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Ganar perdiendo

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La remontada oficialista en provincia de Buenos Aires. La pérdida del quórum en Senado. El crecimiento de la derecha, pero también de la izquierda. Las sorpresas mutuas y las incógnitas de dos festejos cruzados: miradas desde el político oficialista para entender lo que deja un nuevo resultado electoral, mientras se esperan otro tipo de resultados.

La estrategia del oficialismo en suelo bonaerense dio resultado y obtuvo lo que quería: paridad legislativa. No es poco, luego de la “sorpresa” de las PASO y de las últimas semanas de una campaña electoral en la que la oposición buscó desgastar su histórico bastión de votos. Ese dato, sumado al porcentaje del 25% que arañó en CABA, permitió hoy el festejo oficialista negado en la previa.

La victoria de la oposición, en cambio, se afianza en la derrota que sufrió el oficialismo en 16 provincias que les otorgaron el trofeo de poner en jaque la presidencia del Senado, a cargo de Cristina Fernández de Kirchner. Cómo impacta esta nueva coreografía del poder político representativo en la interna de la coalición de gobierno es la cuestión. Y eso es algo que la oposición hoy valoró tanto o más que los votos.

El éxito de la izquierda está representado por lograr por primera vez constituir un bloque de cuatro integrantes en la Cámara de Diputados: dos por provincia de Buenos Aires – Nicolás Del Caño y Romina del Plá- uno por Jujuy –Alejandro Vilca- y Myriam Bregman por CABA.

La gran derrota está representada por la salida del closet del fascismo, que cosechó 17 puntos en Capital. Un porcentaje suficiente para otorgarle fueros a Javier Milei y convertir en diputada a Victoria Villarroel, una abogada de 46 años, familiar de un genocida acusado de delitos de lesa humanidad, militante de la autodenominada “memoria completa” , quien ya adelantó qué intereses defenderá desde su banca: “Si votar la Ley Micaela (de capacitación obligatoria para funcionarios públicos en perspectiva de género) y la Ley Yolanda (de educación en cuidado del medio ambiente con especial énfasis en el cambio climático) es ser de izquierda, yo soy de derecha”.

Del cachetazo a la realidad

“El peronismo es un partido con vocación de poder: no hay con que darle a eso”, resume una funcionaria para graficar cómo fueron los días que siguieron a las PASO y que culminaron la semana pasada en una reunión en el CCK con todos los sectores que integran la coalición de gobierno. Todos.

Ni el más optimista creyó posible “dar vuelta” el resultado de esta elección; todos coincidieron en la lectura errónea de la realidad que las PASO les reveló, y coincidieron también en la falta de gestión y en que «para que nos vaya mejor, hay que hacer las cosas mejor”.

Se consolaron recordando que el kirchnerismo nunca ganó una elección de medio tiempo y se preocuparon por lo evidente: la falta de diálogo entre el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández. “Todos saben que Alberto y Cristina no se hablan desde las PASO. Pero si parás a una persona que votó al Frente y le preguntás quién gobierna, te dice Alberto. Si le preguntás a los de la oposición, te contestan que gobierna Cristina. La sensación es esa. Los costos siempre los va a pagar Cristina”, resume un dirigente gremial oficialista.

La pregunta, entonces, es si a esa falta de diálogo en la cima se puede atribuir esta derrota. La respuesta: “¿Por qué la gente votó a Alberto Fernández? Porque venía de una situación económica terrible con el macrismo. Venía cada vez peor. Y lo votan a Alberto Fernández no para hacer el socialismo ni para vivir en comunidad, ni porque se hicieron de izquierda o autonomistas… Querían volver a los doce años de consumo kirchnerista. Eso era el “vamos a volver”. Te voto para que vuelvan a gobernar y así puedo comprar celular nuevo. No sé qué van a hacer con los dólares, pero los que compré en el kirchnerismo los tuve que vender porque me quedé sin laburo. Entonces vuelvan, y organicen este desastre”. En resumen, la paradoja: «Votaron a Alberto para volver a Garbarino”.

Dos días antes de las elecciones Garbarino –que ya no tiene locales abiertos y supura una quiebra irremontable- despidió a 1.800 empleados.

La foto y la película

¿Cuál fue el efecto pandemia en el resultado electoral?

Respuesta de un dirigente oficialista: “El gobierno estuvo bien con la pandemia. No hubo ni un hospital colapsado, es uno de los países bien vacunados en el mundo. Pero doña Porota de Santos Lugares no tiene otra pandemia para comparar. Le decís que en Nueva York se moría la gente en la calle y ella no tiene cómo compararlo. Le parece que lo que se hizo era lo que había que hacer. No por eso te va a votar”.

Sigue el análisis: “Pero si el gobierno hizo eso bien, por otro lado se dedicó a abandonar a los sectores vulnerables y a someterlos a las situaciones más extremas. Fijate que las primeras rupturas del aislamiento y la cuarentena fueron las de la gente que salía a vender, a buscar una changa, a pedir plata en la calle. Y el mismo mes que sacaron el IFE, la inflación de alimentos fue monstruosa. Toda la guita que puso el Estado se la llevaron los grupos concentrados de la industria alimentaria. Entonces hiciste un esfuerzo grande, pusiste la plata, pero se la llevaron por la canaleta de los supermercados. Las empresas nunca dejaron de ganar. Repartieron más dividendos entre sus ejecutivos en pandemia que antes. No solo no perdieron, sino que ganaron. Entonces, ponés esa guita, pero no generás nada para que vaya a donde tiene que ir. Y es claro: esa plata tendría que haber sido para la gente.”

Lo que sí tuvo efecto pandémico: “Internamente pegó muy mal, pero muy mal, lo de la foto en Olivos y lo del vacunatorio VIP. Pegó mal, y sigue pegando mal. La gente que trató de apoyar y bancar todo este tiempo se quedó muy mal con esas cosas, y tiene toda la razón. Y de eso, de esas agachadas que le hiciste a los tuyos, ¿cómo te recuperás?».

Era por abajo

A las seis de la tarde se cerraron las urnas y en Chacarita, donde el oficialismo arma su bunker, se prueba sonido en el escenario. No hay nadie en la calle y las plazas están llenas: no hay clima electoral: hay clima de domingo. Tampoco hay banderas. Ni militantes. Ni parrillas encendidas. El puesto de panchos está listo, pero todavía sin bebidas frías.

Una hora después asoman las primeras banderas: Frente Patria Grande, Corriente Militante Lealtad y Movimiento Evita, únicos grupos que desde temprano hacen sonar bombos y trompetas. Los que están ni siquiera saben si va a haber oradores en el escenario; tampoco esperan mucha gente.

La escena cambia con la llegada de los primeros resultados. Hay sorpresa, pero esta vez lo que desata es alegría.

¿Qué cambió de las PASO hasta acá? Responde Victoria Freire, del Frente Patria Grande: “Poner en el centro la escucha”, dice. “Tenemos que hacer mucho más ese ejercicio”.

¿Qué escucharon? “Aparece fuertemente la demanda de trabajo. Apareció también muy fuerte el tema de la inseguridad, que es un tema para abordar de una manera que atienda a quienes viven en condiciones más difíciles y que más expuestos se ven al deterioro de las condiciones de vida. Y también hay demanda del acceso a servicios, a vivienda, a vivir mejor”.

Otra respuesta: Victoria se presenta como socióloga y feminista. Y dice: “Nuestra agenda tiene que comprometerse a fondo con la hoja de ruta de lograr mayores derechos y de lograr políticas redistributivas; tenemos pendiente de construir desde nuestro movimiento, pero también desde los recursos que existen en el Estado”. ¿Es posible con Manzur como jefe de gabinete? “Creo que es posible porque nuestro movimiento ha logrado cosas importantes en momentos y coyunturas muy difíciles, y creo que eso es lo fundamental: saber que nuestra fuerza no puede ponerse en duda por un funcionario, sino que la tenemos que construir en ese diálogo en las calles, con un movimiento activo. Y siempre ir por más. No hay que retroceder”.

Otra: Matías Gallastegui, militante de El Hormiguero. “Como había mucha gente que no había ido a votar, había que llegar a esa gente, no con actos o grandes eventos masivos sino que había que desarrollar una campaña subterránea. La militancia salió a hablar cara a cara. Y rescato que hayamos hecho esa campaña porque lo más importante es que nuestra fuerza política siempre esté de cara a la gente, que la gente nos acompañe, nos vote, y que cuando no nos vote, también estemos. Y que con lo que escuchamos podamos nutrir al gobierno de los insumos que no es más ni menos que la realidad. La pandemia dejó un momento de mucho dolor. Es una sensación de muchísimo dolor, de muchísima pérdida humana, de muchas pérdidas económicas, gente que no pudo trabajar por mucho tiempo, que se endeudó. Va a haber que hacer una tarea fina en materia económica. Hay muchos argentinos que entendieron que la política no les estaba resolviendo su problema y que por lo tanto no valía la pena acercarse a las urnas y hacerse escuchar”.

La participación creció con respecto a las elecciones primarias y para Matías eso es una celebración, aunque se le encienden alertas con Milei como tercera fuerza en el distrito. “Candidatos como Milei ofrecen un abanico de respuestas rápidas, a mi entender fáciles, y supieron dibujar un futuro posible para el sector más golpeado de la ciudad que en este momento son los jóvenes. En los sectores más pobres de la ciudad de Buenos Aires la juventud padece por dos o por tres la situación de la pobreza: ahí Milei en algún punto viene a dar respuesta a un futuro incierto”. Un ejemplo: en la comuna 8, en el sur de la ciudad, donde el Frente de Todos resultó ganador, el partido de Milei sacó casi el 20%.

“La tarea central es poder conectar a ese gran movimiento subterráneo que está en la sociedad, y donde anida el futuro. Si logramos que el Frente de Todos sea catalizador de las luchas hay un futuro mejor para nosotros y nosotras. La mejor manera de defender derechos es avanzando. Y eso es lo que la militancia y las organizaciones tenemos que empujar: tener un gobierno que todos los días se levante proponiendo un futuro distinto y no atajando penales”.

Mientras chillan los bombos y resuenan las tensiones que siembran las preguntas que dispara esta elección, un veterano operador recurre a un clásico apotegma peronista para delinear el horizonte que se divisa desde esta vereda: “Cuando el carro camina, los melones se acomodan”.

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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