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35 días sin Santiago y sin justicia: “Que Macri deje de bancar lo imbancable”

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En conferencia de prensa, la familia, la abogada y los organismos de derechos humanos CELS y APDH de Chubut, dieron la noticia que no es noticia: Santiago fue víctima de una desaparición forzada. Levantado el secreto de sumario, aportaron sus declaraciones testigos clave que describieron a la justicia qué sucedió el 1 de agosto. La abogada Verónica Heredia lo sintetizó así:  “Santiago fue brutalmente golpeado por tres gendarmes, subido a un unimog y luego llevado a una camioneta. Todo estuvo dicho desde el primer momento ante autoridades que no quieren escuchar, que no quieren ver, que no quieren asumir, y eso es lo que ya está cada día más fortalecido en la causa”. En tanto, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas sigue a la espera de que el Gobierno concrete lo que prometió en la reunión que mantuvieron el jueves pasado: la conformación del grupo de expertos internacionales que participarán de la investigación, tal como propuso la familia.

35 días sin Santiago y sin justicia: “Que Macri deje de bancar lo imbancable”

La abogada Verónica Heredia; Sergio Mladonado, hermano de Santiago y Gastón Chillier, del CELS


“Que Macri deje de bancar lo imbancable”.Las palabras de Sergio Maldonado llegan a 35 días de la desaparición forzada de su hermano Santiago y con la principal hipótesis del Gobierno nacional desmentida por la justicia federal. La familia de Santiago realizó una conferencia de prensa en el Hotel Plaza de Esquel junto a su abogada, Verónica Heredia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Regional Noroeste del Chubut de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y el defensor federal de la ciudad, Fernando Machado. Ocurrió horas después de que integrantes de la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen realizaran otra conferencia en la puerta del Juzgado Federal, luego de declarar ante la justicia que Santiago llegó al territorio el 31 de julio, estuvo en la represión del 1 de agosto y que tres efectivos lo golpearon y lo subieron a los vehículos de la fuerza federal.
“Sentimos mucho dolor, impotencia”, sintetizó Sergio.
También, sostuvo:

  • Sobre los medios de comunicación: “La mayoría lo están haciendo bien, salvo los ´grandes´ que tiran muchas cosas falsas: no se dan cuenta o lo hacen a propósito. Y que la gente lo asuma y replica, sin chequearla. Tienen que tener cuidado cuando comparten. Por eso tenemos la página santiagomaldonado.com. Todo lo que es oficial es ahí. No se dejen engañar”.
  • Sobre las marchas por Santiago: “Son muy positivas. No bajen los brazos. Que salga más gente. En estas últimas quedó demostrado que todos los incidentes son armados. La gente lo puso en evidencia”.
  • Sobre el viaje a Esquel del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, y el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, a Esquel: “No tengo idea a qué vienen”.
  • Sobre los dichos del Presidente Mauricio Macri: “Que deje de bancar lo imbancable”.
  • Sobre las recompensas por la búsqueda de Santiago: “No es el caso. Esto es una desaparición forzada de persona. Eso es para extravío. Desde el principio no tiene nada que ver: se orientó mal la búsqueda”.

El Alto Comisionado de la ONU, en espera
La Oficina Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió un comunicado donde expresó su preocupación por la falta de avances “a más de un mes de ocurrida la desaparición de Santiago Maldonado en Chubut, en el marco de una protesta por la liberación del líder de la comunidad mapuche de Cushamen”. Y agregó: “La Oficina Regional del Acnudh urge a las autoridades pertinentes a realizar la investigación apegándose a los estándares internacionales en materia de derechos humanos, en particular a la Convención para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas”. Esto significa, concretamente, que debe apartarse a todo el personal de Gendarmería involucrado en el operativo que desencadenó la desaparición de Santiago Maldonado y también al jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, presente en el procedimiento.
El Gobierno recibió la semanada pasada al representante regional del Alto Comisionado, Amerigo Incalcaterra. El experto de la ONU está esperando la respuesta del Estado para ponerse a trabajar de inmediato en la causa, en línea con el reclamo específico de la familia: la conformación de un grupo de expertos internacionales que colaboren de forma activa en la investigación. Este grupo actuaría según el convenio marco que se aplicó con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en México. Un escenario que es inédito en Argentina y revela el tono y el peso que adquirió el caso: la desaparición forzada de Santiago es ya una cuestión internacional.
El testigo clave
Tres integrantes de la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen se presentaron de forma espontánea ante el Juzgado Federal de Esquel para ratificar a cara descubierta y con DNI los relatos que sostienen desde el 1 de agosto: a Santiago Maldonado se lo llevó Gendarmería. Al salir del juzgado, brindaron una conferencia de prensa.
Uno de los que habló ante los medios fue Matías Santana: dijo que Santiago estuvo el 31 de julio y el 1 de agosto en la comunidad y que esos días realizaron cortes parciales en la ruta 40 para reclamar por la liberación del lonko Facundo Jones Huala, detenido desde el 27 de junio. Luego, cuenta qué ocurrió al momento de la violenta irrupción de Gendarmería sin orden judicial al territorio mapuche: “Nos hacen replegar de forma rápida, desesperante hacia el río. Yo me monto a un caballo y cuando voy llegando escucho la voz de alto y ´quedate quieto, estás detenido´. Subí a un cerro un poco más alto y logro ver que había tres efectivos de Gendarmería que estaban golpeando un bulto, negro, con una campera celeste: esa es la que yo le presto a Santiago a la mañana. Ahí me lanzo de nuevo cuesta abajo, cruzo el río y ahí con unos binoculares logro observar que sale un Unimog de dentro de la comunidad, rápido hasta la ruta 40-70 (la intersección), estaciona una camioneta blanca perteneciente a Gendarmería, hacen una pantalla, sacan el mismo bulto que yo vi, lo introducen dentro de la camioneta y salen rumbo a Esquel. Después de podernos juntar todos los que habíamos sufrido la represión nos damos cuenta que el único compañero que faltaba era él. El pueblo sabe lo que pasó con Santiago: todos sabemos que se lo llevó Gendarmería”.

35 días sin Santiago y sin justicia: “Que Macri deje de bancar lo imbancable”

Matías Santana, testigo clave de la desaparición de Santiago


Algunos periodistas le dijeron que la fiscal federal Susana Ávila, en un reporte presentado ante el Gobierno, sostuvo que la comunidad había obstaculizado los rastrillajes. Santana lo desmintió: “Hay que comprender que tenemos nuestras propias pautas culturales. Si ellos quieren ingresar a nuestro territorio tienen que hacer una consulta previa, informada”. El mapuche confirmó algo que la comunidad ya había contado a lavaca: en el primer rastrillaje (5 de agosto) la Prefectura llegó custodiada por la Gendarmería (que aún vigilaba el territorio, a días del violento operativo). Santana: “Ya venía viciado, porque la propia Gendarmería se llevó a Santiago Maldonado”. De todos modos, la comunidad dejó ingresar a Prefectura: “Hace su rastrillaje dentro del agua, tanto de este lado, como del medio y también del otro, y dicen que no hay ninguna forma en que el compañero se hubiese ahogado porque el ramería era muy tupido. Hicieron su trabajo. En ningún momento se le prohibió”.
Santana recordó que el 16 de agosto hubo otro rastrillaje con cientos de efectivos federales, un dron y un helicóptero, pero los ataques a la comunidad siguieron: “Aquí se nota que el juez y la fiscal no tienen ganas de trabajar”.
También amplió su testimonio la persona que llevó a Santiago a la Pu Lof el 31 de julio.
El relato coincide con lo que la comunidad describió a Revista Cítrica y lavaca.org.
Mentiras, encubrimiento y otras verdades
La conferencia de la familia de Santiago Maldonado junto a los organismos, luego de 20 días del secreto de sumario, puede verse completa en el Facebook Aparición con vida de Santiago Maldonado – Oficial: https://www.facebook.com/Aparici%C3%B3n-con-vida-de-Santiago-Maldonado-Oficial-818427001659224/.
Aquí compartimos algunos de los extractos más destacados de la conferencia:
Verónica Heredia, abogada de la familia Maldonado:

  • “Es mentira que recién 36 horas después de los hechos del 1 de agosto se denunció la desaparición forzada. Santiago estuvo desde el 31 de julio en el lugar y el 1 de agosto fue brutalmente golpeado por tres gendarmes, subido a un unimog y luego llevado a una camioneta. Todo estuvo dicho desde el primer momento ante autoridades que no quieren escuchar, que no quieren ver, que no quieren asumir, y eso ya está cada día más fortalecido en la causa”. En ese sentido, advierte que el 1 de agosto a las 19:10 el defensor federal Fernando Machado tomó testimonio a una persona en la comunidad que denunciaba lo que ocurrió. Luego, esa persona fue a las 22:30 a los escuadrones de Gendarmería a preguntar si había una persona detenida. Le negaron la información. “Ahora no les queda otra que avanzar en esa dirección”.
  • Cuenta que no hubo ningún avance en la causa. “Por eso en los testimonios que se presentaron ayer y hoy en el marco de habeas corpus, entendemos que no hay dudas de que estamos poniendo las pruebas contundentes en la única hipótesis: desaparición forzada. Hasta ahora se ha dudado de Santiago, de si estaba o no en la comunidad, y se han puesto en duda los testimonios”.
  • Los resultados de los rastrillajes a los escuadrones aún no están. “Faltan resultados de muchas pruebas. Estamos trabajando en analizar la causa que recién ayer pudimos tener acceso porque durante 20 días estuvo en secreto de sumario. En función de lo que se haya hecho -aunque entendemos que no se hizo nada- vamos a analizar”.
  • “No nos llama la atención que no hayan avanzado en esa investigación. Estamos denunciando a la Gendarmería como responsable de la desaparición forzada en democracia”.

Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS:

  • “A partir del lunes quedó en claro que no existe la hipótesis del puestero. A partir del martes quedó en claro que la comunidad no es que no quiere declarar y entorpece la investigación. La hipótesis que queda- y ese es el anuncio que hay que hacer hoy- es que hubo un operativo en el que estaba Santiago Maldonado, que hubo gente que lo vio, que denunció su desaparición desde el primer día y a 35 días se encuentra desaparecido”.
  • “Durante todo este período, lamentablemente, el Gobierno, a través de la ministra de Seguridad, se dedicó a desviar la investigación en una declaración en el Congreso, donde promovió la pista del puestero, que luego fue informada por muchos medios. El Estado nacional informó al Comité de Desaparición Forzada de la ONU una serie de inexactitudes bastante graves en relación al rol de Gendarmería, a la legalidad del operativo, que no es tal. El Ministerio se encargó de diseminar estos 35 días rumores a la prensa que fueron reproducidos y recién hoy nos enteramos que mañana va a viajar el ministro de Justicia y el secretario de Seguridad. 35 días despúes. Esto hubiera sido importante hacerlo desde el primer día, colaborar con la investigación. No se hizo”.
  • “Podemos advertir inexactitudes del jefe del operativo Juan Pablo Escola (segundo del Escuadrón 36 de Esquel), que ante uno de los diarios (Clarín) dijo que no llegaron hasta la orilla del río: hay propias imágenes de Gendarmería donde se ve que sí llega. El CELS, junto con la colaboración de la familia, vamos a presentar un escrito pidiendo algunas diligencias y mencionando varias omisiones de Gendarmería hasta ahora”.
  • “Creemos que luego de haber desviado la investigación por 35 días, este debe ser un punto de inflexión en la investigación para que se investigue la hipótesis principal, que apunta a Gendarmería”.
  • “Hubo varias falencias: los vehículos no se secuestraron al día siguiente, se le pidió a la Gendarmería que los identifique”.
  • “La reacción de la ministra de Seguridad es absolutamente inapropiada: debería haberse puesto a la cabeza de la investigación administrativa frente a los funcionarios que participaron del operativo”.
  • “El Estado contestó a la acción urgente del Comité de la ONU la semana pasada a través de tres notas distintas: Secretaría de Derechos Humanos, fiscal federal Ávila y Ministerio de Seguridad. El Ministerio reproduce tres párrafos en relación con el operativo y el descargo de Gendarmería, que dice que actuó en un operativo legal porque fue bajo las órdenes del juez Otranto, quien ordenó el desalojo de la ruta. Esas órdenes habían sido el día anterior y no es extendible al ingreso de la comunidad, por lo cual esa respuesta es definitivamente falta. Se está investigando un allanamiento ilegal, desde el principio. En ese contexto, es grave la respuesta del Estado nacional ante un organismo que le reclama acciones urgentes”.

Paula Litvachky, directora del área de Justicia y Seguridad del CELS:

  • “El operativo, tal como lo describió la comunidad desde el primer momento, fue ilegal, violento, donde se cometieron muchos abusos, secuestros. Ese fue el contexto en el que desapareció Santiago. No se puede escindir la desaparición de Santiago de un operativo violento. Ya solo el modo de ingreso de Gendarmería sin orden judicial hace necesario para apartar a quien estuvo al cargo y quienes participaron. Hay indicios suficientes”.

Julio Saquero, integrante de la Regional Noroeste del Chubut de la APDH:

  • “Ha sido muy difícil para los testimonios que se presentaron en la causa hacer 100 o 140 kilómetros para presentarse en Tribunales. Acompañamos a uno de los testigos: esa persona no tenía quién la trajera, y es uno de los testimonios más importantes que se han dado. Es una abuela que ha estado en la comunidad con su nieta, toda la noche. ¿La Justicia no tiene medios para acompañar esto? Desde que se inició la recuperación hace dos años, todos los integrantes de la comunidad, casi con 40 causas, han tenido que viajar desde allá hasta acá”.
  • “¿Por qué los pueblos originarios son sometidos a esta terrible condición de no expresar su verdad? Hasta ahora no se los ha tomado en serio. Tenemos que pensar seriamente que la Justicia adolece de problemas muy básicos”.

“El jefe de la agrupación 14 de Gendarmería informó en sumario que hubo una reunión el 31 de julio en Bariloche. Allí destaca la presencia de los jefes de escuadrones de Gendarmería, de Noceti (Pablo, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad) y la presencia del ministro de Gobierno de Chubut, Pablo Durán. Destaco su importancia: dice que el ministro de Gobierno participó en esa instancia previa al operativo de Gendarmería. Hasta ahora nadie ha mencionado ese informe. Nuestra denuncia del día 2 de agosto por desaparición forzada habla de la responsabilidad de Gendarmería, de Noceti, de Bullrich y de Macri. Es la primera foja que abre un expediente que hoy tiene 1700”.

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Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

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Tiempo, emoción y galletitas. Memoria, humor y lucidez. Esos fueron algunos ingredientes de una reunión histórica y nutritiva ocurrida en 2010 entre Hebe de Bonafini y María Isabel Chicha Mariani. Una charla para recordar un día como hoy, 4 de diciembre, en el que Hebe cumpliría años, porque cuenta parte del nacimiento de un inédito tipo de movimiento social conformado por mujeres desesperadas ante la desaparición de sus hijas e hijos, nietas y nietos, tras el golpe del 24 de marzo de 1976. ¿Por qué recordar? Porque quienes olvidan todo o tienen amnesia, no saben quienes son hoy, en este momento.

Este encuentro de 2010 ocurrió en La Plata entre dos vecinas: Hebe (fallecida en 2022, quien era presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y Chicha (quien fallecería en 2018, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo). Estaban distanciadas desde hacía 29 años, y la propuesta de nota en MU permitió reunirlas. ¿Qué nos dicen sobre el presente los primeros tiempos en la historia de lucha por la aparición de sus hijos y nietos? Los viajes, las gestiones, las anécdotas, la causa de la pelea, sus reflexiones e intercambios, en los principales tramos de esta conversación inolvidable.

Por Sergio Ciancaglini

A las 6 de la tarde sonó el timbre, con una puntualidad de los tiempos en que vida o muerte podían depender de la exactitud de las citas de madres, abuelas y familiares de desaparecidos. En la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, había una mesa con tetera, tazas y medialunas, que por un rato desplazaron expedientes judiciales, recortes de diarios y denuncias de su creación más cercana, la Asociación Anahí. A esa casa de la calle 47 de La Plata, llegó Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con masas, un huevo de Pascua (enviado por Alejandra, su hija) y galletas dietéticas.
Besos, abrazos. Chicha ha perdido casi totalmente la vista. Por eso es Hebe la que dice: “Nos vestimos igual. Estamos en la misma murga”. Las risas ayudaron a sobrellevar la emoción de este encuentro en el que cada palabra y cada silencio tuvieron una carga que mejor que adjetivar, es conocer.
Chicha tiene 86 años, Hebe 81, y ambas una lucidez sin edad.
Se habían distanciado hace 29 años. Se volvieron a ver en marzo, en una exposición sobre Clara Anahí, la nieta que Chicha busca desde noviembre de 1976. Hebe fue a esa muestra en Canal 7, y del reencuentro fugaz nació la idea de una charla con MU. Con tiempo, té y galletitas.

Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

La reunión en casa de Chicha, después de 29 años distanciadas. Foto: lavaca.org

Sonrisas junto al paraíso

Hebe tiene dos hijos desaparecidos, Jorge y Raúl. A Enrique Mariani, el hijo de Chicha, lo mataron en 1977. En noviembre de 1976, un ataque de la Bonaerense bajo órdenes de Ramón Camps reventó literalmente la casa donde había al menos cinco personas que fueron acribilladas, entre ellas la nuera de Chicha, Diana Teruggi. Allí estaba Clara Anahí, tres meses de edad.
Hebe y Chicha se conocieron en noviembre de 1977, con la llegada a Buenos Aires de Cyrus Vance, enviado del presidente norteamericano James Carter, que iba a participar en un acto en Plaza San Martín. Chicha: “Yo había conocido a Licha (Alicia De la Cuadra, un hijo y una hija embarazada desaparecidos) y me dijo que podíamos ir a darle un ‘testimonio’ a Vance. Yo era una bruta, daba clases de Artes Visuales en el Liceo de La Plata pero no sabía viajar a Buenos Aires. Aprendí que un testimonio era un papel con mi caso. Cuando llegué me quedé paralizada. Estaban los funcionarios, todo lleno de milicos armados, los perros, en otro lugar había mujeres. Todas empezaron a gritar. Y se pusieron los pañuelos que tenían escondidos. Y yo sin saber qué hacer, con el papelito apretado contra el pecho. Vino una mujer corriendo, me dijo: ‘Dame el testimonio’, y se lo llevó a Cyrus Vance. Era Azucena Villaflor, la fundadora de Madres”.
Con Licha ya habían resuelto encontrarse allí mismo con otras mujeres que buscaban a sus nietos. “Nos juntamos abajo de un paraíso, frente al Colegio Militar. Nos debían estar filmando desde adentro. Conocí a Ketty (Beatriz Neuhaus) y me llevé una sorpresa: me saludó con una sonrisa. Y Eva Castillo, lo mismo. Pensé que no tenía que andar con esa cara de desgraciada, si ellas intentaban que el encuentro no fuera tan ingrato”.
Así, el 21 de noviembre, nacía Abuelas. Hebe, intencionadamente: “¿No era el 22 de octubre, entonces?” La diferencia de fechas es parte tal vez de las distancias nacidas con la salida de Chicha de Abuelas, en 1989. “Hubo cosas que no me gustaron y siguen sin gustarme, pero no quiero hablar de eso. No quiero que nada demore el trabajo de buscar a mi nieta”. Hebe: “Pero tu trabajo fue fundamental, y en los momentos más difíciles con vos al frente, fue que lograron recuperar a los primeros 60 chicos. Todos lo sabemos. Y por eso te quiero decir que todas las Madres te mandan un beso grande, te apoyamos totalmente en lo que necesites”.
Chicha se emociona, y me cuenta: “Pero aquel día, cuando me iba a volver, la veo a Hebe que dice: ¿quién va para La Plata? Cuando me acerqué, no me preguntó si quería que fuéramos juntas. Directamente me dijo: ¡vamos!” Se ríen y Hebe agrega datos no descartables: “Los pañuelos eran en realidad los viejos pañales que guardábamos para nuestros nietos. Los habíamos usado primero en octubre, para poder reconocernos en una marcha a Luján. Las que nunca los usaron fueron Azucena, y Esther Careaga, porque decían que parecíamos monjas”. Azucena, Esther y Mary Bianco desaparecieron poco después, en diciembre de 1977, operativo de la ESMA alrededor de la Iglesia de la Santa Cruz, merced a la infiltración de un falso hermano de desaparecidos, que en realidad era Alfredo Astiz.
 

Madre de la bombacha roja

Los viajes de estas dos mujeres recién comenzaban. Chicha empieza a reírse, recordando uno de sus regresos en colectivo, desde Quilmes.
 
Hebe: Yo iba con la carpeta de denuncias, paraguas, piloto, fiambres y chorizos.
Chicha: Y yo llevaba salamines, lo hacíamos medio para disimular, y para hacer algún mandado de paso.
H: Cuando llegamos, me paro, se me cae la pollera, y quedo en bombacha.
C: Escuché la risotada de Hebe, que para no largar los chorizos no se subía la pollera. No la veía bien porque yo iba agarrada a los salamines. Pensé que tenías combinación.
H: ¡No! Para mi las enaguas eran cosa de vieja, y para colmo me habían regalado una bombacha roja y era justo la que llevaba puesta. Más trola imposible.
Otra ronda de té. Chicha toca la mano de Hebe.
 
C: Pero te quiero recordar algo más, también por el 77 o 78. Un día apareciste con vestido celeste, planchadito. La noche anterior se había escuchado un tiroteo. Viniste a avisarme que ibas a ver qué pasaba. Y llevabas una canastita con comida por si había alguien que necesitara algo. Te pregunté si querías que fuera con vos, dijiste que no. Fue una prueba de coraje. Yo no me atrevía a ir.
H: Esas cosas nacen pensando en que si tu hijo está en esa situación…
C: El tema es cómo superar el miedo sin paralizarse.
H: Las mujeres lo sabemos. Es como parir. No pensás en vos, ni en quedarte quietita, pensás que tenés que hacer fuerza para que nazca y sea sano. Pero además, se llevan a tu hijo ¿Hay algo peor, más horrible? Así que nada: hay que seguir.
C: Yo pensaba que si me llevaban no iba a aguantar ni dos minutos en la mesa de torturas. Soy muy sensible al dolor. Mi ilusión era morirme enseguida. Qué tonta, ¿no?
H: Una piensa estupideces. Yo andaba siempre con cepillo de dientes, calzoncillos y pañuelitos en una bolsita, por si encontraba a mis hijos. Todos éramos muy inocentes. Hasta los chicos. Un día entro al cuarto del mayor y estaba con unos amigos, todos atándose. ¿Qué hacen? “Practicamos cómo desatarnos por si nos agarran”. Creían que les iban a dar tiempo.
C: Nunca imaginaron la perversión.
H: Habían preparado todo para saltar a lo del vecino. Pobres. A uno de mis hijos lo encontraron por mi vecina, que dijo que había reuniones en la casa y pasaba algo raro.
C: Pensar que tanta gente pudo ayudar, pero se calló. No sé qué tenemos adentro. El enano fascista.
H: Pero fijate al revés: otro vecino salió a avisarle a mi hijo que lo esperaba la policía, y entonces se lo llevaron a ese vecino. Después lo soltaron, pero el tipo no quería ni verme. Es difícil juzgar.
C: Sí, pero yo veo que tenemos raíces. Hace mucho quiero hacer un libro, la Historia de la Infancia Argentina. Desde los españoles que llevaban chicos y chicas indígenas como esclavos y sirvientes, después los terratenientes con derecho a hacerles hijos a las mujeres campesinas y apropiarse de ellos. El derecho de pernada, que todavía existe, del patrón sobre la primera noche de cada niña. Hagamos un salto: llegan los militares, se llevan a los chicos, y mucha gente lo ve bien. Yo creo que es todo ese residuo ancestral, que produjo la enorme vergüenza de un pueblo que se supone culto, pero no abrió la boca, no tomó la defensa de ningún niño. Me atrevo a decirlo porque es mi pueblo. Pero no puede ser que haya parecido normal que los chicos sean secuestrados y apropiados.
H: Hacé el libro. Nosotras lo podemos imprimir.
C: Te cuento algo más. El secretario de Pío Laghi, monseñor Celli, les dijo a dos abuelas, Elba Ford y Delia Penela: “Dejen de molestar, imagínense los chicos están con familias que pagaron 4.000 pesos por cada uno, eso les dice que los van a cuidar bien”.
 
Hebe da un respingo. “Tengo una información muy importante que contarte cuando estemos solas”.
Les propongo apagar el grabador. “No, totalmente solas. Encerradas en el baño”, dice Hebe, entre las carcajadas de Chicha. ¿El baño es un lugar para intercambiar datos? Hebe: “Claro. Hay cagadas, pero de otra clase”. Chicha: “Me estoy divirtiendo. Mirá, cada una habrá hecho o dicho cosas. Pero somos leales”. En una época engañaron a Chicha diciéndole que podría recuperar a su nieta. “Le hice a Hebe un poder para que cuidase a mis padres por si yo tenía que irme al exterior. Todavía lo tengo guardado”.
 

El día que se distanciaron

Siguen las cataratas de diálogos:
C: ¿Te acordás cuando estuvimos con Sandro Pertini? (Presidente de Italia)
H: Estábamos en un departamentito vacío, con dos camas y dos colchones. Como éramos cuatro (con Elida Galetti y María Del Rosario Cerrutti) nos turnábamos: cama sin colchón, o colchón en el piso. Calentábamos agua en una jarrita para poder bañarnos.
C: Salimos de compras y vos llevabas la comida en una bolsita.
H: Comprar era un lío, como no sabíamos italiano, tenía que hacer el gesto de limpiarme el que te dije para que entendieran de queríamos papel higiénico.
C: Y de repente nos avisan que vayamos urgente al Quirinale, que Pertini nos iba a recibir. Salieron los del protocolo, agarraron nuestros tapados pero Hebe no quería darles el tapadito ni la bolsa de comida.
H: ¡Con lo que nos costaba la comida, mirá si se las voy a dar! Además yo había salido así nomás, con ropa medio feona, no quería sacarme el tapado. Pertini lloró con nosotras, denunció a la dictadura. No lo reconoció a Videla. Fue de los pocos.
C: Pero cuando salimos, en esos salones principescos, había un sillón de terciopelo con la bolsita de nuestra comida.
¿Cuándo se distanciaron?
C: Capaz que ni te diste cuenta. Yo me enojé con vos en la Catedral de Quilmes. Las Madres la habían tomado. Yo las acompañaba. Seríamos 20 entre todas. Hiciste un comentario de esos que hacés vos, fuerte. Yo dije: “No podemos seguir discutiendo”, y me abrí.
H: Ya me acuerdo, fue en 1981, después de la primera Marcha de la Resistencia. Claro, lo querían mucho al obispo (Jorge Novak) y yo le decía de todo. Fue así: terminó la Marcha y nos fuimos para Quilmes. Teníamos termos, frazadas, hasta walkie talkie (en la era pre-celulares y pre-Internet). Estábamos comiendo heladito en la plaza, todas separadas para que nadie se diera cuenta. Juanita Pergament se encargaba de la prensa. Pero llegó antes de tiempo con los periodistas, tiramos los helados y nos metimos corriendo antes de que nos cerraran la Catedral. Se armó un quilombo padre. Y ya ni sé qué le habré dicho al viejo ese. Me decían: “Claro, tomás la Catedral del que sabés que no te va a echar”. Y claro, no iba a ir a una donde nos rajaran. El ayuno duró 12 días, hasta Navidad. Pero es cierto, siempre fui una desbocada. Ella no (señalando a Chicha). Ella lo que tuvo es el rigor, la prolijidad para investigar todo. Impresionante.
C: Mi desesperación era encontrar a Clara Anahí. Todo lo que fuera distraer esa búsqueda para discutir, me sacaba de quicio. Pelear con Hebe no tenía sentido. Además, te acordás que una vez en tu casa te dije: mi hijo está muerto. Mi búsqueda es diferente. Las Abuelas tenemos que recurrir a la justicia. Las Madres tienen otro reclamo. Fue bueno que cada una fuera por su lado.
  

La hora del secreto

Hebe cuenta que a pedido de su hijo Raúl una vez sacó a una mujer y a un chiquito al Brasil, todos con documentos falsos, en plena dictadura. “Lo llevaba en brazos yo, porque si agarraban a la mamá, por lo menos se salvaba la criatura”. Chicha tuvo lo suyo, pero en democracia: “Con Mirta Baravalle, una valiente, llevamos a un chiquito a Brasil, donde tenía familia. La mamá había muerto ese día en el ataque a La Tablada (enero de 1989). Lo hicimos en secreto. Nunca supe de él”.
 
¿Cuáles son las claves para actuar en estas situaciones donde todo parece en contra?
C: Hay que aprender a mirar para afuera de uno, de la casa, captar todo lo que hay alrededor. Aprender todo lo que quepa en el cerebro, en el cuerpo y en la memoria.
H: Es cierto. No pensar en uno. El otro soy yo. Lo que le pasa al otro me pasa a mí. Y no parar. Como hizo Chicha. Lo que está haciendo ahora es muy importante con la Asociación Anahí. Hay que conocer eso. Porque ella tiene un modo especial que le llega mucho a la gente. Hoy como funciona la política, no sirve. Hay que cambiar el estilo. A nadie le interesa hablar de marxismo, trotskismo ni peronismo. No te dan bola. Funciona que haya gente como Chicha, o las cosas que hacemos nosotros con el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex ESMA), con la Universidad, la radio y todo lo demás”.
 
Sobre el presente, Chicha dice: “El gobierno hizo avances, pero para mí falta que apuren a las fuerzas militares para que digan qué pasó con los desaparecidos y los chicos apropiados. Lo saben, tienen el material. Entonces, que digan la verdad”.
Hebe: “¿Te digo lo que te tengo que contar”. Chicha le responde “vamos” y zarpan las dos tras una puerta vaivén. La reunión no fue en el baño, sino en la cocina de la casa de Chicha. Vuelven, sin apiadarse del cronista.
Hebe: No sabés lo que te perdiste.
Chicha: Ya lo sabrás alguna vez.
Hebe: Ella sabe unas cosas. Yo sé otras. Es lo que hicimos siempre. Juntar lo que cada una sabe, y armar el mapa, para saber dónde estamos paradas.

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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