CABA
Lo que hay para ver: los secretos para no abatatarse

La obra homenaje al genial Batato Barea, La moribunda, cobra un nuevo significado luego de haber atravesado una cuarentena donde el afuera era una amenaza. Y también la figura de Batato representa el pasaporte a la afirmación artística e identitaria de Quique Luna, quien dirige la obra en el ciclo OrguYo de Mu Trinchera Boutique. Como una perra en un descampado reafirma la capacidad curativa del arte: exorcizar el dolor profundo echa luz donde se creía que ya no podía verse más que penunmbras. Los Secretos invita a explorar el universo de los lazos amorosos y los hilos que entretejen los pequeños nudos de lo que queremos resguardar para no sentirnos a la intemperie. Por último, la danza nos invita a preguntarnos las mil y una formas de pasar por el cuerpo las vivencias y recuerdos que nos hacen ser quienes somos.
La moribunda
El ciclo OrguYo ofecerá este domingo 21 de noviembre su segunda presentación: La obra La moribunda, surgida del under de fines de los ´90 y ya convertida en un clásico. Con dramaturgia de Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese, es un homenaje al recordado actor, clown y performer Batato Barea que en esta oportunidad será intrerpretada por Principutx y Nai Gonzalez P. Las hermanas Te Kanawa viven encerradas, la mayor, Kiri, agoniza y Karren y Kara deforman la dura realidad con exceso de fantasía. “Cuando esta obra se creó originalmente fue pensada en un contexto distinto al que tenemos ahora. Pero curiosamente sus tópicos encuentran resonancia en este contexto de la pandemia/postpandemia: el encierro, la abrumadora y constante presencia de la muerte, el mundo apocalíptico. Entonces todo eso se actualiza, se puede ubicar en el aquí y ahora, en las casas de todes durante la primera cuarentena”, cuentan quienes interpretarán la obra en el escenario de MU Trinchera Boutique.
El director, Enrique Luna, se refiere al significado de Batato en su vida: “Representa la primera vez que me puse un vestido y tacos para actuar. Estaba cursando el primer año de Actuación de la UNA con Bernardo Cappa y no me encontraba con la propuesta del docente. Una noche, en una improvisación, me puse un vestido negro de una compañera e improvisé un poema sobre unos hinchas de Atlanta que me devoraban entera. Terminó la impro y el profe me sugirió investigar el teatro de Batato y Urdapilleta. Yo ni sabía quiénes eran, tenía a Gasalla y a Tortonese en la mente pero no a Batato y a Urda. Todavía vivía en lo de mi viejo, en la Villa 21—24 de Barracas, y tenía mucho miedo (y muchas ganas) de travestirme para actuar. Conseguí el libro Te lo juro por Batato en la librería del Rojas y me puse a ver los sketches de ATC de Tortonese, Gasalla y Urdapilleta en YouTube. Me compré una peluquita carré hermosa, una pollerita roja, unos tacos divinos y una camisa de señora (todo en el Once). Cuando colgué en el patio de casa el vestuario, para sacarle el olor a naftalina de la feria americana, mi viejo me preguntó ´¿Qué es eso?´. Yo le respondí muy segura: ´Vestuario para hacer teatro´, y la conversación terminó ahí. Hoy día me doy cuenta de que el legado de Batato me ayudó tanto a encontrarme como artista como en una identidad que se corre del binarismo”.
El actor y performer Peter Pank, co-director de La peli de Batato, les dio permiso para incluir algunos fragmentos del film. “Creemos que quienes hacemos teatro desde la disidencia hoy día tenemos mucho
que agradecerle a las personas que pusieron el cuerpo antes que nosotres y hacer esta obra es nuestra forma de dar las gracias”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Domingo 19 hs
@mu.trinchera.boutique
@enrique.0.luna
@tierra_de_tormentas_niko
@principutx
Como una perra en un descampado

Esta obra teatral es una experiencia catártica de su dramaturga, es reparadora para quienes vivieron una experiencia similar y refiere a una fuerza ancestral que hermana en la fatalidad, como un motor que impulsa, que salva. Julia es maesta, Paulo es técnico teatral y están transitando el quinto mes de embarazo. Julia se siente mal, va a hacer la consulta y les espera la peor noticia. Lejos de ser solo el relato de un momento de profundo dolor y desencanto, la obra propone el humor que afloja y ayuda a sobrellevar la tensión y la incursión de una historia entre una actriz, un director y un texto que acaricia la desazón de la pareja protagonista.
La psicóloga, dramaturga y directora catalana Claudia Cedó escribió para la presentación de la obra, estrenada en 2018: “Estaba embarazada de cinco meses cuando perdí mi hijo. La decisión de escribir la obra fue una necesidad. Todos tenemos nuestro descampado. Un lugar árido que hemos tenido que atravesar en algún momento de nuestra vida. Escribiendo he revisitado este descampado mío y le he encontrado una luz más bonita. Para mí, ha sido un grito a la vida, una manera de rendir homenaje a esta criatura que no ha podido tener la vida que yo le había imaginado. Mi manera de explicar lo que sentí, de compartirlo, y de darme cuenta de lo mismo que la protagonista descubre en la obra: que incluso las sombras más oscuras no dan tanto miedo cuando se las ilumina”.
La directora Corina Fiorillo leyó material de Claudia Cedó e hizo contacto especial con Como una perra en un descampado porque le pareció un texto sensible e inteligente. “Tiene algo maravilloso para contar, en lo que yo creo, y cuando lo leí dije: quiero contar esto, que es el hecho de que todos pertenecemos a una unidad. Hay momentos en que Julia dice: si yo no puedo va a poder ella, o si pude algo fui yo y todas las que me precedieron”, cuenta Corina. Hay un juego constante entre las escenas reales y las oníricas y eso la entusiasmó. Durante la pandemia, el elenco hizo ensayos por zoom, y mientras Corina imaginaba la puesta. “El montaje es complejo y este elencazo es digno de mi admiración”. Está compuesto por: Victoria Almeida, Milagros Almeida, Estela Garelli, Federico Ottone, Mercedes Torre y Abian Vainstein, el músico en escena es Tomás Pol.
Julia se quiebra, reflexiona, se ilusiona, pregunta, se derrumba, se sostiene, se fortalece. Vive una pesadilla y sabe que tiene que enfrentar una zona oscura para la que no estaba preparada. Nadie lo está. Me siento sola, desamparada, como una perra en un descampado, dice. Habla de los consuelos de los demás, del ya vendrá otro, pero es hora de asumir la pena por los “270 gramos de realidad”. Luego podrá mirar “al espectro a la cara” y será capaz de ver la luz que se esconde en las sombras.
Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378, CABA
Martes, 20.30 hs. Hasta el 14/12
@teatroelextranjero
@comounaperraenundescampado
@corinafiorillo
Los Secretos

El tiempo, el amor y la muerte. Esos son los tópicos sobre los que se propuso escribir el joven dramaturgo de 29 años, Juan Andrés Romanazzi en la trilogía De las veces que imagino. Cada una se manifiesta en una obra teatral: Las Promesas, estrenada en 2019, tiene que ver con el tiempo, Los Secretos, con el amor y Las Despedidas, con la muerte. Paula Fernández Mbarak —también trabajó en Las Promesas— e Iván Moschner son les intérpretes de Los Secretos, con música de Gabirel Motta. “La escribí pensando en ellos, estoy muy enamorado de su trabajo. Hay algo que funciona en mi dramaturgia que tiene que ver con escribir desde el cuerpo, el teatro tiene que ver con eso, con el cuerpo puesto en escena”, cuenta Juan, quien nació en La Rioja y vive en Capital desde los 6 años.
El observador resulta ser el observado: él trabaja en un sistema de videovigilancia para edificios e ignora que ella lo mira a través de la pantalla desde hace tiempo, atenta, embelesada. Es profesora de literatura y no puede evitar analizar sistemáticamente la frase de preocupación que él le dirige cuando ella tropieza y cae ante su vista. La situacion es un tanto bochornosa, pero finalmente él reparó en ella. Podría ser el comienzo de una clásica historia de amor. Lo es, y a la vez, no.
Las pequeñas historias, las cotidianas, sin brillos ni glamour, encierran una fascinación extraordinaria apenas se escarba en ellas. Encontramos aquí dos seres con los brazos extendidos hacia la aventura del amor. Y no siempre se busca lo mismo, pero a veces se encuentra algo de lo que se necesita para iluminar nuestras oscuridades. Los Secretos expone aquello que ocultamos para no ser descubiertxs en la fragilidad. “La primera vez que vi por la calle uno de estos sistemas de videovigilancia, me cayó como un cimbronazo de que estábamos entrando en otra era donde nos estamos convirtiendo casi en máquinas, con el uso de celulares, las relaciones virtuales. Esto lo escribí antes de la pandemia, en un momento dudé de si tenía sentido hacer la obra porque me había quedado un poco antiguo el misterio de la aparición cibernética de este totem, pero mucha gente me comenta que la virtualidad se ha puesto en un lugar tan fuerte, que la obra tiene otra significancia”.
La figura del encastre —explica Juan— da sentido a algunas instancias relacionadas con la escenografía, la iluminación y la historia. “Aquello que sobresale de algún lugar, hay otro que tiene la concavidad necesaria para que eso encastre, que no es con la idea romántica del amor ni de las cosas sino justamente con esto de que todo lo que sobra de algún lado, a otra parte le está faltando y eso también tuvo que ver con la puesta, pensar como lograr que estos dos personajes se encuentren a medida que avanza la obra sin llenarla de demasiadas cosas y buscando la simpleza de lo que pasa entre ellos”.
Hay que pedir bien, —dice la protagonista— Yo pedí ser sirena. Y quien sueña con ser sirena, será feliz con quien se sueñe mar. “La obra habla sobre las relaciones, sobre lo dificil que es ser sincero con uno y con los demás, también habla mucho de la idealización, lo fácil que es quedarnos solos, sobre el amor por fuera de la idea romántica, el amor que tiene una zona dolorosa que hay que atravesar para que realmente exista, un amor que no es liviano, el amor que construye”.
El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034, CABA
Lunes, 21 hs. Hasta el 6/12
@elporton.desanchez
@lossecretosok
@juanandresromanazzi
@paulafernandezmbarak
@ivanmoschner
@gabriel.mottamusic
Colosa

¿Cómo narrarías tu historia? La bailarina y coreógrafa María Kuhmichel la cuenta con el carisma de su anatomía. El suelo como sostén y escenario, su corporalidad como eslabón fundamental de una y otra vivencia. María trabaja a partir del diálogo del cuerpo, la emoción y la mente. “Esta tríada se retroalimenta segundo a segundo para dar vida a lo que hacemos”, asegura.
La obra transitó un proceso de cuatro meses y quince ensayos. María venía soñando con este solo desde hace años y en colaboración creativa junto a Michel Capeletti y Carolina Villa, dieron forma a Colosa. “El trabajo tiene una base muy fuerte en lo biográfico pero sin pretender crear una obra en donde se relata mi vida. Más bien hay un intento por capturar ideas, deseos, esencias, experiencias transitadas por mi y mezclarlas con la fantasía de cómo me gustaría estar hoy en escena. Algunas de las premisas con las que trabajamos fueron: La fantasía, Exponerme/Expose-me/Ex/Pose, Me expornotranscorporiso, Lo ficcional – Ser yo y no ser, Cuerpos mitológicos, Seducir, Fracasar, Explotar, Errar, Morir, Trans-Formar Trans-nacer Trans-ser, Resonar en los estallidos, ¿Cuántas veces me hubiese gustado cambiar el curso de los hechos?, Siempre enamorada, intensa y dramática, Todo lo que ven de mí y no soy, ¿Quién soy? ¿Quién podría ser?, Arte erótico, Surrealismo, ¿cómo narrarías tu historia? ¿qué expondrías de ella?”
Bailar la propia historia, barajar ficción y realidad para ver qué aparece ¿Cuáles son las maneras de contar tu propia historia? ¿Qué mueve a un cuerpo? “Siento que la manera en la que me expongo es muy particular y me genera sensaciones encontradas, me da mucha felicidad porque era uno de mis deseos estar así en la escena pero también es algo nuevo para mí. Y más allá de que hoy está teniendo su proceso con los espectadores deseamos el año que viene tener nuevamente una etapa de ensayos para seguir explorando este intenso y hermoso universo que abrimos”.
Teatro del Perro, Bonpland 800, CABA
Viernes 22 hs. Hasta el 26/11
@teatrodelperro
@kuhmichelmaria
@michelcapeletti
@carovillana
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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