derecho a la vida y a la salud integral de las mujeres y de las personas con capacidad gestante. Esta misma apunta a la libertad de elección sobre sus propios cuerpos y el deseo de procreación.
Consideramos de urgente necesidad el hecho de que se legisle una Ley que permita la libre decisión para interrumpir embarazos no deseados o imprevistos. Y que, a su vez, ponga fin al dolor social que implican las muertes por abortos clandestinos inseguros, que entendemos son muertes evitables. Para lo que requerimos la implementación de las debidas políticas de salud integral pública que implican el acceso al aborto legal, seguro y gratuito para todas las mujeres que lo soliciten.
Agregamos, desde el campo de nuestra especificidad disciplinaria que el ser mujer no está determinado por la maternidad. No siempre que hay un embarazo hay una hija o hijo, no siempre que haya una mujer embarazada hay una madre, y esto lo entendemos dentro de la lógica del deseo. La maternidad tiene que ser una elección y no una imposición del discurso imperante. Embarazo no equivale a maternidad. Entendemos que una vida por venir, necesita ser una vida cuidada y libidinizada, como así también encarnada en el deseo. De otra manera, no hay sujeto posible.
Cabe señalar en contra de la propaganda retrógrada, el hecho de que ninguna mujer o cuerpo gestante va a sentir más motivación a abortar por la existencia de una Ley como esta. Cualquiera conoce la decisión profundamente comprometida que una interrupción de embarazo implica. Esta interrupción no es contradicción de maternidad, sino el efecto de una elección que debe ser libre y soberana.
Es así que: como profesionales de la salud mental exigimos que se garantice el acceso a la salud pública y gratuita, que incluya esta Ley ya que entendemos que está a favor de la equidad social, la salud pública integral y puede proteger la vida de muchísimas mujeres.
Voten a favor de la libertad, la salud y de la vida, en el marco de la igualdad de derechos.
Psicólogas unidas por el grito #AbortoLegalYA

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca


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Campaña: Encontremos a las/los nietos de Oesterheld

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Campaña: Encontremos a las/los nietos de Oesterheld
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Ahora que tenemos la atención de todo el mundo, te pedimos algo: ayudanos a encontrar a las o los nietos de Oesterheld, el creador de El Eternauta: compartí estas placas.

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Cien

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Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día. 

La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán. 

En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.

En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas. 

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En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica. 

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En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

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Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.

En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

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Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.

Más información en www.observatorioluciaperez.org

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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

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Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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