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¿Qué hizo el Congreso con la denuncia de Ramos Padilla?

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Daniel Lipovetzky (PRO) y Rodolfo Tahialde (Unidad Ciudana) son dos de los tres legisladores que integran la subcomisión que formó la de Fiscalización de Organismos y actividades de Inteligencia para estudiar el expediente de Ramos Padilla. Ambos hablaron con lavaca acerca de la reunión privada que mantuvieron -junto a otros legisladores- con el juez de Dolores. Qué piensan sobre su investigación sobre la red de espionaje ilegal judicial, político y mediática. Qué saben, y qué hicieron. Y por qué el Congreso no sólo no está a la altura de la denuncia, sino que es parte.

Mientras el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla sigue tomando indagatorias clave en la causa que investiga una red de espionaje judicial-mediática y política, la comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia recibe este jueves a los titulares de la AFI. Si bien la reunión es privada, se espera que surjan trascendidos al igual que ocurrió con el encuentro entre legisladores y Ramos Padilla el jueves 21, según los dos bandos interesados (el oficialismo representado por Daniel Lipoveztky del PRO, y la oposición, encarnada en el diputado de Unidad Ciudadana Rodolfo Tahialde) en los detalles que parecen forzar lecturas en una y otra dirección, que en verdad es una sola: el Congreso no solo no está a la altura de la situación, sino que es parte.

La Bicameral de Inteligencia está conformada por 14 legisladores: siete del oficialismo y siete de la oposición (cuatro de Argentina Federal y tres por el kirchnerismo). Pero a partir del destape del escándalo del falso abogado D´Alessio, y un día después de la exposición de Ramos Padilla en Diputados (reunión a la que los bloques de Cambiemos no asistieron), la Bicameral resolvió formar una subcomisión para leer las 5 mil fojas que el magistrado envió, integrada por los diputados Lipoveztky (Cambiemos) y Tailhade (Unidad Ciudadana) y el senador Pedro Guastavino (Argentina Federal).

Cómo fue la reunión: la conexión Fariña, protección de testigos y el informe Fantino

Según pudo reconstruir lavaca, la reunión con la Bicameral duró tres horas. Ramos Padilla amplió algunos detalles de lo que expuso en la Comisión de Libertad de Expresión, aunque en un clima “más distendido” ya que la reunión era cerrada al público y sin cámaras de televisión. Las preguntas llegaron, básicamente, de dos sectores: el oficialismo y el kirchnerismo, los más interesados en la cuestión.

Esta escena es una representación de cómo está Bicameral.

Por su parte, el oficialismo hizo hincapié en uno de los argumentos por los que le exigen el juicio político al juez federal: por qué decidió acudir a la comisión de Libertad de Expresión y divulgar la causa que, en la opinión de Cambiemos, debería ser secreta. Ramos Padilla contestó que durante toda su carrera se había apoyado en el Programa Verdad y Justicia y en su mecanismo de protección de testigos, dedicado específicamente a crímenes de lesa humanidad. El juez señaló dos razones: el Programa no iba a apoyarlo en esta causa y, además, ningún testigo quería saber nada con ningún programa de protección de testigos del Gobierno. ¿Uno de los motivos? Por la causa mediáticamente conocida como la “ruta del dinero”, la Justicia puso en ese programa a Leonardo Fariña. El detalle: su abogado es Rodrigo González, uno de los imputados en esta causa, ni más ni menos que el exdefensor de D´Alessio. En febrero renunció a representarlo aclarando que no se hacía responsable de nada de lo que hizo D´Alessio.

El oficialismo también se interesó por Pedro Etchebest, el empresario agropecuario que inició la denuncia en Dolores al revelar la extorsión de D´Alessio y Stornelli: en concreto, le preguntaron si no le había llamado la atención que esa denuncia pudiera haber sido una posible operación de inteligencia o de contrainteligencia, teniendo en cuenta que Etchebest llegó al juzgado con registros de audio y cámara. Ramos Padilla contestó que en el momento en el que Etchebest llegó a Dolores, él sólo veía a una persona que había llegado a denunciar una extorsión con 14 horas de grabación en curso, y que se dedicó a investigar eso. Si efectivamente es una operación de contrainteligencia, se determinará después. La conclusión: el juez está obligado a investigar, sea quien sea el denunciante.

Por otro lado, el kirchnerismo le preguntó si había iniciado alguna medida de prueba respecto al llamado “informe Fantino”, en relación al conductor de Animales Sueltos, Alejandro Fantino, y donde aparece mencionada la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Según confiaron a lavaca fuentes legislativas, todo comienza con el espionaje a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien le detectan un encuentro con Fantino. Allí le piden a D´Alessio que le pida a “su amigo”, el periodista de Clarín Animales Sueltos, Daniel Santoro, que traiga información.

Santoro volvió con críticas a dos colegas: el propio Fantino y Romina Manguel. Según surge en la causa:

  • Sobre Fantino: “Le lavaron la cabeza”, ya que después de la reunión “empezó a hablar de presos políticos y todas esas huevadas”.

  • Sobre Manguel, dijo que trabajaba para el operador judicial Javier Fernández.

Ese informe, redactado por D´Alessio, está dedicado a “RB o quien corresponda”. RB es Ricardo Bogoliuk, un comisario que orbitó en al AFI en 2017. Allí especifica que Animales Sueltoses un ciclo que reproduce la productora Jotax SA, propietario de “un amigo muy cercano” a la gobernadora Vidal, quien “le dio a esta persona fondos reservados de la provincia para que comprara el paquete accionario de América que vendía el hermano de Daniel Vila”, según confiaron a lavaca.

Ramos Padilla contestó que aún no había indagado sobre esa línea de investigación.

El kirchnerismo también le preguntó por el empresario petrolero Mario Cifuentes, otro de los que denunció ser extorsionado por D´Alessio. ¿Por qué el interés? En la computadora del falso abogado, el juez secuestró un archivo en el que aparece un oficio del juez federal Claudio Bonadío en el que le pide a la AFI un informe de inteligencia sobre Cifuentes. El dato: el oficio y el informe aparecen en la computadora personal de D´Alessio. La pregunta estaba orientada a saber si Ramos Padilla chequeó si el oficio salió de la computadora de Bonadío, ya que eso acreditaría la pertenencia de D´Alessio a la AFI.

La respuesta del juez también fue negativa: “Si tengo que sacar una línea de investigación por cada cosa, no termino más”.

Lavaca pudo hablar con Lipovetzky y Tailhade, a quienes consultó sus impresiones respecto al rol del Congreso en tanto poder del Estado en esta trama de espionaje ilegal. Esta agencia también intentó comunicarse con el senador Guastavino, que rechazó tres pedidos de entrevista.

Daniel Lipovetzky (Cambiemos): “No es un tema de libertad de expresión”

-¿Qué puede contar de la reunión en la Bicameral?
-Ramos Padilla concluyó que cree que se trata de una organización paraestatal de inteligencia, y que hasta ahora no tiene ninguna acreditación de que haya intervención de los organismos públicos de inteligencia, importante destacarlo. La impresión que yo tuve, y un poco se lo dije, es que esperaba hubiera ejecutado muchas más medidas de prueba de las que en ese momento había realizado, teniendo en cuenta que la información que nos había enviado a la Bicameral fue 20 días antes. Y la impresión que yo tuve es que profundizó la investigación sobre todo en el vínculo Stornelli y no en otras personas que también tenían vínculos con D´Alessio, incluidos otros que aparecen como socios y algún otro que era el denunciante, como Etchebest. D´Alessio es una persona hay que analizar su perfil con mucho detenimiento, un perfil de un hipotético delincuente, pero además que fue funcionario del gobierno anterior, y que hacía gala de sus relaciones para delinquir, extorsionar o hacer inteligencia ilegal, que es un delito.

-¿Qué representa esta denuncia en términos de gravedad institucional?

-Para analizar la gravedad institucional de esta organización hay que seguir profundizando los vínculos. Porque acá lo que uno ve es un personaje que tenía contacto con un montón de gente: funcionarios judiciales, funcionarios políticos de este gobierno y del anterior, de ahí me parece que hay que sacar ese análisis. Pero esos vínculos no significan que después los haya usado para delinquir, eso hay que investigar. Por ejemplo, un montón de gente se contacta con nosotros. Nuestros celulares ya cualquiera lo puede tener: podrías mandar un mensaje, pero no te haría partícipe de lo que ese personaje haga. Lo que sí está claro es que hay que ser muy precisos en la investigación porque esta causa tiene vinculación con otras que sí tienen importancia institucional para la Argentina, como la de lo Cuadernos. Una no debería tener que ver con la otra, pero hoy no parece tan así.

-Para usted, ¿afecta al Estado de Derecho?

-La verdad es que inteligencia paraestatal o no, hecha por los organismos públicos, y no hecha para prevenir delitos internacionales, es ilegal. Por lo tanto, desde el punto de vista institucional, es un delito. Está claro que los tipos son delincuentes. Y tienen que ser juzgados y condenados. Pero lo que hay que ver es si tiene colaboración de un funcionario público. Por lo que yo vi, no encontré.

-¿El Congreso está a la altura de esta denuncia?

-Para nosotros el Congreso tiene que dar respuestas a través del organismo competente que es la Comisión Bicameral de Inteligencia. Es la comisión que tiene facultades para intervenir, justamente reservada y con un montón de condiciones distintas a las comisiones del Congreso, y es quien debe tomar el rol y profundizarla. Para eso necesitamos que el Poder Judicial colabore en ese marco de relación entre dos poderes planteando toda la información del expediente, que no la tenemos.

Rodolfo Tailhade (Unidad Ciudadana): “El Congreso no está a la altura”

-¿Cómo se comportó el Congreso en la Comisión de Libertad de Expresión?
-Fue un bochorno que no estuvieran otros bloques. En realidad estuvimos nosotros, un par de diputados de Argentina Federal, un rato la izquierda, pero era un tema central y más allá de que algunos bloques del oficialismo podían tener miradas muy críticas de Ramos Padilla, era la oportunidad para dejarlo en evidencia. Pero sabíamos que lo que iba a contar, sin el detalle, era grave. Me parece que el Congreso no estuvo a la altura. Y las razones quedaron en evidencia: el bloque oficialista está defendiendo a parte de la banda. Tiene cierta lógica. Podés tener críticas, pero no relativizar la importancia que tiene.

-¿Qué puede contar de la reunión en la Bicameral?

-Lo más interesante de todo es que todavía no puede empezar a investigar todo lo que hay para investigar. En un contexto en el que no tiene recursos, que tiene que usar cada minuto o bien, se concentró inicialmente en los delitos que se atribuye a los que están en prisión, inclusive al propio Stornelli, porque tenía que resolver la situación procesal de ellos. Pero a nosotros todo el circo no nos interesa. Nos interesa si hay agentes o no en la banda, si se verificaron contactos de D´Alessio con la AFI, si la AFI qué reconoció. Ramos Padilla contó que lo único que reconoció fue a Bogoliuk como agente durante un año, en 2017: eso nos interesaba nosotros. Es lo que vamos a preguntarle a Arribas, pero el juez no había hecho muchas medidas. Lo único que tenía era que Bogoliuk fue agente de la AFI, confirmado por la AFI. Y que la AFI negó que Aníbal Degastaldi y D´Alessio fueran agentes.

-Padilla dijo que sólo había visto el 25 por ciento del expediente.

-Lo ratificó en la Bicameral. Abrió un celular o dos de una docena, un disco rígido de cuatro y está totalmente desbordado, no tiene recurso materia para buscar. El dijo: “Si pongo Rodolfo Tailhade en el disco rígido que abrimos, el software tarda media hora en detectar. Si detecta dos y quiero abrir uno, me rebota”. Esos software son caros: medio millón de pesos. No sé si le van a colaborar mucho.

-¿Qué representa esta denuncia en términos de gravedad institucional?

-Por ahora no tenemos ni siquiera una mínima parte de lo que realmente se puede conocer. Falta mucha información que tiene que abrir el juez. Con lo poco que hay está muy claro que hay una organización que tiene contactos con la AFI. Bogoliuk era el jefe de D´Alessio, a quien él le subía los reporters, y Bogoliuk era la persona de confianza de Majdalani. No tengo ninguna duda de que la AFI está en esto y que usaba esta organización para sus operaciones de persecución política. Seguro usa otras, que coexisten, pero usaba ésta en parte para conseguir información o inventar información, armado de causas, de testimonios, con fines politicos. A su vez, esta organización que recibía información de la AFI tanto para sus objetivos políticos, la transformaba en un negocio porque, además, esos tipos eran millonarios. Había mucho papel que armaba D´Alessio: inventaba una testimonial y después iba a ver a la víctima. Era falso, pero tenía toda la información general porque venia alimentado de datos ciertos. Seguro que gente de la AFI participaba del botín: D´Alessio no se cortaba solo.
-¿Cómo se explica ese modus operandi?

-Esto existió siempre. Hace 40 años que las bandas pululan así. El rey de esto era Jaime Stiusso, nomás que con mucha más capacidad y más sofisticado. La gravedad es que hay una alianza servicios de inteligencia-medios de comunicación-gobierno nacional, que arma causas, que persigue y te prescribe. Esa triple alianza, y acá comparto la mirada del juez Ramos Padilla, pone en riesgo el Estado de Derecho. Un proceso judicial tiene que ser conforme la legítima defensa, el Estado lo tiene que garantizar, pero vemos que es el que te arrincona en base a irregularidades. Esa alianza quedó al descubierto. El principio de esa descomposición la podría ubicar por lo menos en 1992. Allí Menem hace una reforma judicial importante, aparecieron tribunales orales, juicios orales, cambia el Código Procesal, se sacó a muchos jueces molestos, los ascendió y puso en Comodoro Py a los jueces de la servilleta. Las primeras modalidades del servicio-Poder Judicial eran los famosos sobresueldos que venían de Hugo Anzorregui y la SIDE, en dólares, para que armara causas de determinada manera. Esto se fue modificando. Durante el kirchnerismo eso se cortó, pero Stiusso, en vez de llevar sobresueldos, empezó a vender negocios. Ezeiza, por ejemplo, es su mina de oro: bajaban aviones con supuesto material de inteligencia de Estados Unidos, se lo llevaba la camioneta de la SIDE, y de repente eran Playstation, sillones de dentistas, lo que se te ocurra, y los metían acá. Son millonarios, imaginate. Entonces todos los negocios se lo daban a lo jueces, los hacía socios y así se fue consolidando una relación promiscua: los jueces terminaron siendo dependientes de los servicios. Hoy eso quedó a la vista.

-¿El Congreso está a la altura de esta denuncia?

-No, para nada. Porque hay muchos intereses que son comunes entre las bandas, y en esta alianza hay muchos legisladores o bloques. Acá ya tendría que haber en marcha, por lo pronto, la Bicameral de Seguimiento del Ministerio Público, que durante 2017 funcionó a pleno para cargarse a Gils Carbó (Alejandra, ex Procuradora General de la Nación) y ahora está totalmente desactivada. La principal responsable es la vicepresidenta Michetti: es la firma que está obstaculizando su conformación, que es la que tiene que traer a Stornelli en términos políticos. Así como se armó la Bicameral por el ARA San Juan, todos los bloques tendríamos que armar la Bicameral de investigación esta mafia. Por eso yo digo: la mafia está integrada por los servicios, por la Justicia Federal, por el Gobierno nacional, por medios, y por diputadas y diputados. Todos son usuarios de la información de D´Alessio. Carrio y Oliveto, por ejemplo. Por supuesto que van a bloquear cualquier intento de profundizar la investigación que pueda ponerlas en riesgo. Evidentemente ellos reconocieron a D´Alessio como propio. La mafia está integrada por quienes están defendiendo a los mafiosos.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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