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Misiones arde
Cuando uno habla de Misiones, la primera y única imagen que se le viene a la mente es la selva o las cataratas: en absoluto uno pensaría en policías acuartelados, docentes cortando rutas o personal de salud apostado en el ministerio. Pero detrás del velo de la hipnotizante naturaleza misionera se esconde una realidad de miseria generalizada: sueldos de indigencia, costo de vida altísimo, una clase gobernante enquistada en el poder y un aparato mediático blindando el plan de ajuste de la casta misionera.
Desde Misiones, por Sergio Rondán
Son las 7 de la tarde de un viernes atípico en la ciudad de Posadas: hace varios días que el clima fluctúa entre una lluvia leve pero constante, y un cielo encapotado y frío. Llovizna y hace frío. Sí, hace frío y acá es más húmedo y penetra todo. Pero a los policías no les importa. “Nosotros estamos acostumbrados a pasarla mal… estamos acostumbrados a que nos maltraten” dice con un extraño orgullo un miembro de la fuerza en actividad, sin necesidad de mencionar al gobierno que encabeza Hugo Passalacqua.
La policía misionera utilizando gomas para apoyar su reclamo en la calle.
El policía no puede dar su nombre: es la situación de muchos de los policías que se encuentran acuartelados en el Comando Radioeléctrico UR-I de Posadas. En cambio, Ramón Amarilla, suboficial retirado, sí puede dar su testimonio: “No estamos acuartelados, el comando está operativo. La calle fue cortada por la municipalidad”. Algo de razón tiene porque la cartelería de la municipalidad de Posadas es la que anuncia el desvío. Pero la decena de patrulleros que atraviesan la avenida República Oriental del Uruguay, una de las arterias que conducen al centro de Posadas, muestran otra cosa.
De golpe suenan todas las sirenas de los patrulleros apostados. Una mujer con altavoz toma la palabra: “Saludamos a los camaradas de Eldorado que acaban de llegar, quiero escuchar esas bocinas y aplausos, demostremos que la familia policial no se rinde.” Misiones es una provincia que tiene 1.280.960 habitantes: unos 330 mil viven en Posadas y su área metropolitana, otros 70 mil en Oberá, a 100 km de la capital yendo hacia el centro de la provincia y otros 60 mil habitan en Eldorado, a 200 km sobre la Ruta Nacional N°12. El resto de la población vive en alguno de los 75 municipios. “Estamos esperando camaradas de Iguazú, de Wanda, de El Soberbio… de todos lados se están moviendo hacia Posadas para manifestarse. No nos vamos a mover de acá. Solo pedimos lo justo: poder darle dos comidas al día a nuestras familias y que nuestros galleteros (como se le dice al niño/a que está cursando sus primeros años de escolaridad) puedan ir a la escuela con un cuaderno y un lápiz en la mochila”. Amarilla es certero con sus palabras: la situación salarial es insostenible. El escalafón más bajo de las fuerzas cobra cerca de 450 mil pesos, por lo tanto entra en la línea de pobreza ya que no alcanza a cubrir ni de cerca la canasta básica.
La protesta docente, ignorada masivamente por los medios misioneros: privados y subordinados al gobierno
Pero esta situación no sucede solamente con la policía. Los reclamos de las fuerzas de seguridad siempre ganan más notoriedad porque no son la norma. Nadie está acostumbrado a ver policías cortando calles sino más bien lo contrario. Por eso quizás el reclamo docente o de salud pase desapercibido. Aunque el caso docente es paradigmático en esta provincia ya que es una lucha que viene de hace rato y se agravó con la llegada de Milei.
“Antes del cambio de gobierno, la gestión saliente envió fondos para pagar los componentes salariales que Nación aporta al sueldo del docente de Misiones. Pero esa plata nunca llegó a nuestros bolsillos”. Jorge Romero es profesor de Historia y referente dentro de las bases docentes que se movilizan sin pedir permiso a los aparatos ni estructuras. Para entender lo que dice hay que comprender cómo funciona el salario docente. Luego de la reforma constitucional de 1994, las provincias debieron hacerse cargo de la educación. Misiones, como tantas otras, no tenía dinero para los sueldos: de ahí surgen los 1.000 días de la carpa blanca que terminaron en el famoso FONID, o Fondo Nacional de Incentivo Docente, el cual se cobra desde 1998. En el caso de Misiones y otras provincias, no solo Nación enviaba ese dinero, sino también la Garantía Nacional y la Conectividad; la primera correspondía a una suma para aquellas provincias donde los gobiernos provinciales no podían llegar al piso de la Paritaria Nacional Docente. La segunda surge luego de la pandemia. Pero en números, el FONID representaba 12.500 pesos, la Garantía unos 50.000 y la conectividad otros 12.500. ¿No se entiende? No, claro que no se entiende pero digamos que con todas esas cifras, la maestra misionera en noviembre del 2023 debería haber cobrado 250 mil pesos pero recibió 161 mil pesos.
La policía en la calle, esta vez para ejercer su derecho a reclamar, ante el silencio oficial.
El dinero se giró, llegó a la provincia, pero nunca a los docentes, que hasta bien entrado febrero estuvieron cobrando esa miseria. Recién a mediados de ese mes el gobierno provincial fue soltando el dinero a cuentagotas, es decir, en cuotas. El docente misionero nunca cobró su sueldo entero sino en partes, cosa bastante única en el país.
“Acá el problema viene de hace rato y es exclusiva responsabilidad de la Renovación (el partido que gobierna hace 21 años la provincia) que mantiene a los docentes en la indigencia. Y no es solo el salario, el acceso a los cargos no es transparente. No existen los actos públicos, muchos cargos se reparten a dedo. Hasta hay desplazamientos hechos a dedo, es una locura” cuenta otra docente que prefiere guardar su identidad. Actualmente un docente de grado cobra 237.000 pesos por cargo sin antigüedad: esto es, un sueldo que está muy por debajo de la línea de indigencia. Carlos Lezcano, referente de la lucha misionera lo explicó muy bien en una mesa de discusión: “Un docente con un cargo es indigente, un docente con dos cargos es pobre”.
Cuando Buenos Aires pone su ojo sobre un punto del país, este cobra existencia y relevancia, tanto para bien como para mal. Ante un hecho como este, uno esperaría que medios locales estén cubriendo la situación pero en Misiones eso no sucede.
¿No hay radios o canales de televisión? Si, y bastantes, muchos de ellos bajo la órbita de Multimedios SAPEM (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) siendo Canal 12 su nave insignia. El aparato comunicacional de la Renovación maneja los medios públicos para imponer su discurso de una Misiones blanca, pura, radiante y mayormente rubia. Quienes no están bajo la órbita directa de SAPEM reciben de una u otra manera dinero para mantener una férrea bajada de línea. En este caso, ninguno de esos medios cubren la situación.
Un ejemplo: se escuchó a Jorge Rial decir al aire que intentó comunicarse con colegas de Misiones para pedir un móvil pero que nadie respondió. Rodrigo Aranda, vicepresidente de SAPEM y hermano de Ramiro Aranda, ministro de Educación provincial, dio la orden de no cubrir nada. Todos son comentarios off the record, por supuesto: nadie quiere quedar expuesto. Es por eso que los cortes de ruta que los docentes vienen realizando hace un mes por toda la provincia no tienen difusión: la gente no se entera. Solo trascendió cuando un gendarme muy suelto de lengua amenazó con disparar pero quedó en eso: en un producto de la memética actual.
“Canal 12 es un medio oficialista que no dice nada. Solamente muestran las Cataratas y pajaritos, eso es Misiones para ellos. Nosotros venimos protestando desde enero. 10 días estuvimos acampando en la Casa de Gobierno y no vino nadie. Nadie nos recibe, esta situación es extrema y de acá no nos movemos”. Lo mismo pasa con docentes o personal de salud. Nadie recibe a nadie, los aumentos que se dieron en febrero no llegaron al 10% y se realizaron por decreto. Mientras tanto, el gobierno de Misiones se muestra como un ejemplo de educación y de salud desde sus medios y las redes.
Pero en las calles, pese al frío y la lluvia, el clima arde. La semana que pasó los docentes cortaron la Ruta Nacional N°12, que bordea el Paraná y la Ruta Nacional 14°, bordeando el Uruguay. Buscaron al ministro de Hacienda, Alfredo Safrán, que nunca apareció, lo mismo el ministro de Educación Aranda. Intentando burlar el cerco mediático, se enteraron de que el vicegobernador iba a estar en un streaming del grupo SAPEM y lo encararon en YouTube pero también lo esperaron a la salida del programa. Lucas Spinelli huyó en una fastuosa camioneta 4×4 y casi provoca un accidente. Al día siguiente, los docentes marcharon hacia la Legislatura, que se hallaba vallada y con un cerco policial, cosa nunca antes vista. Hubo forcejeos, insultos al gobierno provincial, se tiraron vallas. Los policías solamente estaban haciendo de escudo sin usar la fuerza, aunque también tuvieron que escoltar a los diputados de la Renovación que huyeron por una salida lateral.
“Nosotros de acá no nos vamos. Lo nuestro va a ir hasta las últimas consecuencias. Alguien tiene que venir, dar la cara y hablar, tenemos vocación de diálogo” sentencia Ramón Amarilla. No se siente asustado por el “comité de crisis” de Patricia Bullrich. Los docentes tampoco, y ya comienzan a movilizarse desde toda la provincia. La batalla dura se dará el lunes, cuando el gobierno anuncie el aumento que tiene planeado. “Nos van a ofrecer solamente un aumento por encima de la inflación de abril, ya se sabe. Pero nadie va a aceptar eso” dice Jorge Romero y plantea la forma del futuro: “Vamos a seguir luchando hasta que la dignidad se haga costumbre”.
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Un acto y tres rondas en Plaza de Mayo: ¿qué es resistir?
Esta vez no hubo dos sino tres rondas de diferentes grupos de Madres en Plaza de Mayo, con un punto de unión que solo pudo verse dos generaciones más abajo. Sindicatos, partidos y movimientos habían organizado otro acto, más temprano, que no enlazó con lo de Madres más allá de los discursos. La descripción de un jueves atípico y las preguntas que quedan flotando sobre la construcción, la movilización y la resistencia.
Por Lucas Pedulla
Jueves 5 de diciembre, 13 horas
Sindicatos de la CTA, otros díscolos de la CGT, y algunos partidos políticos habían convocado a la Marcha Federal Argentina Sin Hambre en Plaza de Mayo. A la hora señalada siguen entrando banderas –MTR, MTE, UTE, CONADU, ATE, SUTEBA, y pasan y pasan– pero por la Plaza es posible caminar holgadamente: un primer indicio de la convocatoria. Desde el escenario el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadores de la Argentina, y diputado nacional por el Frente de Todxs, Hugo Yasky, habla del 18 por ciento de indigencia, de la caída del consumo de la carne, el recorte de los medicamentos gratuitos a los jubilados y “la imagen bochornosa” del senador Edgardo Kueider al ser detenido traficando dólares.
Habla también de un nuevo sujeto entre gremios y movimientos sociales, mientras por otro sector de la plaza entran columnas de movimientos, partidos y gremios de izquierda que cantan “paro general” y un clásico de los últimos tiempos con un nuevo adjetivo: “A dónde está que no se ve esa cagona CGT”.
Rosi tiene 49 años, milita en el MTR de Lomas de Zamora, y escucha desde Diagonal Sur: “Es importante estar acá porque está todo mal. Milei no está haciendo nada bien. No hay trabajo. Falta agua, falta luz, falta todo. Soy del barrio Olimpo y no llego a fin de mes. Me la rebusco”. Encuesta de hogares: “Tengo cuatro hijos, dos que estudian y una nena discapacitada. Mis ingresos son changas, cuando tengo suerte”. Consultada sobre si conoce a vecinos que lo votaron y se arrepintieron dice que sí: “Pero ya es tarde. Hay que seguir hasta que se vaya”.
Las voces en el escenario siguen:
- Alguien de UTEP: “Necesitamos a todos acá. En elecciones es obvio que nos van a buscar al territorio pero es ahora que el pueblo se está cagando de hambre. El 80 por ciento de la fila de nuestros comedores son jubilados”.
- Alguien de CTA: “Hace 41 años se disolvía la junta militar y asumía un gobierno democrático. Esos fascistas decían que venían por 20 años. Fue gracias a las Madres, las Abuelas, pero también al movimiento obrero organizado. Estos tipos hoy con medios y redes quieren construir un escepticismo alimentando la angustia de no poder alimentar a nuestros hijos. Después del 17 de octubre, hubo un 20 de diciembre para saber qué camino transitar para sacarnos a los cipayos de encima”.
- Alguien del Frente Barrial de Territorios en Lucha: “Nos hacemos presentes en este diciembre caliente porque la fuerza de los trabajadores no va a aflojar”.
Víctor escucha cerquita del escenario. Es uno de los ganadores de la jornada vendiendo aguas a 2.000 pesos. Es peruano y vive en la Villa 31: “La estoy pasando pésimo. Soy laburante de la calle, y lo que noto es que la gente no tiene para comer. Y el gobierno no hace nada por los pobres, sólo los está perjudicando”.
Sobre la reforma migratoria anunciada esta semana, donde el Gobierno quiere que los extranjeros paguen por atención en hospitales y estudiar en universidades, Víctor compara: “En Lima no es gratis, por eso en Sudamérica se piensa que Argentina es lo mejor. Este gobierno está haciendo todo al revés. No le interesa la gente pobre. Mire lo que hace con los jubilados. Y a los extranjeros nos tiene de lado”.
Desde el escenario piden un aplauso porque está ingresando Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. También están las madres Vera Jarach y Carmen Vieyra de Lareu. “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, corea la gente.
Las Madres Línea Fundadora convocaron a la Marcha de la Resistencia para este jueves a las 15, a la que adhirieron otros diez organismos. Desde el escenario piden que luego se acompañe a la marcha. La primera fue en 1981 en plena dictadura. Más allá de las habituales rondas de todos los jueves, la Marcha de la Resistencia implicaba una movilización de 24 horas alrededor de la Pirámide de Mayo. Las Madres la sostuvieron todos los años en fechas cercanas al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
En la Plaza le pasan el micrófono a Taty. Habla al borde del escenario, en su silla de ruedas: “Hay que seguir resistiendo a este gobierno inhumano, negacionista, que pretende borrar la memoria. No lo va a lograr. Mientras existan compañeres como todos ustedes, unidos, eso hay que lograr: la unidad. Tener todes claros quién es el enemigo. Y esa resistencia que estamos haciendo y demostrando de muchas maneras hoy la demostraremos en la Marcha de la Resistencia, porque queridos compañeres, no nos han vencido”.
Aplausos.
Taty: “No hay que bajar los brazos. Tienen que hacer como las Madres hacemos y decimos hace 46 años, que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Se lo decimos nosotras, las locas que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas seguimos de pie”.
El acto termina. Yasky pide que no se vayan y se queden acompañando la marcha.
Por los parlantes suena Vencedores vencidos, de Los Redondos.
Sin embargo, pasa algo: la gente se va.
Son las dos y media de la tarde y la Plaza queda casi vacía.
Jueves, 15 horas
De las columnas y las banderas no queda casi nadie. Logísticamente (y políticamente, y filosóficamente) hubiera sido importante empalmar el cierre de una con el inicio de otra, pero eso no sucede.
Sobre el ombú de la calle Yrigoyen, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica ronda de todos los jueves de Madres Línea Fundadora, que en el último tiempo tenía a Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen como sus tres estandartes. Este año, por las partidas de Nora y Mirta, solo quedó Elia. Como siempre, rondan y mencionan nombres y apellidos de desaparecides. A cada nombre mencionado responden a coro: “Presente”. Llevan pancartas con los rostros y nombres de las madres pioneras y fundadoras de aquella primera ronda del 30 de abril de 1977. Elia lleva la imagen de Azucena Villaflor de Devincenti, una de las tres madres (junto a Esther Careaga y Mary Bianco) secuestradas y desaparecidas por la dictadura, arrojadas al mar desde los aviones que efectuaban los vuelos de la muerte.
Del otro lado de la Plaza, sobre el gazebo que da a la avenida Rivadavia, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica marcha de todos los jueves de Asociación Madres de Plaza de Mayo. Allí, entre otras y con los dedos en V, sonríe Josefa “Pina” De Fiore. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, cantan señalando a la Casa Rosada.
Desde hace muchísimos años, las rondas son esas dos, por diferencias entre ambas organizaciones. Giran alrededor de la Pirámide a la misma velocidad y en el mismo sentido, cada una del lado opuesto a la otra.
Pero este jueves son tres, porque a las 15.30 se suman las madres de Línea Fundadora que convocaron a la Marcha de la Resistencia, con Taty Almeida, Vera Jarach y Carmen Lareu. “A donde vayan los iremos a buscar”, cantan. Atrás acompañan HIJOS Capital, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, entre otros organismos.
A la ronda habitual de Línea Fundadura, encabezada por Elia Espen, se suma esta vez Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Las tres marchas sin embargo conforman una curiosa ligazón que, vista en perspectiva, hacen parecer que se trata de una sola (como quizás, en el fondo, lo sea siempre). Esta vez, en las tres rondas hay presencia de integrantes del organismo Nietes.
La circulación alrededor de la Pirámide dura media hora, como cada jueves.
Jueves, 16 horas y después
Sobre Rivadavia, la Asociación hace su acto.
Taty, Vera y Carmen se van. En general no participan, ni siquiera con sus compañeras de la Línea Fundadora que, sobre Yrigoyen también hace su acto, acompañada de las hermanas y sobrevivientes. Elia Espen, como cada jueves, pide que no aflojen, que luchemos y vengamos al siguiente.
Y pide que cantemos Como la cigarra, de María Elena Walsh: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo, estoy aquí, resucitando”.
El canto emociona, como siempre.
Cura un poco las heridas de esta época, e incluso las de un jueves atípico.
¿Qué es resistir?
Quizá sea una pregunta que, mientras la Plaza se va vaciando otra vez, nos tengamos que seguir haciendo.
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Las jubilaciones sin remedio
La marcha de jubiladas y jubilados desde el PAMI al Congreso, por la quita de medicamentos gratuitos. La policía amenazante en un día marcado por el senador atrapado en Paraguay con cientos de miles de dólares. Las reflexiones y los carteles de un reclamo que promete no detenerse.
Sergio Ciancaglini Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El gobierno eliminó la gratuidad de medicamentos del PAMI para quienes ganen una jubilación y media o más (389.000 pesos), abarcando a casi 3 millones de personas. Se confirma así el objetivo de una motosierra que subvenciona, quita impuestos, desregula, descontrola y favorece a corporaciones multinacionales mientras se ensaña con los sectores que menos pueden defenderse. Una política de la envidia, pero al revés.
Jubiladas y jubilados -por las suyas o integrando algunas de las organizaciones que los nuclean- se encontraron primero en el propio PAMI (Corrientes al 600, de Buenos Aires) para reclamar frente a la entidad, apretujados contra la vereda por la policía pertrechada como para una guerra. Se calculaba alrededor de 1.500 efectivos (como se los denomina generosamente) entre los que intervinieron y los que andaban apostados por allí a la espera del combate.
La desproporción de estos operativos es coherente con la del ataque a las jubilaciones sobre las que opera el llamado “ajuste fiscal más grande de la historia”.
Paradoja récord
La respuesta de la calle era una información: “Trabajador/ te estamos avisando/ que tu jubilación/ te la están afanando”.
Otra consigna, rechazada por Cristina Kirchner en un acto reciente: “Milei, basura/ vos sos la dictadura”. Y unas estrofas dedicadas a la policía: “Que feo debe ser/ pegarle a un jubilado/ para poder comer”.
Frente a las críticas por los recortes a los medicamentos el oficialismo plantea que se mantiene el sistema para quienes menos cobran, a los que a su vez se suele acusar por no haber hecho aportes toda su vida, participando en moratorias, y a quienes además les congelaron el bono fijo en 70.000 pesos.
Pero a las personas que sí aportaron toda la vida y por eso cobran más de 389.000 pesos, las atacan quitándoles la gratuidad de algunos medicamentos, con lo cual se puede materializar una paradoja, o un récord: que muchos mterminen con menos ingresos reales que los de la mínima, todo lo cual será seguramente celebrado por los mercados especulativos.
“Directamente que nos maten, si quieren” proponía una mujer a los gritos.
Desde el PAMI la manifestación marchó hacia el Congreso. Más policías. La marcha no se detuvo y dio una vuelta alrededor del edificio, en el que diputadas y diputados se dedicaban a lo suyo, expresado en este caso en la reelección de Martín Menem al frente de la Cámara baja. Es uno de los lugares que no rechazó el veto de Milei contra la reforma jubilatoria que hubiera hecho un poco menos violento el calvario actual.
El lector y el motoquero
En la esquina de Entre Ríos y Rivadavia los jubilados desplegaron sus clásicos semaforazos, plantándose ante los automovilistas de una de las avenidas y luego de la otra.
Ernesto llevaba el libro de la española Almudena Grandes, Inés y la alegría: “Es sobre la época de la guerra civil en España. No es para pegarle a la policía”. Sobre Entre Ríos, Ernesto pedía calma a los motoqueros que querían pasar a toda costa. “Este reclamo también lo hacemos para ustedes, acuérdense”. Uno le contestó: “Mis viejos son jubilados, así que ya sé lo que están haciendo estos hijos de puta, pero tengo que seguir laburando”. Fueron dos minutos, como pasa siempre hasta que la manifestación se plantó ante los automovilistas que venían por Rivadavia. Había algunos bocinazos de reprobación y otros celebratorios.
Ernesto: “Esto es algo que hay que hacer por solidaridad. Nosotros estamos también pensando en los que están trabajando actualmente. Creo que todos los argentinos deberían estar aquí”.
¿Vendrá alguien a salvarnos?
Un hombre de gorro rojo había escrito a mano en un cartón: “Con Milei la Patria no tiene remedio. Tampoco los jubilados”. Hablaba ante los celulares que lo filmaban: “Si me quedo en casa todo me duele más. Esto, venir acá, me da adrenalina, aunque parezca mentira”. En ese momento le brotaron las lágrimas: “Prefiero morir luchando”. El grito alrededor: “Ju-bi-lados/ carajo”.
María escribió sobre una cartulina violeta: “Jubilados en indigencia. Fuera Milei-Macri”.
Su argumento sobre la quita de medicamentos: “Le sacan los medicamentos a los que ganan más de una jubilación y media. Es mi caso, pero a los que trabajamos 30 o 40 años nos cagaron porque no tenemos nada, ni bonos ni subvenciones. Vengo de pagar entre gas y luz 100.000 pesos. Y ahora tampoco voy a tener mi medicación. Para el PAMI me descuentan 59.000 pesos por mes, pero cada vez me dan menos servicios. Yo era bancaria, tengo una válvula en la cabeza, si mañana tengo un problema no me lo cubre nadie. Si cobrás la mínima te dicen de todo acusándote de no aportar. Y si aportaste, te sacan los medicamentos aunque lo que cobramos no alcanza para vivir. Así que ya sabemos: sea como sea, somos el enemigo”.
María me hace una pregunta: “¿Por qué no está aquí todo el pueblo?”. Nos quedamos ambos en silencio, rodeados del sonido de las consignas y las cacerolas. Dice María: “Bueno, mucha gente tiene miedo, otros pobres se creerán lo de las influencias del cielo o que vendrá alguien de arriba a salvarlos. Pero lo importante es que al menos estemos nosotros”.
Apuntes sobre la casta
Un jubilado llevaba otro cartel, la gran forma de libertad de expresión en estas marchas: “Milei, tu casta gasta más de lo que nos estás robando”. El argumento ocurre en el día en que se detectó al senador Edgardo Kueider tratando de sacar del país 211.102 dólares, 630.000 pesos y casi 4 millones de guaraníes (unos 500 dólares), todo en billetes, nada declarado.
Kueider, un peronista entrerriano que rompió su bloque para votar la Ley Bases a cambio de una embajada o un lugar preponderante en la represa de Salto Grande es la confirmación del cartel del jubilado: Milei no está combatiendo a la casta sino reorganizándola con tropas libertarias excitadas, radicales afanosamente obedientes, el PRO en extinción y peronistas duchos en la filosofía de los panqueques. Los billetes empaquetados de Kueider son tal vez un símbolo de las zonas turbias del poder y de los intercambios políticos que impregnan estos tiempos.
Julia estudia educación física en la Universidad de La Matanza y lleva en brazos al pequeño Bruce, gorro Piluso para el sol y camiseta argentina de Messi. Son la nieta y el biznieto de uno de los jubilados que está a los topetazos con la policía. Explica Julia: “A la Universidad mandaron a reprimir y a pegarle a todo el mundo. Y ahora los medicamentos. Es demasiado, por eso vine, no se aguanta más”. Bruce miraba todo con asombro.
Editorial político de dos palabras
Un poco más allá, en su bicicleta y silla de ruedas motorizada, está el doctor Pedro Ávalos, abogado jubilado. “Integro la federación de jubilados y pensionados, y tengo a cargo el asesoramiento de las personas con discapacidad. Estamos en la lucha porque este gobierno primero les sacó los medicamentos a las personas con situaciones más extremas, como el cáncer entre otras. Después vino contra las personas con discapacidad. Ahora viene a recortarle los medicamentos a los jubilados. Es un gobierno”.
La definición del abogado: “Es un gobierno genocida, y nosotros no tenemos otra cosa que hacer que estar aquí, en la lucha, porque de una u otra forma todos nos vamos a morir. Estamos acá en defensa propia. Acompañando”.
¿Por qué el gobierno hace esto? “Es un acto reflejo para obtener dinero para cumplir con el Fondo Monetario, con los holdouts (fondos buitres). Nosotros estamos acá para evitar que siga deteriorándose la situación de los jubilados”.
Plantea Pedro su mirada hacia adelante. “El desafío es que hay que unirse, hay que mantenerse en la lucha. En octubre del año que viene tiene que quedar claro que el peso de 8 milones de jubilkados, de 5 millones de personas con discapacidad, es determinante. Tenemos que participar acá, en la calle, en los tribunales, en todas partes. No dejar de participar” dijo yendo a fundirse con sus compañeras y compañeros que seguían enarbolando con sus carteles sobre el presente:
- “Fuera nazis del PAMI”.
- “Diputados, a ustedes los votamos para defender al pueblo y no al gobierno, o renuncien”
- Un señor con la imagen de José de San Martín estampada en la remera llevaba otra pancarta escrita con fibrón que podría leerse como un editorial político de dos palabras: “Jubilado orinado”.
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Loan: hacia dónde apunta ahora la causa
El fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva por sustracción y ocultamiento de Loan Peña a los seis detenidos que estuvieron en el almuerzo familiar tras el que desapareció el niño correntino de 5 años. Además, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por encubrimiento agravado y entorpecimiento de la investigación. Las pruebas que derivaron en esta solicitud. La exhortación a nuevas indagatorias. La palabra de Juan Pablo Gallego, abogado que representa a la familia: “Es un enorme paso adelante la decisión de la Fiscalía”. El escrito del fiscal plantea que “el niño no se perdió” y elabora una primera hipótesis sobre el rol de la pareja del marino retirado Carlos Pérez y su esposa y funcionaria municipal María Victoria Caillava. Los pasos a seguir. Y lo más importante que falta: cinco meses y medio después, sigue sin haber indicio alguno de dónde está Loan.
Por Francisco Pandolfi
El abogado de la familia, Juan Pablo Gallego: “La prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
“La solicitud de procesamiento de los siete detenidos por la Fiscalía es un enorme paso adelante. Tiene una mirada muy parecida a la nuestra. Tenemos un análisis con bastantes puntos de contacto; ambas partes descartamos el accidente de tránsito que se buscó instalar desde una mirada más dirigida a desviar la causa, que desde una posibilidad práctica” dijo a lavaca el abogado que representa a la familia de Loan Peña, Juan Pablo Gallego.
Pasaron cinco meses y medio. Este viernes son 169 días. Mañana, 170. Pasado mañana, 171. Y así sucesivamente, desde el 13 de junio pasado cuando desaparecieron a Loan Danilo Peña, nene de 5 años del pueblo correntino de 9 de Julio, de quien no se sabe absolutamente nada.
Este miércoles, día 167, hubo una noticia en este caso en el que desde el comienzo hubo más trascendidos que certezas. Más operaciones, mentiras, y fakes que pruebas concretas para llegar a lo único importante: Loan. Este miércoles, el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva a los siete detenidos por la causa principal en la que se investiga la desaparición de Loan. Existe una causa paralela por “obstrucción de la investigación”, en la que permanece detenida una persona apodada el “Americano”.
Las personas, las naranjas, y la desaparición
Loan fue con su papá a visitar a la abuela Catalina en el paraje rural Algarrobal a las afueras de 9 de Julio. Aquel jueves 13 de junio almorzó junto a su tía Laudelina Peña, la pareja Antonio Benítez y los tres hijos de ella: Macarena y dos menores. También con su prima política Camila Núñez, que fue con su nena; y con dos matrimonios más: Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millapi (pareja amiga de los tíos de Loan), y con María Victoria Caillava (funcionaria municipal y amiga de la abuela de Loan) junto a su marido Carlos Pérez (capitán de navío retirado de la Armada). Luego de la comida, Benítez, Caillava y Ramírez fueron junto a Loan y los otros nenes a juntar naranjas.
Y Loan desapareció.
Viajamos a 9 de Julio para intentar comprender lo que el nene de 5 años nos muestra sobre el presente y lo contamos en esta investigación publicada en la MU de septiembre: https://lavaca.org/mu197/lo-que-loan-nos-hace-ver/
Las llamadas sospechosas
El fiscal de Goya y la Protex elevaron a la jueza un escrito de 86 páginas, en el que exhortan a que las tres parejas (Laudelina Peña-Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi-Daniel Ramírez y Victoria Caillava-Carlos Pérez) sean procesados por la sustracción y el ocultamiento del menor (figura que prevé de 5 a 15 años de prisión, según el artículo 146 del Código Penal).
A su vez, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por el delito de encubrimiento agravado (con pena de 1 a 6 años de cárcel, según el artículo 277 del Código Penal), por haber entorpecido la investigación y facilitado el encubrimiento de quienes desaparecieron a Loan.
El Estado como responsable: el reclamo de familiares y vecinos de Corrientes frente a un caso con inquietantes nexos con el poder, y sin respuesta sobre el destino de un chico de 5 años de edad.
El Ministerio Público Fiscal considera que tras el almuerzo se registraron dos llamadas “sumamente sospechosas”: una, cuando Ramírez llamó a su hermana y conversaron durante ocho minutos. Luego, una comunicación entre Benítez y Laudelina que se extendió más de nueve minutos. “El día de la desaparición se advierte un incremento en la actividad de cada uno de los imputados a partir de sus comunicaciones y desplazamientos, que no responden a la búsqueda”, y agregan: “Tras el llamado de Benítez a Laudelina comienzan dos etapas posteriores de ocultamiento y encubrimiento en la que toman parte los imputados presentes al momento de la desaparición, el comisario Maciel y otras personas involucradas por las que solicitamos su llamado a indagatoria”.
Este pedido a la jueza sobre “otras personas involucradas” apunta a Macarena Peña, prima de Loan e hija de Laudelina, y a Cristian Agustín Gutiérrez, conocido de Benítez. “Son varias las evidencias que permiten sostener un grado de sospecha en contra de ambos”, explicaron.
“El niño no se perdió”
En el documento, reflejan un punto clave en la investigación: “La camioneta de estos imputados (Caillava y Pérez) es el único vehículo que se retira del Paraje inmediatamente después de haber tomado conocimiento de la desaparición del niño. En sus vehículos -camioneta y auto- se verificó un rastro positivo del niño”. Caillava y Pérez fueron “los únicos que también abandonaron la localidad de 9 de Julio al día siguiente del hecho, con conocimiento de Maciel, ya a cargo de la investigación y la búsqueda”.
Por todo esto, tanto el fiscal como la Protex plantean su hipótesis: “Nos permite afirmar que el niño no se perdió como afirmaron las personas por las que aquí pedimos su procesamiento -que tampoco lo abandonaron-, y que se montó una escena para hacer creer que así había sucedido. En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal, nadie escuchó ni un grito, llanto o pedido de auxilio”.
La continuidad del caso
A la consulta sobre si el pedido de procesamiento fue tardío, el abogado Gallego responde: “No lo calificaría como tal. Nosotros veníamos preocupados por la falta de participación de los fiscales en la última etapa probatoria, en lo que hace a la recolección de pruebas, examen de testigos, audiencias y esto sí nos tenía altísimamente preocupados. Creemos que lo que tiene que ver con el pedido de procesamiento es oportuno, porque precisamente la prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
¿Cuáles son los pasos a seguir? “La jueza va a analizar los pedidos de procesamiento y es probable que antes de fin de año se expida sobre estas cuestiones. Entiendo que con total claridad va a procesar a los siete y esto significaría llegar a un estadío procesal que va enfilando hacia un posible juicio oral, que por ahora iría con estas calificaciones: captación, sustracción, secuestro de un niño y encubrimiento por parte de Maciel”.
Agrega Juan Pablo Gallego: “Todavía quedan diligencias pendientes: testimoniales de diversas personas y careos; en el aspecto técnico, todavía falta cotejar parte de la información del entrecruzamiento de teléfonos entre los imputados; en cuanto a rastrillajes en septiembre se dispuso hacerlos en determinadas zonas donde en rigor se hizo mal, y esa es una área que incluye a cuatro lagunas. Esto se intentó hacer entre el 15 y el 17 de octubre, pero no se terminó por el mal clima y por la falta de recursos del SIFEBU (Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas): la ausencia de recursos técnicos y de los canes, necesarios para lo requerido por la jueza”.
Concluye el abogado: “La instrucción está prorrogada hasta el 19 de marzo, por lo que es posible que esas nuevas diligencias nos permitan tener otros detalles y complete el cuadro probatorio que ya tiene que ver con el desenlace: dónde está Loan y en qué estado. Mi aspiración es tener resuelto eso antes de la etapa de juicio oral. Queremos encontrar al niño como un elemento útil para terminar de configurar los delitos y para que la familia empiece a tener un poco de paz”.
La pregunta sigue vigente y sin respuesta: ¿dónde está Loan?
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