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Contaminación en el subte: siguen las enfermedades por asbesto, en medio de la pandemia

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Las y los trabajadores de subte denuncian que hay 4 casos de cáncer y 27 con abestosis producto de la exposición al material venenoso. La empresa, cercada por la presión y las pruebas, prometió una desabestización que no se terminó. Para colmo, comenzó la pandemia: al menos 141 trabajadorxs enfermos y 4 fallecidxs por Covid-19. La falta de respuesta de Metrovías y el gobierno porteño, y la organización creciente de trabajadorxs que buscan visibilizar la contaminación en el subte. “Te come la cabeza esta situación. Porque tenés que andar cuidándote del asbesto y además tenés que cuidarte del COVID», reflexiona Francisco Ledesma, Secretario de Salud de la Asociación Gremial de Subte y Premetro. «La empresa te dice que tenés que venir a trabajar, hay poquito asbesto, las mediciones de aire dan bien; si dan bien, ¿por qué tengo 27 compañeros enfermos?”.

Por Mariana Salgado

El año arrancó con escenas apocalípticas en el subte porteño, antes de que se hicieran cotidianos los barbijos y las máscaras de protección: la primera semana de enero Metrovías invitaba a medios y funcionarios a que conozcan cómo se estaba realizando en el taller Roncagua, en Chacarita, el proceso de desasbestización de algunos vagones contaminados. Mostraron que se utilizan mamelucos descartables tipo Tyvek, que retienen el 97% de las partículas de asbesto. Y unas máscaras panorámicas full face de seguridad que filtran partículas de hasta tres micrones. ¡Click, foto! Pero otro tipo de cámara se necesita para retratar dónde se aloja el problema: en los pulmones de almenos 4 trabajadores con cáncer, de 27 con asbestosis, de los 400 que todavía esperan los estudios y de todes les trabajadores del subte expuestos.

Contaminación en el subte: siguen las enfermedades por asbesto, en medio de la pandemia
Imagen de Página 12 sobre Metrovías y el trabajo de desabestización.

A ocho meses de ese fotogénico despliegue, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) denuncia que no se avanzó en el proceso de desasbestización. Mientras tanto siguen contando enfermos: 141 enfermos y 4 fallecidos por Covid-19. “Te come la cabeza esta situación. Porque tenés que andar cuidándote del asbesto y además tenés que cuidarte del COVID», reflexiona Francisco Ledesma, Secretario de Salud de AGTSyP. «La empresa te dice que tenés que venir a trabajar, hay poquito asbesto, las mediciones de aire dan bien; si dan bien, ¿por qué tengo 27 compañeros enfermos?”.

No solo por asbesto y Covid-19, en el subte los tóxicos se descubren primero en los cuerpos de les trabajadores que, alertados por la prsencia de asbesto, auditaron los estudios que año a año les hace la ART por control. El resultado: encontraron también compañeres con plomo y silicio en sangre.

Esto se suma a las variables históricas: la pérdida de audición por el ruido, de la vista por la mala iluminación y de los que fallecen electrocutados (a razón de uno por año en estos 26 que Metrovías tiene la concesión del subte). Casos que la Ley de Riesgos de Trabajo y los empresarios llaman enfermedades profesionales y accidentes laborales, pero la organización no entiende de eufemismos: “Era ser protagonistas, plantarnos y defendernos colectivamente ante esta dejadez cínica de la empresa o vernos que hoy estamos y mañana no. La construcción colectiva, la discusión de las condiciones y escuchar a los compañeros es la mejor organización para enfrentar este modelo de organización del trabajo”, describe Francisco.

Insalubres

El aviso a les trabajadores de que el subte está contaminado con asbesto no vino de la empresa, ni del Gobierno de la Ciudad, ni del Ministerio de Salud, ni de ningún organismo obligado a velar por la salud y el ambiente: vino de sus pares españoles.

En 2018 se enteraron que les trabajadores del Metro de Madrid estaban contando sus enfermos por exposición al asbesto. Solo bastó mirar alrededor para ver que estaban rodeados de los trenes que en el 2011 el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le había comprado al Metro de Madrid: 36 coches que contienen asbesto. No fueron engañados: los manuales y planos de especificaciones técnicas mencionaban explícitamente la presencia de asbesto.

Por Decreto N° 658/96 el asbesto fue incorporado al listado de enfermedades profesionales por su capacidad de producir cáncer de pulmón en trabajadores expuestos. Además, produce una afección crónica, la asbestosis, que daña a los pulmones de forma permanente e irreversible y causa insuficiencia respiratoria. Por esto, la producción, importación, comercialización y el uso de asbesto y productos que lo contengan está prohibido desde 2003 en nuestro país, por Resolución del Ministerio de Salud N°823/2001. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 1998 que la aparición de los efectos crónicos por exposición a esta sustancia es independiente de la dosis de exposición, por lo tanto, es imposible establecer niveles de exposición seguros.

Los materiales que contienen asbesto no deben ser cortados ni manipulados, que es todo lo que hicieron les trabajadores del taller Roncagua de la línea B para adecuar los trenes madrileños a nuestras vías.

En dos años, les trabajadores del subte lograron que las empresas Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE), Metrovias S.A. y el gobierno porteño admitieran la presencia de asbesto, y que crearan un registro de trabajadores expuestos. A todos los que ingresan a este registro, la empresa debe hacerles estudios anuales por exposición al asbesto, de por vida si el trabajador se jubila en la empresa, y por 5 años si cambia de trabajo.

A este registro ingresaron 1600 trabajadores, de los cuales ya han sido testados 1200 y a 27 se les detectó abestosis.  Se confirmó así que cuatro trabajadores expuestos desarrollaron cáncer; dos de ellos ya fueron operados y están rehabilitados. De los dos trabajadores que todavía padecen la enfermedad, a uno la ART le está haciendo el seguimiento para operarlo y al otro, una persona que trabajó en el subte siete años, la ART se niega a admitir su caso como enfermedad laboral porque sostiene que su condición no se condice con la cantidad de tiempo que trabajó en el subte, por más OMS afirme que no hay ninguna exposición segura al asbesto.  La AGTSyP llevará este caso ante la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.

Pero el asbesto no está solo en los coches de la línea B comprados por la Ciudad. Según consta en los diferentes pliegos está en las flotas de subtes modelos CAF 5000, Mitsubishi, Fiat concord, GEE, Nagoya series 250-300-1200-5000, en todas las subusinas de energía eléctrica, en el sistema de señales de la línea C (que contiene piezas de las señales de todas las líneas), en el Premetro, en los cuartos de bombeo y en los depósitos de agua de los baños de la mayoría de los sectores, áreas y líneas del subte. Además, a través de análisis realizados en la Universidad del Sur la AGTSyP encontró asbesto también en los frenos de las escaleras mecánicas, en las chapa de fibrocemento del cuarto de descanso y vestuario de les trabajadores del Premetro y en la flota SIEMMENS. Aunque la empresa aún no lo haya admitido, les trabajadores ya saben que piedra que se levanta en el subte, piedra en la que se encuentra asbesto. Por esto, reclaman que se sume a los 5200 trabajadores del subte al registro (sin importar rangos ni jerarquías) y se realice un plan de desasbestización de todo el subte.

“Es una pelea permanente. En la cantidad de lugares que hemos encontrado asbesto la empresa tendría que haber aceptado la situación y meter a todos a hacer los estudios. Pero no, no funcionan con esa lógica. Funcionan con la negación sistemática: demostrame que tiene”, cuenta Francisco, y así describe el engranaje que deben mover para avanzar en esta lucha: ir denunciando piezas, que la empresa las mande a muestrear, que comprueben que está contaminada, que ingresen al registro les trabajadores del sector que trabajen con ese material, que se les hagan los estudios, y así, para ir encontrando más afectados y que la empresa reconozca las áreas contaminadas que deben ser desasbestizadas.

¿Desasbestizado?

“Afrontamos nuestro compromiso desarrollando una cultura de mejora continua de protección del medio ambiente, velando por un uso eficiente de los recursos naturales e innovando con prácticas responsables, que minimicen el impacto ambiental de nuestras actividades, de acuerdo con la legislación vigente en cada lugar en donde actuemos”, reza el Código de Ética y Conducta Empresarial de Metrovías.

Sin embargo, entre los papeles de los escritorios del Juzgado de 1ra instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 12 está el recurso de amparo colectivo ambiental y una medida cautelar promovida por la AGTSyP contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Subterraneos de Buenos Aires, Metrovías S.A., y Metro de Madrid S.A., con el objetivo de que se recomponga el daño ambiental y se prevenga el daño a la salud producido por la contaminación con asbesto.

La jueza Alejandra Beatriz Petrella hizo lugar a la medida cautelar a fines de enero de 2020 y prohibió el contacto tanto de trabajadores como de usuario con materiales o lugares que tengan o estén sospechados de tener asbesto, ordenó la toma de muestras de piezas, que se realice un pan de desasbestización de los lugares contaminados y solicitó a Metrovías y SBASE que le entregue un listado de trabajadores que hayan desempeñado tareas en el ámbito del subte 40 años antes a la demanda, en un plazo de 10 días.

El 14 de agosto pasado, la jueza volvió a darle la razón a les trabajadores del subte, que reclamaron el incumplimiento de la cautelar, y les pidió a los demandados que dejen de hacer tiempo: “Deberán abstenerse de acompañar meros informes producidos por la Administración o por las distintas dependencias, se las exhorta a presentar un escrito claro, preciso, concreto y detallado de cuya lectura se desprenda la información peticionada”.

¿Y el plan de desasbestización? Francisco Ledesma: “No se está cumpliendo. Hoy estamos en cero. Hasta ahora hicieron una publicación de publicidad, en enero, pero eso no tenía fechas, no decía quién lo iba a hacer, cómo lo iba a hacer, cuándo, dónde. No hay voluntad política. No lo quiere hacer la empresa privada, no lo quiere hacer la empresa estatal y la Subsecretaría de Trabajo de CABA tampoco porque si no lo obligaría, tiene la policía de trabajo para clausurar los sectores y obligarla a que si quiere que se lo habiliten, invertir”.

Ciudad contaminada

El ambiente en la Ciudad de Buenos Aires está en los cuatro metros cuadrados de espacios verdes por habitante -la Organización Mundial de la Salud recomienda que sean 15- y en las asambleas de vecinos que defienden las plazas. En las calles de los barrios y las organizaciones que luchan por la urbanización. En los bolsones de verduras agroecológicas y en la Unión de Trabajadores de la Tierra. Y también está en los túneles del subsuelo porteño y en la asociación de trabajadores del Subte que hace dos años expuso ante todo el mundo que el subte está contaminado.

“Nosotros tenemos que entender que tenemos que ser el inspector que nunca va a llegar a nuestro lugar de trabajo, tenemos que ser los protagonistas de defender nuestra salud ante la organización del trabajo que va en detrimento de nuestra salud, de nuestra vida”, sentencia el Secretario de Salud de AGTSyP y cuenta que la lucha por la contaminación del subte no se queda bajo tierra: “vinieron los compañeros docentes y fuimos a los colegios. Nos pareció importante el vínculo con la ciudad. También los vecinos nos decían, ´nosotros creemos que acá en el club o en el edificio tenemos asbesto´ o ´nosotros también viajamos en subte, entonces queremos información´, y fuimos a varias comunas a dar charlas sobre ese tema, para explicar qué está pasando y cómo nos afecta a todos como sociedad”.

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

Pero falta para eso.

Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

Fin.

Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Fotos: Sebastian Smok

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

Otras celebridades que se llevan las miradas:

El Zorro con la bandera de Argentina.

Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

  • Castrá
  • Adoptá callejeritos
  • Educá
  • No compres
  • No + piroctenia

Son tatuajes.

En la cara.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Carcedo y su libro.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

Fin.

Equivalencias y bebidas.

Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

Le han robado el celular.

Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

-Es que está lleno de negros.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
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