CABA
Las dos orillas del río: conferencia de prensa binacional
Integrantes de la Asamblea Regional Argentina Uruguay viajaron a Buenos Aires para participar de la cuarta jornada La Calle es Nuestra, convocados por lavaca y el periódico Mu. Cinco entrerrianos y ocho uruguayos ofrecieron una conferencia de prensa conjunta frente al Congreso de la Nación y contaron a los porteños por qué decidieron unirse no sólo para luchar contra las plantas pasteras que se instalaron en Uruguay sino, sobre todo, contra un modelo económico que llaman “de extracción y de miseria”. También anunciaron una próxima asamblea binacional y una marcha de asambleas ciudadanas a Plaza de Mayo para el 12 de diciembre.
Integrantes de la Asamblea Regional Argentina Uruguay viajaron a Buenos Aires para participar de la cuarta jornada La Calle es Nuestra, convocados por lavaca y el periódico Mu. El viernes 26, cinco entrerrianos y ocho uruguayos ofrecieron una conferencia de prensa conjunta frente al Congreso de la Nación y contaron a los porteños por qué decidieron unirse no sólo para luchar contra las plantas pasteras que se instalaron en Uruguay sino, sobre todo, contra un modelo económico que llaman “de extracción y de miseria”
Los uruguayos habían salido de madrugada, para evitar posibles demoras en la frontera ya que ese día se produjo el cacerolazo sobre el puente internacional, y una accidentada manifestación náutica en el Río Uruguay. Conviene aclarar que todos son productores que para realizar el viaje no cuentan más que con su propio esfuerzo, que ha funcionado como contagiado y a la vez contagioso con respecto a la Asamblea de Gualeguaychú.
Rodeado por una decena de piernas de maniquíes, que simbolizaban el movimiento en la calle, comenzó hablando Carlos Vico, tambero de Colonia Agraciada, Uruguay. “El panorama en mi país es negro –advirtió-, la extranjerización de la tierra es escandalosa. Para que la gente se vaya del campo, le ofrecen lo que quieran. En poco tiempo, Uruguay será todo soja y forestación”, pronosticó y enseguida agregó: “No me imagino a Uruguay con ocho pasteras. En diez años ni siquiera podremos exportar carne, que es lo que nos caracteriza, porque los animales no tendrán donde pastar”.
El barullo constante y el colapso del equipo de sonido previsto no inhibieron la comunicación entre los que se iban acercando, incluidos representantes de unas diez radios de todo el país. Otro productor uruguayo Víctor Cardona, explicó: “Las chacras que rodean a Mercedes se convirtieron en chacras dormitorio, porque ya no tienen más agua. La forestación de eucaliptos para producir madera o pasta de papel, se chupa todo el agua. La intendencia tiene que llevar agua en tanques cisternas a los habitantes para que puedan cocinar y lavarse.”
El líder de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora, familiares de las víctimas de Cromañón, vendedores ambulantes, asambleístas de San Telmo, integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano, miembros del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, entre otros, escuchaban atentos.
“La solución –propuso Cardona- es tejer redes, unirnos para trabajar por lo local y también por lo regional. Tirar juntos nos dará una fortaleza que todavía no tenemos. El Frente Amplio que gobierna mi país es el contrinuismo de la política económica que instauró la dictadura. No sólo remata el país, sino que entrega 450 millones de subsidios a las empresas forestadoras. No dejemos que Botnia nos tape el bosque. Esta empresa es apenas la punta de un iceberg, la punta de todo un proyecto que no es, como le dicen, productivo, sino es un proyecto de extracción de aguas, de tierras y de nuestras riquezas para dejarnos en la más pura miseria”. Cardona celebró la idea de Uruguaychú, planteada en la revista Mu como un modo de comprender el alcance de la naciente Asamblea Regional.
Cómo nacen los problemas sociales
La voz femenina de la delegación la ofreció Graciela Guala, ingeniera agrónoma de Nueva Palmira, pueblo uruguayo cercano a Fray Bentos. La mujer denunció que Isusa, una planta de ácido sulfúrico que provee a Botnia, se instaló en Agraciada ya comenzó a impactar y provocar daños a la economía local. “Nuestra zona –ejemplificó- cuenta con 50 apicultores que exportan sus productos. Las normas de calidad que tienen que afrontar son muy estrictas y los importadores no les aceptan la mercadería si existen plantas químicas a menos de tres kilómetros de distancia de la producción. Con este modelo económico al gobierno le cierran los números, pero no les cierran a los pequeños productores que quieren vivir del campo y que se ven obligados a vender sus tierras para irse a vivir a las orillas de las ciudades. Así nacen los problemas sociales. Este es un modelo económico no sólo propone exportar maderas, sino también aguas y tierras.”
En Uruguay ya hay ciudadanos organizados y asambleas conformadas en Nueva Palmira y Conchillas, afectadas directamente por Botnia y contrarias a la instalación de la española ENCE. También hay resistencia en Tarariras. Tacuarembó y Rocha se movilizan por la permanente ampliación de las plantaciones de eucaliptos, que consumen enormes cantidades de agua dejando secas a plantaciones y poblaciones. “Para la gente de Fray Bentos y para nuestro gobierno somos vendepatrias. Pero quieren encandilarnos con espejitos de colores, como cuando Colón llegó a estas tierras. Se aprovechan de nuestra pobreza”, denunció Guala.
Hernán López Echagüe, periodista argentino residente en Nueva Palmira, Uruguay, planteó que el gran desafío de la recientemente creada Asamblea Regional Argentina Uruguay consiste en quebrar la desinformación. “Los medios deshabitan las palabras de significado. Tenemos que volver a decir las cosas como son, a habitar las palabras. Este no es un modelo productivo, de desarrollo, sino todo lo contrario. En Uruguay la prensa desestimó la Asamblea Regional que reunió a 400 personas. Dijeron que Gualeguaychú vino a copar nuestros movimientos. En cambio, lo que no dicen es que hay dirigentes que son traidores: Tabaré, cuando estaba en campaña, afirmaba que no iba a permitir que se instalaran las pasteras y aquí lo ven. Kircher fue al corsódromo de Gualeguaychú y prometió defender el medio ambiente, después firmó un decreto que permite volar cinco glaciares”.
”Lo que no hacen los gobiernos, lo haremos los pueblos”
Gustavo Rivollier, de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú, también se quejó del rol que los medios jugaron a lo largo del conflicto de las pasteras: “Nos tiran a matar –acusó-. Cuando hicimos la primera reunión entre gente de los dos países, lo menos que hicieron fue responsabilizarnos por un incendio en el puerto de Botnia. La xenofobia es fogoneada por el gobierno de Tabaré e incentivada por los medios de comunicación”.
Argentinos y uruguayos planean una inminente asamblea regional en Tacuarembó, donde también comprometieron su participación integrantes del movimiento Sin Tierra de Brasil. Sueñan, además, con sumar a activistas paraguayos. “El problema es regional, se viene también la defensa del Acuífero Guraní”, subrayó Cardona. En el próximo encuentro prometen no sólo debatir un plan de acción regional, sino también organizar una gran manifestación contra la forestación. A la vez, anunciaron para el próximo 12 de diciembre una nueva marcha a Plaza de Mayo de la Unión de Asambleas Ciudadanas, donde además de los activistas de Gualeguaychú, estarán –entre otras organizaciones- las Asambleas del Delta del Río de la Plata, los damnificados por Yaciretá, delegaciones de Pueblos Originarios y asambleístas que se oponen a la explotación minera a cielo abierto tanto en las provincias del sur como del norte andino. La última adhesión llegó de los familiares de las víctimas de Cromañón: “Por un lado, nosotros coincidimos en la metodología con los asambleístas de Gualeguaychú –explicó Diego Rozengard, hermano de Julián, uno de los chicos muertos en el incendio-: tenemos prácticas de horizontalidad, autogestión, la composición de nuestros movimientos es heterogénea y, por el otro, creemos que a unos y a otros nos emparenta que somos víctimas de la lógica del lucro que se lleva nuestras vidas”. La Asamblea será invitada a participar en una futura marcha de Cromañón, movimiento que a su vez será invitado a participar en la marcha a Plaza de Mayo, dos días después de la asunción del nuevo gobierno.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro.
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro.
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro.
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro.
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro.
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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