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La Sirena: Sofía Dieguez, cantante y actriz

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Debut musical con un videoclip que nace del amor de Sofía por la película La Sirenita. El símbolo que encontró en el cuento de Andersen, las cacerías y las alianzas. Un EP de cuatro temas para bailar y cantar sin moldes. Por María del Carmen Varela.

Soy la diosa de mil escamas”, se escucha en la voz de la actriz y cantante Sofía Dieguez y la cadencia de la música invade los oídos. Sus piernas están cubiertas por una sola pieza de encaje negro que culmina en una cola de sirena y así el misterio es develado: “Soy la Sirena”, canta Sofía mientras su cuerpo resalta sobre un fondo rojo fuego. La Sirena es el primer videoclip de su carrera y la canción forma parte de su primer EP de cuatro temas, con letra y música de su autoría.

En el video aparece la Sirena, y otras representaciones: una deidad con corona dorada que asoma como rayos de sol, la sensualidad de las diosas hindúes, la fuerza del mar propia de Yemanjá. En otras escenas aparece recostada sobre un piso negro, y cubriendo partes de su cuerpo resplandecen pétalos de rosas rojas, recordando acaso a Belleza americana. Por último, la Sofía cantante, con lentejuelas y cuero que se adhieren a su piel en cada movimiento. De este modo, los cuatro elementos se potencian en esta pieza audiovisual: el temperamento acuático de La Sirena, la esencia etérea e inasible de la Diosa, la Mujer Fuego portadora de la pasión, y la que pisa fuerte la tierra, con su ritual de danza en altísimas botas negras.

Trans power

a alegoría de la sirena significa mucho para Sofía: “Es lo que soy. Cuando vi la película La Sirenita por primera vez a los 4 años, me sentí identificada con su ‘no sentirse parte del mundo al que pertenecía’, no sentirse cómoda con quien le había tocado ser. De grande entendí que la realidad de muchas de las mujeres trans es como la de las sirenas: igual que la historia de Andersen, en nuestra transición a ser mujeres muchas pierden el hogar, la familia y hasta socialmente, la voz. En relación con el mito griego de la sirena, somos la hipersexualización de la femenidad, de lo prohibido, nos desean, nos aman, pero muchos no pueden con eso y terminan saliendo a cazarnos como monstruos, igual que en el mito. Claramente ha habido un gran cambio a nivel sociocultural y pese a que esto sigue sucediendo, sucede un poquito menos”.

Las canciones que componen el EP fueron surgiendo de manera natural. Sofía se preparó desde chica en comedia musical y si bien su carrera se inclinó hacia la actuación –trabajó en las series Pequeña Victoria y El Marginal, fue protagonista del musical Crianzas, autora y protagonista de Magenta, una sirena más allá del mar, dramaturga y coprotagonista en la obra teatral Estar System, entre muchos otros trabajos como actriz– la música siempre estuvo presente en su vida. Creció escuchando pop latino, inglés y, como toda adolescente en los 90, soñaba con ser una Spice Girl. “Recuerdo la primera vez que vi a esas cinco mujeres superpoderosas cantando, saltando, comiéndose el mundo, vistiéndose como querían, sin importarles nada… Con su lema de girl power e igualdad hacían que yo, siendo una infancia y adolescencia trans, me olvidara de mi dolor, de mi desazón, de mis dudas de cómo sería mi vida. Si podría ser realmente quien era. Encerrada en mi cuarto bailando sus canciones, me olvidaba de la realidad, y era feliz”.

El deseo de cantar la acompañó siempre: armaba shows en su cuarto donde bailaba y cantaba con el CD de las Spice Girls. “Sentía que no tenía un gran caudal vocal. Con el tiempo y el estudio aprendí a querer mi voz, a saber qué es lo que me queda bien y cuáles son mis limitaciones. Así entendí que sí podía serlo, y que lo era”.

Después de varios intentos por formar su propia banda, llegó la oportunidad de hacer un tributo a Gilda junto a su amigo músico Nito Carelli y el escenario fue la vidriera de MU Trinchera Boutique durante la pandemia. “Tras el vidrio, jugando a ser Gilda, conectada con el público y viéndoles emocionarse, dije: ¡Yo quiero esto!”

La Sirena: Sofía Dieguez, cantante y actriz
Sofía Dieguez

Lo artesanal

Y si hago mi sueño realidad?, se preguntó Sofía. Cantar, bailar, componer. Hacer música. Así fue como se propuso la realización del primer videoclip. Sus herramientas y recursos: certificado de autodidacta, espíritu independiente, garra, talento y una banda de aliadxs incondicionales formada por familia y amigues. “Mi santa madre, Claudia Peduto, me dijo: hacelo, yo te ayudo. Y así empecé. Conté con el apoyo y el consejo de Claudia Acuña de lavaca, una gran amiga a la que adoro, y La Sirena nació después de ver a mi amiga actriz Carolina Ramírez en uno de los capítulos de la serie La Reina del flow, donde veía cómo su personaje componía música solo con un beat y dije: ¡Claro, ¿Cómo no se me ocurrió? En unos minutos con un beat de YouTube escribí la maqueta de lo que hoy es La Sirena. Escribo ya con la melodía, más allá de que yo no toque un instrumento, mis canciones son completamente mías, letra y melodía. Después están los genios de los músicos que lo hacen realidad, en este caso, mi productor Fernando Nazar. Por suerte la vida me puso mucha gente que me ayudó a llevarlo a cabo”.

La Cooperativa Lavaca le cedió las instalaciones de Riobamba 143 para la filmación, Claudia Acuña colaboró con el arte del video, el realizador audiovisual Sebastian Smok hizo cámara, luces, fotos y dirección junto a Natural Arpajou, y la compañía teatral La Zancada ayudó con la iluminación de las escenas. El vestuario fue íntegramente diseñado, cosido y bordado por Sofía. “Fue todo muy artesanal y fueron muchas manos, mucha gente para hacer realidad mi sueño”.

Si bien Sofía adora el pop, en esta oportunidad eligió para La Sirena una fusión de pop y reggaeton. Los próximos temas también se vienen “con mucho power y letras con mucho contenido emocional”. Uno de ellos refiere a la violencia machista y surgió mientras Sofía cursaba el seminario “Arte contra la violencia femicida”, llevado a cabo en el mes de mayo del año pasado por el Observatorio Lucía Pérez como una forma de pensar el arte como un instrumento de lucha y transformación. “Así surgió esta canción, abajo del agua, donde nace mucho de mi inspiración: me estaba bañando, salí de la ducha rápido, agarré el teléfono y empecé a grabar”. El ritmo es contagioso, la letra es una declaración de principios, un grito que dice basta, una bandera plantada en tierra firme: “No me volvés a callar, no, mi boca no tocás, no me volvés a asfixiar, no, mi aire no tomás, esta vez no podés obligarme a querer, perdiste lo que ayer vos te creías tener”.

Otro de los temas musicales del EP es “Sola” y tiene que ver con esta sensación: “darlo todo para que la otra persona note que existís y, sin embargo, sos un rato. Por eso la canción habla de que la cama es como el mar, te quedás sola en el mar esperando que venga a buscarte”. El tema que completa el EP da cuenta del sentimiento mutuo que despierta la alegría duradera, escrita a raíz de una experiencia personal sobre una relación atravesada por la distancia.

Con este cuarteto de canciones Sofía se ilusiona, mientras anhela que sus ritmos hagan bailar a la gente, que generen futuros shows y que todo fluya, como sirena en el mar.

Escuchá La Sirena

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La Sirena: Sofía Dieguez, cantante y actriz

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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

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En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.

Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. 

Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.

Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.

Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.

Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.

El video de 3,50 minutos

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Orgullo

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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