Sigamos en contacto

#NiUnaMás

8M desde el pie: Las razones de un paro que se impone desde abajo

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!
8M desde el pie: Las razones de un paro que se impone desde abajo
Postal del Paro de Mujeres, el 8M del 2018.

Desde Jujuy, Tucumán, la provincia de Buenos Aires y todo el país las mujeres se preparan para parar y organizan marchas e intervenciones en la calle de cara a un nuevo 8M. Cómo surgió esta revolución que reclama mejores condiciones de vida, menos violencia y acciones concretas y urgentes del Estado. Lo que se denuncia: las policías, las complicidades gubenamentales y la impunidad judicial. Lo que deja la pandemia. Y lo que brota desde abajo: una organización creciente ante los femicidios que no paran. Cómo serán las movilizaciones y lo que dicen las mujeres y disidencias y las familias de víctimas desde los territorios.

Por Inés Hayes y Melissa Zenobi

Un 8 de marzo de 2017 fue el primer año que en Argentina las mujeres y diversidades pararon. “Si nuestro trabajo no vale, que produzcan sin nosotras”, dijeron y se convocaron masivamente en plazas, calles y lugares de trabajo para hacerse escuchar. Venían de la experiencia que dejó el 19 de octubre de 2016, primer paro de Mujeres en nuestro país, luego del femicidio de Lucía Pérez.

Este lunes tendrá lugar el sexto paro, porque a pesar del tiempo y del cambio de Gobierno, las demandas del movimiento feminista siguen más vigentes que nunca. Con 66 femicidios en lo que va del añosegún datos del Observatorio contra la violencia patriarcal Lucía Pérez-, el eje está puesto en seguir luchando contra la violencia machista en todas sus expresiones. Como en cada oportunidad, habrá paro, acciones y marchas en todo el territorio nacional producidas por el desborde que impulsa la urgencia y la necesidad.

“Estamos planteando reclamos relacionados con la violencia de género que padecemos las mujeres en Jujuy, por eso también el 8 haremos una presentación para pedir un jury al juez Pablo Martín Pullen Llermanos quien tuvo una participación directa en la vulneración de derechos de Marina Paniagua, otorgando la libertad a su femicida cuando había informes que mostraban el riesgo que implicaba para Marina”, explica Mariana Vargas, abogada de la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy, una provincia en la que los femicidios en pandemia encendieron todas las alertas. El lunes a las 17 se concentrarán en la plaza principal para volver a decir que el Estado y la Policía son responsables de los femicidios y pedirán una vez más la renuncia de Alejandra Martínez, presidenta del Consejo Provincial de la Mujer y la Igualdad de Género de Jujuy: “Entendemos que la omisión del Estado en lugares clave como el que ella dirige, hace que a las mujeres nos cueste la vida”, señala Vargas.

En la Ciudad de Buenos Aires, las mujeres y disidencias de la organización territorial La Dignidad movilizarán el martes 9 a distintas comisarías de la Ciudad. ¿Por qué eligieron plantar sus reclamos ahí?  Lo explica Lucila González: “Las comisarías son el primer lugar que tenemos para ir cuando somos violentadas, y ahí muchas veces no nos toman las denuncias, o somos revictimizadas, descreen de nuestras palabras y relatos y somos violentadas una y otra vez. Vamos a acompañar la movilización al Congreso Nacional del 8 de marzo, pero también creemos que son necesarias las acciones concretas y directas en la calle y en las instituciones responsables”.

Responder con los pies

La semana pasada General Madariaga, una localidad bonaerense de 20 mil habitantes, fue noticia por el femicidio de Graciela Noemí Funes, asesinada a balazos por el oficial de policía Franco Mauricio Torres, cuando intentaba evitar que el oficial abusara de su hija. “Estamos preocupadas por el aumento de la violencia, pero también conmovidas porque cada vez somos más las mujeres y disidencias que se están sumando a la organización acá en Madariaga”, explica Celeste ladino, de la Multisectorial de Mujeres y Disidencias que nació de las celebraciones en la plaza local por la conquista que significó el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en diciembre pasado. “La multisectorial busca ser un nexo entre todas las personas y organismos del Estado que deberían intervenir para que no pasen estas cosas”, cuenta Celeste, luego de la multitudinaria movilización espontánea que se realizó el día del brutal femicidio de Graciela. “Todo el pueblo salió a la calle, eran cuadras de movilización”, detalla Celeste. Este 8M realizarán una jornada extendida en la plaza principal para debatir y reflexionar sobre las problemáticas que atraviesan a las mujeres y disidencias. También habrá una “feria consciente, autogestiva y feminista y música en vivo”. 

“Hablar de barrio y organización es hablar de compañeras que cada día resisten y sobreviven en el hambre y la miseria, desde siempre”, señala desde Tucumán, Leonor Cruz, responsable del área de género de la Federación Nacional Territorial y miembro de la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Tucumán. Bajo la consigna “Trabajadoras somos todas”, este lunes las mujeres de los territorios van al paro: “porque luchamos y deseamos un presente sin estigmas, sin estereotipos,  sin violencias.  Para que dejen de matarnos, de violarnos, de golpearnos. Las mujeres de los barrios paramos por un país más justo y  porque no nacimos para revolver la olla, nacimos para cambiar la historia y lo hacemos  juntas y organizadas”, sintetiza Leonor.

Parar la olla

En medio de la pandemia, las  mujeres del Centro Cultural y Comunitario al Pié del Cañón de Moreno, sintieron en carne propia que la violencia era una consecuencia inherente de la sociedad machista en la que se vive, que el encierro de las medidas de aislamiento, profundizó aun más. “Desde la olla popular veíamos que el confinamiento fue un detonante que se sumó al resto de las problemáticas que veníamos viviendo las mujeres y las disidencias”, dice Lorena Alderete y remarca el impacto que tuvieron la falta de respuestas de las instituciones del Estado. Sin embargo, el movimiento feminista de Moreno no estuvo quieto en pandemia: “Marchamos para denunciar estas situaciones de vulnerabilidad en que estamos la mujeres de los territorios cada vez que lo necesitamos”, dijo Alderete.

 “Este 8 de marzo salimos a protestar por todas las mujeres de la economía popular”, agrega Liliana Condori, referente del MTE y de la UTEP Mujeres y diversidad. Es que en este tiempo de pandemia, fueron las mujeres de los territorios “quienes estuvieron en la primera línea, garantizando el alimento para las familias, a través de los merenderos y comedores comunitarios”, dice y lamenta que aún no sean reconocidas salarialmente como trabajadoras y que tampoco se las tenga en cuenta de manera prioritaria para el Plan de Vacunación. Condorí coincide que el aislamiento profundizó la violencia “porque muchas de ellas están conviviendo las 24 horas con su agresor, y pareciera que no hay justicia: los teléfonos de la línea 144 no atienden los fines de semana”.

8M desde el pie: Las razones de un paro que se impone desde abajo

Cuidar es un trabajo

“Llegamos al 8M con crisis sanitaria, pero ratificando desde todos los sectores que la calle es el lugar donde conquistamos cada uno de nuestros derechos y no la podemos abandonar aunque sabemos cómo nos tenemos que cuidar. A eso lo sabemos muy bien porque la gestión de la pandemia recayó en sectores feminizados”, afirma Clarisa Gambera, directora de Géneros y Diversidades de ATE Nacional y secretaria de Géneros de CTA A Capital Federal. “Estamos demandando derechos y salarios para todas, porque trabajadoras somos todas, tenemos compañeras que están situación de precariedad laboral, que cobran muy por debajo de la canasta básica”, señala Gambera y asegura que el tema de los femicidios es otro de los ejes fundamentales: “Quedó en evidencia que no funciona la justicia, no funcionan las fuerzas de seguridad ni las políticas públicas”. Advierte también que sacar de la precarización a quienes trabajan para erradicar las violencias es fundamental.

Cecilia Barros, del Movimiento Evita, agrega: “Llegamos con mucho dolor, bronca y angustia por la pérdida cotidiana de una compañera, de una mujer, de una madre, de una hermana. Venimos desarrollando un trabajo territorial extenso a lo largo y a lo ancho de todo el país con las promotoras territoriales contra la violencia de género. Nuestras compañeras acompañan en todo el proceso anterior y posterior a las denuncias porque solo de esa forma se generan abordajes integrales, entendiendo que para llegar a las instituciones oficiales, primero hay que reconstruir los tejidos comunitarios porque una de las características de la violencia machista es el aislamiento y económico”.

“El 8 vamos a pedir el reconocimiento económico e institucional de la tarea que realizan nuestras compañeras, quienes además de acompañar y sostener, ayudan a encontrar mecanismos en cooperativas, por ejemplo, para que las mujeres puedan sostenerse económicamente y puedan salir de las redes de la violencia”, agrega Cecilia.

Voz propia

Erica Bellini del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas dice  a lavaca: “Llegamos a este 8 M luego de un contexto muy difícil por la pandemia, pero seguimos pensando cómo afrontar el sistema patronal que nos dejó el patriarcado en las fábricas recuperadas tratando de fortalecer una mirada crítica y reconociendo los comportamientos machistas y violentos de nuestros propios compañeros, viendo cómo se pueden trabajar sus masculinidades y sus prácticas y tratando de avanzar en un modelo que desde la autogestión nos tenga como protagonistas y no siendo habladas por nuestros compañeros”.

Las trabajadoras y disidencias del subte también llegan al 8M organizadas: “Hacemos hincapié en la necesidad de la redistribución de la riqueza para que podamos tener empleos genuinos, sin precarización y que tengamos una política integral de cuidados, que se valoren los trabajos dentro de nuestras casas que implican una triple jornada. Celebramos la conquista de la Ley Voluntaria del Embarazo y haber conquistado un Ministerio, pero entendemos que tenemos que seguir profundizando las políticas para que no haya femicidios, transfemicidios ni travesticidios, porque no queremos más muertes”, sintetiza Karina Nicoletta, trabajadora y delegada de las trabajadoras del subte.

Esenciales y desiguales

Este 8 de marzo también paran las trabajadoras de la salud, que no tuvieron ni un solo día de descanso durante 2020. “Deseamos y merecemos un mundo con más igualdad, sin estereotipos ni violencias, pero  sin lucha no va a ser posible, por eso salimos a la calle una vez más. El año pasado quedaron expuestas de manera brutal las diferencias entre varones y mujeres: estuvimos al frente de los cuidados con sueldos menores al de los varones y esto nos demuestra que es necesario seguir trabajando en políticas públicas para frenar esta desigualdad. Seguimos diciendo que no hay equidad de género y que tenemos que seguir trabajando por erradicar la violencia en el mundo del trabajo. Reclamamos este 8 de marzo el fin de la violencia, porque la deuda sigue siendo con nosotras”, dice a lavaca Fernanda Boriotti, presidenta de la Fesprosa, federación que reúne a los y las trabajadoras de la salud de todo el país.

En un mundo cada vez más desigual, la CTA Autónoma está planteando la necesidad de una justa distribución de la riqueza con criterios igualitarios: “Terminar con las desigualdades no solamente supone, aunque es esencial, terminar con las desigualdades de género dentro de las organizaciones sindicales y del mundo del trabajo. Estamos dando las batallas dentro de nuestras organizaciones, pero el desafío tiene que ver con un debate profundo y una confrontación fuerte con el capitalismo. La distribución de la riqueza tiene que ser con criterios de igualdad y de equidad y todas las interseccionalidades que tiene la opresión en todo sentido”, afirma Claudia Baigorria, secretaria adjunta de esa Central.

Por qué paramos

Marta Montero, mamá de Lucia Pérez, la joven asesinada en Mar del Plata lamenta llegar a este 8M con 66 mujeres muertas en lo que va del año: “Estamos fracasando constantemente”, y explica por qué: “Si una mujer denunció, no se la tuvo en cuenta y después aparece muerta es porque el Estado sigue llegando tarde. Si no nos hacemos cargo de esto, si siempre es algo que le pasa a otro, es muy difícil revertir esta situación. Necesitamos que cuando una mujer denuncia no se la encierre en un refugio, sino que se encierre al violento, que es el responsable. El que está decidido a hacer mal, lo va a hacer. Por eso el seguimiento debe ser con él, no con la mujer que denuncia. Falta compromiso, políticas sociales, un Estado presente, una justicia que funcione y que no tenga que esperar años por justicia. Luchamos para que no nos maten a nosotras. Por eso seguimos en la calle, por eso salirnos y seguimos andando”.

Zulma, de la organización Mujeres al Oeste que desde hace tantos años teje en los bordes bonaerense solidaridad feminista, sintetiza: “A las mujeres nos falta todavía cambiar muchas cosas. En primer lugar, cambiar el mundo. Lo estamos haciendo de a poco, con la revolución cotidiana del feminismo. Nos falta, también, mejorar el boceto del mundo que queremos hasta trazar un cuadro con más detalles. Nos falta mucho, entonces, para lograr que tratemos a este mundo de otra manera, para sentirnos parte de él sin explotarlo, maltratarlo ni violentarlo. Eso es fundamental. Nos falta transformar en bienes comunes todo lo que hoy en día está usurpando el capitalismo. Nos falta no solo voltear al patriarcado, porque solo no se va a caer, sino también al capitalismo. Nuestra lucha no se trata ya de conquistar derechos sino de construir otro: un mundo feminista”.

#NiUnaMás

La ley que falta: acoso sexual en contextos laborales y académicos

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La colectiva Periodistas Argentinas presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que tiene como objetivo modificar la Ley de violencia contra las mujeres, incorporando una nueva modalidad de violencia: el acoso sexual en contextos laborales y académicos. Publicamos el proyecto completo, que se originó en la situación de acoso ejercida por Pedro Brieger que generó el informe de Periodistas Argentinas presentado en la Cámara en julio de este año (foto).

El proyecto de ley de modificación a la ley 26.485, que incorpora la modalidad de violencia y acoso sexual contra las mujeres en el contexto laboral y académico, surgió del acompañamiento que la colectiva dio a periodistas afectadas por el acoso sexual ejercido por Pedro Brieger, y a muchas otras que también han atravesado situaciones de la misma índole y al vacio legal que notaron al hacer ese acompañamiento. Responde entonces a la urgencia de legislar sobre un problema que afecta de manera sistemática a las mujeres en los espacios laborales y de estudio. 

“En vez de hacer una denuncia hicimos un proyecto de ley, en vez de ocuparnos en reparar un grupo nos ocupamos de mejorar el camino de todas”, dice en un video difundido por Periodistas Argentinas la periodista y conductora Agustina Kampfer. El proyecto además de la incorporación de la modalidad de violencia propone medidas concretas para que empleadores y autoridades académicas actúen de manera eficaz ante denuncias de acoso, creando mecanismos accesibles y confidenciales de resolución.

El camino legislativo

El proyecto lleva la firma de representantes de distintos bloques evidenciando un apoyo interpartidario. Entre quienes firmaron están: 

  • Mónica Macha, Paula Penacca, Gabriela Estévez, Brenda Vargas Matyi, Sabrina Selva, Carolina Yutrovic, Hilda Aguirre, Leila Chaher y Ana Carolina Gaillard de Unión por la Patria.
  • Silvana Giudici, Silvia Lospennato, Nancy Ballejos, Sofia Brambilla, Belén Avico y María Angel Sotolano del PRO.
  • Carla Carrizo de la UCR.
  • Vanina Biasi del Frente de Izquierda.
  • Esteban Paulón de Encuentro Federal. 
  • Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica.

La iniciativa ya fue ingresada en la Cámara de Diputados y tendrá tratamiento en las siguientes comisiones: Comisión de Mujeres y Diversidad, presidida por la diputada Mónica Macha (Unión por la Patria) que impulsó el proyecto junto a Periodistas Argentinas. La comisión será cabecera del proyecto, todas las integrantes que la integran acompañan la iniciativa. Además se tratará en la Comisión de Legislación del Trabajo, presidida por el diputado Martin Tetaz (UCR). 

La propuesta

El proyecto busca incorporar el inciso j al artículo 6° de la Ley 26.485, tipificando la violencia y el acoso sexual como conductas no consentidas que atentan contra la dignidad de las mujeres, generando entornos intimidatorios, hostiles y humillantes. De esta manera, se busca ofrecer una protección integral a trabajadoras y estudiantes que hoy enfrentan este tipo de agresiones sin un marco legislativo específico. 

La iniciativa está inspirada en el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece la obligación de los Estados de prevenir y sancionar la violencia y el acoso en el mundo laboral. En los fundamentos el proyecto explica: “Argentina ha ratificado el Convenio, expresando su compromiso con la promoción de entornos laborales libres de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso sexual. Esto implica que nuestro país se compromete a implementar las disposiciones del Convenio en su legislación, incluyendo la adopción de medidas efectivas para prevenir, abordar y eliminar estas barbaridades, creando también mecanismos adecuados para la denuncia y la resolución de casos relacionados con acoso sexual”. 

Es que la propuesta también busca erradicar la impunidad que, hasta el momento, ha permitido que los acosadores sigan violentando sin consecuencias. 

La máquina abusadora

En el proyecto presentado Periodistas Argentinas da cuenta del mecanismos que identificaron en la máquina abusadora instalada tanto en ámbitos laborales como académicos. Detallan: 

  • “Se activa por sorpresa, busca producir asco y humillación, enmudece y coloca a las afectadas en una situación de degradación y culpa: “¿qué hice yo para provocar esto?”
  • “El mecanismo incluye que luego, cuando los episodios son comentados a otras personas -responsables de poner límites o en posición de ayudar a construirlos- el daño real no es dimensionado, se naturaliza la conducta acosadora y no se hace pública, por más que el salir de lo secreto permitiría a otras mujeres prevenirse, a la vez que haría que los acosadores se limiten”. 
  • “Al sexualizar por asalto, en las relaciones laborales y académicas se produce un despojo de la dignidad de los vínculos, deprimiendo el rendimiento académico o profesional de las víctimas”
  • “La reiteración deja en claro el estímulo que provoca la impunidad. ¿Qué construye esa impunidad? El silencio y la inacción cómplice, pero, sobre todo, la combinación de esos factores con el prestigio que construyen las oportunidades que, sin sanciones acordes, se les siguen dando a los acosadores”. 

“Las afectadas cargan entonces con la responsabilidad de “denunciar” ante una institución ajena al ámbito donde se produce el daño: “la Justicia”. El desafío, entonces, es cómo hacer justicia para estos casos”, dice el proyecto. Es por eso que Periodistas Argentinas impulsa esta ley para legislar específicamente este tipo de conductas abusivas. 

Seguir leyendo

#NiUnaMás

Femicidios, huérfanxs y desaparecidas desde Jujuy a Tierra del Fuego: los nuevos datos del Observatorio Lucía Pérez sobre violencia patriarcal

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El año ya tuvo 274 días. En ese tiempo se produjeron en Argentina 231 femicidios y travesticidios, 74 desapariciones de mujeres, y 150 menores quedaron huérfanxs. Tales son los datos que surgen del primer padrón autogestivo que existe sobre la violencia patriarcal en el país, elaborado por el Observatorio Lucía Pérez (observatorioluciaperez.org). Se trata una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por la Cooperativa Lavaca. Uno de sus efectos es dimensionar un problema que, salvo en contados casos, permanece oculto tanto en la información estatal como en la que se produce mediáticamente: el contexto y magnitud de los crímenes cotidianos que no aparecen en los discursos oficiales ni en los periodísticos.

En lo que va del año, los datos representan un femicidio cada 28 horas. Pero las víctimas de esta violencia en realidad son 250, ya que se debe sumar a las 19 infancias asesinadas como efecto de estas situaciones.

Y hubo además 185 tentativas de femicidio. En cada caso hay un nombre y una historia que reflejan una violencia que no cede con el correr de los años, con la responsabilidad muchas veces del Estado por la falta de investigación de los casos, por inacción y/o complicidad policial y muchas veces judicial frente a las denuncias y alertas, y por la ausencia de medidas concretas que eviten la continuidad de los crímenes.  Aquí los datos hasta fin de septiembre de 2024.   

Femicidios, huérfanxs y desaparecidas desde Jujuy a Tierra del Fuego: los nuevos datos del Observatorio Lucía Pérez sobre violencia patriarcal

En lo que va del año el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 231 femicidios y travesticidios en todo el país. 

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca, que desde 2020 elabora de modo autogestivo una serie de padrones que permiten abordar la dimensión de la violencia femicida en todo el país. En lo que va del año se registraron femicidios en todas las provincias, sin excepción, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy. 

Femicidios, huérfanxs y desaparecidas desde Jujuy a Tierra del Fuego: los nuevos datos del Observatorio Lucía Pérez sobre violencia patriarcal

En el caso particular de septiembre, se registraron 28 femicidios y 1 travesticidio (el de Ana Paula Costas, de 43 años, en San Salvador de Jujuy).

Solo en los últimos 7 días del mes fueron 9 los crímenes en ocho provincias distintas del país. Septiembre se convirtió así en uno de los meses más sangrientos de este año, luego del período de verano en el que recurrentemente, año a año, se ve un aumento de la violencia contra las mujeres: enero registró 33 femicidios y febrero 35. 

Femicidios, huérfanxs y desaparecidas desde Jujuy a Tierra del Fuego: los nuevos datos del Observatorio Lucía Pérez sobre violencia patriarcal

Los números no son cifras aisladas: representan la cartografía de la violencia patriarcal y muestran también sus heridas.

Un dato que casi nunca se valora en toda su dimensión: como consecuencia de estos asesinatos, los huérfanos por femicidios a lo largo del año son 150. En algunos casos además, les hijxs presenciaron los crímenes, en otros fueron quienes denunciaron que su mamá no aparecía. Recientemente, por ejemplo, fue lo que le sucedió a la hija mayor de Vilma Acosta en José C. Paz, que fue a la comisaría para denunciar que hacía dos días no sabía nada de su mamá. La policía la encontró sin vida, enterrada en el patio de la casa su pareja Fabián Real. Vilma tenía además otros tres hijxs menores de edad que se han sumado a la impactante nómina de huérfanxs. 

Femicidios, huérfanxs y desaparecidas desde Jujuy a Tierra del Fuego: los nuevos datos del Observatorio Lucía Pérez sobre violencia patriarcal

Otro saldo estremecedor para este 2024 es que ya hubo 19 infancias asesinadas como producto de esas situaciones de violencia femicida, es decir menores de edad que terminaron siendo víctimas también de la violencia.

Y se produjeron, además, 185 tentativas de femicidios.

Para seguir exigiendo justicia, se llevaron a cabo 250 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal en todo el país en lo que va del año. En el último mes fueron 23 las movilizaciones. 

Este trabajo de investigación que se comparte libremente en la web comenzó a materializarse en talleres realizados con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.

Todo la información producida por el Observatorio Lucía Pérez es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org

Seguir leyendo

#NiUnaMás

Ciberacoso a periodistas mujeres: nuevo informe de Periodistas Argentinas

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La facultad de Derecho de la UBA fue la sede de presentación de un informe inédito en el rubro llamado “Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnocensura” que contextualiza los ataques a periodistas mujeres vía redes sociales y reclama al Estado y a las empresas de medios medidas urgentes para parar la espiral de violencia. El 80% de las periodistas censadas se ve inhibida de manifestarse en redes y el mismo porcentaje temió o teme por su integridad física. Cómo funciona el trolling, y su objetivo: silenciar. El carácter sistemático, y los casos paradigmáticos. Lo más grave: que sea agitado (si no financiado) desde el Estado.

Por Anabella Arrascaeta. Fotos de Cleo Bouza.

La colectiva Periodistas Argentinas presentó hoy en el Salón Azul de la Facultad de Derecho de la UBA el documento “Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnocensura”, un informe que contextualiza los ataques que soportan actualmente las profesionales, resume casos paradigmáticos y formula pedidos concretos al Estado y a las empresas de medios.

El informe enciende una alerta: “El ciberacoso se ha convertido en una práctica sistemática que afecta gravemente a las mujeres periodistas”, explicitan. Durante la presentación las periodistas Nancy Pazos, Noelia Barral Grigera, Romina Manguel y María O’Donnell dieron cuenta de cómo funciona la industria de los ataques “impulsados por actores institucionales que diseñan campañas en distintas plataformas –aunque con especial intensidad en la red X– para coordinar intimidaciones y descalificaciones con el propósito de silenciar a comunicadoras críticas. “Estos ataques desinforman, intimidan y restringen la participación de periodistas en el debate público y, como consecuencia, socavan la democracia”, sintetiza la investigación presentada por Periodistas Argentinas. 

Entre quienes acompañaron la presentación se encontraban la diputada Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados; la especialista en derecho Marisa Herrera; Carla Gaudensi, Secretaria General de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN); y Agustín Lecchi, Secretario General del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). 

“Se tienen que abrir los ojos: esto es un problema, y tiene consecuencias”, dijo a lavaca la periodista Nancy Pazos, y siguió: “Se puede generar estadísticas, legislación, y hasta protección, no solo del Estado sino de las empresas periodísticas. Hay que abrir los ojos para que las empresas periodísticas se den cuenta que están atentando no contra la libertad de prensa de una periodista sino del conjunto”. 

La periodista Noelia Barral Grigera explicó a lavaca que “la diferencia que encontramos en el último tiempo en el comportamiento de este tipo de cuentas es que ya no son usuarios anónimos aislados, sino que efectivamente son comunidades organizadas, rentadas, que se coordinan para atacar y hostigar a comunicadoras críticas, a personas que tienen influencia en las redes, y que opinan críticamente”. 

El informe, además del diagnóstico, recomendaciones y pedidos concretos para salir de esta grave situación, da cuenta de 16 casos paradigmáticos, entre ellos los de Nancy Pazos, Romina Manguel y María O Donnell, que pusieron su voz en la presentación. 

La periodista Cynthia García, en diálogo con lavaca, hace foco en que “lo que se establece es una trama sistemática” y considera que esa trama “es estatal, entonces el acoso es grave, porque es una violencia en redes sociales en un momento donde tenemos un gobierno que cree que la democracia se legitima en las redes sociales, y un Presidente que retuitea y ejerce esa violencia”. Y agrega: “El informe establece que el objetivo es el silenciamiento, que no es personal, que tiene un sesgo de género, y sobre todo que es sobre periodistas que se expresan política, socialmente en la esfera pública”.  

De lo que hablamos entonces es de un ataque a la libertad de expresión entendida como un pilar de la democracia. 

Trolling para silenciar

El informe da cuenta de que el término troll cambió en los últimos años. “En la actualidad, su uso está industrializado y tiene como finalidad aquello que el periodista mexicano Alberto Escorcia denomina ‘tecnocensura’: no se trata ya de alguien oculto detrás de un falso perfil, sino de un mecanismo financiado para producir desinformación. Este financiamiento puede provenir de grupos de poder o de gobiernos, tal como advierte Reporteros Sin Fronteras (RSF)”, explican y agregan que en los últimos años “la industria del ciberacoso ha tenido, además, un incentivo: las nuevas tecnologías son manipuladas para que los mensajes de odio adquieran mayor magnitud”. 

En ese contexto plantean que “la relación de las campañas de trolling y el periodismo es estratégica porque representa el campo difusor de los temas de actualidad: es blanco de los ataques para forzar la agenda de la conversación social”. La red social que identifican como más agresiva es X -ex twitter- y encuentran como explicación que es la red donde se disputa el control de la conversación política. 

A esto se suma que “en términos generales, la cultura digital tiende a invisibilizar a las mujeres o desplazarlas hacia la periferia. Esto quiere decir que todas aquellas acciones orientadas a reivindicar una posición de mayor centralidad en la sociedad (como las que realiza históricamente el feminismo) han tenido una violenta contestación en Internet”. 

Las mujeres con voz pública se vuelven así especial foco de ataque. El informe de Periodistas Argentinas retoma un material realizado por ONU Mujeres y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información que luego de estudiar ataques a periodistas señala: 

  1. La visibilidad las expone a la violencia en línea por el solo hecho de ser mujeres con voz pública. 
  2. Hay sesgos de género en los ataques que reciben. 
  3. La violencia sistemática en línea tiene por objeto silenciarlas.

Dice Periodistas Argentinas: “Trolls para dirigir ataques contra algún actor específico, bots para viralizar rápidamente un hashtag, difusión de datos personales o creación de fake news son algunas de las estrategias visibles que se usan en las redes sociales para dañar la reputación de una persona, atemorizarla y desplazarla del debate”. Y señalan las particularidades que encuentran en los casos que analizaron de violencia dirigida hacia mujeres con voz pública: 

  • Son ataques sistemáticos. No se trata de hechos aislados. 
  • Hay ataques reactivos –a un posteo, una cobertura, una nota– y hay otros que se perciben como azarosos, “porque sí”, que pueden llegar en cualquier momento y que las entrevistadas relacionan con el ensañamiento y la intención de correrlas del debate público. 
  • A menudo, se sospecha, y en ocasiones, se comprueba que existe una coordinación.

Esta violencia tiene consecuencias, todas las periodistas entrevistadas para el informe elaborado manifestaron impactos en su participación en la conversación pública. Los datos: 

  • El 80% limitó su participación en las redes: ha omitido opinar o manifestarse sobre determinados temas.
  • El 40% manifestó haberse autocensurado, evitando escribir o hablar sobre un tema de su pertinencia en el medio o ámbito en el que se desempeña.
  • Un tercio cambió de puesto laboral. 
  • Una cuarta parte experimentó despidos o la no renovación de sus contratos. Y la mitad tiene miedo de perderlo. 
  • Un 80% temió o teme por su integridad física.

Otros datos que retoma el informe de Periodistas Argentinas: 

  • El informe “Los derechos de las mujeres: investigaciones prohibidas”, publicado por Reporteros Sin Fronteras muestra que, entre las principales víctimas de los ataques digitales, se encuentran las periodistas. 
  • Una investigación realizada en el Reino Unido por el think tank Demos, tras estudiar miles de tuits, reveló que las reporteras reciben en promedio tres veces más comentarios inapropiados o insultantes que sus colegas varones. “Mentirosa” y “prostituta” son algunos de los insultos más comunes, también la amenaza de violación. 
  • La amenaza de agresión sexual, también fue detectado como algo recurrente por ONU Mujeres y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información. 
  • Reporteros Sin Fronteras también informa que el trauma sufrido conduce al silencio y reduce el pluralismo de la información.
  • En todos estos informes se identifica un mismo mecanismo: a partir de un mensaje posteado o retuiteado por una persona “real” –generalmente, funcionarios de gobierno o personalidades que forman parte de la red de comunicación y propaganda oficialista– se desata el ataque.

Casos paradigmáticos

Sobre la situación en nuestro país Periodistas Argentinas detalla que “en los últimos meses, se ha observado una escalada significativa de trolling contra mujeres periodistas, pero con una particularidad: las agresiones ya no solo provienen de usuarios no verificados o bots, sino también y principalmente de cuentas verificadas y de integrantes del dispositivo de comunicación oficial, quienes utilizan sus cuentas personales en las redes sociales (especialmente las de X) para multiplicar mensajes que descalifican y desacreditan la credibilidad de estas comunicadoras”. 

La colectiva relevó y da detalles de 16 casos de periodistas que han sufrido ciberacoso, y encontró características en común:

  • Son comunicadoras que informan, comentan y opinan sobre política y economía. 
  • Generalmente, los ataques no los originan sus opiniones personales sino la información que producen en sus medios y comparten en sus redes sociales. 
  • En la mayoría de los casos que citamos en este informe, el ataque ha sido iniciado o replicado por el Presidente de la Nación, Javier Milei, desde la red X, lo cual ha derivado en una campaña de trolling muy agresiva en el día del posteo, que se mantiene a lo largo del tiempo con menor intensidad.
  • En muchos de los casos, el ataque ha afectado también la relación periodística de estas profesionales con funcionarios y fuentes oficiales.
  • La violencia escala tanto y tan rápido que deciden alejarse de las redes o no responder. 
  • Algunas decidieron usar sus redes sociales de manera unidireccional, solo para informar a su comunidad, pero sin mantener interacciones.
  • No creen que sea personal, aunque sí disciplinador.
  • Coinciden en que hay un impacto sobre la libertad de expresión.

Los casos paradigmáticos que detallan son los de Luciana Peker, periodista y escritora feminista;  Ivy Cángaro, periodista de investigación; Paula Moreno Román, presidenta de Fopea; Marina Abiuso, exeditora de género de TN; Nancy Pazos, presidenta de Periodistas Argentinas; María O´Donnell, conductora de radio y televisión; Romina Manguel,  conductora de radio y televisión; Luisa Corradini, corresponsal del diario La Nación; Silvia Mercado, periodista del diario El Cronista; Sofía Diamante, periodista del diario La Nación y columnista del canal LN+; Jesica Bossi, periodista de TN; Ángela Lerena, periodista especializada en deportes; Cecilia Boufflet, periodista de TN y Radio Mitre; Julia Mengolini, periodista y fundadora de FutuRöck; Mónica Gutiérrez, periodista, conductora de radio y televisión; y Delfina Celichini, periodista del diario La Nación. 

Los pedidos

Como conclusión del informe desde Periodistas Argentinas solicitan:

-Al Estado:

  • Refuerce el marco legal para que restrinja el acoso en línea a periodistas y que la legislación se aplique estrictamente.
  • Imponga obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos y el uso de ejércitos de robots que amplifican los ataques para que respeten los principios de la libertad de expresión y de información, sin que esto implique controlar los contenidos ni censurarlos.
  • Instaure dispositivos de resarcimiento de daños y perjuicios para las víctimas de ciberacoso (indemnización financiera, ayuda médica y psicológica, etc).
  • Prohíba financiar este tipo de agresiones para intentar influir en la opinión pública o para atacar a personas en línea; en otras palabras, que no se permita ni al Estado ni a los partidos políticos pagar ejércitos de robots para manipular a los usuarios ni para acosar a periodistas.

-A las empresas de medios:

  • Asuman la amenaza de ciberacoso y la prevengan. Los medios de comunicación deben capacitar, tanto a los periodistas como al resto de sus empleados, para que enfrenten este tipo de amenazas, y crear dispositivos de urgencia internos para garantizar que los y las periodistas víctimas de acoso cuenten con apoyo y protección. No deben tomarlo como un ataque personal que debe enfrentar la o el periodista en forma individual, sino como un daño a la libertad de expresión, al periodismo y a los medios y, por tanto, asumir la responsabilidad de contener, responder, litigar si fuera el caso, capacitar y prevenir.
  • Aborden el tema del acoso en línea que sufren las y los periodistas: que realicen más reportajes e investigaciones que informen y sensibilicen a la población en general, al gremio periodístico y a las autoridades, sobre este desafío que aún no se reconoce como un ataque a la libertad de expresión ni como un serio riesgo del ejercicio de la profesión.

-A su vez dan recomendaciones de cómo responder a un ataque: 

  • El primer paso es guardar pruebas: hacer capturas o fotos de pantalla con las muestras del acoso.
  • Reporteros Sin Fronteras aconseja denunciar los contenidos en las plataformas y bloquear las cuentas que participan del ataque; hacerlo todas las veces que se requiera.
  • La guía Acoso y violencia digital. Herramientas de acción para periodistas –una iniciativa de UNICEF, UNFPA, PNUD y ONU Mujeres–, advierte que al denunciar ante la red social ”el cierre de la cuenta puede interpretarse como la pérdida de evidencia”, por eso “el primer paso es ubicar las pruebas y preservarlas (por ejemplo, hacer capturas de pantalla de los mensajes recibidos)”. Recomienda también diseñar un plan de acción, que incluya el resguardo de la seguridad, realizar la denuncia judicial y poner en conocimiento a organismos de derechos humanos y defensores de la libertad de expresión.
  • Informar del ataque a jefes, compañeras/os de trabajo y organizaciones periodísticas y  sindicales. 
  • Recurrir a la solidaridad periodística. Colegas que han sido víctimas de acoso en redes pueden emprender una contraofensiva manifestando su apoyo a través de sus redes. 
  • Dice la guía Acoso y violencia digital: “Muchas veces se considera que responder a un ataque es transformarlo en una noticia, un hecho que se agranda al darle entidad. Las soluciones no son universales, pero frente a las estrategias de desinformación es importante considerar el alcance de no tomar acciones para aclarar los hechos que generan el hostigamiento y la violencia. El periodismo tiene un compromiso con la verdad y corresponde también frenar y rectificar las fake news (noticias falsas). Dar cuenta del hostigamiento desde el propio medio es una forma de respaldar a las periodistas agredidas”.
  • Por lo general, los ataques son violentos, pero de duración limitada. Desconectarse algunas horas si se considera necesario. 
Ciberacoso a periodistas mujeres: nuevo informe de Periodistas Argentinas
Integrantes de Periodistas Argentinas después de la presentación.
Seguir leyendo

LA NUEVA MU. ¿Dónde está?

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido