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Tres miradas del temblor

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Isidro Casanova, en La Matanza; Moreno en el oeste y la Villa 31 en CABA nos informan qué pasa y qué no pasa en esos territorios golpeados por la inflación y la desestabilización.

Saqueos: Mirada desde Isidro Casanova:

“No son saqueos: son robos”

Edith Garay tenía 10 años en diciembre de 2001. Sigue viviendo en Isidro Casanova, plena zona matancera, y hoy integra la Cooperativa de Trabajo La Matanza, metalúrgica dedicada a la fabricación de tornillos.

“Estamos en un distrito populoso, la gente está indignada porque acá no se está saqueando, se está robando. Hubo dos incidentes en locales de ropa en Gregorio de Laferrere. El Municipio dijo que no había pasado nada, pero es mentira y los propios vecinos trataron de defender esos negocios, porque son trabajadores que se levantan todos los días para seguir viviendo, o subsistiendo, a los que les roban. Y los que roban no se sabe quiénes son:  todos encapuchados. Eran hombres, de noche. Raro. Yo era chica pero me acuerdo de los saqueos de 2001, y eran otra cosa”.

Tres miradas del temblor
Edith Garay, de la metalúrgica Cooperativa de Trabajo La Matanza. Foto: Lina Etchesuri/lavaca.

Edith está asombrada: “Este domingo festejamos el Día de las infancias acá en el barrio, y ponemos una caja de los deseos o caja de los sueños para que los chicos escriban. Vinieron más de 300 personas. Fue lindísimo. A la noche nos pusimos a mirar qué había escrito la gente en la caja. Había algunos deseos que no me esperaba. Uno, con letra de grande, decía: ‘Que gane Milei’, y otro que decía lo mismo y agregaba: ‘para que se arregle el país’. Y en los sobres de los chicos había cartas que pedían dólares: ‘quiero tener 5.000 dólares’, y cosas por el estilo. Los chicos, serían de 7 a 11 años, están hablando de lo que escuchan en la casa o en la tele”. 

¿Cómo se llega a eso? La mirada en el propio territorio: “Escuché a muchos vecinos y compañeros denigrando a veces un poco a los votantes. Yo pienso lo contrario. No hay que enojarse con el que vota o con el que quiere un cambio. La están pasando mal, plantean cosas que para mí no van, pero la culpa es de los políticos que tenemos y también de los que militamos, pero no se generó en los últimos años una propuesta o un cuadro político que esté a la altura de la circunstancia”.  

¿Por qué?

Desde 2003 al 2011 a gente empezó a creer nuevamente en la política. Fue un abismo comparado con lo actual. Después, la política fue cayendo en decadencia. No la política: los políticos. No pondría todos en la misma bolsa, pero este discurso de la antipolítica pega, porque muchos por abajo decimos un montón de cosas de algunos políticos. Para mí captaron ese enojo de la gente con la política, con palabras sencillas, puteando, la gente compró eso y yo lo entiendo perfectamente”.

¿Hubo amenazas de saqueos o conflictos este miércoles, como se diseminaba desde las redes?

En realidad para mí lo están fomentando. Pero de este lado hay mucha gente que no quiere que pase porque ya lo vivió. Yo trato de bajarle el tono a eso, de no sumarme. Porque la verdad es que si le damos una chispita de verdad, va a terminar pasando eso en serio.

¿Qué ocurrió en tu barrio desde las PASO?

Empeoró todo por los aumentos de precios. Un pestañeo, y te subió todo el 20 o 30%. Eso puso indignadísima a toda la gente. El kilo de carne más básica para un guiso está a 4.200 pesos el kilo. Hace 10 días estaba a 2.800. El pan, esperá que le pregunto a mi papá que compró hoy… ¿en serio? Mirá: mi papá dice que entre 1.200 y 1.500 el kilo. Y el azúcar se fue de 650 a 1.000”.

Edith dice que se siente resignada: “Pero igual trato de hablar con todo el mundo para que vean que va a ser mucho peor si viene todo eso que están votando, aunque sé que no puedo decir que esto otro va a ser mejor: estamos endeudados, hasta la gente que está en blanco está muchas veces debajo de la línea de la pobreza, hay una crisis. Pero creo que es menos malo esto que lo otro: mirá lo que te digo”. Agrega: “Lo de los precios de la comida es lo peor de todo. Una familia te compraba medio kilo de carne como para darle sabor a la comida, pero ahora la cuenta te da 6 o 7.000 pesos para un guiso una vez por día. ¿Cómo hacés para llegar?”

Sostiene Edith que seguirá trabajando para que gane el mal menor: “Está difícil la tarea, pero no imposible. Jamás digamos imposible”.

Saqueos: Mirada desde Moreno:

“Si de alguna manera no hay freno a la inflación, es jugar con fuego”

Quien ahora nos  informa, analiza y compara es Juan Manuel Giménez, fundador de la escuela de gestión social Creciendo Juntos, de Moreno.

¿Hay saqueos o no hay saqueos en Moreno?

Hubo, hubo. En el centro de Moreno, a una casa de ropa de la marca Narrow, entraron y le sacaron toda la ropa. Ya pasé el saqueo del 89, y esto no tiene nada que ver con eso.

¿Por qué?

Acá se nota que son, según la información que tengo, 15 o 20 pibes, la mayoría menor de edad, que entraron a robar ropa. No es la gente que vos veías en 2001, y menos que menos en el 89. No tiene nada que ver.

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Cristina Devita y Juan Manuel Giménez, fundadores de la escuela Creciendo Juntos, de Moreno. Foto: Lina Etchesuri/lavaca.

¿Es algo preparado?

No sé, no puedo decir eso, pero sí que no es por falta de alimentos. En el 2001 sí era la olla. En la época de la pandemia, también. Ahora, no. Pero esos jóvenes tal vez, igual, estén desesperados por algo. Que los jóvenes están votando a Milei, es verdad. ¿Por qué? Es para analizar largo y tendido. ¿Que vos me digas si los convoca? Ahí no sé, pero algo hay debajo de todo esto. No es lo mismo que 2001: eso te lo puedo asegurar, era otro miedo. En el 2001 yo no me acuerdo que hayan saqueado casas de ropa: eran supermercados.

¿Miedo a qué se huele hoy?

Si de alguna manera no hay un freno a la inflación, si no agregan plata en los planes… si dejan de mandar alimentos a los comedores… Es jugar con fuego. Esto lo tienen que resolver en 10, 15 días.

¿Cómo?

Con plata en la calle.

¿Alcanza?

Algo hace.

¿Qué análisis político hacen post PASO?

En Moreno Mariel Fernández (actual intendenta, Unión por Todos) gana unas PASO holgadamente, incluso un 12 por ciento arriba de la lista de Massa, 6 por ciento arriba de la lista de Kicilof. Quiere decir que hubo mucho corte de boleta: gente que votaba a Milei y a Mariel… Hacía rato que no se cortaba tanto la boleta para elegir a esta intendencia. Y eso que Moreno fue uno de los municipios que más votos aportó a Massa.

¿Por qué el corte?

Porque básicamente hay una disconformidad bastante grande con este gobierno. Acá el gobierno municipal se ha preocupado por la obra pública – luces, asfalto, residuos-, brindar servicios que no es ayuda social, no son planes. Eso la gente lo valora, lo otro se ve que no.

¿Cómo se explica el voto a Mariel, una joven que viene de una organización social, de un barrio pobre, y Milei, que representa tal vez todo lo contrario?

Por la inflación.

Saqueos: Mirada desde la Villa 31:

“Esto solo se resuelve con la participación de la gente”

Quién informa es Julián Wald, fundador del Club Social y Deportivo El Campito, y de la organización Vecinos organizados de la Villa 31.

¿Cambió algo en el barrio desde las PASO?

No hubo demasiados cambios. Volvió a ganar el peronismo, Milei salió segundo y Larreta tercero, a pesar de la plata que pusieron, que es un escándalo. Pusieron cientos de autos para llevar a votar, no uno: cientos. Y toda esa plata sale del bolsillo de nosotros, no es que la ponen ellos.

Ahora ¿se habla de saqueos?

Hay gente que está agitando, hay rumores, pero no pasó nada. Esto es día a día, hoy capaz no pasa nada y mañana estalla todo.

Tres miradas del temblor

Julián Wald, vecino del Barrio Mugica/Villa 31 (Foto: Nacho Yuchark).

¿Por qué?

Nosotros, desde una posición independiente, hacemos campaña para que no gane la derecha, para que gane el peronismo, pero la verdad es que se está manejando todo mal, no están haciendo nada, pareciera que no están gobernando. Está complicado. Este muchacho está más preocupado por ir al FMI que por gobernar. En nuestro barrio el gobierno de la Ciudad se ha movido mucho, hay mucha obra pública, quizás no de buena calidad, pero hay. Pero el Gobierno Nacional no, y se ve en lo que nos afecta a todos, no solamente acá en el barrio. En Argentina hay cuatro vivos que hacen lo que se les canta: aumenta el dólar, aumentan los precios, son diez empresas que manejan todo, y no los tocan. Evidentemente están empujando para que sea un nuevo 1989: hiper, caos, crisis, y después ellos vienen a arrasar a todos. En el barrio no escapamos de lo que afecta a todos

¿Por ejemplo?

Por ejemplo: los precios. En el barrio, como estamos en zona norte, los precios son más altos que en zona sur: kilo de pan 700/800 pesos. Entonces la gente por más que tenga un plan con esta escalada inflacionaria no hay plata que alcance. Están generando un caldo de cultivo para que estalle. Cuando la gente empieza a ver que se va rompiendo la legalidad…  porque que te aumenten todo todas las semanas es un viva la pepa, y si es un viva la pepa voy y te saqueo. La cosa funciona así. Esto de la inflación hace seis, siete meses la vienen empujando. Y la responsabilidad del gobierno nacional es no plantarse. No podés dedicarte a administrar la crisis. Si sos el candidato del campo popular, no tenés que salir a aguantar: tenés que armar algo.

¿Por qué Milei salió segundo en el barrio?

Hay mucha juventud que lo vota, que está profundamente despolitizada. El asistencialismo que se instauró hace 15 años es nefasto. Se perdió la política como algo transformador y de formación de la gente, de conciencia. Y por otro lado estamos viviendo crisis desde hace muchos años: un sistema que empobrece, que genera laburo precario, y donde hoy vemos un montón de gente que labura por dos mangos y a la que nadie le habla. Y decimos hace años: la clase política funciona hace años como una clase, no decimos casta pero sí clase. Todos tienen buenos sueldos, no la pasan mal, tienen sus punteros, y la gente lo ve acá y en todo el país. Y aparece un tipo que dice voy a mandar a todos a la mierda, vende imagen de rebelde, y nadie se pone a pensar demasiados qué está proponiendo y quién lo acompaña. Son esos factores: la gente está viviendo muy marginada, no hay perspectiva de futuro, hay simplemente perspectiva de poder llegara fin de mes y nada más; y ellos manejan medios, redes sociales y google y es un bombardeo permanente de esa información y tergiversación. Y sumá que en este gobierno son muy tibios, son muy clase media. Para gobernar este país tenés que tener huevos y ovarios, y sino, no te metas. Si sos un gobierno popular te tenes que enfrentar a intereses que son nefastos y vienen haciendo bolsa este país; pero como no lo hacen la realidad estalla.

¿Cómo salimos de esta?

Nosotros planteamos hace muchos años que la democracia representativa está agotada, generó una clase política que está ahí y no termina de resolver nada. Así que esto se resuelve solo con la participación de la gente.

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Litio: nace un nuevo documental

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Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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