Nota
El rock del machismo

Tres propuestas para que viva el teatro, empezando por este jueves. El rockstar, la conductora de tv y la violencia machista en el universo de la música; una mujer arrancada de la selva misionera para ser sometida en un prostíbulo de ruta; y la ficción como sustancia clave para entender la realidad. Símbolos de las nuevas tendencias y hallazgos del teatro en Buenos Aires.
Estar System
Actuaciones increíbles, la dirección de Elisa Carricajo (del grupo Piel de lava) y un tema que literalmente golpea. Estar System es el resultado de una investigación sobre declaraciones públicas de varones vinculados a la escena musical que tuvieron algún tipo de denuncia relacionada con situaciones de violencia. Esta creación colectiva para el Laboratorio de Experimentación de Comunicación y Artes Escénicas de MU Trinchera Boutique, se zambulle en el cruce entre la comunicación y las herramientas del arte.
El germen de este acontecimiento artístico empezó con el trabajo de Lavaca sobre violencias patriarcales y llegó a la problemática de las víctimas abusadas por músicos y, luego, a aquellos varones que habían sido denunciados y/o escrachados. Después de más de tres años de trabajo terapéutico a cargo de la psícóloga clínica y terapeuta gestáltica Susana García, el Laboratorio consideró que el tema era materia para trabajar y llevar a escena. Se armó un primer borrador con un eje narrativo, se analizaron los discursos de justificación, de arrepentimiento, de negación, se clasificaron para encontrar qué tenían en común.
Ese material fue entregado a la actriz, directora y dramaturga Ellisa Carricajo –fundadora e integrante del colectivo teatral Piel de lava y la sala Planta Inclán, entre tantos proyectos–.
Los intérpretes: la actriz y cantante Sofía Dieguez (trabajó en las series Pequeña Victoria y El Marginal, fue protagonista del musical Crianzas y autora y protagonista de Magenta, una sirena más allá del mar) y el actor Guido Veneroni (con el linaje y el kilometraje obtenidos con Lito Cruz, Norman Briski, Guillermo Cacace y Juan Onofri Barbato).
Además del material recolectado y procesado por el Laboratorio, Elisa, Sofía y Guido investigaron lo que había sido publicado en distintos medios sobre este tipo de casos de violencia.
La escena: una conductora de televisión entrevista a un músico famoso que tuvo sus años de gloria y compuso infinidad de hits. Estar System no ofrece una respuesta a la problemática sino que pone la mirada en los interrogantes para empezar a pensar cuáles son los senderos que pueden conducirnos a desarmar las violencias que, claro está, no son exclusivas del mundo de la música.
El ciclo en el que está incluida la obra se se denomina Escena y Asamblea, busca habilitar un debate posterior a la función y pensar colectivamente las relaciones de poder, de crear y de estar juntxs.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Jueves 20 y 27 de octubre, 20.30 hs
@elisacarricajo
@dieguezsofia
@g.uideo
@mu.trinchera
Entradas: www.lavaca.org/trinchera
La Naty
Una mentira fue la que llevó a la Naty a vivir como vive. O sobrevive. La Naty es una joven paraguaya que viene de la selva misionera, en la que se crió esuchando las leyendas guaraníes. Una de ellas es la del Curupi, un ser con apariencia masculina de baja estatura, velludo, con un enorme falo, que suele atacar a las mujeres que andan solas. “No es como decia la abuela, que ataca en los montes a la hora de la siesta. Por muchos lados anda y a la hora que él quiera, porque muchas caras tiene y ninguna a la vez”, asegura la Naty, quien en cada prostituyente ve el rostro del Curupi.

El taller de prostitución de un Encuentro de Mujeres fue el disparador para que la dramaturga y directora Sol Bonelli escribiera para la plataforma Cont.ar la serie Se trata de nosotros, de ocho capítulos, grabada en 2012. Al terminar de escribirla nació su primer hijo y tres años después nació el segundo. Quiso entonces escribir un monólogo sobre la maternidad pero la temática de la serie se entrometía en su texto por lo que decidió hacerle caso. Así surgió el monólogo de La Naty, que se desprende de su obra Flores de Tajy, estranada en 2016. Tres años más tarde se reestrenó en el Maipo. Sol Bonelli hizo foco en el monólogo de la Naty: “Tenía ganas de hacer una nueva puesta más íntima con este monólogo y un amigo me había sugerido poner la cama en el medio del escenario .La Naty es un personaje doblegado pero también resiste”.
Sol conoció a la actriz Olave Mendoza en 2018 cuando desde el Centro Cultural Sábato, donde es la directora del ámbito teatral, hizo una convocatoria que se llamó “Escenarias: Mujeres que hacen la escena contemporánea”. La compañía Monomujer, integrada por cinco actrices incluida Olave, quedó seleccionada con su obra Migrante. Cuenta Olave que La Naty la interpela por muchos factores. Su padre es paraguayo, ella es chaqueña, iba bastante seguido a Misiones, le interesa la cosmogonía guaraní. “La Naty fue una herramienta que me abrió un montón de caminos, me ayudó a poder combatir de alguna manera esto que sigue pasando”. Sol rescata “la función social del teatro, que como autora y directora me interesa exponer en el escenario como espejo de una sociedad. El arte es una herramienta de transformación social. La batalla es cultural, y tal vez con los años fui entendiendo más, al escribir la serie y el monólogo con la intención de hacer espejo a situaciones que están barridas bajo la alfombra, porque es un tema que duele”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 21 de octubre, 20 hs
Reservas: lavaca.org/trinchera
@mu.trinchera
@sol_bonelli
@olave.mendoza
La vida sin ficción
¿Podríamos vivir sin ficción? ¿Cuál es la frontera entre ficción y realidad? ¿Una invade a la otra? En el terreno de lo posible, nada es absoluto y los bordes se esfuman cuando se los mira de cerca . La existencia se viste de fantasía y se prolonga el umbral del azar. En esta obra de teatro, casi nada es como creemos. Estamos invitadxs a confiar en la autenticidad de la ilusión.
La vida sin ficción es el título de una novela que ha quedado inconclusa porque el autor murió repentinamente. Su hijo Lucas se topa un día con el borrador, lo publica y se convierte en un best seller. A partir de este eje se despliegan varias historias. Francisco Lumerman, Rosario Varela y Esteban Masturini se meten en la piel de nueve personajes que van contando su devenir. Un grupo de amigxs produce un documental sobre el impacto que les provocó la novela sin terminar, una actriz filma una película basada en ese texto, Lucas define su novela en una cabaña frente al mar y percibe una presencia que ronda no solo sus pensamientos sino su entorno físico.

La obra del actor, director y dramaturgo Francisco Lumerman, comenzó a gestarse en su imaginación y durante la pandemia se sentó a escribirla. También decidió actuar en ella. “Cuando vuelva la actividad, vuelvo con todo, me saco todos los gustos —pensó Francisco— y algo de eso me mantuvo uniendo esos mundos. Me llevó un año y pico, en noviembre del año pasado tenía el borrador terminado”. Leer fue vital en esa etapa y significó transmutar lo denso en algo más liviano y disfrutable. “La ficción me salvó. La vida como ficción, la propia historia, los vínculos como ficción. Hay convenciones, el dinero es una ficción, un acuerdo, también una serie, un libro. Los mecanismos de aceptación de la ficción están presentes en la realidad, que supuestamente no es ficción”.
La muerte fue otro de los tópicos que aparecieron mientras moldeaba la obra. “Fue importante que el material en relación con la muerte fuera muy vital, que no fuera lúgubre, sino indagar en ese estadio como parte de la vida. La desaparición de alguien también invita a construir ficciones”. Alguien que muere de repente, alguien que se va despidiendo de la vida, distintas formas de partir. Quizás cada biografía también sea una novela inconclusa. ¿Qué vamos escribiendo día a día en nuestras propias páginas? Francisco: “La autoficción es otro eje, y cómo uno también narra su propia experiencia. Me divertía contaminar mis datos biográficos con cosas que no lo eran y jugar con eso, como un biodrama ficcionado, en realidad todos lo son, y que algo de eso puediera mezclarse y convivir. Contar el pasado es también contar una ficción”.
Teatro Moscú, Juan Ramirez de Velasco 535, CABA
Viernes 21 hs y sábados 19.30 hs
@flumerman
@rosariomuma
@estebanmasturini
@moscuteatro
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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