Nota
Lo que hay para ver: los secretos para no abatatarse

La obra homenaje al genial Batato Barea, La moribunda, cobra un nuevo significado luego de haber atravesado una cuarentena donde el afuera era una amenaza. Y también la figura de Batato representa el pasaporte a la afirmación artística e identitaria de Quique Luna, quien dirige la obra en el ciclo OrguYo de Mu Trinchera Boutique. Como una perra en un descampado reafirma la capacidad curativa del arte: exorcizar el dolor profundo echa luz donde se creía que ya no podía verse más que penunmbras. Los Secretos invita a explorar el universo de los lazos amorosos y los hilos que entretejen los pequeños nudos de lo que queremos resguardar para no sentirnos a la intemperie. Por último, la danza nos invita a preguntarnos las mil y una formas de pasar por el cuerpo las vivencias y recuerdos que nos hacen ser quienes somos.
La moribunda
El ciclo OrguYo ofecerá este domingo 21 de noviembre su segunda presentación: La obra La moribunda, surgida del under de fines de los ´90 y ya convertida en un clásico. Con dramaturgia de Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese, es un homenaje al recordado actor, clown y performer Batato Barea que en esta oportunidad será intrerpretada por Principutx y Nai Gonzalez P. Las hermanas Te Kanawa viven encerradas, la mayor, Kiri, agoniza y Karren y Kara deforman la dura realidad con exceso de fantasía. “Cuando esta obra se creó originalmente fue pensada en un contexto distinto al que tenemos ahora. Pero curiosamente sus tópicos encuentran resonancia en este contexto de la pandemia/postpandemia: el encierro, la abrumadora y constante presencia de la muerte, el mundo apocalíptico. Entonces todo eso se actualiza, se puede ubicar en el aquí y ahora, en las casas de todes durante la primera cuarentena”, cuentan quienes interpretarán la obra en el escenario de MU Trinchera Boutique.
El director, Enrique Luna, se refiere al significado de Batato en su vida: “Representa la primera vez que me puse un vestido y tacos para actuar. Estaba cursando el primer año de Actuación de la UNA con Bernardo Cappa y no me encontraba con la propuesta del docente. Una noche, en una improvisación, me puse un vestido negro de una compañera e improvisé un poema sobre unos hinchas de Atlanta que me devoraban entera. Terminó la impro y el profe me sugirió investigar el teatro de Batato y Urdapilleta. Yo ni sabía quiénes eran, tenía a Gasalla y a Tortonese en la mente pero no a Batato y a Urda. Todavía vivía en lo de mi viejo, en la Villa 21—24 de Barracas, y tenía mucho miedo (y muchas ganas) de travestirme para actuar. Conseguí el libro Te lo juro por Batato en la librería del Rojas y me puse a ver los sketches de ATC de Tortonese, Gasalla y Urdapilleta en YouTube. Me compré una peluquita carré hermosa, una pollerita roja, unos tacos divinos y una camisa de señora (todo en el Once). Cuando colgué en el patio de casa el vestuario, para sacarle el olor a naftalina de la feria americana, mi viejo me preguntó ´¿Qué es eso?´. Yo le respondí muy segura: ´Vestuario para hacer teatro´, y la conversación terminó ahí. Hoy día me doy cuenta de que el legado de Batato me ayudó tanto a encontrarme como artista como en una identidad que se corre del binarismo”.
El actor y performer Peter Pank, co-director de La peli de Batato, les dio permiso para incluir algunos fragmentos del film. “Creemos que quienes hacemos teatro desde la disidencia hoy día tenemos mucho
que agradecerle a las personas que pusieron el cuerpo antes que nosotres y hacer esta obra es nuestra forma de dar las gracias”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Domingo 19 hs
@mu.trinchera.boutique
@enrique.0.luna
@tierra_de_tormentas_niko
@principutx
Como una perra en un descampado

Esta obra teatral es una experiencia catártica de su dramaturga, es reparadora para quienes vivieron una experiencia similar y refiere a una fuerza ancestral que hermana en la fatalidad, como un motor que impulsa, que salva. Julia es maesta, Paulo es técnico teatral y están transitando el quinto mes de embarazo. Julia se siente mal, va a hacer la consulta y les espera la peor noticia. Lejos de ser solo el relato de un momento de profundo dolor y desencanto, la obra propone el humor que afloja y ayuda a sobrellevar la tensión y la incursión de una historia entre una actriz, un director y un texto que acaricia la desazón de la pareja protagonista.
La psicóloga, dramaturga y directora catalana Claudia Cedó escribió para la presentación de la obra, estrenada en 2018: “Estaba embarazada de cinco meses cuando perdí mi hijo. La decisión de escribir la obra fue una necesidad. Todos tenemos nuestro descampado. Un lugar árido que hemos tenido que atravesar en algún momento de nuestra vida. Escribiendo he revisitado este descampado mío y le he encontrado una luz más bonita. Para mí, ha sido un grito a la vida, una manera de rendir homenaje a esta criatura que no ha podido tener la vida que yo le había imaginado. Mi manera de explicar lo que sentí, de compartirlo, y de darme cuenta de lo mismo que la protagonista descubre en la obra: que incluso las sombras más oscuras no dan tanto miedo cuando se las ilumina”.
La directora Corina Fiorillo leyó material de Claudia Cedó e hizo contacto especial con Como una perra en un descampado porque le pareció un texto sensible e inteligente. “Tiene algo maravilloso para contar, en lo que yo creo, y cuando lo leí dije: quiero contar esto, que es el hecho de que todos pertenecemos a una unidad. Hay momentos en que Julia dice: si yo no puedo va a poder ella, o si pude algo fui yo y todas las que me precedieron”, cuenta Corina. Hay un juego constante entre las escenas reales y las oníricas y eso la entusiasmó. Durante la pandemia, el elenco hizo ensayos por zoom, y mientras Corina imaginaba la puesta. “El montaje es complejo y este elencazo es digno de mi admiración”. Está compuesto por: Victoria Almeida, Milagros Almeida, Estela Garelli, Federico Ottone, Mercedes Torre y Abian Vainstein, el músico en escena es Tomás Pol.
Julia se quiebra, reflexiona, se ilusiona, pregunta, se derrumba, se sostiene, se fortalece. Vive una pesadilla y sabe que tiene que enfrentar una zona oscura para la que no estaba preparada. Nadie lo está. Me siento sola, desamparada, como una perra en un descampado, dice. Habla de los consuelos de los demás, del ya vendrá otro, pero es hora de asumir la pena por los “270 gramos de realidad”. Luego podrá mirar “al espectro a la cara” y será capaz de ver la luz que se esconde en las sombras.
Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378, CABA
Martes, 20.30 hs. Hasta el 14/12
@teatroelextranjero
@comounaperraenundescampado
@corinafiorillo
Los Secretos

El tiempo, el amor y la muerte. Esos son los tópicos sobre los que se propuso escribir el joven dramaturgo de 29 años, Juan Andrés Romanazzi en la trilogía De las veces que imagino. Cada una se manifiesta en una obra teatral: Las Promesas, estrenada en 2019, tiene que ver con el tiempo, Los Secretos, con el amor y Las Despedidas, con la muerte. Paula Fernández Mbarak —también trabajó en Las Promesas— e Iván Moschner son les intérpretes de Los Secretos, con música de Gabirel Motta. “La escribí pensando en ellos, estoy muy enamorado de su trabajo. Hay algo que funciona en mi dramaturgia que tiene que ver con escribir desde el cuerpo, el teatro tiene que ver con eso, con el cuerpo puesto en escena”, cuenta Juan, quien nació en La Rioja y vive en Capital desde los 6 años.
El observador resulta ser el observado: él trabaja en un sistema de videovigilancia para edificios e ignora que ella lo mira a través de la pantalla desde hace tiempo, atenta, embelesada. Es profesora de literatura y no puede evitar analizar sistemáticamente la frase de preocupación que él le dirige cuando ella tropieza y cae ante su vista. La situacion es un tanto bochornosa, pero finalmente él reparó en ella. Podría ser el comienzo de una clásica historia de amor. Lo es, y a la vez, no.
Las pequeñas historias, las cotidianas, sin brillos ni glamour, encierran una fascinación extraordinaria apenas se escarba en ellas. Encontramos aquí dos seres con los brazos extendidos hacia la aventura del amor. Y no siempre se busca lo mismo, pero a veces se encuentra algo de lo que se necesita para iluminar nuestras oscuridades. Los Secretos expone aquello que ocultamos para no ser descubiertxs en la fragilidad. “La primera vez que vi por la calle uno de estos sistemas de videovigilancia, me cayó como un cimbronazo de que estábamos entrando en otra era donde nos estamos convirtiendo casi en máquinas, con el uso de celulares, las relaciones virtuales. Esto lo escribí antes de la pandemia, en un momento dudé de si tenía sentido hacer la obra porque me había quedado un poco antiguo el misterio de la aparición cibernética de este totem, pero mucha gente me comenta que la virtualidad se ha puesto en un lugar tan fuerte, que la obra tiene otra significancia”.
La figura del encastre —explica Juan— da sentido a algunas instancias relacionadas con la escenografía, la iluminación y la historia. “Aquello que sobresale de algún lugar, hay otro que tiene la concavidad necesaria para que eso encastre, que no es con la idea romántica del amor ni de las cosas sino justamente con esto de que todo lo que sobra de algún lado, a otra parte le está faltando y eso también tuvo que ver con la puesta, pensar como lograr que estos dos personajes se encuentren a medida que avanza la obra sin llenarla de demasiadas cosas y buscando la simpleza de lo que pasa entre ellos”.
Hay que pedir bien, —dice la protagonista— Yo pedí ser sirena. Y quien sueña con ser sirena, será feliz con quien se sueñe mar. “La obra habla sobre las relaciones, sobre lo dificil que es ser sincero con uno y con los demás, también habla mucho de la idealización, lo fácil que es quedarnos solos, sobre el amor por fuera de la idea romántica, el amor que tiene una zona dolorosa que hay que atravesar para que realmente exista, un amor que no es liviano, el amor que construye”.
El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034, CABA
Lunes, 21 hs. Hasta el 6/12
@elporton.desanchez
@lossecretosok
@juanandresromanazzi
@paulafernandezmbarak
@ivanmoschner
@gabriel.mottamusic
Colosa

¿Cómo narrarías tu historia? La bailarina y coreógrafa María Kuhmichel la cuenta con el carisma de su anatomía. El suelo como sostén y escenario, su corporalidad como eslabón fundamental de una y otra vivencia. María trabaja a partir del diálogo del cuerpo, la emoción y la mente. “Esta tríada se retroalimenta segundo a segundo para dar vida a lo que hacemos”, asegura.
La obra transitó un proceso de cuatro meses y quince ensayos. María venía soñando con este solo desde hace años y en colaboración creativa junto a Michel Capeletti y Carolina Villa, dieron forma a Colosa. “El trabajo tiene una base muy fuerte en lo biográfico pero sin pretender crear una obra en donde se relata mi vida. Más bien hay un intento por capturar ideas, deseos, esencias, experiencias transitadas por mi y mezclarlas con la fantasía de cómo me gustaría estar hoy en escena. Algunas de las premisas con las que trabajamos fueron: La fantasía, Exponerme/Expose-me/Ex/Pose, Me expornotranscorporiso, Lo ficcional – Ser yo y no ser, Cuerpos mitológicos, Seducir, Fracasar, Explotar, Errar, Morir, Trans-Formar Trans-nacer Trans-ser, Resonar en los estallidos, ¿Cuántas veces me hubiese gustado cambiar el curso de los hechos?, Siempre enamorada, intensa y dramática, Todo lo que ven de mí y no soy, ¿Quién soy? ¿Quién podría ser?, Arte erótico, Surrealismo, ¿cómo narrarías tu historia? ¿qué expondrías de ella?”
Bailar la propia historia, barajar ficción y realidad para ver qué aparece ¿Cuáles son las maneras de contar tu propia historia? ¿Qué mueve a un cuerpo? “Siento que la manera en la que me expongo es muy particular y me genera sensaciones encontradas, me da mucha felicidad porque era uno de mis deseos estar así en la escena pero también es algo nuevo para mí. Y más allá de que hoy está teniendo su proceso con los espectadores deseamos el año que viene tener nuevamente una etapa de ensayos para seguir explorando este intenso y hermoso universo que abrimos”.
Teatro del Perro, Bonpland 800, CABA
Viernes 22 hs. Hasta el 26/11
@teatrodelperro
@kuhmichelmaria
@michelcapeletti
@carovillana
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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