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David Quammen: las causas ambientales de la pandemia y los efectos sociales del distanciamiento

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Escrito por Stella Levantesi para Il Manifesto. Traducido por lavaca.org

El periodista e investigador de temas científicos David Quammen escribió en 2012 un libro con un título que, en 2020, impresiona: Spillover (derrame, o desbordamiento) – Infecciones animales y la próxima pandemia humana.Allí describía la propagación de enfermedades de animales a humanos y explicaba que la próxima gran pandemia sería causada por un virus zoonótico proveniente de un animal silvestre –probablemente un murciélago- con el que los humanos estarían en contacto en algún mercado de China.

En una entrevista al medio italiano Il Manifesto, realizada por Stella Levantesi, Quammen explica que el origen de la pandemia era previsible y las características de los virus al pasar de animales a humanos. Habla también sobre la relación entre destrucción del medio ambiente y la crisis climática con la aparición de estas pandemias. Sobre la desinformación científica, los medios y el miedo inútil. Y plantea: «Tenemos que tener mucho cuidado de que el distanciamiento social no conduzca al distanciamiento emocional y que comencemos a mirar a la otra persona como una amenaza o un enemigo».

David Quammen es el periodista, investigador y escritor norteamericano que escribió Spillover (derrame o desbordamiento) Infecciones animales y la próxima pandemia humana. “Las advertencias estaban allí. Los científicos que trabajan en estas cosas sabían que los coronavirus deberían estar a la cabeza en la lista de vigilancia, porque los coronavirus mutan con frecuencia y, por lo tanto, evolucionan rápidamente”. 

Spillover fue considerado en su momento “Libro notable del año” por The New York Times, el mejor libro del año por Scientific American, y finalista en los premios National Book Critics Circle Award, entre otras distinciones. Quammen colabora con National Geografic, Harper’s, The New York Times y Rolling Stone, entre otras.

¿Por qué no se hizo caso a las advertencias que formuló en ese libro? Explicó Quammen a la revista Orion: “Por dinero, política e indiferencia pública. El dinero para la respuesta a la enfermedad pandémica estará disponible solo después de que haya comenzado el brote. Cuando el último brote desaparece, nunca hay suficiente dinero disponible para prepararse para el próximo”. Dijo también: “Un bosque tropical, con su gran diversidad de criaturas y microbios visibles, es como un hermoso granero viejo: lo derriba con una excavadora y los virus se elevarán en el aire como el polvo”.

David Quammen: las causas ambientales de la pandemia y los efectos sociales del distanciamiento

Esta es la entrevista publicada por Il Manifesto Global (la versión original en Il Manifiesto por Stella Levantesi.

Distanciamiento social, conexión emocional

Hace ocho años, en 2012, el autor y escritor científico David Quammen escribió en su libro Spillover que una gran pandemia futura sería causada por un virus zoonótico, proveniente de un animal salvaje, probablemente un murciélago, y que los humanos entraría en contacto con este animal en un mercado húmedo en China. 

Quammen no previó el futuro, estudió los datos científicos e investigó e informó sobre la historia de las epidemias. Desde su casa en Montana, Quammen respondió algunas de nuestras preguntas para ayudarnos a comprender mejor la pandemia actual. En esta entrevista, profundizamos en las causas, la dinámica y las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Está editado ligeramente para mayor claridad.

¿Cómo se produce el Derrame o Desbordamiento (Spillover)?

Desbordamiento es el término que se aplica a ese momento cuando una especie de virus u otra enfermedad pasa de su huésped no humano a su primer huésped humano. Ese es el derrame. Así, el primer huésped humano es como el paciente cero. Y las enfermedades que hacen eso se llaman enfermedades zoonóticas. Al virus en sí, lo llamamos zoonosis. Entonces, la propagación ocurre cuando una zoonosis pasa del reservorio donde vive de manera permanente y discreta sin causar enfermedad, por lo general, en algún tipo de animal no humano. Cuando pasa de ese animal no humano a su primera víctima humana: eso es desbordamiento.

Cuando se rompen ecosistemas

Un capítulo de su libro se titula: «Todo viene de algún lado». Entonces, ¿por qué y cómo es que la destrucción humana de la biodiversidad o la interferencia humana en el medio ambiente crean las condiciones para que surjan nuevos virus como el actual?

Nuestros diversos ecosistemas están llenos de muchos, muchos tipos diferentes de especies de animales, plantas, hongos, bacterias, otras formas de diversidad biológica, otras criaturas vivientes, todas criaturas celulares. Un virus no es una criatura celular. Un virus es solo una tira de material genético dentro de una cápsula de proteína. Es una especie de parásito mecánico sobre las criaturas celulares, no puede reproducirse de forma independiente, solo puede reproducirse al entrar en una criatura celular y usar la maquinaria de esa célula para fabricar sus propias proteínas, fabricar su propio genoma y multiplicarse en cientos de partículas virales. 

Entonces, nuestras muchas especies de animales que viven en diversos ecosistemas tienen sus propias formas únicas de virus. Ni siquiera sabemos cuántos virus viven en los animales del bosque del Congo o en los animales del Amazonas. No tenemos idea. Solo sabemos que son muchos virus diversos. Y así, cuando los humanos perturbamos esos diversos ecosistemas, cuando entramos allí y talamos árboles y construimos campamentos de madera y construimos campamentos mineros y atrapamos a los animales, los matamos para alimentar a los trabajadores o los matamos para transportar a otro lugar y vender en un mercado, o incluso capturarlos en vivo para transportarlos y venderlos en un mercado, nos ponemos en contacto con esos animales, perturbamos esos ecosistemas y liberamos, en efecto, nuevos virus. Ofrecemos a esos virus la oportunidad de aprovechar un nuevo host (huésped). Y ahí estamos como el nuevo anfitrión potencial. 

Y luego, porque somos tantos y estamos tan estrechamente interconectados: 7.700 millones de humanos en el planeta ahora vuelan en aviones por todas partes, transportan alimentos, transportan otros materiales, si estos virus se apoderan de un humano, si pueden replicarse en un humano, si evolucionan para poder transmitir de un humano a otro, entonces han ganado el sorteo, o como me dijo un científico, han ganado el boleto de oro porque ahora el anfitrión en el que están es el huésped animal más abundante en el planeta. Pueden ir a todas partes y pueden infectar a millones y millones de personas. Y eso es lo que pasa. Y esa es la causa raíz de los efectos secundarios y la causa raíz del problema de las enfermedades zoonóticas que se convierten en pandemias mundiales.

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Sobre los murciélagos

¿La distinción entre enfermedades zoonóticas y no zoonóticas ayuda a explicar por qué los humanos han conquistado ciertas enfermedades y no otras? ¿Es más difícil curar las enfermedades zoonóticas? Y si es así, ¿por qué? 

David Quammen: las causas ambientales de la pandemia y los efectos sociales del distanciamiento

El 60% de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas, lo que significa que el virus o sus causas provienen de un animal no humano en tiempos relativamente recientes. Sabemos lo que sucedió y podemos rastrearlo con investigaciones científicas y decir: «este virus proviene de ese tipo de animal». El otro 40% de las enfermedades infecciosas humanas tenía que venir de algún lado. Entonces, debido a que somos una especie relativamente joven, la mayoría de nuestras enfermedades infecciosas son causadas por virus u otros agentes patógenos que son versiones que evolucionaron lentamente de otras cosas que vinieron de otras especies hace mucho tiempo, quizás miles de años atrás.  

Por ejemplo, el caso más famoso: hemos erradicado la viruela y ahora existe solo congelada en algunos laboratorios de investigación. No circula en la población humana. ¿Por qué hemos podido hacer eso? Porque no vive también en animales. Si la viruela también viviese en algún tipo de murciélago o de mono, entonces no podríamos deshacernos de ella en la población humana a menos que también lo hiciéramos en esa población animal. Tendríamos que matar a todos esos murciélagos o curarlos también de la viruela. Es por eso que podemos erradicar una enfermedad como la viruela, y ahí es donde nunca podremos erradicar una enfermedad que es zoonótica a menos que matemos a los animales en los que vive. 

Entonces, ¿cuál es la solución si un murciélago nos transmite un virus? ¿Deberíamos matar a todos los murciélagos? No, esa no es la solución. La solución es que debemos dejar a los murciélagos solos, porque necesitamos murciélagos y nuestros ecosistemas necesitan murciélagos.

¿Es relevante el hecho de que los murciélagos y los humanos sean mamíferos para facilitar que el virus se propague?

Probablemente lo haga más fácil. Muchos de los virus que causaron el contagio y la enfermedad zoonótica en los últimos 60 años tienen su reservorio en los murciélagos. ¿Pero por qué los murciélagos? ¿Por qué los murciélagos parecen estar demasiado representados? Primero, son mamíferos como nosotros. Por lo tanto, es más probable que los virus que se adaptan a ellos puedan adaptarse a nosotros que un virus que proviene de, por ejemplo, un reptil o una planta. La segunda razón es que los murciélagos están excesivamente representados en la diversidad de mamíferos. Una cuarta parte de todas las especies de mamíferos en el planeta son especies de murciélagos, el 25%. Por lo tanto, están excesivamente representados en la diversidad de mamíferos y, por lo tanto, es natural que parezcan sobrerrepresentados como fuentes de virus que ingresan a los humanos.

Hay otro par de cosas más allá de eso. Los murciélagos viven mucho tiempo y tienden a reunirse en grandes cantidades. En una cueva, podría haber 60,000 murciélagos que se unen en la pared de una cueva. Y esa es una buena circunstancia para transmitir virus de un individuo a otro y para que los virus circulen a través de la población. Hay otra cosa que los científicos están comenzando a investigar y es que los sistemas inmunes de los murciélagos pueden ser más tolerantes a la «extrañeza» en sus cuerpos que otros sistemas inmunes.

Aire contaminado y virus

¿Existe una correlación entre altas tasas de contaminación en ciertas áreas y un impacto más fuerte del virus en la población de esa área?

Sí, creo que podría haber una correlación entre la contaminación del aire y el daño a los pulmones y las vías respiratorias de las personas y cuán susceptibles son a este virus en particular. Creo que esa es una pregunta importante. No creo que tengamos respuestas a eso todavía, pero ¿es una pregunta que merece investigación y atención? Si, absolutamente. Es completamente posible que el daño a los pulmones de las personas, incluso si no se nota en tiempos normales, podría estar allí y podría ser suficiente para hacerlos más vulnerables a este virus.

David Quammen: las causas ambientales de la pandemia y los efectos sociales del distanciamiento
La portada de la edición italiana del libro de Quamenn y una de las frases: «Fuimos nosotros quienes generamos la epidemia de coronavirus. Puede haber comenzado desde un murciélago en una cueva, pero fue la actividad humana lo que la desencadenó».

Los síntomas de este virus aparecen tarde. Así que no hay alarma del organismo que diga: «estás infectado». ¿Esto lo hace más peligroso en comparación con otras enfermedades que muestran síntomas mucho antes?

Absolutamente: lo hace más peligroso. Creo que dije en Spillover que tuvimos suerte con el SARS porque incluso si el SARS fuera un virus muy peligroso y se propagara fácilmente de humano a humano y tuviera una alta tasa de letalidad, casi 10%, hubiera sido mucho peor si las personas estaban transmitiendo el virus antes de sentir síntomas. Hubo otros problemas con el SARS, pero generalmente ese no fue el caso. Y dije: «Dios no permita que tengamos un virus tan malo como el SARS, pero que además se propague entre las personas antes de que sientan síntomas». 

En este momento tenemos exactamente ese caso de virus. La tasa de mortalidad no es tan mala, aunque en Italia está cerca de eso. 

El entusiasmo negativo

¿Cuán importante es abordar la desinformación científica en temas como el del calentamiento climático o este virus?

Es sumamente importante abordar la desinformación científica. Absolutamente hay una superposición. Hay personas que están impacientes, enojadas y personas que no están muy bien informadas. Reciben sus noticias de fuentes de noticias poco confiables, y tienen un apetito de entusiasmo negativo. Tienen más interés en las conspiraciones que en la ciencia. Ciertos tipos de personas prefieren ese tipo de explicación porque es más satisfactorio para sus prejuicios. Y la desinformación se propaga fácilmente.

Vivimos en un mundo donde los medios electrónicos están disponibles las 24 horas del día y quieren actualizaciones, quieren ojos, quieren que las personas recurran a su canal porque su canal tiene algo un minuto antes que el otro canal. Así que existe ese tipo de competencia que no beneficia a nadie, excepto a los accionistas del canal. 

Así que creo que nosotros, como consumidores de noticias, debemos resistirnos a estar obsesionados con cuál es el último número, cuál es el último caso, cuáles son las últimas noticias de última hora. Tenemos que seguir eso, prestarle alguna atención, pero necesitamos otras cosas. Necesitamos informaciones sobre el coronavirus que profundicen la causa y el efecto, lo que se puede hacer. Y necesitamos historias que no sean sobre coronavirus. Necesitamos música, necesitamos comedia, necesitamos artes, libros.

Distanciamiento social y emocional

¿Cómo juega el miedo en este tipo de escenario, en el comportamiento colectivo durante una pandemia? Es negativo? ¿Es positivo? ¿O es solo humano?

El miedo es muy humano. El miedo es natural. El pánico también es humano. Pero no son útiles. La gente me pregunta a veces, bueno, hay un nuevo virus que sale de China. ¿Qué tan asustados deberíamos estar? Quiero respetar esa pregunta, pero generalmente digo que es la pregunta equivocada. Porque estar asustado, preocupado no te hará ningún bien. Aprenda más sobre este virus y luego tome medidas y ayude a la sociedad a tomar medidas para controlarlo. 

Tenemos que tener mucho cuidado de que el distanciamiento social no conduzca al distanciamiento emocional y que comencemos a mirar a la otra persona como una amenaza o un enemigo. Manténgase saludable, haga el distanciamiento social y lo superaremos. Pero me parece que el miedo a la otra persona es algo de lo que tenemos que tener mucho cuidado o enfermará nuestra cultura y nuestras sociedades tanto como este virus. Entonces, el distanciamiento social sí, pero mantengamos la conexión emocional.

¿Qué podemos aprender de esta pandemia?

Bueno, antes que nada, podemos aprender que las enfermedades zoonóticas pueden ser muy peligrosas y muy costosas y debemos estar preparados para ellas. Necesitamos gastar el dinero y ejercer la voluntad cuando termine la pandemia, antes de que suceda la próxima. Necesitamos gastar muchos recursos y mucha atención en la preparación. Más camas de hospital, más unidades de cuidados intensivos, más ventiladores, más máscaras, más capacitación de trabajadores de la salud, más capacitación de científicos que estudian estas cosas. Los planes de emergencia a nivel local, a nivel provincial, a nivel nacional para hacer frente a esto, todo eso cuesta dinero. 

La otra cosa que necesitamos aprender es que la forma en que vivimos en este planeta tiene consecuencias, consecuencias negativas. Dominamos este planeta como ninguna otra especie ha dominado este planeta. ¡Hurra por nosotros! Pero hay consecuencias y algunas toman la forma de una pandemia de coronavirus. Esto no es algo terrible que nos acaba de pasar. Es el resultado de las cosas que hacemos, las elecciones que hacemos. Hay suficiente responsabilidad para todos. Necesitamos entender eso.

¿Cómo ves el mundo después del coronavirus? ¿Qué va a cambiar para las sociedades? ¿Qué va a cambiar en la vida de las personas?

Bueno, espero que incluso personas como Donald Trump aprendan por las malas que estas cosas deben tomarse en serio. Tenemos que hacer ajustes. Es posible que comencemos a reducir nuestros impactos en términos de clima, todos los combustibles fósiles que quemamos, la destrucción de la diversidad biológica, invasión de los diversos ecosistemas. Tal vez comencemos a dar un paso más cuidadoso y más ligero en este planeta. Eso es lo que espero y ese es el único bien que puede salir de esta experiencia.

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Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

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Más allá de tu vereda.

Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse. 

No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.

El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.

El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto. 

En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.

Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.

Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”. 

Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.

Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”. 

Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.

Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.

Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.

Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.

Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.

«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».

Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración. 

Hay orgullo.

Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera. 

Jorgelina: “Hagamos más radios”.

Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.

Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:

“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.

Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental: 

“Más allá de tu vereda,

hay otra realidad,

atrás de tu puerta”.

Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva: 

“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle, 

allí seguiremos estando”.

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La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

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Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.

Por Franco Ciancaglini

Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:

  • su salud era cada vez más delicada;
  • los medicamentos oncológicos no llegaban;
  • y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.

Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.

Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Mary junto a Nora Cortiñas.

Contaminada

María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.

Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.

La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.

Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.

Contaminada

La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.

Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.

Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
En Plaza de Mayo, con una bandera contra la megaminería contaminente en Chubut.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:

  • “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
  • “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
    También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».

Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”

Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.

En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Lidia y Mary, durante el acampe del Malón de la Paz en Buenos Aires, hace dos años.

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”

Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:

  • “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
  • Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.

Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.

Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.

Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”

El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Carlos Ponce, Mary y Lidia Campos: una amistad atravesada por la lucha ambiental del sur del país.

Abandonada

Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.

Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.

Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».

Sino miren este video.

María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”

El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.

Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.

Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.

Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”

Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”

La respuesta era obvia: mal.

Insurgente

Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.

Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.

El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».

Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.

Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Un cartelito que le hicieron tras su muerte, Clarisa y Agus, que lo dice todo: «Se lo hicimos porque ella era doña cartelitos, y lo dejamos con ella».

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.

Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.

Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.

Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.

La muerte es el abandono.

La muerte es el olvido.

Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.

odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.

Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.

Mary: gracias.

Hasta mañana.

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Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

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El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.

Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año. 

El camino de la in-justicia

En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia. 

La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.

Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero. 

Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10. 

Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo. 

Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.

 La pericia tendrá como objetivos precisar:

-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;

-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil; 

-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.

-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.

El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena. 

Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.

Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.

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