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Ley de humedales: que la cuarta sea la vencida

La Cámara de Diputados presentó por cuarta vez el proyecto de Ley de Humedales con la presencia de decenas de organizaciones y movimientos sociales que exigen su urgente sanción hace una década. El texto es el mismo que fue consensuado por todos los bloques de la Cámara Baja en 2020 y que perdió estado parlamentario en febrero al mismo tiempo que los incendios en Corrientes arrasaban con el 11% del territorio provincial. Por ese motivo, las organizaciones fueron claras: “Ya es hora que la voz del territorio pese más que la voz de los lobbys”.
La Cámara de Diputados de la Nación fue escenario de una nueva presentación del proyecto de Ley de Humedales. Impulsado por el diputado Leonardo Grosso (Movimiento Evita) y acompañado por más de veinte firmas de diputados y diputadas (la mayoría oficialistas), pero sostenido en la calle durante una década por organizaciones y movimientos sociales, el proyecto ingresó con el texto del dictamen consensuado en 2020 que perdió en febrero estado parlamentario por no ser tratado.
Es que el proyecto de Ley de Humedales tiene historia en el Congreso de la Nación. Los primeros se presentaron en 2013, hace casi una década, y obtuvieron media sanción en el Senado, pero luego perdieron estado parlamentario por no ser tratados en Diputados. En 2016 pasó lo mismo: media sanción en la Cámara Alta y pérdida de estado parlamentario por no ser tratado en la Cámara Baja. Luego, los proyectos presentados en 2018 perdieron estado sin siquiera ser tratados. Con la urgencia ineludible de los incendios de 2020 se presentaron 15 proyectos (10 en Diputados y 5 en el Senado), que se unificaron en un texto de dictamen discutido ampliamente (participaron representantes de 18 provincias) en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados, presidida hasta diciembre por Grosso. Sin embargo, el tratamiento en las otras comisiones no continúo y al comienzo de este año perdió nuevamente estado parlamentario, al mismo tiempo que los incendios en Corrientes estaban arrasando con el 11% de su territorio.

A partir de ese dictamen se volvió a presentar el proyecto que ya llega tarde: se estima que en los últimos 300 años ha desaparecido el 87% de los humedales del planeta. En Argentina, y sólo en este año, en Corrientes se quemaron casi un millón de hectáreas: la superficie quemada equivale a 46 veces la Ciudad de Buenos Aires.
Es por ello que el proyecto busca que se le brinde a los humedales un uso ambientalmente respetuoso, que las actividades preserven sus funciones ecológicas y se eliminen los factores que los perturban. Además, dispone fondos para protegerlos, estimula la participación ciudadana en la toma de decisiones, y propone un inventario para registrar de manera colaborativa las zonas de humedales.
La vida en juego
En la presentación del proyecto participaron diputados, diputadas, y senadoras, quienes escucharon a representantes de organizaciones que sostuvieron la urgencia de su sanción. “Se está poniendo en juego la vida”, sostuvo contundente Estefanía Villalba, de la Multisectorial de Humedales, por eso pidió que no vuelva a perder estado parlamentario: “Este proyecto es fruto de discusiones, ha generado mucho consenso y nosotros lo vamos a seguir apoyando. Sabemos que la fuerza está en la organización de los territorios y desde ahí queremos darle fuerza”.
Otro de los oradores fue Emilio Spataro, investigador, experto en gestión ambiental y activista en defensa de los bosques desde hace casi dos décadas, uno de los fundadores de la organización Guardianes del Yverá. Spataro habló vía zoom desde la provincia de Corrientes, donde este año se quemó el 11% del territorio provincial, el 40% del Parque Nacional Iberá y el 13% de los esteros, una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. Por eso comenzó su intervención señalando y resaltando que las consecuencias de las pérdidas, casualmente ocurridas al mismo tiempo que la ley perdió estado parlamentario, “han sido bestiales”. Y agregó: “No podemos dilatar más la sanción para que, en vez de perder humedales, empecemos a recuperarlos y gestionarlos en el marco de criterios de sustentabilidad”.
Ya es hora, y por eso Spataro pidió a quienes deben sancionar la ley: “Dejen de lado la discusión y pasen a la negociación. La discusión está agotada, fue extensa y seria, lo que tiene que venir ahora es voluntad política”. Su intervención fue ovacionada en el anexo de Diputados y generó los primeros cánticos de la tarde: “Ley de humedales queremos ya y que a la vida se la deje de quemar”.
Durante la presentación, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, se expresó mediante twitter: “Acompañamos la presentación del proyecto de #LeyDeHumedales. Argentina debe dar una discusión profunda y federal que nos permita avanzar en una Ley que cuide y preserve los humedales”. Dejó así ver que desde el Poder Ejecutivo no se realizará la presentación de un proyecto propio, lo cual había sido anunciado y fuertemente resistido desde las organizaciones. En la presentación del proyecto participó el viceministro, Sergio Federovisky, que dijo que acompañarán el proyecto y citó en su intervención al Papa.

El tratamiento que se viene
“Entiendo que hay un solo proyecto de parte del oficialismo”, sostuvo al respecto el diputado Leonardo Grosso en diálogo con lavaca.
En la Cámara de Diputados no se conformaron aún las comisiones, ni quienes las van a presidir. Se estima que las comisiones a las cuales va a tener giro el proyecto serán las mismas que el último año: Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano; de Intereses Marítimos, fluviales, pesqueros y portuarios; de Agricultura y Ganadería; de Legislación General; y de Presupuesto y Hacienda.
La estrategia será que el debate no sea en cada comisión. “Queremos que se trate en plenario de comisiones y que ahí cada diputado y diputada diga que piensa sobre el tema”, dijo Grosso.
Con el mismo espíritu para que el proyecto se convierta en ley lo antes posible es que se presentó el texto obtenido en el dictamen del año pasado. “Fue una síntesis enorme de años de pelea por la ley de humedales, y de trabajo parlamentario muy intenso, nos parecía que re presentarlo hoy era una manera de acelerar el debate que necesita la argentina para tener una ley de humedales lo antes posible”, expresó el diputado. Así, este proyecto aumenta el apoyo político y achica el proceso de debate”.
Más acá de los anuncios, las organizaciones ya conocen los tiempos políticos. Por eso, fueron claras respecto a la urgencia del tratamiento del proyecto. Spataro, desde Corrientes, le habló a los diputados y diputadas: “Ya es hora que la voz del territorio pese más que la voz de los lobbys que se oponen a una ley de humedales. Ya es hora que legisladores, de una vez por todas, digan con honestidad intelectual que prefieren favorecer al monocultivo forestal a pesar del riesgo que significa para toda la provincia de Corrientes, o a pesar de ser un modelo extremadamente subsidiado que no ha generado ningún entramado de desarrollo y ha generado pérdida de humedales. Que lo digan de cara a la sociedad para que cada uno conozca a qué intereses responden en vez de esa cosa mezquina de dejar morir una ley una vez más cuando hay cada vez más personas empujando y clamando desde los territorios que, por favor, la clase política nos brinde herramientas para poder gestionar, discutir, pensar, desde cada localidad, la forma de producir y ocupar los mismos”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani