Nota
Teatro para recibir a julio: el juego, el súper, la alemana y el patriarcado

La improvisación como disparador del juego. La historia de una astrónoma alemana fallecida, con el don de poder revivir durante cuarenta minutos sus mejores recuerdos. Dos cajeras de supermercado y un momento que transforma sus vidas para siempre. Y un biodrama escrito por una actriz y médica psiquiatra que denuncia los mecanismos del sistema patriarcal y deviene en un urgente grito colectivo. Cuatro propuestas para seguir disfrutando del teatro
Jam de Improvisación teatral

Noches agitadas por la imaginación y el talento, y el público que lo desee como protagonista para estas sesiones de improvisación con La Maura y Lenard, conductoras y anfitrionas. Ellas, además, brindan su propio show.
Cuenta La Maura: “Los diferentes grupos que participan están muy predispuestos a los juegos y a las consignas que vamos proponiendo. Mucha gente viene solo a ver, pero en el momento se animan y terminan participando, incluso gente que nunca hizo nada escénico, termina pasándola bomba. Es muy ameno el ambiente como para animarse a pasar al escenario y a jugar. Las propuestas del público son geniales”.
Lenard: “Las Jam de impro son como un amistoso de fútbol entre amigues, pero la competencia es una excusa, lo importante del evento es poder encontrarse en el estado más sanador y negado de nuestra sociedad adulta que es el juego. El público no está ahí para juzgar, está para encontrarnos y celebrarnos. Celebrar que por lo menos esa noche el miedo y la vergüenza perdieron la batalla”.
MU Trinchera Boutique
Viernes 1° de julio, 21.30 hs
@mu.trinchera
@soylenard
Mía

Mía no es solo una obra teatral, es grito y es abrazo. Y es un espejo. Mercedes Bertuzzi es actriz, médica psiquiatra, payamédica y autora de este biodrama que ayudó a sacar a la luz un hecho de violencia por parte de su ex pareja. Reconoce a la escritura como un recurso que la ayuda a transformar sus emociones. “Los primeros años luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”.
Cuando el texto estuvo listo, tomó conciencia de que no solo describía esa parte de su historia sino la de muchas otras y ese fue el impulso para animarse a mostrarla. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.
Mercedes supo que esa exposición era necesaria y trató de hacerla de una manera cuidada y poética. “Yo intuía que sería sanador. Pero hoy, a tres semanas del estreno, puedo asegurar que está siendo muchísimo más sanador de lo que imaginé”. Es reparadora para ella y también para quien mira la obra: “Es impresionante cuando otra mujer te dice ´presencié ese mismo diálogo´, ´se siente exactamente eso´, ´estuve en pareja con un tipo igual´. Es escalofriante y evidencia que es un patrón social que se repite y hay que dejar de naturalizar”.
En escena están, además de Mercedes, la actriz Juliana Gotta y el actor Gonzalo Pungitore. Además de participar en la obra, comparten amistad, son quienes la sostuvieron y acompañaron en los momentos difíciles y lxs primerxs en leer el texto cuando apenas había escrito una escena. No hay golpes bajos, sí hay emoción, irónia, risas: dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraidas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido a lo largo de los años. El espíritu de “Mía”, explica Mercedes, “es conmover para generar un movimiento de lucha en quien la ve, no de angustia. Que despierte las ganas de seguir denunciando y modificando este sistema patriarcal”.
Teatro Border, Godoy Cruz 1838, CABA
Sábados 19 hs, hasta el 30 de julio
@mia_la_obra
@mercedesbertuzzi
@juliana.gotta
@gonzalo.pungi
La luz que recorrió a Margarethe

¿Qué recuerdos de tu vida escogerías si tuvieras la oportunidad de volver a hacerlos carne en un lapso de cuarenta minutos? Margarethe atesora los suyos. Esta astrónoma alemana que falleció hace 300 años, posee la virtud de sumergirse en sus recuerdos durante cuarenta minutos cada vez que llega la fecha de su cumpleaños. Los recuerdos vienen hacia ella con fluidez, les sonríe, los acaricia, los revive. Pero hay uno que la perturba, varias veces intenta transitarlo hasta que lo logra. Con paciencia y valentía quizás su misión sea mirarlo de frente para comprenderlo y enmendarlo.
Margarethe fue una apasionada de la astronomía, en ese ámbito conocíó a quien sería su compañero de vida y con quien le ha quedado una cuenta pendiente más allá del fin de sus existencias. Año tras año, la protagonista deberá desempolvar este recuerdo hasta echar luz sobre un acontecimiento trascendente no solo para la ella sino para la historia. La astrónoma que no pudo concurrir a la universidad por ser mujer y cuya actividad laboral estuvo eclipsada por la de su marido, regresa una vez más a poner cuerpo y voz a su pasado.
La actriz Stefanía Koessl tenía ganas de interpretar un personaje relacionado con la ciencia. Pensó en la meteorología, la física, hasta que llegó a la astronomia, que siempre le llamó la atención. Encontró a varias y dio con María Margarethe Wincklemann, nacida en 1670 en Leipzig, Alemania. Investigó sobre ella y creó un monólogo que presentó por zoom durante la pandemia junto a dos amigas actrices —Antonella Valese y Rosita Micale—que también interpretaron los suyos. En ese momento, Stefanía vivía en Madrid, al tiempo volvió a la Argentina y continuó con la elaboración de su primer unipersonal. Contactó a Antonella y le pidió que la codirija. “Trabajamos sobre varios ejes, uno fue el rol de la mujer en las ciencias, el no reconocimiento. También la necesidad de volver el tiempo atrás para pasar por el cuerpo sensaciones que quedan grabadas en la mente y en el alma”.
Antonella cuenta que es su primer trabajo como directora y que disfrutó mucho del aprendizaje. “Me interesó la temática tanto de la vida de esta astrónoma -que no conocía- como también la intención de recordarla y que la gente sepa que existió; poder reivindicar su papel en la historia”. Con su telescopio Margarethe observó el cielo y sus misterios: estrellas, cometas, auroras boreales. La destacada astrónoma a la que no le daban cargos por ser mujer, se apasionó con su labor y, pese a los intentos por opacarla, dejó su propia estela.
Itaca, Humahuaca 4027, CABA
Sábados 22.30 hs, hasta el 30 de julio
@laluzquerecorrioamargarethe
@itacacomplejoteatral
@stefaniakoessl
@antovalese
Caribe

Caribe es un nombre muy adecuado para un supermercado de los ´90, donde la primavera económica hizo ebullición y esa efervescencia artificial se desvanecía, sin remedio y con nefastas consecuencias, hacia el final de la década. Fiorella y Cinthia trabajan como cajeras en el supermercado de nombre prometedor. En un recreo durante la jornada laboral, se esconden a fumar en el depósito y ese momento rutinario se vuelve crucial para ambas. Parodian a la dueña del local, con lo que encuentran a mano intentan copiar el esplendor de sus finas ropas y el impacto de su elegancia. Una infelizmente casada, la otra atosigada por su madre, ambas atadas a un trabajo que no les gusta, irán descubriendo secretos y corriendo sus propios límites.
Yanina Gruden y Stephanie Petresky se conocieron tomando clases de teatro y tenían ganas de actuar juntas. Al llegar la pandemia, no pudieron reunirse para improvisar y Yanina aprovechó ese tiempo para escribir un texto. Se le cruzaba la imagen de dos cajeras en un sótano, fumando durante la hora de descanso, y con Stefi recordaron la obra de Jean Genet Las criadas. Inspirada en las dos hermanas que idolatran y aborrecen a la mujer para quien trabajan, Yanina ubicó esa trama en los años 90. “Yo soy muy fanática de la cultura de los 90 porque son los años de mi infancia y tenia mucha data de las telenovelas, siempre fui muy fanática del Palacio de la risa, del Parakultural, de Urdapilleta, de Tortonese”. Si bien “Caribe” parte de “Las criadas”, deviene en una obra singular, divertida, que da cuenta de una época, de sus ilusiones y sus miserias.
“Relacioné lo de la farmacia y el supermercado, ahora que consumimos tantos remedios. En los ´90 recuerdo ir con mi mamá al supermercado y estar rodeada de productos que hoy ya no existen en la Argentina. Todo te convocaba a consumir y siento que hoy pasa lo mismo con la industria farmacéutica. Me parecía interesante la relación entre farmacia, supermercado y la crisis, cómo los ´90 terminan en el 2001, prendiendo fuego todo”, afirma Yanina. Caribe, dirigida por Katia Szechtman, nos pone frente a los ojos una realidad no muy lejana, fragmentos de una época cuyo fantasma tratamos de esquivar. En esta ocasión, siendo cómplices de una hora de delirio desatado por dos cajeras de supermercado que solo bajaban a charlar y fumar en su tiempo de descanso.
El Cultural San Martín, Sarmiento 1551, CABA
Sábados y domingos, 20 hs, hasta el 3 de julio
@caribe.obra
@elculturalsanmartin
@soyfifi
@yaninagruden
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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