CABA
Lo que hay para ver: los secretos para no abatatarse

La obra homenaje al genial Batato Barea, La moribunda, cobra un nuevo significado luego de haber atravesado una cuarentena donde el afuera era una amenaza. Y también la figura de Batato representa el pasaporte a la afirmación artística e identitaria de Quique Luna, quien dirige la obra en el ciclo OrguYo de Mu Trinchera Boutique. Como una perra en un descampado reafirma la capacidad curativa del arte: exorcizar el dolor profundo echa luz donde se creía que ya no podía verse más que penunmbras. Los Secretos invita a explorar el universo de los lazos amorosos y los hilos que entretejen los pequeños nudos de lo que queremos resguardar para no sentirnos a la intemperie. Por último, la danza nos invita a preguntarnos las mil y una formas de pasar por el cuerpo las vivencias y recuerdos que nos hacen ser quienes somos.
La moribunda
El ciclo OrguYo ofecerá este domingo 21 de noviembre su segunda presentación: La obra La moribunda, surgida del under de fines de los ´90 y ya convertida en un clásico. Con dramaturgia de Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese, es un homenaje al recordado actor, clown y performer Batato Barea que en esta oportunidad será intrerpretada por Principutx y Nai Gonzalez P. Las hermanas Te Kanawa viven encerradas, la mayor, Kiri, agoniza y Karren y Kara deforman la dura realidad con exceso de fantasía. “Cuando esta obra se creó originalmente fue pensada en un contexto distinto al que tenemos ahora. Pero curiosamente sus tópicos encuentran resonancia en este contexto de la pandemia/postpandemia: el encierro, la abrumadora y constante presencia de la muerte, el mundo apocalíptico. Entonces todo eso se actualiza, se puede ubicar en el aquí y ahora, en las casas de todes durante la primera cuarentena”, cuentan quienes interpretarán la obra en el escenario de MU Trinchera Boutique.
El director, Enrique Luna, se refiere al significado de Batato en su vida: “Representa la primera vez que me puse un vestido y tacos para actuar. Estaba cursando el primer año de Actuación de la UNA con Bernardo Cappa y no me encontraba con la propuesta del docente. Una noche, en una improvisación, me puse un vestido negro de una compañera e improvisé un poema sobre unos hinchas de Atlanta que me devoraban entera. Terminó la impro y el profe me sugirió investigar el teatro de Batato y Urdapilleta. Yo ni sabía quiénes eran, tenía a Gasalla y a Tortonese en la mente pero no a Batato y a Urda. Todavía vivía en lo de mi viejo, en la Villa 21—24 de Barracas, y tenía mucho miedo (y muchas ganas) de travestirme para actuar. Conseguí el libro Te lo juro por Batato en la librería del Rojas y me puse a ver los sketches de ATC de Tortonese, Gasalla y Urdapilleta en YouTube. Me compré una peluquita carré hermosa, una pollerita roja, unos tacos divinos y una camisa de señora (todo en el Once). Cuando colgué en el patio de casa el vestuario, para sacarle el olor a naftalina de la feria americana, mi viejo me preguntó ´¿Qué es eso?´. Yo le respondí muy segura: ´Vestuario para hacer teatro´, y la conversación terminó ahí. Hoy día me doy cuenta de que el legado de Batato me ayudó tanto a encontrarme como artista como en una identidad que se corre del binarismo”.
El actor y performer Peter Pank, co-director de La peli de Batato, les dio permiso para incluir algunos fragmentos del film. “Creemos que quienes hacemos teatro desde la disidencia hoy día tenemos mucho
que agradecerle a las personas que pusieron el cuerpo antes que nosotres y hacer esta obra es nuestra forma de dar las gracias”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Domingo 19 hs
@mu.trinchera.boutique
@enrique.0.luna
@tierra_de_tormentas_niko
@principutx
Como una perra en un descampado

Esta obra teatral es una experiencia catártica de su dramaturga, es reparadora para quienes vivieron una experiencia similar y refiere a una fuerza ancestral que hermana en la fatalidad, como un motor que impulsa, que salva. Julia es maesta, Paulo es técnico teatral y están transitando el quinto mes de embarazo. Julia se siente mal, va a hacer la consulta y les espera la peor noticia. Lejos de ser solo el relato de un momento de profundo dolor y desencanto, la obra propone el humor que afloja y ayuda a sobrellevar la tensión y la incursión de una historia entre una actriz, un director y un texto que acaricia la desazón de la pareja protagonista.
La psicóloga, dramaturga y directora catalana Claudia Cedó escribió para la presentación de la obra, estrenada en 2018: “Estaba embarazada de cinco meses cuando perdí mi hijo. La decisión de escribir la obra fue una necesidad. Todos tenemos nuestro descampado. Un lugar árido que hemos tenido que atravesar en algún momento de nuestra vida. Escribiendo he revisitado este descampado mío y le he encontrado una luz más bonita. Para mí, ha sido un grito a la vida, una manera de rendir homenaje a esta criatura que no ha podido tener la vida que yo le había imaginado. Mi manera de explicar lo que sentí, de compartirlo, y de darme cuenta de lo mismo que la protagonista descubre en la obra: que incluso las sombras más oscuras no dan tanto miedo cuando se las ilumina”.
La directora Corina Fiorillo leyó material de Claudia Cedó e hizo contacto especial con Como una perra en un descampado porque le pareció un texto sensible e inteligente. “Tiene algo maravilloso para contar, en lo que yo creo, y cuando lo leí dije: quiero contar esto, que es el hecho de que todos pertenecemos a una unidad. Hay momentos en que Julia dice: si yo no puedo va a poder ella, o si pude algo fui yo y todas las que me precedieron”, cuenta Corina. Hay un juego constante entre las escenas reales y las oníricas y eso la entusiasmó. Durante la pandemia, el elenco hizo ensayos por zoom, y mientras Corina imaginaba la puesta. “El montaje es complejo y este elencazo es digno de mi admiración”. Está compuesto por: Victoria Almeida, Milagros Almeida, Estela Garelli, Federico Ottone, Mercedes Torre y Abian Vainstein, el músico en escena es Tomás Pol.
Julia se quiebra, reflexiona, se ilusiona, pregunta, se derrumba, se sostiene, se fortalece. Vive una pesadilla y sabe que tiene que enfrentar una zona oscura para la que no estaba preparada. Nadie lo está. Me siento sola, desamparada, como una perra en un descampado, dice. Habla de los consuelos de los demás, del ya vendrá otro, pero es hora de asumir la pena por los “270 gramos de realidad”. Luego podrá mirar “al espectro a la cara” y será capaz de ver la luz que se esconde en las sombras.
Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378, CABA
Martes, 20.30 hs. Hasta el 14/12
@teatroelextranjero
@comounaperraenundescampado
@corinafiorillo
Los Secretos

El tiempo, el amor y la muerte. Esos son los tópicos sobre los que se propuso escribir el joven dramaturgo de 29 años, Juan Andrés Romanazzi en la trilogía De las veces que imagino. Cada una se manifiesta en una obra teatral: Las Promesas, estrenada en 2019, tiene que ver con el tiempo, Los Secretos, con el amor y Las Despedidas, con la muerte. Paula Fernández Mbarak —también trabajó en Las Promesas— e Iván Moschner son les intérpretes de Los Secretos, con música de Gabirel Motta. “La escribí pensando en ellos, estoy muy enamorado de su trabajo. Hay algo que funciona en mi dramaturgia que tiene que ver con escribir desde el cuerpo, el teatro tiene que ver con eso, con el cuerpo puesto en escena”, cuenta Juan, quien nació en La Rioja y vive en Capital desde los 6 años.
El observador resulta ser el observado: él trabaja en un sistema de videovigilancia para edificios e ignora que ella lo mira a través de la pantalla desde hace tiempo, atenta, embelesada. Es profesora de literatura y no puede evitar analizar sistemáticamente la frase de preocupación que él le dirige cuando ella tropieza y cae ante su vista. La situacion es un tanto bochornosa, pero finalmente él reparó en ella. Podría ser el comienzo de una clásica historia de amor. Lo es, y a la vez, no.
Las pequeñas historias, las cotidianas, sin brillos ni glamour, encierran una fascinación extraordinaria apenas se escarba en ellas. Encontramos aquí dos seres con los brazos extendidos hacia la aventura del amor. Y no siempre se busca lo mismo, pero a veces se encuentra algo de lo que se necesita para iluminar nuestras oscuridades. Los Secretos expone aquello que ocultamos para no ser descubiertxs en la fragilidad. “La primera vez que vi por la calle uno de estos sistemas de videovigilancia, me cayó como un cimbronazo de que estábamos entrando en otra era donde nos estamos convirtiendo casi en máquinas, con el uso de celulares, las relaciones virtuales. Esto lo escribí antes de la pandemia, en un momento dudé de si tenía sentido hacer la obra porque me había quedado un poco antiguo el misterio de la aparición cibernética de este totem, pero mucha gente me comenta que la virtualidad se ha puesto en un lugar tan fuerte, que la obra tiene otra significancia”.
La figura del encastre —explica Juan— da sentido a algunas instancias relacionadas con la escenografía, la iluminación y la historia. “Aquello que sobresale de algún lugar, hay otro que tiene la concavidad necesaria para que eso encastre, que no es con la idea romántica del amor ni de las cosas sino justamente con esto de que todo lo que sobra de algún lado, a otra parte le está faltando y eso también tuvo que ver con la puesta, pensar como lograr que estos dos personajes se encuentren a medida que avanza la obra sin llenarla de demasiadas cosas y buscando la simpleza de lo que pasa entre ellos”.
Hay que pedir bien, —dice la protagonista— Yo pedí ser sirena. Y quien sueña con ser sirena, será feliz con quien se sueñe mar. “La obra habla sobre las relaciones, sobre lo dificil que es ser sincero con uno y con los demás, también habla mucho de la idealización, lo fácil que es quedarnos solos, sobre el amor por fuera de la idea romántica, el amor que tiene una zona dolorosa que hay que atravesar para que realmente exista, un amor que no es liviano, el amor que construye”.
El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034, CABA
Lunes, 21 hs. Hasta el 6/12
@elporton.desanchez
@lossecretosok
@juanandresromanazzi
@paulafernandezmbarak
@ivanmoschner
@gabriel.mottamusic
Colosa

¿Cómo narrarías tu historia? La bailarina y coreógrafa María Kuhmichel la cuenta con el carisma de su anatomía. El suelo como sostén y escenario, su corporalidad como eslabón fundamental de una y otra vivencia. María trabaja a partir del diálogo del cuerpo, la emoción y la mente. “Esta tríada se retroalimenta segundo a segundo para dar vida a lo que hacemos”, asegura.
La obra transitó un proceso de cuatro meses y quince ensayos. María venía soñando con este solo desde hace años y en colaboración creativa junto a Michel Capeletti y Carolina Villa, dieron forma a Colosa. “El trabajo tiene una base muy fuerte en lo biográfico pero sin pretender crear una obra en donde se relata mi vida. Más bien hay un intento por capturar ideas, deseos, esencias, experiencias transitadas por mi y mezclarlas con la fantasía de cómo me gustaría estar hoy en escena. Algunas de las premisas con las que trabajamos fueron: La fantasía, Exponerme/Expose-me/Ex/Pose, Me expornotranscorporiso, Lo ficcional – Ser yo y no ser, Cuerpos mitológicos, Seducir, Fracasar, Explotar, Errar, Morir, Trans-Formar Trans-nacer Trans-ser, Resonar en los estallidos, ¿Cuántas veces me hubiese gustado cambiar el curso de los hechos?, Siempre enamorada, intensa y dramática, Todo lo que ven de mí y no soy, ¿Quién soy? ¿Quién podría ser?, Arte erótico, Surrealismo, ¿cómo narrarías tu historia? ¿qué expondrías de ella?”
Bailar la propia historia, barajar ficción y realidad para ver qué aparece ¿Cuáles son las maneras de contar tu propia historia? ¿Qué mueve a un cuerpo? “Siento que la manera en la que me expongo es muy particular y me genera sensaciones encontradas, me da mucha felicidad porque era uno de mis deseos estar así en la escena pero también es algo nuevo para mí. Y más allá de que hoy está teniendo su proceso con los espectadores deseamos el año que viene tener nuevamente una etapa de ensayos para seguir explorando este intenso y hermoso universo que abrimos”.
Teatro del Perro, Bonpland 800, CABA
Viernes 22 hs. Hasta el 26/11
@teatrodelperro
@kuhmichelmaria
@michelcapeletti
@carovillana
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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