CABA
#SeráLey: la fórmula ganadora es la calle
En pleno año electoral, la marea verde demostró una vez más que la política se hace con los pies y en la calle. Una masiva marcha que desbordó partidos políticos y organizaciones volvió a pedir por el #AbortoLegal el día en que por novena vez se presentó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara de Diputados. Las sensaciones y las palabras dentro y fuera del recinto. La nueva estrategia de las históricas. La raíz de un movimiento juvenil. Y la necesidad de que el Congreso escuche el#AbortoLegalYa!
Son casi las siete de la tarde cuando llega Nora Cortiñas al Anexo C de la Cámara de Diputados. La conferencia de prensa acaba de terminar, y la sala la recibe al grito de “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”. Nora, pañuelo blanco en la cabeza, levanta con las dos manos el pañuelo verde, y lo agita. Después, un gran aplauso.
El feminismo en Argentina se inscribe en la genealogía de las Madres y las Abuelas. Las históricas forjadoras de imposibles del movimiento feminista y del movimiento de derechos humanos comparten el crear derechos con los pies y en la calle. Eso es precisamente lo que, mientras tanto, sucede afuera del recinto: cientos de miles gritan que nunca se fueron.
Mientras tanto, afuera del Congreso…#AbortoLegal #QueSeaLey pic.twitter.com/EpWMfGZAr5
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) May 28, 2019
Nelly Minyersky, abogada feminista pionera, Dora Barrancos, socióloga e historiadora feminista, y Marta Alanis, fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir en nuestro país, salen juntas del ascensor cuando termina la conferencia de prensa que realizó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito junto a diputadas y diputados de diferentes bloques políticos.
Dora y Marta caminan juntas. Es cuando dice Dora: “En Brasil ya hay una insurgencia en los grupos evangélicos. Yo creo que lo que hay que hacer es desafiar adentro”.
“Hay que hacer que aumenten las disidencias religiosas”, contesta Marta. Y Dora se entusiasma con la conversación: “Lo que hay que hacer es adentro: disidencias de las disidencias. Es lo que se va a venir. Lo de Brasil es claro. Los grupos evangélicos están llenos de personas lesbianas, homosexuales, ¿y que van a hacer?”. Marta sigue: “Esa gente que habla y dice estar en contra del derecho al aborto, también aborta”.
¿Cómo fortalecer esa idea?, le preguntamos. Dora contesta: “Hay que armar estrategias para no hacer conglomerados, y hay que hacer estrategias usando elementos que ellos usan”.
Marta suma otra idea y una práctica que ya están impulsando desde Católicas por el Derecho a Decidir: “Estamos promoviendo encuentros interreligiosos con gente de diferentes religiones que se expresan a favor del aborto. Las disidencias religiosas existen, hay que organizarlas, hay que convocarlas. Tenemos musulmanes, judíos, evangélicos, protestantes, luteranos. Las católicas somos una expresión de la disidencia católica pero tenemos pares en todas las religiones. En el Islam, por ejemplo, hay una teoría feminista de maravilla”.
Cuando llegan a la puerta de salida del Congreso se escucha cantar a una marea verde de cientos de miles que llenaron las calles en todo el país.
Hay futuro porque hay memoria y pioneras poniendo el cuerpo y la cabeza para seguir construyendo derechos. Hay futuro porque hay marea abrazándolas, y creando con los pies nuevas formas de hacer lo imposible.
Hay futuro porque es verdad: estamos juntas y no nos vamos hasta que sea ley.

Foto: Martina Perosa
El juego de la calle
Son siete chicas de 18 años, todas ex compañeras del colegio, sentadas en ronda en el pasto de Plaza de los Dos Congresos. A las cuatro de la tarde falta por lo menos hora y media para que dentro del recinto comience la presentación del Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo; dicen que el mate ya está lavado y frío. Es que las chicas llegaron desde Ramos Mejía pasado el mediodía y desde entonces no se movieron. ¿Por qué? “Venimos por los derechos de la mujer”, dice Agustina. Es la segunda vez que viene a reclamar por el fin de la clandestinidad. “Acá te sentís bien, te sentís acompañada: todas están pensando y sintiendo lo mismo. Este año es importante estar en la calle: hay que alzar la voz”
Esa sensación de comodidad estando con otres que no conocemos pero son nuestras cómplices se repite en muchas charlas a lo largo y ancho de la Plaza. En esta nueva vieja forma de hacer política las jóvenes son las principales hacedoras.
“Mis padres son evangelistas y están en contra de todo”, dice Jaquielina, de Burzaco, 27 años, sentada en el piso. Ella no toma mate pero juega a que lo hace con una pava y bombilla de plástico con sus hijes de 8 y 10 años. “Una trata de que sus hijos puedan elegir y enseñarles que por los derechos hay que pelear y salir a la calle. Ellos me preguntan y yo trato de explicarles que esta convocatoria es sobre el derecho de ser o no madre o padre. Y lo entienden mucho mejor que los adultos”.
Más allá, la calle se transformó en una cancha de futbol y se armó el partido. “Somos parte de la Coordinadora de Futbol Feminsita que reúne a un montón de espacios referidos al fútbol. Organizamos el picadito abotero porque disputamos la calle y la entendemos como potrero”, dice Daniela, 34 años, de Racing Feminista, vestida con los colores de su equipo. “Nos mueve el deseo como jugadoras. Como hinchas también nos entendemos como parte de nuestros clubes, que a veces nos dan la espalda y no nos representan. A veces hay confrontación, otras veces hay diálogo, construcción de sentido. Hay pocas mujeres en las dirigencias que se abrieron los caminos que pudieron . Y también hay mucho desconocimiento. Tenemos que exigir mayor representación, ocupar esos lugares y ocupar las calles con juego”.

Foto: Martina Perosa
Les diputades sin grieta
Adentro del recinto diputadas y diputados de diferentes bloques acompañaron la presentación de prensa del proyecto. El 31 de mayo el proyecto ingresó formalmente a la Cámara con el número e expediente 2810-D-2019 que registra quince firmas.
Algunos de les diputades tomaron la palabra ante la sala teñida de verde con una capacidad colmada:
- Victoria Donda, SOMOS: “Usemos las elecciones, el derecho a decidir y nuestra voz. Si hay algo en lo que creo es en la calle. Y este proyecto lo aprobamos en la calle”.
- Brenda Austin, UCR-Córdoba: “Es un día importante porque es la primera vez que lo estamos presentando en un año electoral. Eso vale mucho porque hemos demostrado esa capacidad de dejar de lado nuestra dirigencia. Pudimos entender que la sororidad es la capacidad de trabajar juntos”
- Romina Del Plá, Frente de Izquierda: “No tenemos tiempo para esperar, para estadíos intermedios, para discutir si hay que despenalizar antes de legalizar, porque se siguen muriendo mujeres. No tenemos tiempo para que los bloques políticos que se arrodillan ante la Iglesia dilaten el tratamiento”
- Mónica Macha, Frente para la Victoria: “Para que el aborto pueda ser seguro y en libertad necesitamos recuperar el Ministerio de Salud y que las mujeres tengan trabajo formal, no precarizado”
- Araceli Ferreyra, Movimiento Evita: “Abortó mi abuela, abortó mi mamá, aborté yo. No vamos a dejar que a las hijas y nietas las sigan sometiendo a la clandestinidad”.
- Carla Carrizo, Evolución-UCR: “No quiero que nos digan despenalización sí, legalización no. La democracia no puede enseñar que los derechos son atajos. Queremos todo”.
- Daniel Lipovetzky, ¨PRO-Cambiemos: “El debate no es aborto sí o aborto o no. Es aborto legal seguro y gratuito o aborto clandestino. En la campaña electoral se va a hablar de futuro, y no hay futuro si seguimos manteniendo una ley de hace 100 años tras”.

Foto: Martina Perosa
Futuro verde
Ludmila, 21 años, toma mate y come budín de banana vegano junto a dos amigxs. “Soy militante de la agroecología”, dice. Estudia Ciencias Ambientales en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y cuenta que suelen venir a toda movilización feminista. “Acá es un espacio seguro: entre todes nos cuidamos y eso esta tácito, ni hay que decirlo, en otras marchas no es tan así. Siento que es muy necesario estar acá en un año electoral porque es una cuestión de reclamo que les politiques: ninguno está bancando al cien por ciento”.
Para cuando Ludmila habla, la plaza está colmada de jóvenes. “Este movimiento no solo cuestiona el rol de la mujer sino también cuestiones económicas, sociales y ambientales. Es amplio. Y no nos sentimos representadas en el Congreso. Hay que replantear el rol del Estado. No vengo acá para que todo siga funcionando igual; es un reclamo mucho más de raíz, más profundo: un cambio de paradigma total. Estos movimientos abarcan un montón de cosas; se pueden ver muchas injusticias porque si vos ya sufriste esa injusticia, naciste de una manera y fuiste de una determinada manera tratada, entonces podés entender otras injusticias que quizás no te tocan a vos como racismo, el especismo. No estamos solo por esta Ley sino para plantear un cambio de paradigma. Sino, son parches de un sistema capitalista que esta en decadencia”.
¿Cómo salimos de este sistema en decadencia? Ludmila arriesga: “En comunidad, en red, en manada. Así se van cosntruyendo espacios para luchar, para autosustentarsnos entre nosotros, para conseguir otro tipo de futuro u otra forma de organizarnos. Ahora estamos como invisibilizando todo. Caminamos por la calle y ni vemos a la gente tirada durmiendo. El año pasado me puse muy atenta a los movimientos de la tierra, movimientos campesinos, y vi que dentro de esos movimientos había una premisa muy feminsita, porque son las mismas mujeres de la comunidad las que paraban las topadoras. Tenemos que proteger a este planeta, y hacerlo desde un lugar feminista porque sino estas opresiones van a seguir existiendo”.
Sobran más palabras.
La calle, una vez más, lo dijo todo.

Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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