Nota
Todos los jueves, el jueves: la ronda de Madres antes de las elecciones

“Asco. Pero le vamos a ganar” dijo una de las Madres, Nora Cortiñas, al hablar sobre lo que siente en estos días, sin que hicieran falta más palabras. Recorrida por la Ronda, los argumentos de un adolescente que simpatiza con Milei, las jóvenes que votarán por Massa, en tiempo de espera hasta el domingo.
Texto: Franco Ciancaglini
Fotos: Sebastiàn Smok
Todos los jueves a las 15:30, desde tiempos de a dictadura, las Madres de Plaza de Mayo realizan la ronda alrededor de la Pirámide de Mayo. Esta vez, en la última antes de las elecciones presidenciales, estuvieron acompañadas por miles de personas que se acercaron a apoyarlas como un símbolo y una acción contra los discursos y prácticas negacionistas en curso, acaso como una antesala de lo que se juega el domingo.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
Desde el micrófono de la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo una de “las viejas” avisa que no es momento de simplificar discursos: “No empecemos a echarle la culpa a los Milei. Las culpas son pasajeras. Trabajaremos para sostener estas banderas cómo hicimos siempre y ahora más que nunca”.
Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, también sorprende con su respuesta, al contestar a lavaca que esta no es una vuelta especial: “Hoy es un jueves más. Cada jueves es especial porque es el reencuentro con nuestros hijos e hijas. Todos los jueves tienen un significado”.
Más acá de las elecciones entonces, ¿cómo hacemos par que no siga avanzando el negacionismo? “Discutir, discutir por todos lados qué paso con el terrorismo de Estado, con los chicos jóvenes. Hay que hacer todavía docencia, nos quedamos chicos, nos quedamos cortos”.
¿Por qué? “Porque ahora hay muchos jóvenes que parece que no saben lo que pasó. Hay que ir a buscarlos”.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
¿Qué te provoca Milei? “Asco. Pero le vamos a ganar”.
Nora está rodeada por decenas de personas, muchas de ellas jóvenes, que celebran esta respuesta como una arenga. Algunas como Milagros y Sofía no es la primera vez que vienen, aunque no suelen hacerlo. Otros, como Bruno, sí dan la vuelta por primera vez pero no por voluntad sino por obligación del colegio Almafuerte de Pilar Norte. Mientras ellas aseguran que votarán a Massa pero serán críticas desde el primer día, Bruno, que no vota, simpatiza por Milei.
Participaron también de la marcha y brindan su testimonio en esta nota el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis y la ex detenida desaparecida, y correctora de la revista MU, Graciela Daleo.
Estas son algunas de sus respuestas que tal vez nos permitan hacernos más preguntas para encontrar las respuestas que nos faltan. Mientras tanto las Madres y las Abuelas marcaron hoy como siempre el lugar y el camino: la calle.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
Repriman a la prima
Milagros, 24 años, y Sofía, 22, marchan juntas como parte de una organización universitaria peronista.
Desde esa militancia explican la diferencia con otros jóvenes que votan a Milei: “Nosotros militamos por ende tenemos cierto nivel de conciencia, nos juntamos con gente, pero además en mi caso tengo un abuelo desaparecido por la última dictadura. ¿Cómo hago para pararme en frente de mi abuela a hablar de negacionismo?”.
Dice Sofía: “Para mí es una cuestión de desinformación, no de haberlo vivido o no”.
Milagr: “En mi caso había muchos pibes desinformados, y en la clase de historia se hablaba, había preguntas y había charlas y mostraban videos. Es muy importante que la educación lo siga recordando”.
Sofía: “Depende de la escuela. En mi escuela que era religiosa era un tabú. Después fui al Lengüitas y había pintadas en todas las paredes”.
¿Cómo la ven para el domingo?
Sofía: “Difícil”.
¿Conocen mucha gente que vota distinto a ustedes?
Milagros: “Sí. Pero igual, gane quien gane, me voy a parar en una situación crítica. Mi voto es un sí a la democracia, no es un cheque en blanco. Me paro desde el lugar de querer construir algo mejor”.
Con esos amigos que votan a Milei, ¿qué hablan?
Sofía: “Son muy violentos. Los que conozco votan más por lo económico que por negacionismo”.
Milagros: “Dicen que los derechos humanos no son tan importantes. O sea, mi primo le dijo a mi mamá que a mí me tendrían que reprimir un poco más por ser peronista. Directamente”.
¿Qué se hace con eso?
Sofía: “Mi respuesta como feminista y como militante siempre es: aunque vos no estés, yo voy a estar, porque a mí me interesa que todos estemos bien”.
Milagros: “No somos individualistas, vamos a defender los derechos hasta de las personas que voten a Milei”.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
En la Plaza, pero con Milei
“El que conoce más es mi amigo”. Esa fue la frase con la que un joven redireccionó hacia otro las respuestas a una serie de preguntas en el contexto de la marcha. Bruno, del colegio Almafuerte de Pilar Norte, asegura que “no tenía muchas ganas de venir”. Sabe que es por las Madres de Plaza de Mayo y dice que de la historia de estas madres conoce “no tanto, más o menos: no tengo orientación política”.
¿Qué conoce? “Que durante la última dictadura militar fueron las que salieron a las calles para que devuelvan a sus hijos y sus nietos”.
¿Qué te parece esa historia? “La verdad es que fue bastante valiente, porque si hacías algo así durante la dictadura te podía llegar a pasar algo malo”.
¿Te interesan las elecciones del domingo? “No mucho, no soy de hablar tanto de política”.
¿Votás? “No, tengo 14”.
Y de los candidatos que están, ¿a quién votarías? “Entre Massa y Milei, prefiero a Milei”.
¿Por qué? “Hay cosas que me gustan de Milei, y otras no tanto. Pero de Massa, nada”.
¿Qué te genera Massa? “Si él es ministro de economía hace un año y medio, subió una banda la inflación y hay cada vez más pobreza, es medio contradictorio: ¿va a resolver los problemas que él mismo hizo?”
¿Y de Milei qué te gusta? “Que fundamenta por lo menos lo que él dice, y lo veo como alguien más serio que Massa. Hay cosas que por ahí no son tan buenas… en general veo que está un poco loco, a veces se pone como muy agresivo, y esto no es tan bueno en un Presidente. Pero antes que Massa, mejor”.
¿Te importa que Milei esté en contra de estas Madres que están acá hoy, o que niegue los derechos humanos? “No creo que Milei niegue los derechos, no creo que vaya a hacer una tiranía como dicen”.
Milei dice que hubo una guerra, y estas Madres enseñaron que fue el Estado el que asesinó y desapareció a 30 mil personas de manera sistemática. ¿Vos qué pensás? “En la escuela me contaron bastante acerca de esto, también tengo familiares que me contaron: yo por ejemplo tuve una abuela que estuvo en medio de un tiroteo entre militares y Montoneros. Pero… no sé”.
¿No te parece tan importante ese tema para la elección? “Sí, me parece importante, pero no creo que saque derechos Milei, porque ya de por sí faltan muchos derechos”.
Como joven, ¿qué te gustaría que haga el Presidente que viene? “Me gustaría que el próximo gobierno mejore la seguridad, baje la inflación y que no haya tanta corrupción más que nada”.
¿Y vos qué soñás? “Todavía no tengo una profesión, pero puede ser algo de programación”.
¿Tus papás piensan como vos? “Piensan parecido a mí, tengo las mismas convicciones que ellos, pero también me dejan que piense cosas diferente, y eso me gusta”.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
Un Ministro en la ronda de las Madres de Plaza de Mayo
Alguien llega desde la Casa Rosada, desde adentro. Al principio las personas no lo reconocen, y solo cuando uno, dos, tres se sacan una foto, alguien lo relaciona con el ministro que tal vez más horas de tevé recorre, sobre todo en este año electoral: Gabriel Katopodis se sumó a la ronda. Y contestó a lavaca, en medio del tumulto:
-¿Esta es una ronda especial?
-Bueno, es una ronda de un momento especial de la Argentina y de la defensa de los derechos humanos, la reivindicación de esta lucha, el rechazo a cualquier expresión de violencia y mucho más a las que expresaron de manera irresponsable Milei y su gente en relación a la dictadura, que nos obliga a tener una expresión muy clara y muy firme.
¿Qué pasó, qué se hizo mal para que el negacionismo esté acá, a pasos de la Casa Rosada?
Hay que seguir trabajando, hacer lo que hacen las Madres y las Abuelas. Hay que seguir militando.

Fotos Sebastián Smok/lavaca.org
Combatir no solo a Milei
Graciela Daleo estuvo secuestrada-desaparecida entre el 18 de octubre de 1977 al 20 de abril de 1979 en la ex Esma. Hoy, desde Plaza de Mayo, reflexiona sobre el momento histórico político, los sentidos y los derechos en pugna:
-La ronda de hoy tiene la singularidad de expresar en este momento donde están fuertes las expresiones de reivindicación de la dictadura, de los genocidas, de anunciar que van a repetir no lo que hicieron hace 45 años atrás sino traer herramientas nuevas. Tiene esa singularidad, singularidad importante porque además noto mucha presencia de pibes y pibes: eso es para resaltar.
-¿Por qué está tan fuerte el discurso negacionista?
-Para hacer un análisis histórico, en algún momento existió la idea de que “de lo conquistado, no se retrocede”. Yo siempre estuve en contra de esa frase. La historia nos demuestra exactamente lo contrario: los pueblos luchan, logran conquistas, y también quienes están en contra reaccionan, son nuevamente derrotados, y hay que seguir con la lucha. Creo que lo que nos sigue demostrando esto es que la lucha es un proceso continuo y que las conquistas hay que defenderlas sabiendo que se puede retroceder, pero sobre todo hay que avanzar. La historia nos demuestra que nada se conquista de una vez y para siempre, y que nada se pierde de una vez y para siempre.
-Hablé con un joven que estaba acá y simpatizaba con Milei, después con otras chicas que plantearon un horizonte muy distinto a ese. Hablaste de las pibas y pibes, ¿cómo los ves?
-Hay que correr el eje del análisis de que vos te ubicás en cierto eje cultural, social, porque lo viviste. Porque si no, no festejaríamos el 25 de mayo de 1810 porque no vivimos en la colonia… Por otro lado, creo que hay una multiplicidad de cuestiones por las que Milei les causa simpatía a los jóvenes. En lo económico se concentra un altísimo porcentaje de las falacias de Milei, que tiene la habilidad de plantear una serie de cuestiones complejas de una manera supuestamente sencilla; pero en realidad son falacias. Para sectores sociales jóvenes, para quienes el dólar se ha convertido en una garantía del buen vivir y una aspiración, él dice: hay que dolarizar. Bueno, recordemos que nuestro país ya vivió la dolarización en la década del 90 y el 1 a 1, y eso dejó millones de desocupados y una situación catastrófica que desembocó en la rebelión del 2001. Entonces hay una especie de transmisión falaz que te hace creer que todo es fácil. Y me parece que eso se asienta en algo que se construye en el mundo, el inmediatismo. Si lo que se explica no se hace en 120 caracteres, no se entiende. Comprender requiere esfuerzo. Hay una especie de adhesión al facilismo combinada con una situación que viven muchos sectores de empobrecimiento, de sensación de falta de futuro, y una construcción cultural en relación a eso: la idea de que no hay posibilidad de futuro. No hay posibilidad de futuro con la propuesta de Milei.
-¿Cómo se combinan los derechos humanos con esto económico, MIlei y Villarruel?
-Hay una combinación en la que LLA ha tenido la habilidad de conjugar la situación económica con la reivindicación de los crímenes de la dictadura, que también es una apuesta al futuro. Decir que los asesinos son héroes también es un sustento a la represión que ya han dicho que va a hacer falta, precisamente, para imponer las políticas económicas.
¿Cómo le ponemos freno, antes de tener que ir al choque de esa represión?
-Todo lo que nos falta no lo vamos a alcanzar si no nos organizamos, si no luchamos, diría yo hasta una variable más simbólica: si no hacemos crecer en la subjetividad individual que la comprensión de cada uno de nosotros y nosotras está atada al colectivo. Hoy no se está viendo eso, hay que recuperar el sentido de la solidaridad, que era un valor de los verdaderos anarquistas y los verdaderos libertarios, y no de estos que son el capitalismo neoliberal. Eso también hay que decirlo: dicen que son antisistema pero son un refuerzo cada vez mayor del sistema capitalista neoliberal. Lo que hay que combatir es eso.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.