CABA
La cultura que emerge en emergencia: siguen las Postas en el Festival de Escena

El Festival n° 8 de la agrupación ESCENA fue el marco de otra Posta Sanitaria Cultural en Mu Trinchera Boutique, donde artistas y público volvieron a encontrarse con cuidados y protocolos. «¿Se puede celebrar estando en emergencia? Una pandemia es una emergencia. Un festival también lo es», propone el Manifiesto del Festival, que sigue en distintos espacios con propuestas culturales que salen de los moldes. Danza, teatro, música, poesía y cuerpos en movimiento, encontrándose otra vez, cuidando la potencia creadora, celebrándola, creando la cultura de la nueva normalidad: crónica y fotos de otra jornada que llena el alma e inspira, y el calendario de Postas que se vienen.
En el marco del Festival Escena 8, inaugurado el sábado 23, en la tarde de ayer se llevó a cabo la Posta Poética en MU Trinchera Boutique, uno de los nueve espacios participantes del festival que concluye el próximo domingo 31 y da inicio al Festival de Danza. Pasadas las siete de la tarde, la artista plástica y cantante Lucía Apogliessi abrió el evento con la lectura del Manifiesto del Festival:
¿Cuál es la cultura de la nueva normalidad?
¿En qué mapa queda la cultura?
10 años de ESCENA, 8 festivales y muchas preguntas.
Como agrupación, hablamos con nuestras acciones, avanzando de manera colectiva, horizontal, motorizadxs por el deseo de mantener viva la cultura emergente e independiente. Luchamos alegremente; luchamos con y desde nuestros lenguajes; luchamos a partir de la diversidad que nos aúna; luchamos contra todo intento normalizador, viejo o nuevo.
¿Viste a la danza por ahí? ¿Viste al teatro por ahí? ¿Cómo se estrimean las respiraciones?
10 años de ESCENA, 8 festivales y muchos meses de incertidumbre.
Nos organizamos para frenar las clausuras y hoy nos encontramos nuevamente en emergencia. ¿Se puede celebrar estando en emergencia? Una emergencia es algo que surge, que brota sin pedir permiso. Una pandemia es una emergencia. Un festival también lo es.
¿Qué es la cultura? ¿Quién es la cultura?
10 años de ESCENA, 8 festivales e innumerables reflexiones. Preguntas-heridas abiertas. “El teatro no volvió”, circula, pero nos preguntamos también si “volver” es el mejor verbo para nombrar la acción que deseamos. Nuestro presente pandémico precario tiene sus raíces más atrás.
“Cuidar” es el verbo que nos ocupa. El cuidado es, para nosotrxs, un elemento fundante. Nacimos con el objetivo de cuidar nuestros espacios, para hacer crecer y darle lugar a la creación artística, a la gestión autónoma y a la producción de pensamiento crítico.
¿Quién cuida la potencia creadora?
Nosotrxs. Todxs. Cada unx.
Celebrémoslo.
Sentades en la hilera de sillas y de pie, les espectadorxs exponen sus manos para ser rociadas con alcohol. La persiana sube con lentitud y queda la vidriera de la Trinchera al descubierto.
Dos chicas con sus cuerpos vendados con film plástico, aparecen en escena. Una –la bailarina Casandra Velazquez- tiene cables negros rodeando su cuello como si fueran un collar, la otra –la música Violeta García- sostiene un violonchelo. Roza las cuerdas con el arco y las hace vibrar, sus sonidos son discordantes, incómodos. Casandra toma con sus dedos la punta del collar de cables y recorre su piel con esa especie de sensor. Así, vamos escuchando los sonidos corporales y el violonchelo es el médium, el instrumento musical que decodifica los impulsos de esa anatomía en movimiento.

En la voz de Casandra escuchamos: “Ellos dicen representación. Nosotros decimos experimentación. Dicen identidad. Decimos multitud. Dicen lengua nacional. Decimos traducción multicódigo. Dicen domesticar la periferia. Decimos mestizar el centro. Dicen deuda. Decimos cooperación sexual e independencia somática. Dicen desahucio. Decimos habitemos lo común. Dicen capitalismo humano. Decimos alianza multiespecies. Dicen diagnóstico clínico. Decimos capacitación colectiva. Dicen disforia, trastorno, síndrome, incongruencia, deficiencia, minusvalía. Decimos disidencia corporal”, palabras del filósofo y escritor Paul Preciado. “Dicen poder. Decimos potencia” repite Casandra. ¿Qué oímos en el silencio? ¿Qué nos susurra el cuerpo? Finaliza “Caudal”, la primera intervención performática de la tarde, con la asistencia técnica de Carlos Quebrada.
Camina hasta la vidriera-escenario tocando la caja, con el sonido acompasado como un corazón que late amplificado por un estetoscopio. Kndelah se para ante el micrófono y lanza: “Yo vengo de los sótanos. Nunca se me fueron regaladas las mañanas. Mi casa fue una cueva llena de borrachos y poetas que no conocieron el verbo amar. Habitábamos las noches sin relojes que marcaran la caída de la máscara. Algunos se quedaron para siempre a vivir al otro lado de las palabras. Yo nací en el interior del interior, en el medio del barro, con padres con olor a mecánico. Donde a las travestis se las trata en masculino y a las maricas se las corre por los baldíos con la punta de los cuchillos, como el cuchillo con el que corrieron a mi hermano”. Acompaña sus palabras con los sonidos de la caja, su poesía brota cadenciosa, con un resabio místico de procesión sin santo, guiada por el primer instrumento musical que cobijó su cuerpo, el que vino de fábrica y es un manojo de sangre, venas y arterias. “Quiero ver un ejército de tetas invadiendo las calles de la ciudad. Quiero que el espacio público se convierta en un cambalache de tetas y que trepemos las vallas, las veredas y algún que otro patrullero. Quiero ver a miles de compañeras altas, bajas, gordas, flacas, rubias, morochas, pelirrojas, que vengan todas las que quieran mostrarle sus pezones al viento, alzar su voz, gritarle al cielo que nuestro cuerpo es todito nuestro, que no tenemos amo ni dueño. Que vengan todas, yo las espero, marchemos juntas, perdiendo el miedo, que por dos tetas se escandaliza hasta el mundo entero”.
Les presentes aplauden, lanzan gritos de alegría, ella se presenta: “Mi nombre es Kndela. Esta es una caja chayera porque soy descendiente de diaguita calchaquí” y cantó su tema “Negra”, que dice “Soy negra de alma, de piel y corazón”. Luego sigue con el rap. Kndela combina distintos géneros musicales y todos le quedan bien. Se autodefine en su canción: “Me preguntan si soy rapera o poeta y les digo no hay pureza ni certeza, yo soy hija de mi sigo XXI, generación sin futuro bailando entre los escombros esperando el fin del mundo”. Se despide del público esta poeta-rapera cordobesa del siglo XXI, transmisora rebelde de una época de estallido y fragmentos, propulsora de la recontrucción con diseño feminista, entusiasta y ardorosa como las llamas dibujadas en su pantalón.
Y para finalizar la Posta, llegó el turno de las “Chica Queen Kong”. En versión pandémica reducida (son once integrantes) cuatro de ellas, fueron el broche de oro de la jornada ya anochecida. Su show incluye danza, canto, actuación, son ácidas y divertidas. Denuncian lo inaceptable con esa cualidad del humor que pone en el pedestal el objeto desagradable para dejarlo expuesto y abofetearlo con inteligente ironía. “Bueno, bueno, bueno, ¿tan tarde y solita? ¿Te acompaño? Mirá, yo te explico, todos los hombres son machistas por naturaleza. No, pará, a mí no me digas que yo no respeto a las mujeres porque mi vieja es lo más grande que hay. No, mi amor, con vos no voy a ver el partido. Pero andá a hacerte coger, puta de mierda. Si a todas las minas les gusta que les digan piropos en la calle ¿o no? Ahhh ¿sos torta? Mirá, no se te nota. Cuando la veo por atrás tenía un ojete así de grande, ahora cuando se dio vuelta era alto trava. Mirá cómo me ponés. Después se quejan si las violan”.
El rosario de frases tan lugar común nos resuena en las cabezas, reímos por la graciosa interpretación.
Mascullamos para adentro.
No queremos escucharlas más.

Una parodia que nos suena conocida: conductora televisiva toma cloro para salvarse del coronavirus, llora ante la cámara, se desgarra las vestiduras por las “muertes de ángeles” y proclama que el feminismo es puro marketing. Una diputada pide por vacaciones dignas “porque la vida tiene que ser vivida y si no es vivida, no es vida”.
Una investigadora del “Conchicet” se lamenta amargamente por los corazoncitos que están dejando de latir.
Una cantante entona “Feto con vida, es una vida, es como vos”. Victoria Duarte, Martina Kobrinsky, Camila Miranda y Manuela Bottale terminan su participación, saludan y se despiden.
Les espectadorxs aplauden, gritan y celebran lo visto, oído y sentido.
La función ha llegado a su fin y la persiana-telón va bajando hasta tapar la vidriera, hasta la próxima Posta.
Aquí las Postas Poéticas del Festival que habrá hasta el domingo 31 de enero:
Viernes 29, 19 HS – @morrisonclubcultural (Espinosa 1159) y @demaquinas.sala (Lavalle 1145)
Sábado 30, 19 HS – @galponface (Deán Funes 2142)
Domingo 31, 19 HS – @estudioelaquelarre (Cierre del Festival ESCENA y apertura del festival Danza en Escena!) – (Malabia 852)
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas de cada miércoles llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro.
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro.
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro.
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro.
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El dispositivo incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería» de la Policía de la Ciudad». El organismo también observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro.
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!”.

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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