Nota
Espacio comunitario La Gomera: multimedio autogestivo
El menú de sueños realizados incluye radio, revista, cine, taller de serigrafía y editorial de libros. Todos emprendimientos que impulsaron los jóvenes habitantes de un espacio recuperado para los barrios de Barracas y La Boca y que ya tienen vida propia. Cómo se financian, organizan y crean.
La radio
En pleno Barracas, el Espacio Comunitario La Gomera (Quinquela Martin 1799, General Hornos, sale hacia el barrio con un nuevo proyecto fruto del esfuerzo y creatividad de sus integrantes. Boca Libre empieza a transmitir el primer viernes de enero, en el 106.1, la primera radio de y desde el barrio.
“Ya estuvimos transmitiendo hace unos meses en La Boca, como prueba piloto. No tuvo mucha llegada porque la antena estaba baja”, revela Pablo López, integrante de La Gomera. Sin embargo esta experiencia previa sirvió para que conocieran y manejaran fórmulas radiales. “De ahí nos quedaron algunos programas que van a seguir. Además tendremos música, poesía, cuentos, y también transmisiones en vivo”, aunque destaca que no quieren que la radio tenga una grilla demasiado armada. “Queremos que sea como esas radios de pueblo, a donde la gente llega y dice lo que quiere o se pasan mensajes…quizás sea muy utópico, pero algo de eso tiene que tener”.
La financiación para esta radio surgió de diferentes actividades que realizaron en La Gomera. Ahora, sin embargo, harán la primera salida al aire sin un peso. De todas maneras no venderán espacios y, por ahora, tampoco tienen pensado hacer publicidades: “ Aunque todavía lo estamos discutiendo porque hay diferentes posturas”, cuenta Pablo.
La idea para autogestionar el espacio radial es realizar eventos como fiestas y también grabaciones para vender.
Por lo pronto, el estudio está listo para comenzar a transmitir, con equipos en buen estado y con un prolijo recubrimiento de paredes con cartones de huevos.
La casa
La antigua casa de La Gomera es un espacio recuperado hace dos años que cuenta con el apoyo de los vecinos: “Mucha gente dice: buenísimo que los chicos hayan reactivado esa esquina abandonada” , asegura Pablo, uno de los más entusiastas integrantes de La Gomera que además vive en la casa junto a sus compañeros Paula, Juan y Elizabeth.
En algunos casos, el apoyo de los vecinos es tácito. Pero en otros es concreto: se acercan para colaborar con dinero o con ideas y proyectos. “Ninguno de esos aportes es más importante que el otro. Porque esos vecinos que ni siquiera se acercan, aportan con el silencio. Malo sería que estuvieran llamando a la policía todo el tiempo porque hay gente rara en la esquina”.
Pero si. Tienen que admitir que un poco raros son. En especial porque – según puntualiza Pablo/ en la zona sur de la Capital no abundan los grupos que trabajan en la forma en que lo hacen ellos.
La editorial
Uno de los proyectos que ya han logrado parir y hacer crecer es la Editorial Tierra del Sur. Lo más apropiado para contar de qué se trata es utilizar la definición que sus integrantes entregan a lavaca:
“La Editorial Tierra del Sur como cooperativa de trabajo propone nuevas relaciones laborales, donde la ganancia equitativa, la horizontalidad, el aprendizaje constante de nuevas tareas, la imaginación y la reflexión sean principios en nuestro trabajo cotidiano. De esta manera venimos trabajando desde hace tres años, autogestionándonos económicamente cada publicación, con la idea de:
1- Publicar materiales que sirvan como herramientas de discusión y reflexión para pensarnos en nuestra sociedad y a partir de ello crear propuestas alternativas y nuevas relaciones sociales.
2- Fomentar la escritura y la investigación desde los propios actores sociales.
3- Publicar textos que por su precio en el mercado se vuelven inaccesibles a la población de pocos recursos.
4- Difundir trabajos de autores que no encuentran eco en editoriales comerciales, o bien textos que han dejado de ser publicados y sin embargo son de gran importancia.
Lo más interesante de la editorial, dice Pablo, es que todos los que trabajan intentan involucrarse en todas las etapas de la producción de los libros: desde la elección del tema, hasta la distribución y la venta, con todo lo intermedio: impresión, armado,etc. “Todo lo hacemos nosotros de forma bastante artesanal. Sabemos todas las partes del proceso entonces podemos rotarnos, cambiar” , cuenta con orgullo Pablo.
Una política de la editorial es vender cada libro producido a muy bajo costo: entre 5 y 8 pesos. “El más caro que vendimos hasta ahora es “Orden, represión y muerte”, sobre la lucha de la UTD Mosconi, que tuvo mucho laburo y es grande…bueno igual para los precios de las librerías tradicionales venderlo a 8 pesos sigue siendo accesible” , reflexiona. En cuanto a la distribución, la editorial se maneja en un circuito alternativo. Pablo explica la estrategia: “En cada barrio buscamos grupos que estén trabajando, es decir organizaciones barriales, centros culturales, grupos, asambleas que hagan algo parecido a lo nuestro. Además, tenemos una mesita en el Parque Lezama y también en algunas librerías en las que nos interesa que se conozcan nuestros títulos, por ejemplo en la de Madres de Plaza de Mayo, en Liberarte, en la del BAUEN”.
La revista
Desde hace un año, La Gomera edita para el barrio una revista mensual que quizás tenga el nombre más original que se haya escuchado: “Suspira un elefante…”. Contiene cerca de ocho notas por número, algunas escritas por el equipo de La Gomera que tienen más relación con problemáticas barriales y otras que bajan de diferentes medios sociales de internet que tratan temas de política nacional o internacional. Pablo explica por qué decidieron realizar una publicación así: “Queremos que sea una opción para el barrio, que sea diferente a los medios convencionales” .
¿Y por qué ese nombre?
Según Pablo, la única inspiración fue la necesidad de ponerle un nombre que llame la atención. Y si un elefante no llama la atención…Y si encima ese elefante suspira, bueno…
El cine
Además de la editorial y la revista, en la casa hay una cine. “Es una sala de proyección que funciona tres veces por semana: jueves viernes y sabado”, comienza Pablo. Para difundir estas funciones hacen volantes que circulan por el barrio, pegan afiches en los negocios y anuncian en una enorme cartelera que está en la equina de la casa.
Para los interesados, el menú que ofrece el programa es el siguiente:
Jueves a las 17: función para chicos merienda incluida
Jueves a las 21 y a las 24: películas
Viernes a las 20 y a las 22.30: películas
Sábados a partir de las 19: documentales
Todas estas actividades son gratuitas. Para Pablo es muy importante que la relación con los vecinos no pase por el dinero. Aceptan colaboraciones y las esperan, pero no quieren que las contribuciones sean obligatorias.
El Taller
En el patio de la casa hay varias puertas y al costado de ellas, carteles pintados a mano que anuncian los sueños realizados. En una dice “Radio”; en otra “Tierra del Sur” y en la última, “Serigrafía”. Por ahora este último proyecto está dedicado a la manufactura de de las tapas de libros que produce Editorial Tierra del Sur. “La idea es empezar a hacer algo textil, es decir con ropas y que el taller de serigrafía viva independientemente de la editorial; que se arme una pequeña cooperativa”, adelanta Pablo.
La autogestión
“Cada proyecto busca la forma de autogestionarse. Por ejemplo, yo trabajo en la editorial y con eso sobrevivo y la editorial, a su vez ,vende sus libros y con eso -más o menos. hace dos pozos: uno para poder seguir publicando y otro por si se rompe algo o si hay que comprar algo. El resto es lo que hay de ganancia, que es poca, pero siempre suma algo”, sintetiza Pablo.
Todos los involucrados tienen una característica que Pablo define como “compromiso”, y eso, asegura, les permite seguir adelante. En cuanto a la colaboración, hay quienes se interesan en el proyecto y participan, otros que donan cosas. Pero lo que más cuesta dice Pablo es el compromiso. “Siempre tratamos de trabajar con otras organizaciones del barrio, es difícil encontrar coincidencias porque toda esta zona y en particular Barracas, La Boca, es una zona donde los grupos que trabajan laburan de una forma mas asistencialista, que no es nuestra forma , pero bueno… siempre intentamos sumar gente”.
Así fueron sumando, entre otros grupos, a una biblioteca barrial, a otro espacio recuperado dedicado al arte en La Boca, a pequeños grupos que hacen talleres de arte con chicos en la plaza y a jubilados que trabajan sobre la contaminación en Dock Sud. Trabajar en grupo para los Gomeros no es tan difícil: “Tratamos de juntarnos para discutir, reflexionar y accionar conjuntamente”, comienza.
–¿Cómo una asamblea?
-En realidad, salimos un poco de esa modalidad de la gran asamblea general que decide todo. Eso a nosotros no nos funcionó mucho. Así que las decisiones las tomamos en cada proyecto porque es más operativo…después cuando nos juntamos todos es para reflexionar, charlas, proyectar y pensar…”
Para acercar inquietudes, pedir más información o adquirir los libros de Tierra del Sur, la dirección de correo del Espacio Comunitario La Gomera es [email protected] y el teléfono, 4301-3028
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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