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¿Dónde está Julio López?: Aparición con vida y castigo a los culpables

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Texto leído por la red de organismos de derechos humanos en la puerta de los Tribunales de La Plata donde se lleva adelante el juicio al genocida Miguel Etchecolatz: 

«Resulta estremecedor escucharnos coreando esta consigna nuevamente.

Ninguno de nosotros desearía estar hoy en esta Plaza cantándola.
Pero aquí estamos, y somos muchos miles, porque nuevamente es necesario que estemos en esta plaza para exigir que nuestro compañero Jorge Julio López aparezca con vida YA!
Como miles de argentinos, treinta años atrás Julio soñaba y luchaba por un país solidario y fraterno, con justicia social, sin explotadores ni explotados. Ese sueño y esa lucha lo llevaron a enfrentar a la dictadura y a soportar el secuestro, la desaparición, la tortura.
Y treinta años después, con 76 años, ese mismo sueño lo impulsó a sentarse frente a un tribunal a denunciar a Etchecolatz y a la dictadura genocida, reivindicando la militancia política y la resistencia popular.
Hoy Julio está desaparecido nuevamente y nosotros estamos aquí para exigir su aparición con vida YA!
Y además para denunciar que la mayoría de los indicios apuntan a que Julio López fue secuestrado por las patotas de la policía bonaerense y la derecha fascista.
Porque Julio fue uno de los testigos claves para que Etchecolatz fuera condenado a reclusión perpetua en cárcel común.
Porque el fiscal de este juicio fue secuestrado por unas horas en el 2004 y amenazado para que dejara la causa.
Porque durante los tres meses que duró el juicio, los querellantes, los testigos, los abogados, los militantes, sufrimos innumerables amenazas. El aparato represivo intentó amedrentarnos. Anónimos, grabaciones telefónicas, aprietes, fueron usados contra aquellos que ponían en riesgo la impunidad de la que gozaron durante treinta años.
Porque las amenazas siguieron después de la sentencia.
Porque con nuestra lucha inclaudicable conseguimos que por primera vez una sentencia judicial reconozca que los delitos de lesa humanidad fueron cometidos en el marco de un genocidio.
Porque los genocidas saben que con esta sentencia peligra la impunidad de la que gozan. Saben que esa es la puerta para condenarlos a todos y por todos los compañeros, no sólo a las cúpulas o los pocos que pueden ser reconocidos por los sobrevivientes.
Porque dos días después del secuestro de Julio apareció un cadáver fusilado con una bala 9 mm y calcinado en el Camino Negro de Punta Lara, la misma «técnica» y el mismo lugar donde en los años previos a la dictadura arrojaban los cadáveres de nuestros compañeros.
Porque en una operación mafiosa destinada a desesperar, amedrentar, atemorizar
la policía bonaerense comunicó inmediatamente a la prensa que ese cadáver era de Julio López, sin una sola pericia que lo confirmara.
A casi diez días de la desaparición de Julio no admitimos que se nos diga que puede estar perdido debajo de un puente. ¿Tantos puentes hay en la zona de La Plata que las fuerzas de seguridad todavía no pudieron encontrarlo?
Denunciamos la campaña tendiente a instalar la idea de una desaparición accidental . El lunes 18 a la madrugada Julio estaba con vida. Hoy debe aparecer con vida.
Y eso es responsabilidad del Gobierno Nacional. Por eso le exigimos la aparición con vida YA! de Julio López y castigo a los culpables.
También es responsabilidad de este gobierno que el aparato represivo siga impune.
A pesar de los hechos de Puente Pueyrredón, donde participó activamente el aparato represivo de Camps-Etchecolatz, nos enteramos ahora, por boca del propio Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que 60 policías de la bonaerense que se desempeñaron en campos de concentración seguían en funciones hasta el viernes pasado. Esto es una aberración que solo genera más impunidad ¿Hacía falta la desaparición de Julio y nuestro reclamo para que los echaran?
Nos preguntamos: ¿Son sólo 60 en la bonaerense? ¿cuántos más siguen en sus cargos en el Ejército, en la Armada, en la Fuerza Aérea, en la Gendarmería, en la Prefectura, en la Policía Federal, en las policías provinciales, en la SIDE?
Que el torturador Olimpo Garay (alias Loro-Gómez), imputado como jefe del Centro Clandestino de Detención Vesubio presida y entregue, hace 12 días, el premio Círculo de Oficiales en el acto de la Academia Superior del Servicio Penitenciario Federal, es otra aberración que solo genera más impunidad.
Que la ESMA, haya sido desalojada parcialmente y queden miles de integrantes de la armada en el predio, a casi dos años de promulgada la ley de desalojo, solo genera más impunidad.
Estos y otros hechos, permitidos y apañados desde el poder del Estado facilitan a los resabios de la dictadura y sus actuales seguidores ganar confianza y tomar fuerzas para iniciar acciones como la que hoy vivimos el conjunto de los argentinos con el secuestro, una vez más, de Julio López.
Durante 20 años gozaron de la impunidad total que les brindaron los gobiernos constitucionales. Con nuestra lucha conseguimos la nulidad de las leyes de Obediencia debida y punto final, la reapertura de las causas y la primera sentencia en la que se condena a un verdugo por genocida.
No permitiremos que la desaparición de Julio López sea la respuesta.
Exigimos que el Gobierno ordene la inmediata baja de todos aquellos que cumplieron funciones en los campos de concentración de la dictadura. Que sigan en sus cargos solo significa más impunidad.
Exigimos juicio y castigo para todos los genocidas, sus cómplices y beneficiarios civiles.
Y hoy como ayer, con el mismo dolor, con la misma bronca, con la misma fuerza, gritamos:
Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables!

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De la idea al audio: taller de creación de podcast 

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Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]

Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!

De la idea al audio: taller de creación de podcast 

Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.

¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.

Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.

¿A quién está dirigido?

A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.

Contenidos:

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Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
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Docente:

Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.

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Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

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Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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